089-11-ST-F CÁMARA DE FAMILIA DE LA SECCIÓN DE OCCIDENTE

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089-11-ST-F
CÁMARA DE FAMILIA DE LA SECCIÓN DE OCCIDENTE: Santa Ana, a las dieciséis
horas del día treinta de junio del año dos mil once.IDENTIFICACIÓN DEL PROCESO
La presente providencia corresponde al expediente del proceso de alimentos, procedente
del Juzgado de Familia de Santa Tecla con referencia ST-F-2100-247-2010, promovido por los
menores […] y […], ambos de apellidos […], de diez y catorce años de edad respectivamente,
estudiantes, representados legalmente por su madre señora […], profesora, los tres del domicilio
de la ciudad y Puerto de La Libertad, contra el señor […], mecánico automotriz, del domicilio de
La Libertad.- Los demandantes son representados judicialmente por
el licenciado
GUILLERMO ANTONIO APARICIO TORRES, en calidad de Defensor Público de Familia
y el demandado, por su mandatario, licenciado MAURICIO RUIZ SORIANO, ambos abogados
y del domicilio de Santa Tecla.- Todos son mayores de edad, con excepción de los menores
demandantes.- El expediente del incidente tramitado por este Tribunal ha sido registrado con la
referencia 089-11-ST-F.Por sentencia definitiva del señor Juez de Familia de Santa Tecla pronunciada en la
audiencia de sentencia celebrada a partir de las nueve horas del día dos de mayo del año dos mil
once (fs. 35 a 37): I) declaró que procedía acceder a la demanda de alimentos; II) condenó al
demandado […] al pago de ciento cincuenta dólares mensuales a favor de los menores […] y
[…], ambos de apellidos […], a razón de setenta y cinco dólares para cada uno, canalizados por
medio de depósitos en la Agencia Auxiliar Departamental de la Procuraduría General de la
República con sede en la ciudad de Santa Tecla; asimismo se hizo presente al obligado el Decreto
Legislativo ciento cuarenta de fecha seis de noviembre de mil novecientos noventa y siete; y III)
se ordenó librar el oficios correspondiente.Inconforme con la sentencia definitiva en el punto que establece el monto de la cuota
alimenticia, el licenciado Mauricio Ruiz Soriano interpuso recurso de apelación contra ella (fs.38
y 39).SUPLETORIEDAD DE LA NUEVA LEGISLACIÓN PROCESAL
De conformidad con el Art. 20 del Código Procesal Civil y Mercantil (identificado sólo
como “Pr.C.M.), vigente desde el día uno de julio del año dos mil diez, “En defecto de
disposición específica en las leyes que regulan procesos distintos del civil y mercantil, las
normas de este código se aplicarán supletoriamente.”.En el presente caso la demanda fue presentada después de esa fecha por lo que como
legislación supletoria aplicaremos las disposiciones de dicho cuerpo legal.ADMISIBILIDAD DE LA IMPUGNACIÓN
El recurso planteado por el licenciado Mauricio Ruiz Soriano reúne los requisitos legales
para ser admitido y son los siguientes (las disposiciones que aparecerán entre paréntesis
corresponden a la Ley Procesal de Familia, en lo sucesivo identificada sólo como “Pr.F.”): [1] La
PROCEDENCIA del recurso es clara, pues la providencia impugnada está comprendida
expresamente en la ley como apelable por ser una sentencia definitiva (Art. 153).- [2] El
recurrente es SUJETO de la apelación, es apoderado de la parte demandada a quien le fue
desfavorable la providencia en el punto impugnado (Art. 154).- [3] La alzada la interpuso en
FORMA, por escrito por ser una sentencia definitiva (Arts. 148 inc. 1º y 156 inc. 2º).- [4]
También la propuso en TIEMPO, dentro del plazo de cinco días contados desde la finalización
de la audiencia de sentencia en la que se tuvo por notificada la sentencia definitiva (Arts. 148 inc.
