E. Emiliano Sánchez Garza Universidad Autónoma de Nuevo León Facultad de Filosofía y Letras Colegio de Sociología 8° Semestre eemiliano.sanchez@gmail.com Tel: 811 500 5280 Responsabilidad social empresarial; el caso Femsa Planteamiento del problema La responsabilidad social empresarial (RSE), es un tema con diversos puntos aún por consensuar. Esto ocasiona que la interpretación que se le da, varíe en cada país e, incluso, en cada empresa. Siendo esta institución un ente de tan elevada influencia económica y social, desde hace más de dos siglos, es indispensable que se aclare el alcance de un concepto que juega el papel de mediador entre el actuar empresarial y el interés social. En términos generales, la RSE puede definirse como: la integración de objetivos sociales y medioambientales en las operaciones comerciales de una empresa, particularmente en lo que respecta a los grupos involucrados o afectados por sus actividades y decisiones. Si bien ha venido evolucionando desde principios del siglo XX, aunque no bajo este nombre, la responsabilidad social empresarial es relativamente nueva, y carece, a la fecha, de un acuerdo unívoco sobre su definición. No obstante, teóricos como Kenneth Andrews, Tomás G. Perdiguero y Leonardo Schvarstein, que se han avocado al estudio de la RSE, le conceden características como las siguientes: a) Implica la voluntaria restricción de una parte de la maximización de los beneficios generados por la actividad comercial. b) Va más allá del cumplimiento de las obligaciones legales y las regulaciones gubernamentales sobre la empresa. c) Implica un compromiso con los grupos afectados por la actividad de la empresa y el entorno medioambiental en el que se desarrolla. d) Le otorga un papel protagónico a la empresa en torno a la solución de los problemas que enfrenta la sociedad en relación con la actividad empresarial. Sin embargo, a pesar de ser éste un tema con suficiencia teorizado, hay aún áreas por esclarecer y factores por incluir. Las consecuencias del actuar empresarial, en materia laboral, ecológica, económica y social, demuestran que las iniciativas hasta hoy propuestas siguen siendo insuficientes para llenar el vacío que la influencia de este ente trae consigo. De igual modo, el carácter voluntario de estos comportamientos, tiene como resultado que cada institución adopte la parte del cuadro que le es costeable cumplir. Estos huecos en la materia, dejan relegados aspectos fundamentales de la responsabilidad que cada empresa tiene con sus distintos círculos de influencia: a) La responsabilidad con sus empleados, en temas como el retiro, la precariedad en las condiciones laborales, y las prestaciones de ley. b) Con los consumidores y la economía, pues es práctica común que quienes dominan ciertos mercados, realicen acuerdos entre “competencia”, para fijar los precios de sus productos. De igual modo, los privilegios fiscales de que muchas empresas gozan, generan alzas en los impuestos al público, principalmente a sus colaboradores. c) Con la población económicamente activa y la sociedad en general, por el hecho de que no hay una cuota de inserción de nueva fuerza de trabajo al mercado laboral. A la fecha, puntos tan importantes dentro del actuar empresarial no son tomados en cuenta dentro de la RSE. Las “buenas acciones” de la empresa no cubren los costos sociales y medioambientales que su actividad trae consigo. Es necesario esclarecer la importancia de que aspectos de mayor influencia en el devenir social sean puntos a exigir en cada programa de RSE. En este contexto se plantea el análisis del reporte de responsabilidad social de Femsa, empresa con una larga tradición de benefactora social, pero que hoy ha destruido una gran parte del bosque de La Pastora, ultimo pulmón dentro de la ciudad de Monterrey, para la construcción del nuevo estadio de Los Rayados, equipo de futbol local, y atenta en contra de otra área verde dentro de Parque Fundidora, para la construcción de su Salón de la Fama, del beisbol (actualmente ubicado en las instalaciones de la cervecería). La revisión de su reporte anual de responsabilidad social, ahora llamado “de sostenibilidad”, deberá ser contrastado con estas y otras acciones de la empresa no sólo en materia ecológica, sino también en materia laboral, mediante la información provista por colaboradores en distintos niveles de operación. El estado actual de la investigación, es la búsqueda de informantes, el establecimiento de los rubros de información que se buscará obtener de los mismos y el diseño de la herramienta de investigación empírica.