El 22 de febrero de 1739, tras largas negociaciones, se concertó el

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34| BLONDEL, Jean-François (1683-1756)
Fiestas ofrecidas por la Villa de París con ocasión del matrimonio de la princesa
Luisa Isabel de Francia y el infante don Felipe de España (1739)
Dib/14/50/1 - Dib/14/50/13
Álbum ([14] p. de descripción, [13] h. de dibujos) sobre papel amarillento verjurado :
pluma, pincel, tintas y aguadas de color ; 630 x 470 mm.
Barcia n.os 9045-9057.
El 22 de febrero de 1739, tras largas negociaciones, se concertó el matrimonio de la princesa Luisa Isabel, también llamada Mme Première o Mme Elisabeth (1727-1759), primogénita de Luis XV y de María Lecszinska, con el infante don Felipe de España (1720-1765). El enlace se celebró por poderes, representando al novio el duque de Orleans, la mañana del 26 de agosto de ese
mismo año en la capilla del palacio de Versalles. Con tal ocasión, el servicio
de la Corte denominado Menus Plaisirs organizó un baile en el palacio seguido
de unos fuegos artificiales en el jardín.
El preboste de los comerciantes y los regidores de la Villa de París tomaron la iniciativa, con el beneplácito del rey, de celebrar con unos festejos
públicos el enlace de doña Isabel y don Felipe. La Villa encargó a Giovanni
Niccolò Servandoni (1695-1766) la dirección de la parte de la fiesta que habría de desplegarse sobre el río Sena, entre el Pont-Neuf y el Pont Royal, y
que finalizó con unos espléndidos fuegos artificiales. La fiesta se celebró la
noche del 29 al 30 de agosto de 1739, con el éxito que cabía esperar, y fue
minuciosamente descrita por la prensa. En las Actas y deliberaciones de la
Villa de París del año 1739 se ha conservado también una detallada descripción.
La fiesta comenzó con una naumaquia sobre pequeñas embarcaciones,
seguida de unos fuegos artificiales cuyo apogeo fue el Templo de Himeneo
construido sobre el Pont-Neuf. Los festejos concluyeron con un baile ofrecido en el Ayuntamiento durante la noche del 30 al 31 de agosto. Servandoni se había situado en una pequeña canoa decorada con esculturas doradas sobre fondo azul que portaba en la popa un pabellón con las armas de
Francia y España, y desde allí apremiaba para que se ejecutasen correctamente sus instrucciones para la fiesta que se desarrollaba sobre el agua.
Ange-Jacques Gabriel (1698-1782), arquitecto del rey, diseñó la tribuna real
adosada al palacio del Louvre, así como la decoración de la balaustrada del
Pont-Neuf. Se recurrió a diferentes artistas para realizar los decorados,
como los hermanos Louis-Claude y Louis-Pierre (1698-1781) Dumesnil,
pintores ordinarios de la Villa, y a artesanos como Jean-François Guillaumont, maestro tapicero.
Una vez finalizada la fiesta, la Villa de París decidió publicar una relación
detallada e ilustrada con grabados destinada a conservar la memoria de tan
excepcional acontecimiento. Para llevar a buen término la publicación de
los diferentes decorados de la fiesta y de los fuegos artificiales se requería
bastante tiempo. La Villa de París encargó al arquitecto Jean-François Blondel (1683-1756) que se ocupase de la obra, preparase los dibujos y los hiciese grabar, imprimir y encuadernar. Los detalles del acuerdo están documentados en dos contratos firmados entre Blondel y la Villa de París que
iban acompañados de trece dibujos. En fecha desconocida se separaron los
dibujos de los contratos y desde entonces se conservan aparte en el departamento de Mapas y Planos de los Archivos Nacionales. Todos los dibujos
llevan en el verso inscripciones con las fechas de los dos contratos: «Paraphé au désir du marché d’aujourd’hui»; a continuación figura la fecha 4
de diciembre de 1739 o, en el caso de dos dibujos, 9 de abril de 1740; siguen
las firmas y rúbricas de Blondel, por un lado, y del preboste y regidores de
la Villa de París por el otro: Turgot, Veron, Le Roy De Fetueil, Meny y Thomas Germain.
