Mangostán y esclerosis múltiple

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Mangostán y Esclerosis Múltiple
La esclerosis múltiple es la principal causa de discapacidad neurológica en los
adultos jóvenes. Usualmente se manifiesta entre los 20 y 50 años de edad con un
pico a los 30 y las mujeres son afectadas con mayor frecuencia que los hombres.
Curiosamente la enfermedad se vuele menos común entre más cercano se vive del
ecuador, este hecho sugiere como posibles factores que la detonan causas
ambientales. Aunque al día de hoy no se han encontrado las razones por las cuales
se presenta esta enfermedad.
Aunque el 15% de la población con EM tiene un familiar con el padecimiento, no se
ha encontrado un patrón hereditario definitivo.
El sistema nervioso central, es decir el cerebro y la médula espinal es la zona
donde se focaliza esta enfermedad, que es de naturaleza tanto inflamatoria como
autoinmune. Autoinmune significa que el sistema inmunológico del cuerpo falla al
reconocer algunos de sus propios tejidos por lo cual los ataca como si fueran
agentes externos invasivos. En el caso de la EM, el tejido más afectado es el
material blanco del cerebro y la médula espinal. Otros ejemplos de enfermedades
autoinmunes son la artritis reumatoide, algunas formas de hipotiroidismo y lupus.
El sistema nervioso central está básicamente compuesto de células nerviosas, que
transmiten impulsos eléctricos. Así como los cables eléctricos requieren un
aislante que los recubra, los nervios del organismo están recubiertos con una
sustancia llamada mielina, que es esencial para el correcto funcionamiento. En la
esclerosis múltiple esta mielina que recubre las neuronas es atacada por las células
(células T y macrófagos) del sistema inmune dañándolas y destruyéndolas. El
resultado de este ataque es la disminución de la conducción y eventualmente el
bloqueo completo de la conducción de nervios a las neuronas. Aunque la mielina
puede volver a formarse, un nervio muerto no puede regenerarse. El curso
completo de la enfermedad puede toar de 20 a 30 años dependiendo de la forma
de la EM.
Aunque la causa absoluta de la EM no está todavía clara, más de 20 agentes
infecciosos, entre virus y bacterias han sido ligados a su ocurrencia. Actualmente,
se cree que es necesario tener una susceptibilidad genética de la persona para
contraer una de estas infecciones (muchas de las cuales son comunes como el virus
Epstein-Barr) para desarrollar la enfermedad. Afortunadamente esto no siempre
sucede cuando esas condiciones existen y otros factores desconocidos están
presumiblemente involucrados. Dado que permanece poco clara la razón, el
embarazo puede incitar el evento en algunos individuos susceptibles.
COMO UNA INFECCIÓN PUEDE CAUSAR UNA ENFERMEDAD AUTOINMUNE
CRÓNICA
Las células se comunican unas a otras. Esta comunicación, que es realmente un
lenguaje químico que es llamado crosstalk. Los mensajeros químicos, como
corredores WWI, llevan información de una célula a otra así como de una parte de
la célula a otra parte. El sistema es extraordinariamente complejo y sujeto a la
interrupción por microorganismos invasores.
Las células y otros elementos del sistema inmune están en la alerta constante de
invasores. Monitorean el crosstalk para obtener señales de peligro. Las células que
son atacadas (posiblemente de manera silenciosa por un virus) hacen un llamado
químico para atraer la atención del sistema inmune. Por ejemplo, una célula
infectada por un virus puede tomar una pieza de la celda del virus y le permite
sobresalir de las paredes propias de la célula como una señal de qué enemigo está
presente y dónde se encuentra. Ocasionalmente, esta pieza del invasor, que la
célula utiliza como señal para que el sistema inmune ataque, permanece
incrustado en la pared celular. En algunas ocasiones puede ser sumergido en la
membrana celular y no ser detectado. En otras ocasiones puede ser expuesto y
provocar un ataque del sistema inmune. Este comportamiento de “esconderse y
buscar” de la pieza de antígeno del virus es una posible explicación del
intermitente ataque que caracteriza algunas formas de EM.
Alternativamente el ataque inicial de un agente infeccioso puede programar
permanentemente a las células del sistema inmune para atacar erróneamente
tejido normal y sano. Cualquiera que sea el mecanismo por el cual la enfermedad
es perpetuada, una infección por virus o bacterias es el evento disparador que
atrae el ataque del sistema inmune que caracteriza a la EM.
