LOS FUNDAMENTOS DEL NAZISMO Una de las razones que motivan la aparición del fenómeno nazista (si bien no es el origen del mismo) se encuentra en el desenmascaramiento del plan sionista de conquista planetaria expresado en Los Protocolos de los Sabios de Sión, documento judío que tratamos en el capítulo "La Conspiración Sionista Mundial" de esta página. Desde el año 929 antes de Cristo el judaísmo persevera en este objetivo, acaparando el oro para llegar al poder y controlando la prensa u "opinión pública" para encubrir su avance. Con la Revolución Francesa iniciaron el proceso de descomposición del sistema aristocrático y la introducción de la democracia, forma de gobierno que mejor se presta para sus planes, ya sea en sus caminos liberalista o marxista, haciéndolos aparecer como enemigos acérrimos entre sí. Sin embargo, previeron el surgimiento de corrientes, doctrinas o formas de gobierno lógicas y positivas que pudieran arrancar a la humanidad de entre sus garras, e incluso se adelantaron a la aparición del "Genio de los Gentiles", decidiendo hasta la Primera Guerra Mundial para detenerlo. Efectivamente, en Europa y luego de la Gran Guerra, surgieron con ímpetu los nacionalismos, pero con mayor fuerza en Alemania, donde la saña del judaísmo no tuvo límites. Los vencedores la desmembraron, redujeron, rodearon de un anillo de países hostiles (algunos inventados, como Yugoslavia), sometieron a su pueblo al hambre y el sufrimiento, y lo agobiaron con el pago de indemnizaciones y reparaciones de guerra aumentadas exageradamente y que jamás terminarían de pagarse; todo esto está en el Dictado de Versalles. Pero es en esta nación que el sentimiento nacionalista se plasma en una doctrina política y un programa de gobierno llevados al éxito tras casi 14 años de lucha por un hombre genial, a través de un movimiento de masas que se encuandró dentro del Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes, o NSDAP. El NSDAP planteó una cosmovisión original y completa, absolutamente lógica y basada en las leyes de la Naturaleza, pero calumniada, vilipendiada y oscurecida hasta lo irracional, lo cual no es difícil si se cuenta con toda la fuerza periodística del mundo, en forma de diarios y revistas, agencias noticiosas, industria papelera, periodistas, más el cine y la televisión, agregando además las agencias de publicidad, para hundir a una humanidad idiotizada por el tabaco, alcohol, droga y pornografía, en una maraña interminable de mentiras, mostrando todo lo que se desee meter en las mentes y ocultando todo lo que no convenga a quienes manejan este plan. El Nazismo Alemán suscribió para sí, además, una actitud completamente antisionista, es decir, contraria al movimiento Sionista Judío que por aquellos días planeaba la creación del Estado de Israel para acumular allí a millones de judíos pobres provenientes principalmente de Rusia. Este movimiento se valía en gran medida del dinero que obtenían de los países en donde operaban para financiar su proyecto de Estado, principalmente con sus agentes judíos que se habían apoderado del comercio y los servicios de la mayoría de los países en donde estaban, como Alemania. Por esta razón FUE EL SIONISMO EL QUE LE DECLARO PUBLICAMENTE LA GUERRA A LA ALEMANIA NAZI al poco tiempo de haber llegado Hitler a consolidarse como el Führer absoluto, antes de iniciada la Segunda Guerra. El Sionismo no podía permitir que en un país surgiera una corriente política que fomentara el movimiento de capitales nacionales y cerrara sus puertas a la penetración desemedida de la fuerza económica extranjera, lo que era la base de la operatividad judaica en el mundo. Esa fue la esenca del llamado "antijudaísmo" del Tercer Reich: oponerse a la usura, al saqueo, a la invasión de comerciantes especuladores. El "antijudaísmo", llamado erradamente también "antisemitismo", no es en realidad un sentimiento que nace de ciertas personas o grupos en contra del judío pero no por el sólo hecho de serlo, sino que por el trasfondo del judaísmo, expresado en el Sionismo. Muchos personajes a través de la historia, sin ser necesariamente nazistas y desde mucho antes de su aparición, le han criticado al judaísmo su constante actividad en favor de los intereses de la usura, de la especulación y, políticamente hablando, del Sionismo, enemigo declarado de toda forma de nacionalismo no judío. En parte, este "antijudaísmo" es una reacción natural del no judío hacia el judío que predica a través de su religión y de su filosofía política ser mejor de todas las razas, superior a cualquier otra y