Para protegerse de cualquier intento de copia de una obra tan costosa, la
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Villa de París obtuvo el 3 de junio de 1740 un privilegio del rey válido por
quince años para encargar el dibujo, grabado e impresión de la descripción
de los festejos a «tels personnes qu’il voudront». Conocemos el nombre de la
persona encargada de la preparación del volumen por los dos contratos que
firmó con la Villa de París: Blondel, a quien se confunde a menudo con su sobrino Jacques-François Blondel (1707-1774) que para muchos historiadores
es el autor de la obra. El equívoco es comprensible, pues los nombres de
Blondel no figuran ni en los contratos ni en las leyendas de los dibujos y estampas. Pero según un documento fechado en 1747 referente a la petición
que la Villa de París hizo a Blondel para que se ocupase de los dos volúmenes
conmemorativos de las bodas del delfín, en 1745 y 1747, el Blondel en cuestión era miembro de la Academia Real de Arquitectura. Y en esa fecha solo
Jean-François Blondel cumplía ese requisito, ya que su sobrino no fue admitido a la Segunda clase de la Academia Real hasta 1755. Por el contrario, JeanFrançois Blondel fue miembro de la Segunda clase a partir de 1722 y de la Primera a partir de 1749. Blondel debía recibir, como parte de su retribución,
312 ejemplares de la obra, pero este acuerdo se sustituyó el 5 de agosto de
1740 por una suma de 20 libras por ejemplar. Los anticipos recibidos por
Blondel se escalonan entre el 18 de diciembre de 1739 y el 10 de septiembre
de 1740.
Blondel realizó todos los dibujos que figuraban en los contratos (planchas I-V, VII-VIII, VIII-IX, XII-XIII), salvo dos dibujos que son obra de
Rousset (planchas X-XI). La tarea era bastante compleja, pero Blondel estuvo a la altura de lo esperado y elaboró una obra en gran folio que la Villa de
París empezó a ofrecer como presente desde finales de 1740. Jean-François
Blondel procedió al grabado de las trece planchas; Pierre Soubeyran, según
dibujo de Edme Bouchardon, realizó la viñeta del título, y Jacques Rigaud
compuso la pequeña plancha que aparece como cabecera de la relación descriptiva y que representa una vista de conjunto de los decorados del Sena. Se
encargó al grabador Pierre Chevenard la impresión de los grabados en cobre
y a P. G. Le Mercier, impresor y librero ordinario de la Villa, la impresión tipográfica de los textos. El nombre de este último solo figura en el título de la
obra. Pasdeloup, encuadernador del rey, aparece en la contabilidad «pour
avoir fait dorer et enluminer plusieurs plans de Paris et exemplaires de la fête
que la ville a donnée à l’occasion du mariage de Madame Première de France
avec l’Infant d’Espagne, Dom Philippe». En un segundo desembolso se hace
alusión, para el libro de la fiesta, a una encuadernación de «différentes
façons». Para la «enluminure» (término utilizado en los documentos de archivo, iluminación) de los ejemplares de la fiesta encontramos, aparte de la
mención a Pasdeloup, el nombre del impresor Mariette (a quien se gratifica
con una suma de 840 libras por cuatro ejemplares y posteriormente con 960
libras por otros cuatro ejemplares más).
Fue necesario casi un año y medio para llevar a término semejante proyecto editorial. La contabilidad de la Villa de París documenta las diferentes
etapas de la producción del libro, incluidas las indicaciones concernientes al
tipo de papel que se debía utilizar, la cantidad de ejemplares que debían iluminarse y el nombre del encuadernador. La Villa de París, que sin duda sabía
desde el principio que la empresa iba a llevar su tiempo, halló una solución
para satisfacer la curiosidad de la Corte de España. En efecto, ni don Felipe ni
sus parientes habían podido asistir a la fiesta, en la que solo los embajadores
de España estuvieron presentes: François-Joachim-Bernard Potier (16921757), duque de Gesvres, primer gentilhombre de la Cámara y Gabinete del
rey, a su servicio el año 1739, y gobernador de la Villa de París, había asistido
en representación del novio. Los embajadores de España, a su vez, habían organizado una fiesta sobre el río Sena con fuegos artificiales.
