3 al 9 de julio de 2006 /3 NUEVAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN ✓ Tribuna “EL MOVIMIENTO SE DEMUESTRA ANDANDO” Eva Ramos Pérez-Torreblanca, directora de Economía y Responsabilidad Social Corporativa de la Fundación Ecología y Desarrollo n 2002, seis empresas españolas (Endesa, Iberdrola, Larcovi, RENFE, Telefónica y Tetra Pack) publicaron por primera vez una memoria de sostenibilidad. Seis años más tarde son ya cincuenta y siete empresas las que utilizan el modelo propuesto por la Global Reporting Initiative (GRI) para comunicar sus resultados económicos, sociales y ambientales. Si hacemos balance de estos cuatro años encontramos luces y sombras. Entre las luces, la incorporación al discurso empresarial de conceptos como ciudadanía corporativa, impacto social, transparencia, y rendición de cuentas. Entre las sombras, el hecho de que todavía no se ha avanzado de las palabras a la acción con la celeridad que muchos hubiéramos deseado. Esta semana, en un encuentro organizado por Fundación Chandra y Fundación Ecología y Desarrollo sobre la responsabilidad socia corporativa en los medios de comunicación, algunos de los participantes, representantes de conocidos medios de comunicación, constataban que cuatro o cincos años después de la eclosión del concepto en los medios de comunicación en España, se sigue hablando de filosofía, se sigue centrando la discusión en la terminología (RSC vs. RSE vs. RE)1 y se sigue escuchando el mismo discurso, frecuentemente desprovisto de contenido. Este estancamiento nos preocupa porque significa que continuamos discutiendo sobre la forma, no sobre el fondo, lanzando una cortina de humo para evitar las preguntas qué verdaderamente importan: qué modelo de sociedad queremos y qué estamos haciendo para conseguirlo, mediante la acción y no sólo mediante el discurso. La falta de acompasamiento entre el discurso y la acción se ve corroborada por algunos de los datos expuestos en el “Anuario sobre a Responsabilidad social en España 2006”, que ha sido presentado esta semana por la Fundación Ecología y Desarrollo y la Fundación Alternativas. El “Anuario” llama la atención sobre el hecho de que los avances de la RSE en España plantean un caso paradójico: la comunicación empresarial sobre esta materia crece en España año tras año, mediante el uso del modelo propuesto por GRI. Sin embargo, un indicador clave del desarrollo de la RSE, la asignación de responsabilidades en los consejos de administración, continúa estancado ya que ninguna empresa del IBEX 35 tiene en su Consejo una comisión RSE o un responsable que asuma de manera integral y explícita la responsabilidad en este campo y sólo el 14%, es decir 5 empresas (Telefónica, Repsol YPF, Endesa, BSCH y Altadis), asignan algún tipo de responsabilidad RSE en sus Consejos de Administración. Esto está muy lejos de la mejores prácticas en esta materia habitual en algunos países donde la existencia de comisiones RSE en los consejos alcanza porcentajes mucho mayores. E Avances En este sentido el “Anuario” destaca la ocasión perdida por la Comisión Conthe para incorporar en la Propuesta de Código Unificado de Buen Gobierno de las sociedades cotizadas en bolsa algunas recomendaciones relativas a la supervisión de la aplicación de las políticas RSE por los Consejos de Administración. Concretamente, la conveniencia de asignar responsabilidades en el Consejo para esta tarea y para la identificación, valoración y gestión de los riesgos y oportunidades asociadas a aspectos sociales, ambientales y éticos (SAE), recomendación que sí ha sido incluida en otros códigos de gobierno o directrices extranjeros, considerados por algunos expertos como el listón sobre el que deberían medirse las propuesta del Código como por ejemplo en el Reino Unido, el British Combined Code on Corporate Governance del Financial Reporting Council y las “La asignación de responsabilidades en los consejos es un tema que continúa estancado ya que ninguna empresa del Ibex 35 tiene en su Consejo una comisión de RSE” neas Directrices de la OCDE, y la ya citada Global Reporting Initiative, entre otras. La principal novedad en este ámbito se encuentra en el seno de las instituciones europeas tras los cambios sustanciales denotados por la transferencia de liderazgo en materia de RSE desde la Dirección General de Empleo