1º y 156 inc. 2º).- [5] Indicó el PUNTO IMPUGNADO de la decisión, el que fijó al demandado
el monto de ciento cincuenta dólares mensuales en concepto de cuota alimenticia a favor de sus
menores hijos, a razón de setenta y cinco dólares para cada uno (Art. 148 inc. 2º).- [6] Además
indicó la PETICIÓN EN CONCRETO, que se modificara la providencia en el punto
impugnado (Art. 148 inc. 2º).- [7] También indicó la RESOLUCIÓN QUE PRETENDE, que se
estableciera en concepto de cuota alimenticia al demandado la cantidad de sesenta dólares
mensuales (Art. 148 inc. 2º).- [8] la FUNDAMENTACIÓN del recurso es la erróneamente
aplicación del Art. 254 del Código de Familia, identificado sólo como “F”.Por todo lo anterior y de conformidad con lo dispuesto en el Art. 160 inc. 2º Pr.F., se
admite el recurso de apelación interpuesto por el licenciado Mauricio Ruiz Soriano, en el carácter
con que actúa, por lo que se procede a su conocimiento y decisión.HECHOS Y PRETENSIONES
Con la demanda de fs. 1 y 2, se pretendía la fijación de una pensión alimenticia por la
cantidad de ciento cincuenta dólares mensuales con la cual el señor […] contribuyera a favor de
los menores […] y […], ambos de apellidos […], fundamentando la pretensión en que el
demandado no obstante haber sido citado en varias ocasiones a la Procuraduría Auxiliar de Santa
Tecla, se había negado a asistir por lo que no aporta ninguna contribución económica para las
necesidades de sus hijos, siendo la madre, señora […], la que sostiene integralmente a los
menores demandantes; que dicha señora labora como maestra, recibiendo un salario mensual de
quinientos veintiocho dólares, lo cual no es suficiente para atender todas las necesidades de su
grupo familiar, que por el contrario el padre labora en un taller de reparación de vehículos
automotriz que es de su propiedad, obteniendo de ese negocio ingresos suficientes para responder
por la cuota alimenticia solicitada; que los gastos de los demandantes son de aproximadamente
trescientos treinta dólares, los que han estado siendo cubiertos en su totalidad por la madre de
ellos.- Se solicitó como cuota alimenticia provisional la cantidad de ciento cincuenta dólares
mensuales.- Se ofreció como prueba documental: la credencial extendida por la señora
Procuradora General de la República, con la cual el Defensor Público legitimaba su personería;
las certificaciones de las partidas de nacimiento de los demandantes; la declaración jurada de
ingresos y egresos de la señora […]; e informe de la Jefa del Registro Tributario de la Alcaldía
Municipal de Santa Tecla sobre el negocio del demandado.DESARROLLO DEL PROCESO
La demanda fue admitida a fs. 8 y se ordenó el emplazamiento del señor […], el que fue
realizado el día catorce de enero del presente año, tal como consta en el acta de fs. 10 fte., quien
se apersonó al proceso por medio de su apoderado licenciado Mauricio Ruiz Soriano, contestando
la demanda en el sentido de que no obstante estar consciente de la obligación y las necesidades de
los menores […], no estaba de acuerdo con el monto de cuota alimenticia pedida, ya que sus
ingresos económicos son bajos y variables, obteniendo un promedio de doscientos dólares al mes,
por lo que en base a ello ofreció contribuir con una cuota de cincuenta dólares mensuales a favor
de ambos menores y comprometiéndose a estar pendiente de sus necesidades y ayudarles en
gastos eventuales que ellos tengan.Mediante providencia de las quince horas y cuarenta minutos del día veintidós de febrero
del año dos mil once (fs. 14), el tribunal de primera instancia tuvo por parte al demandado señor
[…] y como su apoderado al licenciado Mauricio Ruiz Soriano, por contestada la demanda en los
términos expuestos y requirió al referido profesional para que dentro de los tres días siguientes a
la notificación de dicha providencia presentara la declaración jurada de ingresos y egresos del
demandado a fin de dar cumplimiento a lo establecido en el Art. 46 inc. 3° Pr.F.; se dejó
constancia de haber realizado el examen previo y se fijó fecha para la realización de la audiencia
