68 Sermones y Artículos Sobre Jesús de Nazaret -- 1 Anotaciones Todas Las Bendiciones Espirituales En Cristo “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo” (Efe. 1.3). Con estas palabras, Pablo empieza el corazón de su carta a la iglesia en Efeso. Aprendí este versículo de memoria cuando era un muchacho y su verdad porque vino a ser importante para mí ahora que soy viejo. Por favor considere estas lecciones de este versículo. Toda Bendición Espiritual No todas las bendiciones de Dios son espirituales. Dios generosamente nos ha bendecido con bendiciones físicas también. El es nuestro Creador (Gén. 1:1) y Sustentador. Nos da “lluvias del cielo y tiempos fructíferos, llenando de sustento y de alegría nuestros corazones” (Hch. 14:17). “Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos...” (Hch. 17:28). (Véase Salmo 65:9-13, para orar a Dios por Su obra en el sostenimiento de Su creación). Este versículo enseña que “toda bendición espiritual” está “en Cristo.” Ni este versículo ni ningún otro versículo enseña que toda bendición física está “en Cristo.” Las escrituras enseñan que las bendiciones físicas de Dios caen sobre justos e injustos igualmente (Mat. 5:45). La prosperidad del malvado ha sido un problema para el entendimiento del justo (véase Salmo 73); con todo aun, estos versículos demuestran que las bendiciones físicas de Dios no están limitadas a aquellos que están “en Cristo.” Esta es una lección que necesita ser recordada. Aquellos que están asociados con el PTL, el club 700, y los ministradores de la fe salvadora enseñan que las bendiciones físicas de Dios están especialmente dirigidas hacia los justos. ¿Quién no ha testificado a alguno en uno de estos programas en donde se relata su testimonio? El describe su condición despreciable y desesperada antes de convertirse en Cristiano en palabras mas o menos como estas, “Yo estaba sufriendo de alguna enfermedad, había perdido mi trabajo, mi esposa y yo estábamos teniendo problemas maritales, nuestros hijos estaban andando con personas incorrectas, y mis acreedores me estaban persiguiendo.” Después dice de como dio su vida a Jesús, y luego relata su actual condición en palabras como estas: “Ahora me siento bien y ya estoy sanado de mi enfermedad, mi esposa y yo somos muy felices más de lo que en algún momento habíamos sido, mis hijos son pequeños encantadores, y tenemos más dinero del que teníamos antes.” Las implicaciones de estos testimonios es que las bendiciones de Dios están especialmente dirigidas a los justos. Ningún versículo en la Biblia enseña eso. La vida de Jesús y de Job verifican (comprueban) que ésta no es una doctrina verdadera. En Cristo Pablo declaró que Dios nos ha bendecido con toda bendición espiritual “en Cristo.” “En Cristo” designa una relación que el creyente sostiene con Jesús.1 Todas las bendiciones espirituales de Dios son hechas disponibles al hombre por medio de Jesucristo. El es el “agua de vida” la cual de esta manera apaga las necesidades del hombre para que nunca vuelva a tener sed (Juan 4:13-14). El es el “pan de vida” de modo que llena a una persona para que nunca vuelva a tener hambre (Juan 6:35). Toda necesidad espiritual que el hombre tenga es completamente saciada en Cristo. Las implicaciones de esta declaración son obvias. No necesitamos mantenernos escudriñando como Dios tuviera otras bendiciones espirituales para el hombre que no está a disposición de aquellos de nosotros que estamos en Cristo. El Hinduismo, Islamismo, Budismo, Sintoísmo, y cualquier otra así llamada religión “mundial” no tiene ninguna bendición espiritual para el hombre que no está disponible en Cristo. No 69 Sermones y Artículos Sobre Jesús de Nazaret -- 1 necesito entristecerme porque no haya leído el Corán, el Bhagavad Gita, el Rig-Vedas, u otros libros “santos.” No necesito los escritos de José Smith, Mary Baker Eddy, Elena G. White, el reverendo Moon, o algún otro profeta declarando haber recibido una revelación para los últimos días. Si todas las bendiciones espirituales de Dios están a disposición para mí en Cristo, perfectamente puedo estar contento sabiendo que tengo todo lo que Dios tiene para el hombre cuando yo tengo la revelación de Jesucristo en la Santa Biblia. La persona que no está en Cristo no participa en o recibe algunas de estas bendiciones espirituales. Indiferente de cuan bueno, honesto y sincero un hombre pudiera ser, a no ser que esté en Cristo, no recibe las bendiciones espirituales de Dios. Todas las bendiciones espirituales de Dios están en Cristo; ninguna de ellas está fuera de Cristo. A menos que usted esté ”en Cristo,” ninguna de estas bendiciones espirituales están disponibles para usted. Las Bendiciones en Cristo Pablo no nos deja en dudas de cómo estas bendiciones de Dios son hechas disponibles para nosotros en Cristo. Considere algunas de ellas: 1. “Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos hechos santos y sin mancha delante de él” (1:4). Algunos solamente leen “según nos escogió” y luego declaran la doctrina Calvinista de la predestinación. Lo que este versículo enseña es que Dios nos escogió para hacernos hombres santos (santificados y apartados) y sin mancha (no teniendo ningún pecado cargado a la cuenta de uno) delante de El. Esto era para ser hecho a través de Jesucristo. En consecuencia, por medio de Jesucristo, yo puedo disfrutar de las bendiciones espirituales de ser santo y sin mancha. (Véase también Efesios 5:25-27). 