predestinada a ser la dueña del mundo y de los demás hombres. Cualquiera que haya leído los pasajes del Talmud o los principios fundacionales del Sionismo sabe esto. EL SIONISMO LLEGO A SER CONDENADO POR LAS NACIONES UNIDAS, EN 1975, AL DEFINIRLO COMO UNA MANIFESTACION DE RACISMO NEGATIVO Y DE FUNDAMENTALISMO. ¿Qué se muestra del Nacionalsocialismo?.... Locura, criminalidad, violencia, ansias de conquista, racismo negativo o "xenófobo" (exactamente el racismo que en realidad practica el judaísmo), teorías enfermizas, experimentos delirantes, animalidad, bestialidad, terror, opresión, abusos, etc. Se destaca con luces de neón el interminable HOLOCAUSTO de los 6.000.0000 de judíos supuestamente asesinados, y cuya imposibilidad científica, estadística e histórica analizamos en la sección "La Fantasía del Holocausto Judío" de esta página. Ahora bien, ¿Qué es lo que se oculta del Nacionalsocialismo?... Sus fundamentos; sus hechos y sus proyecciones. En sólo SEIS AÑOS de paz y tranquila convivencia el régimen totalitario y antidemocrático de Adolf Hitler recuperó la agricultura y el campesinado arruinado, para alimentar a todo el Reich, al punto de que ante el crecimiento gigantesco de las cosechas voluntarios de diversas profesiones, industria y comercio trabajaron codo a codo con los campesinos y de forma gratuita, idea que el judío internacional copió en Israel con los "kibutz" alegando ser su creador y mezclándolos con la rígida estructura social judía en donde hasta el sexo y los turnos de ocupar el baño están detalladamente normados. Así mismo, el Nazismo alemán levantó el nivel del obrero y toda la comunidad empezó a respetarlo POR PRIMERA VEZ EN SIGLOS Y SIGLOS DE HISTORIA, a tal punto de que millones de comunistas se retractaron convirtiéndose al Nazismo expontáneamente, al vivir en las bondades del régimen Nacionalsocialista, contrastando con las eternas promesas marxistas existentes sólo en el papel. En un tiempo récord, y prácticamente sin costo social, Hitler y su mágico equipo de economistas lograron levantar la situación financiera de la sociedad alemana, anteriormente sumida en una profunda crisis y en situaciones de humillación indescriptibles, como el hecho de que recibieran pagos de salarios mensuales menores al gasto de una familia por semana, cesantía en niveles catastróficos y, por si fuera poco, obligación y necesidad de hacer largas filas para tramitar permisos burocráticos en las oficinas regionales ¡para poder pedir limosna!. Hitler y su gente se entregan por enteros a la causa de la dignidad de los trabajadores. En plenas campañas eleccionarias, el futuro Führer del Tercer Reich comienza a recibir miles y miles de inerperados y emotivos aportes de dinero por correo, provenientes en su mayoría de las personas más pobres de Alemania, algunas de las cuales vivían en la más horrible miseria y, sin embargo, lograban reunir unos cuantos humildes marcos enviados a Hitler como su última esperanza de una vida mejor. Él, jamás les falló, y los obreros juraron con él un acto de adhesión incondicional nunca antes vista por los historiadores ni explicada por sociólogos del mundo. Fue tal el terror que esto le causó a los comunistas europeos al ver a sus propios militantes aliándose al Nazismo que, en Bélgica, planearon la muerte de su enemigo número uno, León Degrelle, infiltrando dos izquierdistas en las filas del Rexismo para que le asesinaran; sin embargo, al pasar del tiempo, los dos infiltrados se presentaron en persona ante Degrelle, entregándoles sus armas y renunciando a las motivaciones marxistas, para entregarse por entero a la causa Nazista que había acabado por convencerlos. Dos almas se salvaron aquel día. En Alemania, en tanto, las oficinas del Partido Comunista se llenaron de cientas de miles de renuncias. La razón: sus ex-miembros se convertían al Nazismo en forma masiva. El régimen Nazista eliminó las divisiones del pueblo, ya sea la política horizontal "derecha-centroizquierda" o la clasista vertical "alta-media-baja". Recuperó el orgullo del pueblo alemán, abatido y humillado, remozando su educación y forjando una juventud olímpica. Cuidó a las madres antes del parto, dio todo lo necesario para una lactancia y primeros años sanos y bien alimentados, optimizó la atención médica, fortaleció los cuerpos infantiles, de niños o adolescentes, con los que asombró al mundo en los Juegos Olímpicos al exponer la fortaleza de sus hombres, aunque el mundo ha preferido recordar burdamente de aquel encuentro el triunfo de un negrito americano en atletismo de velocidad, Jessie