preliminar librándose al efecto las citas correspondientes.A partir de las diez horas treinta minutos del día veintiuno de marzo del presenta año se
efectuó la audiencia preliminar (fs. 22 y 23), en la cual se agregaron los escritos presentados por
los licenciados Aparicio Torres y Ruiz Soriano, el primero para expresar la dirección de
residencia de sus representados y el segundo para presentar el documento requerido por el
tribunal a su mandante.- En virtud de que las partes no llegaron a acuerdo conciliatorio alguno se
continuó con las siguientes etapas procesales; se ordenó la realización de un estudio social,
educativo y la prueba instrumental ofrecida por ambas partes y se señaló hora y fecha para la
celebración de la audiencia de sentencia, la cual se realizó a partir de las nueve horas del día dos
de mayo del presenta año (fs. 35 a 37), posterior a la recepción de los medios de prueba los
licenciados Aparicio Torres y Ruiz Soriano expresaron sus alegatos y el señor Juez procedió a
dictar la sentencia definitiva.-
LA APELACIÓN
Como antes se expuso, el licenciado Mauricio Ruiz Soriano ha impugnado la sentencia
definitiva (fs. 35 a 36), en el punto respecto del cual se fijó el monto de la cuota alimenticia al
demandado a favor de sus menores hijos, argumentado en lo esencial que no se había respetado el
derecho de defensa y el derecho de proporcionalidad establecidos respectivamente los Arts. 12 de
la Constitución de la República y 254 F. ya que el juzgador consideró y tomo en cuenta que el
demandado tenia ingresos de entre cuatrocientos y seiscientos dólares mensuales, por lo que tenía
capacidad de cubrir los gastos de sus hijos, incurriendo con ello en una falta de motivación de la
resolución de conformidad al Art. 7 literal “j” Pr.F., ya que solamente tomó en cuenta lo
expresado en el estudio social realizado, pero dichos ingresos no fueron comprobados ni los
respaldaba documento alguno, desconociéndose la metodológica, forma y orientación que ocupó
la trabajadora social en la entrevista realizada al demandado, expresando éste que en su taller
únicamente labora un empleado y no dos como se menciona en el estudio, asimismo sus
ganancias no eran de cuatrocientos o seiscientos dólares mensuales, sino que, esa cantidad era
ingresos económicos generales que generaba el taller y que no eran mensualmente documentados,
en tal sentido pidió que se revocara la providencia impugnada y que en su lugar esta Cámara
fijara una cuota alimenticia acorde a los ingresos mensuales del obligado, habiendo propuesto
que se le fijara la cantidad de sesenta dólares mensuales a favor de los referidos menores, a fin
de que no incurriera en insolvencia de pago por la incapacidad económica de cubrir
mensualmente la cuota impuesta.En primera instancia se mandó a oír a la parte contraria por el término legal sobre los
argumentos del apelante (Art. 160 inc. 1º Pr.F.), quien hizo uso de su derecho (fs. 45 y 46),
remitiéndose el expediente del proceso a este Tribunal Superior para el conocimiento y decisión
del recurso interpuesto
CONSIDERACIONES DE ESTA CÁMARA
El recurrente en su escrito de apelación expresa que el señor Juez aplicó erróneamente el
Art. 254 F. respecto a la proporcionalidad de los alimentos ya que para su fijación tomó en cuenta
lo expresado por la trabajadora social del tribunal de primera instancia en el estudio realizado en
el presente caso, sin que existiera respaldo de documentación alguna que reflejara los ingresos
económicos del demandado, por lo anterior consideramos que también se encuentra inconforme
con la valoración de la prueba realizada por el juzgador de primera instancia.La pretensión de alimentos tiene una naturaleza especial, conforme al Art. 247 F. que de
manera enunciativa y no taxativa contempla los rubros que la pensión alimenticia debe cubrir
como lo son la satisfacción de las necesidades de sustento, habitación, vestido, conservación de
la salud, educación de los alimentarios y al cual agregamos también a manera de ejemplo el de
recreación, los cuales deben ser tomados en cuenta al momento de fijar el monto de la obligación
alimenticia, pero asimismo la Convención Sobre los Derechos del Niño nos remite a otro