2. “Ser adoptados hijos suyos” (1:5). Dios también nos adoptó como Sus hijos por medio de Jesucristo. Como hijo de Dios, puedo llamar a Dios como mi Padre (Mat. 7:7-11). Dios pudo haber escogido una variedad de relaciones para con nosotros. Pudo haber sido indiferente hacia este mundo, como la imaginación Deísta; pudo haber estado entreteniéndose con este mundo, como algunas personas antiguas pensaron de los dioses del Panteón; pudo haber estado lleno de animosidad hacia nosotros. Pero en lugar de eso, escogió adoptarnos como Sus hijos. “Mirad cual amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios...” (1 Juan 3:1). 3. “Nos hizo aceptos en el Amado” (1:6). Aquellos de nosotros que estábamos alejados y éramos extraños para Dios hemos sido reconciliados con El a través de Jesucristo. 4. Tenemos “redención por su sangre, el perdón de pecados” (1:7). En Jesucristo, nuestros pecados han sido perdonados a través de la purificación la cual ocurre cuando Su sangre nos lava. Nada sino la sangre de Jesús puede lavar los pecados (comp. 1 Ped. 1:18-19). Esta es otra bendición espiritual la cual Dios nos ha dado en Jesucristo — el perdón de nuestros pecados. 5. Nos ha “dado a conocer el misterio de Su voluntad” (1:9). La revelación de la voluntad de Dios hacia el género humano fue dada a través de Jesucristo. No tenemos que andar a tientas en la obscuridad, escudriñando para encontrar la voluntad de Dios. La ha revelado a nosotros en el evangelio. La obra del Espíritu en la revelación de la voluntad de Dios para con nosotros fue el cumplimiento de la promesa de Jesús a los apóstoles (Juan 14:26; 15:26; 16:13). 6. Reunió todas las cosas en Cristo (1:10). Los hombres de toda condición social están unidos en Cristo. Machos y hembras, esclavos y libres, Judíos y Gentiles, negros y blancos, ricos y pobres están reconciliados con Dios en un cuerpo por medio de la cruz (Comp. Efe. 2:16). La unidad la cual tenemos en Cristo Jesús es una bendición espiritual de Dios. Anotaciones 70 Sermones y Artículos Sobre Jesús de Nazaret -- 1 Anotaciones 7. “Tuvimos herencia” (1:11). En Cristo, tengo una esperanza para heredar las bendiciones del cielo. Tengo “una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos” (1 Ped. 1:4) para mí. Miro hacia adelante para recibir la vida eterna, vivir con Dios, y tener todo lo malo de este mundo removido (Ap. 21:4). Esta es la “una esperanza” de Efesios 4: La Plenitud de Dios Las bendiciones que Dios tiene para nosotros en Cristo están disponibles en la iglesia. La iglesia es el cuerpo de personas por quienes Jesús dio Su vida (Efesios 5:25), “...Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha” (5:27). Las bendiciones espirituales que Dios tiene para nosotros en Cristo están disponibles para aquellos que están en Su iglesia. Consecuentemente, la iglesia es el “cuerpo de Cristo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo” (1:23). La plenitud de las bendiciones de Dios para el hombre están en la iglesia. Muchas religiones miran la plenitud de las bendiciones de Dios en algún momento futuro cuando Jesús retornará a esta tierra y la gobernará por mil años. Eso está en conflicto con lo que Pablo reveló. Declaró que Jesús está actualmente reinando sobre toda cosa (1:20-21) y que la iglesia es la plenitud de las bendiciones de Dios para con nosotros. No miramos hacia adelante a un futuro reinado terrenal. Miramos hacia adelante a la segunda venida de Cristo, al juicio, y a nuestro hogar eterno en el cielo. Cómo Logramos Estar “En Cristo” En vista de que estar en Cristo es importante para que uno pueda heredar estas bendiciones espirituales, necesitamos saber cómo logramos estar en Cristo. El Señor nos dice como conseguimos estar en Cristo. Para lograr estar en Cristo, un hombre debe escuchar el evangelio predicado, creerlo, arrepentirse de sus pecados, confesar su fe en Jesús, y ser bautizado (sumergido) en agua. Pablo escribió, “Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos” (Gál. 3:26-27). El hombre que no cree en Jesús no puede participar de las bendiciones espirituales de Dios (Juan 8:24). El hombre que no se haya arrepentido no puede participar de las bendiciones espirituales de Dios (Luc. 13:3). El hombre que no confiese a Cristo no participará de las bendiciones espirituales de Dios (Mat. 10:32-33). El hombre que no sea bautizado no puede recibir el perdón de su pecados (Hch. 2:38) o ser salvo (Mr. 16:15-16; 1 Ped. 3:21). Amigo mío, toda bendición espiritual está en Cristo. ¿Está usted en El? _____________________________________________________________________ NOTA AL PIE 1. Aquellos que sostienen una doctrina de una morada personal del Espíritu Santo necesitan examinar cuidadosamente este lenguaje. Estar “en Cristo” no significa que yo entro al cuerpo físico de Jesús y moro en El. Más bien significa que yo sostengo una relación espiritual con El. Lo mismo es verdad cuando uno lee que el Espíritu Santo mora en nosotros. Esto no significa que el Espíritu Santo viene a estar dentro de mi cuerpo, lo cual sería una encarnación de la Deidad y destruiría la singularidad de Jesús; más bien, esto significa que yo entro a una relación espiritual con el Espíritu Santo. ____________________________________________________________________ (Guardian of Truth, Vol. 28, Núm. 21, pág. 642, Mike Willis).