Owens, como muestra de su "superioridad" sobre la raza germana, quien además había recibido órdenes de la delegación norteamericana de no saludar a Hitler para la propaganda antinazi que ya entonces estaba en acción desde Estados Unidos. Lo que nunca se dice es que Owens llegó a ser un gran amigo del atleta alemán que compitió con él en dichas olimpiadas, hasta que estalló la guerra, pues eso iría en contra de la mantención del mito de "la locura racista" de los alemanes de Hitler y en contra de la supuesta inteligencia de Owens usada para "darle una lección al Führer" al negarse a darle la mano. Este régimen "de locos" entregó conocimientos útiles y prácticos, lejos del enciclopedismo barato de las universidades de hoy que sólo forjan cesantes. Inyectó en ellos amor a su sangre, al suelo, a la historia, al espíritu nacional... Les dió Mística. ELIMINO LA HAMBRUNA Y LA DESNUTRICION, PUSO FIN A LA INFLACION Y A LA CESANTIA, las eternas convidadas de piedra de las democracias sacrosantas y salvadoras. Construyó miles de kilómetros de autopistas modernas, firmes, amplias y seguras, con un profundo sentido ecológico REAL, no de palabra, por las que corrieron los "automóviles del pueblo", el Volkswagen, que valía menos de 1.000 marcos y los obreros podían comprarlos en cuotas sin intereses. Hizo construir miles y miles de dignas viviendas para los trabajadores, cada una de ellas con su huerto que la familia trabajaba con sus propias manos, e instituyó para ellos sagradas vacaciones pagadas y de varias semanas, con facilidades para salir de viaje durante las mismas. Instituyó el Servicio del Trabajo junto al Servicio Militar obligatorios, éste último incorporado al plan educacional y lleno de facilidades para los posteriores estudios y labores de los conscriptos, en el que cohesionó la Alemania del futuro uniendo a jóvenes de todos los estratos sociales de todos los puntos cardinales y creando así lazos del más largo alcance que de otro modo jamás se hubieran dado, estableciendo fraternidad con otros países y otras razas, a pesar de la descripción de "delirio etnocentrista" con que se muestra en los libros. Por todo el mundo surgieron voces de autoridades sociales y culturales apoyando el fenómeno nazista, declarando públicamente su adhesión al Tercer Reich o bien a la causa antijudía. Sólo por nombrar algunos, el famoso aviador Charles Lindbergh, el profesor Carl Gustav Jung, el poeta Ezra Pound, el caricaturista Walt Disney, el escritor Julius Evola, el ingeniero Henry Ford, etc. Las razones de la Guerra: al Nazismo no le interesaba iniciar una guerra, menos contra el mundo, pues era derrota segura. Tampoco le importaba un afán expansionista sobre la totalidad del Viejo Mundo, como se dice. La Guerra fue provocada por el Sionismo y sus agentes que habían logrado escalar puestos políticos de jerarquía: Joseph Stalin, Winston Churchill, Franklin D. Roosevelt, Harry Truman, etc. TODOS ELLOS JUDIOS Y MANDADOS POR MAS JUDIOS. Stalin obedecía las órdenes de los millonarios judíos rusos Kaganovic; Churchill de los ingleses como Rothschild y Oppenheimer; en Norteamérica, los Rockefeller; en Francia los Hirsch, etc... El Sionismo no podía tolerar que Alemania hubiera recuperado los territorios que se les robaron impunemente por la judería del Dictado de Versalles; recuperados de una manera tan legítima que ni siquiera debieron disparar una bala. No podían tolerar que en Alemania hubiera surgido un paraíso en donde la economía se basaba en el patrón de trabajo, y no en la explotación y la especulación que necesita el judaísmo para su conquista del mundo. Tampoco podían soportar que este modelo funcionara tan perfectamente, llamando la atención de todos los países amigos del Nazismo alemán, en Europa y Asia, con el peligro de que comenzaran a imitarlo, lapidando así para siempre los planes del Sionismo mundial. Menos podrían soportar que una nación del mundo, como Alemania, hubiera conseguido armar un ejército de 70.000.000 de efectivos (y que práctimante todos los muchachos alemanes se incribieran por su propia pasión en los Registros Militares, sin tener que perseguirlos por remisión) lo que la convertía automáticamente en una potencia indestructible a las fuerzas del mundialismo (como lo desmotró al luchar durante años conteniendo a 80 países) hoy en día representadas por la ONU y por la OTAN. ¿QUE REGIMEN LOGRARIA TODO ESTO ESTANDO EQUIVOCADO, SIENDO DIRIGIDO POR LOCOS Y CONDUCIDO POR UN PSICOPATA?... El mejor fundamento del Nacionalsocialismo, está en su obra ejemplar dejada como recuerdo para el mundo.