parámetro en su Art. 27 numeral 1 y 2 que literalmente dicen: “1. Los Estados Partes reconocen
el derecho de todo niño a un nivel de vida adecuado para su desarrollo físico, mental, espiritual,
moral y social. 2. A los padres u otras personas encargadas del niño les incumbe la
responsabilidad primordial de proporcionar, dentro de sus posibilidades y medios económicos,
las condiciones de vida que sean necesarias para el desarrollo del niño.”, por lo que se establece
claramente que entre las necesidades de todo niño se encuentra el poseer un nivel de vida
adecuado y que éste debe ser proporcionado por ambos padres, en proporción a sus posibilidades
económicas.El Art. 254 F. prescribe el criterio de proporcionalidad que debe atender el juzgador en el
establecimiento de las cuotas alimenticias, conforme al cual deben fijarse objetivamente,
considerando los ingresos o capacidad económica del obligado y las necesidades de los
alimentarios, pero a su vez, evaluándose el complemento con la que asistirá el otro progenitor, a
fin de que exista una equitativa relación entre ambos presupuestos, es decir capacidad y
necesidad.Sin embargo consideramos que para entrar al conocimiento y decisión del presente caso es
esencial tener clara la figura de la obligación Alimenticia, al respecto en el Manual de Derecho de
Familia (Centro de Investigación y Capacitación, Proyecto de Reforma Judicial II, 1ª Edición,
1994, pág. 637), establece: “La obligación de proporcionar alimentos tiene un profundo sentido
ético como jurídico debido a que el ser humano por su propia debilidad viene al mundo sin poder
valerse por sí mismo… La propia solidaridad humana impone un deber de protección tanto a la
vida, por ser un derecho esencial de la persona, así como a su sobrevivencia.- En la Familia al
existir una compenetración de fuerza, ayuda reciproca, que trae como consecuencia la
prestación de los alimentos.”.- En esa obra se cita el Manual de Derecho de Familia del autor
Somarriva, quien expresa sobre dicho punto: “El derecho que tiene una persona a exigir
alimentos de otro con la cual generalmente se encuentra ligada por el parentesco, tiene un sólido
fundamento en la equidad, en el derecho natural, de ahí que el legislador al establecerlo en la
ley no hace sino reconocer un derecho más fuerte que ella misma y darle mayor importancia y
relieve.”.Mucho se ha hablado del sentido ético-moral de esta obligación, el cual tiene su origen en
el principio de solidaridad humana, pero en todo proceso de alimentos para establecer el monto
de la obligación alimenticia se deben tener presentes los siguientes elementos: a) el parentesco
que habilite la reclamación; b) la capacidad económica del alimentante, c) la necesidad del
alimentario, d) la condición personal del alimentante y del alimentario y e) las obligaciones
familiares del alimentante.a) Respecto, al parentesco que habilite la reclamación constan las certificaciones
de las Partidas de Nacimiento de los menores […] agregadas a fs. 4 y 5.b)
En cuanto a la capacidad económica del alimentante señor […]
y que es
precisamente sobre el tema que versa la impugnación; es claro que en casos como el presente
en que el demandado posee un negocio que carece de contabilidad formal, se vuelve difícil la
labor probatoria respecto a la capacidad económica del alimentante, pues no existe un medio
directo que acredite sus ingresos periódicos, sin embargo esta situación no es óbice para hacer
un análisis de otros medios de prueba que indirectamente demuestran su capacidad.- En el caso
de autos, como prueba de la capacidad, se encuentra agregada la constancia extendida por la
Jefa del Registro Tributario de la Alcaldía Municipal de Santa Tecla, en la que se expresa que el
obligado es propietario de un “taller de reparación de vehículos automotrices” y la declaración
jurada de ingresos y egresos agregada a fs.58, en la que se advierte que refleja un ingreso anual
de tres mil dólares, con lo que se infiere que recibe un ingreso mensual de doscientos cincuenta
dólares, en los egresos se registra la cantidad de tres mil novecientos dólares, en los que en
dichos rubros se ha agregado gastos de alimentación, vivienda, médicos, servicios básicos, pago
