CANCER Y MANGOSTAN El cáncer es un crecimiento tisular producido por la proliferación continua de células anormales con capacidad de invasión y destrucción de otras células. Cuando en el núcleo celular, el ácido desoxirribonucleico (ADN) sufre daño constante (por mala alimentación, radiaciones, tabaco, estrés de la vida diaria y estrés oxidativo o nitrosativo provocado por los temibles radicales libres de oxígeno o nitrógeno), este ADN puede dañarse de manera permanente produciendo una mutación y, por lo tanto, conducir al inicio de una patología cancerosa. El cáncer no es una enfermedad única, sino un conjunto de enfermedades que se clasifican en función del tejido y la célula de origen. Existen cientos de formas distintas, siendo tres los principales subtipos: 1. Sarcomas. 2. Adenocarcinomas. 3. Leucemias y linfomas. Factores de riesgo La causa que provoca el cáncer es desconocida en muchos casos y multifactorial en otros. Los factores de riesgo más identificados son los siguientes: 1. Herencia (de 5 a 10%, lo determina la susceptibilidad individual). 2. Sustancias químicas (alimentación, 35%: tabaco, 30%; insecticidas, etc.). 3. Radiación (sol, 3%; medio ambiente, 2%). 4. Infecciones o virus, 10%. 5. Traumas. 6. Estrés oxidativo, importante disparador del cáncer. 7. Otras causas, 12%. Prevalencia mundial de cáncer Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la incidencia de cáncer en el mundo podría aumentar en 50% y llegar a 15 millones de nuevos casos en el 2020. El cáncer es la segunda causa de muerte en Estados Unidos. En México, el cáncer de mama, junto con el cáncer uterino, se ha convertido en la principal causa de mortandad en mujeres entre los 35 y 64 años de edad. De hecho, la mortalidad a causa de cáncer de mama ha comenzado a sobrepasar el número de casos de cáncer cervical. Estos datos son similares en otros países de América Latina. De acuerdo con la Secretaría de Salud (SS), cada hora muere una mujer de cáncer de mama en México. El desequilibrio o desórdenes del sistema inmunológico pueden provocar enfermedades crónicas como: cáncer, inmunodeficiencias, alergias, enfermedades auto inmunes, infecciones, sida, etcétera. Estrés oxidativo y cáncer * Evidencias médicas crecientes demuestran que cuando existe un exceso de radicales libres (átomos inestables e impares) cerca del núcleo de la célula, se produce un daño significativo al ADN conduciendo a una mutación del mismo, llevando a un crecimiento celular anormal, fuera de control y adoptando vida propia. Controlar el estrés oxidativo con el uso de antioxidantes es una cuestión de equilibrio y prioridad. * El cáncer toma de 3 a 15 años en desarrollarse, lamentablemente la mayoría de las veces se diagnostica en sus últimas etapas. * Los antioxidantes – flavonoides (mangostán), carotenoides (zanahorias), glutatión (brócoli), vitamina E (nueces, verdolaga), licopeno (jitomate), etcétera – son importantes tanto en la prevención como en el tratamiento del cáncer, pues combaten y neutralizan a los radicales libres. (Dr. James F. Balch). Garcinia mangostana y cáncer La Garcinia mangostana (mangostán) es una gutífera milenaria (siglo VI) originaria del sudeste asiático. En su cáscara o pericarpio contiene el mayor número de xantonas que cualquier otra fruta en la naturaleza. Las xantonas son fitonutrientes con alto poder antioxidante capaces de neutralizar a los temidos radicales libres, mostrando un poder antioxidante superior 7 veces a la vitamina C y a la E. También contiene en altas concentraciones: catequizas, proantocianidina, esteroles, etcétera, que han mostrado protección contra el cáncer (Dr. Templeman). Las xantonas alfa y gama mangostina, mangostenona C y D, y la garcinona E, en protocolos de investigación han demostrado tener: efecto citotóxico, actividad antiproliferactiva, inducción de apoptosis (muerte celular programada), equilibrio del sistema inmunológico, etcétera. Todas estas acciones podrían contribuir a detener el avance del cáncer y proporcionar tranquilidad al paciente. Matsumoto (Japón, 2003) publicó como las xantonas del mangostán inducían la apoptosis en líneas celulares de leucemia y a nivel de mitocondria, y concluyó que estas xantonas y sus análogos se pueden usar de manera preventiva y terapéutica en el tratamiento de la leucemia y el cáncer. En resumen, el mangostán ha mostrado ser benéfico en leucemias, cáncer de mama, de hígado, estómago y pulmón. Demostrado con protocolos de investigación, y de manera empírica, se han observado también buenos efectos sobre cáncer de ovario y próstata; además de tener efecto antitumoral en quistes y miomas. Existe el temor, sin base científica, de que sea contraproducente el uso concomitante de antioxidantes en la quimioterapia y radioterapia del cáncer. Sin embargo, la evidencia demuestra que los antioxidantes en la dieta producen efectos benéficos en varios tipos de cáncer; los antioxidantes no disminuyen la eficacia del tratamiento (quimio y radioterapia), sino todo lo contrario, la incrementan y disminuyen sus efectos adversos. Tomas sugeridas del jugo de la fruta entera del mangostán y recomendaciones generales Adultos: 2 a 3 onzas cada 6 horas = 8 a 12 onzas al día, con inicio paulatino según tolerancia individual; estas tomas de carga se sugiere tomarlas por unos 3 a 4 meses; posteriormente, se podrían tomar 4 onzas al día, con alimentos. Es importante señalar que el jugo de mangostán no es un medicamento, sino un alimento con propiedades excepcionales, y antes de ingerirlo hay que considerar siempre las susceptibilidades individuales, pues cada persona tiene metabolismo y genética propios. También puede sugerirse el reto de 31 días (que consiste en tomar diariamente media botella de jugo de mangostán durante 31 días, además de ingerir dos litros y medio de agua baja en sales, no destilada). Este reto podría realizarse 2 a 3 veces al año. En niños, se sugiere la mitad de la toma. En general se recomienda evitar: lácteos y azúcares refinadas, exceso de sal, carnes muy grasosas, y consumir bebidas con alto contenido de cafeína. En esta letal enfermedad es básica la prevención y desempeña un papel importantísimo lo que comemos. La formación del cáncer es lenta y silenciosa y lamentablemente descubrimos el diagnóstico muchas veces cuando es demasiado tarde. Aunque debemos tomar en cuenta la herencia, es preponderante una alimentación balanceada, ejercicio diario y estabilidad espiritual, así como control del estrés (físico y emocional), todo eso disminuirá al mínimo los daños producidos por el estrés oxidativo. Es vital que cada persona tome las riendas y la responsabilidad de su vida, y una excelente manera de hacerlo es adicionando a su nutrición los adecuados complementos alimenticios ricos en antioxidantes como el mangostán. Referencias • • • • • • • • • • Ho et al., 2002./ La garcinona E tiene un efecto citotóxico en líneas celulares de hematoma HCC36, TONG, HA22T, Hep 3B, HEpG2, SK-HEp-1), así como en líneas celulares de cáncer gástrico (AZ521, NUGC3, KATO-III, AGS) y de cáncer de pulmón (NCI-Hut 125, CH27-LC-1, H2981, Calu-1). Matsumoto et al., 2003. / Seis xantonas del pericarpio de mangostánpresentan actividad antiproliferativa contra células de leucemia humana (HL60). Las xantonas α-, β- y γ-mangostinas (IC50=6.1 – 7.6 µM) fueron muy eficaces y garcinona E, mangostinona y 2isoprenil-1,7-dihidroxi-3-metoxixantona tienen una baja actividad inhibitoria (IC50=15-23.6 µM). La αmangostina induce apoptosis dependiente de caspasa 3 en células HL60 y presenta un efecto antiproliferativo en las líneas celulares K562, NB4, U937 a 5-10 µM. Nabandith et al., 2004. / El tratamiento con αmangostina inhibe la proliferación celular en las lesiones de colon, inducidas con 1,2-dimetil hidracina (DMH) en ratas macho F344 por inyecciones, una vez a la semana por dos semanas. Una semana, las ratas se alimentaron con una dieta conteniendo 0.02% y 0.05% de α-mangostina. Chiang et al., 2004. / El extracto acuoso del pericarpio de la fruta de G.mangostana presenta actividad antileucémica en las siguientes líneas: células leucémicas de miogenia crónica humana K562, células de linfoma humano histiocítico U937, células de linfoma humano de Burkitt’s P3HR1 y células Raji. Matsumoto et al., 2004. / La α-mangostina induce apoptosis en las líneas celulares de leucemia humana HL-60, K562, NB4 y U937. La α-mangostina induce la activación de las caspasas 9 y 3 pero no de la 8 en células HL60. La citotoxicidad de α-mangostina se correlacionó con la pérdida de potencial de la membrana mitocondrial. Moonghrandi et al., 2004ª, 2004b. / Los extractos etanólicos y metabólicos de G. mangostana presentan un efecto antiproliferativo asociado con la apoptosis en células humanas de cáncer de pecho SKBR3. Matsumoto et al., 2005. / El efecto antiproliferativo de la α- y γ-mangostinas, pero no de β-mangostina, está asociado con apoptosis en células cancerosas de colon humano DLD-1. Los efectos antiproliferativos se asociaron con el arresto del ciclo celular al afectar la expresión de las ciclinas cdc2 y p27. La α-mangostina arrestó al ciclo en la fase G1 y la β-mangostina en la fase S. Jung et al., 2006 / La α-mangostina inhibe las lesiones preneoplásicas inducidas por 7,12dimetilbenz[A]antraceno (DMBA) en un cultivo de glándula mamaria de ratón con una IC50 de 1 µM/mL (2.44 µM). Suksamrarn et al., 2006. / Las xatonas mangostenona C, mangostenona D, demetilcalabaxantona, βmangostina, gartanina, garcinona E, α-mangostina, mangostinona, γ-mangostina, garcinona D y garcinona C presentan un efecto citotóxico en tres líneas celulares de cáncer humano: carcinoma epidermoide de la boca (células KB), cáncer de pecho (células BC1) y cáncer de pulmón (NCI-H187). La mangostenona E y la 11-hidroxi-1-isomangostina presentan un efecto citotóxico en las células KB y BC-1. Las xantonas 8desoxigartanina, mangostanol y mangostanina presentan citotoxicidad en las células NCI-H187. Yoshikawa et al. 1994. / El extracto netanólico del pericarpio de la fruta del mangostán (G. mangostana • L.) y α-mangostina mostraron actividad antioxidante en un ensayo in Vitro. Dr. Templeman, Dr. Morton, D. Walters. / Antioxidantes en la terapia del cáncer, sus reacciones e interacciones con las terapias oncológicas. Lamson DW, Brignall MS: Revista Altern Med 1999.4:304-329---Pub Med www.pubmed.gov