John Rick Miller trae su mensaje de conversión a B.R. Por Laura Deavers Como resultado de su experiencia de conversión en Medjugorje hace 22 años, John Rick Miller ha viajado a países que han sido históricamente católicos para reavivar el amor a Dios que una vez era el centro. Miller estuvo en Baton Rouge el 24 de Agosto para hablar acerca de su misión de llevar a los católicos de regreso a la adoración del único y verdadero Dios en lugar de los dioses del materialismo, deportes, medios, riqueza personal, y otras cosas mundanas que los alejan de Dios. Durante el día habló con un pequeño grupo de sacerdotes, diáconos y sus esposas y amigos de la Misión Por el Amor de Dios en Todo el Mundo. Esa noche se dirigió a cientos de personas en la Iglesia de Santa Inés en Baton Rouge. Su mensaje se trata de hablar con Dios y el usar el lenguaje de la oración para comunicarnos con Él. “Necesitamos un lenguaje para construir una relación entre Dios y nosotros. Ese lenguaje es la oración- la oración del corazón. Si puedes comenzar a orar desde el corazón, serás capaz de hablar con Dios.” “No podemos servir a dos amos. Tenemos que regresar a los diez mandamientos. Y debemos enseñar a nuestros hijos los diez mandamientos”, dijo Miller. “Debemos retomar la oración en los hogares, porque estamos criando una generación de niños que no saben nada acerca de Dios.” Porque somos hijos de Dios, no somos de este mundo, sino que pertenecemos a Dios, explicó Miller. Ya que los niños practican lo que ven, si ven que sus padres no van a la Iglesia, decidirán que la Iglesia no es importante, dijo él. John Rick Miller y el P. Anthony Rigoli OMI en la entronización de la Imagen de Nuestra Señora de Guadalupe en la Capilla de Nuestra Señora de Guadalupe y Santuario Internacional de San Judas en Nueva Orleans. La imagen fue llevada de la Catedral de San Luis a través del Barrio Francés a la capilla en la calle North Rampart. Foto proporcionada por Tricia Parsons. Miller dijo que los católicos de hoy no conocen ni comprenden su fe porque no se han tomado el tiempo de aprender y hablar de ella. “Nos da miedo hablar acerca de lo que creemos porque tenemos miedo de ser llamados fanáticos”, dijo Miller. “Nada va a cambiar hasta que yo no cambie. Yo soy el único que puede cambiar.” Enfatizó la gente demasiado a menudo culpa a los demás por lo que sucede o no sucede. Si las cosas van a cambiar “yo soy el que necesita cambiar. Si me entrego a la voluntad de Dios y busco el amor de Dios dentro de mí, aprenderemos a amarnos los unos a los otros.” Miller explicó que su misión es una de los esfuerzos de más rápido crecimiento en el mundo para que la gente regrese a su fe en Dios. Dijo que “actualmente más de un millón de personas forman parte de esta Misión.” Hizo hincapié en que para que exista el mal lo único que se necesita es que los hombres y mujeres de buena fe no hagan nada. Debido a que muchos de los países históricamente católicos se encuentran en Centro y Sur América, Miller tiene una devoción especial a Nuestra Señora de Guadalupe. Habló acerca de esta imagen de Nuestra Madre Santísima que está en la ciudad de México. “Este es el único lugar que tiene la presencia viva de la Madre de Dios. La imagen no está en la tela sino que flota por encima de la tilma; está impregnada en las fibras”, dijo Miller. Una imagen de Nuestra Señora de Guadalupe fue entronizada en la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe en Nueva Orleans, que también es el Santuario de San Judas, el 28 de Agosto. Una procesión con el rezo del Rosario, dirigida por John, comenzó en la Catedral de San Luis camino hacia la Iglesia en el otro lado del Barrio Francés. Miller dijo que era importante tener esta imagen de Nuestra Señora de Guadalupe en Nueva Orleans, ciudad conocida por su herencia católica, para hacer que la gente regrese a la Fe Católica. Dijo que “necesitamos que la Madre de Dios interceda por sus hijos en la ciudad de Nueva Orleans”. La procesión a lo largo del Barrio Francés “nos permite mostrar al mundo que Luisiana es un estado compuesto por católicos que creen en Dios”. Una de las piedras angulares de la Misión de Rick es la consagración. “Hemos perdido nuestra comprensión de la consagración”. Explicó cómo los israelitas se consagraron a Dios cuando Moisés los llevó fuera de Egipto. “Una vez que se consagraron entonces Dios les pidió que hicieran una alianza con Él como un pueblo, una nación. Esa alianza era algo que Él siempre honraría. Él nunca faltaría a su palabra”, dijo Miller. El estar consagrados a Dios les proporciona a las personas una manera de vivir sus vidas, de tener paz en sus corazones, el ser uno con Dios simplemente obedeciendo los diez mandamientos, declaró Miller. Dijo que hemos convertido los mandamientos en los anti-mandamientos. La gente quiere lo que quiere y cuando lo quiere sin ninguna consideración por Dios y los demás. Dijo que “en este último siglo hemos olvidado el significado de consagración”. La consagración nos permite tener la gracias que nos conduce a la conversión; un despertar espiritual porque estamos dormidos. Necesitamos despertarnos para ser hijos de Dios.” Dijo que el secreto de la vida es el amor. “Debemos amar a Dios con todo nuestro corazón, solo así comprenderemos la ciudadanía del cielo”. La única forma para entender verdaderamente que somos hijos de Dios es a través del cambio personal. “Debemos dejar de quejarnos”, dijo Miller. “La única persona que necesita cambiar soy yo. Yo puedo cambiar la forma en que hago las cosas. Yo puedo dejar de ofender a Dios. Yo conozco la diferencia entre lo que está bien y lo que está mal. Debo llamar a Dios a menudo desde el lugar sagrado de mi corazón para que me ayude a hacer lo correcto.” Instruyó a las personas a orar diariamente con el corazón, utilizando oraciones con significado. “Si permanecemos callados…¿qué futuro entregaremos a nuestros hijos?..preguntó Miller. les The Catholic Commentator September 8, 2010