de deudas, impuestos, y aporte económico.- No obstante lo anterior, al comparar dicha
información con la proporcionada por el demandado a la trabajadora social del tribunal, estudio
que si bien es cierto no constituye medio de prueba, si es ilustrativo y nos permite cotejar y
.confrontar la información proporcionada por las partes, existiendo entre dicho medio de prueba
y el estudio social relacionado contradicciones respecto a los ingresos reales del demandado,
apreciándose que desde un inicio el obligado trató de ocultar información al no haber
presentado dicha declaración con la contestación de la demanda alegando que le era imposible
presentarla por obtener sus ingresos de trabajos diversos e informales y fue a raíz de la
prevención contenida a fs.14 que se presentó la referida declaración, sin embargo de su lectura
causa extrañeza que no obstante expresar el demandado que sus ingresos son variables en los
cinco años declarados ha obtenido exactamente los mismo ingresos y ha tenido los mismos
gastos, expresándose únicamente en dicho documento que tales datos eran aproximados por no
tener documento alguno que los ampara, por lo que no existe certeza para este Tribunal de
apelaciones cuál es el monto real de sus ingresos y egresos.- Debemos tomar en cuenta, que
quien se encuentra en una mejor posición para probar su verdadera situación económica es el
propio demandado, por ello su inactividad y falta de cooperación, debe ser tomado en
consideración, estimando que lo reflejado en la investigación social es lo más acorde a su
realidad económica, pues el principio de probidad y buena fe imputa una conducta de
cooperación para encontrar la verdad real.- Ante tal situación los magistrados de esta Cámara
consideramos que se ha demostrado que el demandado es propietario del negocio del cual
obtiene sus ingresos, que efectivamente sus ingresos son variables, pero que estos si ascienden
de entre cuatrocientos y seiscientos dólares mensuales, pues en el escrito de impugnación se
menciona que “sus ganancias no son de cuatrocientos a seiscientos dólares, si no que, son
ingresos económicos mensuales generales que genera el taller.”; es decir que en cierta forma
acepta ser verídica la información que consta en el estudio social realizado, sólo que se trata
de ingresos netos del negocio, del cual él es el propietario, sin que haya demostrado con prueba
alguna deducciones legales de tales ingresos pues es de tomar en cuenta el supuesto de que
dicho señor no lleva una contabilidad formal de tal negocio.- En base a lo anterior ha quedado
demostrado que el demandado tiene cierta solvencia económica, quién no ofreció prueba
alguna de descargo, a fin de establecer que fuera menor a la afirmada por la parte demandante.c)
Sobre la necesidad alimentaria de los menores […], con sus certificaciones de
partida de nacimiento se ha demostrado además de su filiación, la edad de ellos, diez y catorce
años a la fecha, lo que implica que por sí mismos no pueden satisfacer sus necesidades básicas;
es un criterio doctrinario aceptado universalmente, que en casos de menores como el presente,
la necesidad no exige pruebas, pero el monto de los gastos de vida de los niños si ha de
establecerse del examen de las condiciones reales en que vive, si bien no existe prueba
documental al respecto, en la demanda se mencionó el monto de las necesidad en el rubro de
alimentación por la cantidad de ciento cuarenta dólares, salud cuarenta dólares, ropa y calzado
cincuenta dólares, higiene, educación
y recreación
cien dólares,
haciendo un total de
trescientos treinta dólares, es decir ciento sesenta y cinco dólares para cada menor, situación
que fue corroborada por el estudio realizado por el equipo multidisciplinario del tribunal de
primera instancia, sin que existiera prueba en contrario que desvirtuara o demostrara que tal
necesidad fuera menor y que no se aportó prueba por el demandado que desvirtuara tales
erogaciones.d)
La condición personal de las partes. Sobre este punto ya se ha hecho relación en
el literal “b” sobre la condición económica del alimentante lo cual está íntimamente ligado a su