Para satisfacer la curiosidad de la Corte de España se encontró una solución
que además de ser inteligente proporciona al historiador un sinfín de datos
para seguir, de forma más detallada de lo habitual, las diferentes etapas de la
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producción de un álbum de fiesta. Los dibujos del álbum de la Biblioteca Nacional de España se realizaron pensando en la preparación de los grabados, y
si los comparamos con los dibujos del contrato puede reconocerse perfectamente el estilo de Blondel. Vincent caligrafió a pluma los textos que acompañan a los dibujos y Pasdeloup realizó la encuadernación en tafilete verde flexible. Algunos cambios respecto a los grabados sugieren que los dibujos corresponden a las primeras fases del proyecto de preparación de la edición. Por
ejemplo, dos de los dibujos, la planta y el alzado del Templo de Himeneo, se
unieron en el grabado, lo que hizo necesario realizar otro dibujo más. En otro
caso, uno de los dibujos grandes, en el que aparecían pequeñas embarcaciones decoradas con farolillos, se transformó en dos grabados con una disposición diferente de los barcos. Tal decisión debió adoptarse más tarde, como demuestran los dos dibujos del contrato que se conservan en París, fechados en
el mes de abril de 1740. En el dibujo que representa el quai des Tuileries se
aprecia un ligero cambio en los grupos de figuras y, algo aún más significativo,
la reproducción del jardín en el grabado responde más a la realidad que la sucesión de ondulaciones del terreno que aparecen en el dibujo. Todos ellos son,
sin duda, ejemplos interesantes, pero en otro dibujo aparece un cambio más
significativo que guarda relación con el protocolo real. En efecto, en este tipo
de festejos era habitual reservar una tribuna para la familia real y, para ello, la
Villa de París se había puesto en contacto con el primer arquitecto del rey, Gabriel. El pabellón, reproducido en los dibujos y grabado en dos planchas, se
adosó a la fachada del Louvre del extremo de la Galería de Apolo. Si observamos detenidamente el dibujo vemos que a la hoja principal se le han incorporado cuatro trozos de papel con grupos de figuras. En principio nada justificaría semejante intervención, salvo que se pretenda representar a los personajes de la Corte en el orden real que marca el protocolo. El dibujo se había
realizado pensando en un grabado posterior y, por consiguiente, mostraba invertido el conjunto de la composición. Una vez que se decidió incorporar el
dibujo a un álbum destinado a la Corte España, era imprescindible reparar tal
impropiedad protocolaria, lo que se consiguió reemplazando los personajes
dibujados en la hoja principal por una versión invertida, perfectamente integrada y únicamente visible si se observa la hoja de cerca. La forma de dibujar
los personajes es idéntica al resto de las figuras de los dibujos de ese mismo
grupo. El dibujo ya había servido, aparentemente, para transferir la composición a la plancha de cobre, pero hay que señalar que no se hizo de forma directa, repasando los contornos con estilete. La ausencia de ese tipo de trazos
sugiere que Blondel procedió de forma diferente, copiando el dibujo probablemente con la ayuda de un papel transparente que permitía calcarlo sobre el
cobre. Evidentemente, Blondel también habría podido volver a dibujar la hoja
con la tribuna de la familia real, pero al parecer tenía prisa por entregar los dibujos. Por otro lado, los dibujos que habían servido para preparar las estampas permitían evitar gastos suplementarios.
En algunos dibujos se añadió una cartela de papel abajo para dar más espacio a la leyenda (B 9045). Esta modificación indica que Blondel decidió
hacer las leyendas de los dibujos idénticas a las que se habían previsto para
los grabados con el fin de dar una imagen lo más exacta posible del desarrollo y del esplendor de esta magnífica fiesta. [PF]
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