y Asuntos Sociales, a la de Empresa e Industria y la publicación de la nueva Comunicación sobre Responsabilidad Social de las Empresas por parte de la Comisión Europea, “Implantando una alianza para el crecimiento y el empleo: haciendo de Europa un polo de excelencia en RSC” el pasado mes de marzo tras casi un año de retraso. Esta Comunicación ha sido recibida tibiamente por algunos sectores de la sociedad civil que la acusan de “falta de sustancia” y de haber eliminado toda alusión al desarrollo sostenible, al ser la Dirección General de Empresa e Industria más reacia a usar la RSE como instrumento de política social ante el temor de que las empresas europeas pierdan competitividad en una economía globalizada. Recomendaciones “Este estancamiento nos preocupa porque significa que continuamos discutiendo sobre la forma, no sobre el fondo, lanzando una cortina de humo para evitar las preguntas que importan: qué modelo de sociedad queremos y qué hacemos para conseguirlo” Disclosure Guidelines on Socially Responslble Investment de la Association of British Insurers. Pero, también se han producido algunos avances. Por primera vez una empresa española, Telefónica se ha ubicado entre las favoritas de los inversores socialmente responsables (USR), ocupando el decimosexto puesto entre las empresas con mayor presencia en las carteras ISR en Europa. Por otro lado, Diez empresas españolas se encuentran entre las candidatas a formar parte del Carbon Leadership Index, un índice de sostenibilidad especializado instituido por 152 grandes inversores de todo el mundo, y por primera vez dos de entre ellas han terminado formando parte del mismo: Endesa e Iberdrola. Este índice selecciona a las cincuenta empresas, de entre las constituyentes del índice FT500 Global, que con mayor rigor analizan los riesgos y oportunidades para su negocio asociados al cambio climático, y que con mayor eficacia trasladan ese análisis a las políticas de las empresas. Ya en el ámbito institucional, nacional e internacionalmente, el desarrollo de la RSE ha avanzado durante 2005, pero sin excesivos sobresaltos. El “Anuario” destaca los avances en las iniciativas internacionales, como el Pacto Mundial de Naciones Unidas, las Lí- El informe finaliza con una serie de 25 recomendaciones, dirigidas no sólo a las empresas, sino a todos los agentes corresponsables de la adecuada marcha de la RSE: entidades financieras, sindicatos, ONG, administraciones públicas, organizaciones empresariales, escuelas de negocios, y medios de comunicación Una de las conclusiones destacadas del “Anuario” es la conveniencia de superar la dicotomía entre regulación y voluntariedad. Ambas pueden ir de la mano y complementarse a la hora de hacer realidad la RSE. La acción gubernamental y la acción empresarial precisan una activa participación de la sociedad. La contribución al desarrollo duradero de la RSE en España pasa por un cambio del modelo empresarial de producción, pero también del modelo de consumo y de inversión del ciudadano español. La corresponsabilidad es la clave pero también lo es la creatividad. En su pronóstico para 2006 incluido en el “Anuario” John Elkington” resumía la situación actual de la RSE como sigue: “Las agendas medioambientales, de RSE y del desarrollo sostenible han sido conducidas hasta el momento por tres grandes olas de interés público. La primera ola que alcanzó su punto máximo entre 1969 y 1973 empujó a las industrias a una posición defensiva y a actuar conforme a la ley. La segunda ola que alcanzó su punto máximo entre 1988 y 1991 impulsó un enfoque empresarial nuevo de estrategias “verdes”. La tercera ola que alcanzó su punto máximo entre 1999 y 2002 estaba enfocada en la globalización y el buen gobierno corporativo. Nuestro pronóstico es que la siguiente ola de presión y cambio operará en un ámbito aún más amplio y se enfocará en áreas como avances en la innovación, la creatividad, soluciones empresariales a los grandes retos de la sociedad y reflexiones de cómo replicar y llevar a escala experimentos exitosos”. Como dijo Einstein “No podemos resolver los problemas del mañana con el mismo tipo de pensamiento que los creó” y nuestro reto ahora es encontrar soluciones innovadoras a viejos problemas, y ser capaces de pasar de las palabras a la acción, porque el movimiento se demuestra andando.