condición personal, ahora bien consideramos indispensable como parte de la valoración de la
condición personal de los alimentarios el analizar la condición personal de su madre señora
[…], quien a la vez tiene respecto de ellos una obligación alimentaria, por ser responsabilidad
de ambos progenitores sufragar las necesidades de sus menores hijos y al respecto se expresa
que dicha señora labora como profesora, devengando un salario de quinientos veintiocho
dólares mensuales, no omitimos expresar que no fue agregada constancia alguna de salario, sin
embargo éste monto concuerda con lo consignado en la declaración jurada de ingresos y egresos
de ella, lo cual fue corroborado por el equipo multidisciplinario del tribunal de primera instancia
en cuyo informe consta que dicha señora tiene un déficit anual en sus egresos, no obstante
trabajar dos turnos en diferentes centros escolares, ya que además de los dos menores
demandantes, dicha señora ha procreado otros dos hijos, a quienes también cubre todas sus
necesidades, lo cual se traduce en una desmejora sustancial en la calidad de la condición de
vida de los alimentarios.Consideramos importante señalar que el desempeño y cuidado directo de los hijos debe
ser estimado como una contribución a las necesidades básicas de los alimentarios equivalente a
las aportaciones monetarias, y en el caso que nos ocupa, la madre ha sido la única responsable
de aportar y cubrir las necesidades de dichos menores; al respecto en la obra “Alimentos a los
hijos y Derechos Humanos” Grosman, Albohri Telias y otros, Editorial Universidad, Ciudad de
Buenos Aires, se menciona: “ En estos hogares con niños bajo el cuidado de la madre resulta
evidente que el incumplimiento alimentario del padre agravia el principio de igualdad de
responsabilidad entre el hombre y la mujer consagrado en diversos tratados de derecho
humanos. Al mismo tiempo, la renuncia del padre a satisfacer las necesidades del hijo dentro
de su posibilidad económicas, perjudica el derecho de la madre a la igualdad de oportunidades
para su desarrollo personal… En la realidad cotidiana, en cambio la defección total o parcial
del padre pone en cabeza a la madre la doble carga: la prestación de servicios para el cuidado
personal del hijo y la búsqueda de los recursos económicos para mantenerlos.”.- El principio
de igualdad implica que ambos padres deben ser responsables en el ejercicio de la autoridad
parental que ostentan del bienestar de sus hijos, así lo determina el Art. 18 DE LA Convención
Sobre los Derechos del Niño, reconociendo esta obligación común, que en este caso se ha
vuelto una obligación particular de la madre, violentando esa corresponsabilidad.e)
Las obligaciones familiares del alimentante. Sobre este punto es de aclarar que
en la contestación de la demanda no se hace relación alguna a otras obligaciones familiares que
pudiera tener el alimentante y que sean tomadas en cuenta al momento de analizar su capacidad
económica.La legislación familiar ha establecido en el Art. 254 F., el parámetro para la fijación de
una cuota alimenticia, consignándose en su epígrafe “proporcionalidad”, sin embargo dicho
término dista mucho de lo que conceptualmente y según el diccionario se entiende por ello
(Conformidad o proporción de unas partes con el todo o de cosas relacionadas entre sí.Diccionario Encarta), al respecto en el Anteproyecto del Código de Familia de la Comisión
Revisora de la Legislación Salvadoreña (CORELASAL) se manifiesta que: “se ha establecido la
proporcionalidad de los alimentos, lo cual significa que para fijarlos, el juez tomará en
consideración dos elementos básicos: la capacidad económica del obligado y la necesidad de
quien los pide”, lo cual se encuentra establecido de forma literal en la precitada disposición
legal.- El autor Eduardo A. Zannoni en su obra Derecho Civil, Derecho de Familia, Tomo I, 2ª
edición, pág. 94, respecto a la fijación de la cuota alimenticia manifiesta: “Desde luego la
jurisprudencia proporciona directivas o pautas generales entre las cuales puede destacarse los
criterios que presiden los alcances de la obligación alimentaria.