En exámenes, la inflamación es el proceso de mayor daño en la EM, cabe señalar
que el primer ataque de EM (que en 30% de los casos es una ceguera temporal u
otros síntomas visuales llamados neuritis óptica o retrobulbar) es totalmente
debido a la inflamación. Por esta razón es difícil diagnosticar la enfermedad en
épocas tempranas con una MRI, porque no hay cambios estructurales. Después el
desarrollo de las placas como el ataque del sistema inmune destruye más tejido
sano y deja cicatrices.
Estas placas son visibles en un MRI. Como todas las formas de EM tienen las placas
características e inflamación, hay diferencias significativas entre los tipos (ver la
caja de clasificación para la elaboración).
Varios factores exacerbantes no dan manifestación de una peor enfermedad,
incluyendo el incremento en la temperatura corporal, estrés físico y emocional.
Existen muchos tratamientos para tratar la EM, todos son inyectables y ninguno es
predeciblemente efectivo en todos los pacientes. La EM se mantiene como una
enfermedad incurable aunque existen terapias celulares, infusiones de
inmunoglobulina y otras opciones innovadoras que están bajo investigación, nada
se ha encontrado al día de hoy que revierta la enfermedad.
CLASIFICACIONES DE EM
Recaída - Remitente. Esta es la forma más común de la enfermedad está
caracterizada por diversos ataques con una recuperación parcial o total. No hay
progresión entre los ataques de este tipo de EM.
Progresión Primaria. Una forma rara de la enfermedad caracterizada por una
constante progresión con remisiones ocasionales.
Progresión secundaria. Esta forma de EM empieza como la forma remitente pero
comienza a incrementar progresivamente conforme pasa el tiempo y hay evidencia
de degeneración de las funciones entre los ataques.
Progresiva-recaída Este es el tipo más raro de EM que es rápidamente progresiva
desde el primer síntoma con periodos identificados de complicaciones y ataques
constantes.
Junto con la clasificación se describe el curso de la enfermedad, está también
categorizada por la ubicación en el sistema nervioso central donde el daño
aparece. Los signos y síntomas reflejan disfunción de esa porción del sistema
nervioso:
EM generalizada
Aproximadamente 50% de los casos presentan los siguientes síntomas:
-
Síntomas visuales como visión borrosa, defectos en el campo visual
(pérdida del campo central de visión) y deficiencia en la visión del color.
-
Pérdida de la habilidad de mover los ojos lateralmente, movimiento brusco
de las pupilas y trastornos del habla son causados por el daño a los nervios,
que proviene directamente del cráneo (nervios craneales). Nauseas vómito,
sordera, mareos, pérdida de la sensibilidad de los músculos faciales y visión
doble o dolor de ojos también son causados por el involucramiento del
nervio craneal.
-
Decremento de la memoria a corto plazo, problemas de Word-finding y
decremento de la concentración.
EM Espinal
Esta forma involucra los siguientes síntomas:
-
Adormecimiento de una o más extremidades (es un síntoma primario muy
común)
-
Fatiga crónica como resultado de una mínima actividad
-
Espasmos y adormecimiento de las piernas.
-
Disfunción de la vesícula y con menor frecuencia disfunción intestinal
(estreñimiento es un problema frecuente).
-
Hormigueo de las extremidades, usualmente piernas y pies.
-
EM cerebelar (afectando la coordinación y el movimiento del centro del
cerebro).
-
Trastornos del habla
-
Inhabilidad para desarrollar movimiento coordinados de manos y piernas.
-
Movimiento acelerado de los ojos
MANGOSTÁN Y EM
Precisamente como el cuerpo usa los nutrimentos del mangostán para traer
mejoras en la EM no es conocido. Estudios preclínicos, que no pueden ser usados
para predecir beneficios en humanos, indican que las xantonas, catequizas y
proantocianidinas (los mayores nutrientes en el mangostán) tienen poderosos
efectos como antiinflamatorios. Los estudios también incluyen los resultados de
los experimentos realizados en animales. Adicionalmente, hemos aprendido de
otros estudios que las catequinas pueden ayudar a remover el exceso de cobre y
hierro del cuerpo por un proceso llamado quelación. Esto puede ser importante
porque estos metales puede servir para construir los bloques de algunos radicales
libres involucrados en el daño inflamatorio de los componentes del sistema
nervioso central, que caracteriza la patología de la EM.
El reporte de los pacientes es una vez más la mayor fuente de evidencia de que el
cuerpo utiliza los fitonutrientes del mangostán y puede proveer beneficios para
algunos pacientes con EM.
DOSIS RECOMENDADA
Tomar de 1 a 2 onzas de 2 a 3 veces por día con alimentos.
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