Uno de esos criterios,
fundamentales, permite advertir que la prestación debe estimarse, objetivamente en proporción a
las posibilidades económicas de quien está obligado a satisfacerla y a las necesidades del
alimentario, es decir que la prestación debe guardar razonable proporción con los ingresos y el
nivel de vida de las partes”.Por lo anterior se debe comprender que la fijación de la cantidad de la cuota alimenticia
no puede estar sujeta a una simple operación aritmética o matemática de fríos porcentajes, pues
ella no deviene de la comercialización de productos en los cuales el capital del alimentante
represente el cien por ciento y la necesidad del alimentario deba, por equidad o proporcionalidad
con el todo, representar un cincuenta por ciento, pues la naturaleza jurídica de los alimentos no
está fundada en el aprovechamiento de la relación parental, ni en la participación del alimentario
de las ganancias del alimentante, sino que es esencial tener claro los caracteres del derecho
alimentario, en este sentido Eduardo Zannoni (Derecho Civil, Derecho de Familia Tomo I, 2ª
edición pág. 91) establece “el derecho a percibir alimentos y la correlativa obligación de
prestarlos deriva de una relación alimentaria legal de contenido patrimonial, pero cuyo fin es
esencialmente extrapatrimonial, la satisfacción de necesidades personales para la conservación
de la vida, para la subsistencia de quien los requiere. De ahí que si bien el objeto del crédito
alimentario es patrimonial - dinero o especie- la relación jurídica que determina ese crédito
atiende a la preservación de la persona del alimentado y no es de índole económico (en la
medida que no satisface un interés de naturaleza patrimonial). De ello resultan sus caracteres
más significativos”.Como se puede advertir, para la fijación de una cuota alimenticia es esencial tomar en
cuenta ambos parámetros, por la relación intrínseca de ellos y en este sentido cabe expresar lo
contenido en el Manual de Derecho de Familia (Centro de Investigación y Capacitación, Proyecto
de Reforma Judicial II, 1ª Edición, 1994, pág.. 658): “La cuota alimenticia se fijará para atender
a los gastos ordinarios o sea lo de carácter permanente, que necesitan el periódico aporte del
alimentante, así los gastos de subsistencia, habitación y vestido, los de educación y los que son
indispensables para una vida de relación razonable, quedando excluidos los superfluos o de
lujo.”, en base a lo anterior se debe tomar asimismo en cuenta que en el caso de pago de
alimentos a niños o adolescente se basa en una relación de interdependencia en el que se ve
afectado el derecho Constitucional a la vida, pues ellos dependen exclusivamente de sus padres
para su propia subsistencia; al respecto en la obra antes citada (Alimentos a los hijos y Derechos
humanos) se dice que “ El derecho a la vida, han afirmado los expertos de la ONU, se
descompone en cuatro elementos esenciales: a) el derecho a una alimentación adecuada; b) el
derecho a contar con agua potable; c) el derecho a la vivienda y d) el derecho a la salud. Los
alimentos buscan cubrir, precisamente la mayor parte de estos derechos, que pertenecen a lo que
se ha proclamado en la comunidad internacional como “un núcleo intangible de derecho
humanos”.Bajo el anterior marco legal y doctrinario, consideramos que el ofrecimiento hecho por el
apelante de proporcionar sesenta dólares mensuales a favor de sus menores hijos en proporción
de treinta dólares mensuales para cada uno, es una propuesta que carece de seriedad, pues si se
toman en cuenta las necesidades de los menores alimentantes el padre colaboraría con un dólar
diario para cada uno de ellos, lo cual la lógica y razón nos indica que no es suficiente ni tan
siquiera para su alimentación, mucho menos para los demás gastos necesarios para su normal
desarrollo.- No obstante lo anterior, esta Cámara considera que no es posible confirmar la
sentencia en el punto impugnado por considerar que la cantidad fijada en ella no es la acorde
según los escasos medios de prueba aportados en el proceso, sin embargo en base a los indicios
existentes y a los análisis realizados, es procedente que el padre contribuya con la cantidad
sesenta dólares mensuales para cada uno de los menores alimentarios, haciendo un total de
ciento veinte dólares al mes para ambos demandantes, lo cual contribuirá en cierta manera a
sufragar las necesidades básicas de los
alimentarios, lo cual es una obligación moral y
económica por parte del padre, quien a la fecha no ha contribuido de manera alguna a su
sostenimiento evadiendo su responsabilidad y violentando los derechos de sus hijos, ya
señalados; obligando a la madre a un esfuerzo mayor, laborando dos turnos, para satisfacer las
necesidades de sus hijos, con el consiguiente poco tiempo de ésta para su debido cuidado y
orientación que compete a ambos padres y que si bien ha afirmado que sus ingresos no son
cuantiosos, consideramos que puede organizarse y sacrificar gastos superfluos, innecesarios o
personalísimos, a fin de afrontar responsablemente su paternidad a fin de proporcionar en lo
posible a sus hijos lo necesario para su desarrollo integral, pues no se puede dejar de lado lo
expresado en el estudio educativo y social realizado, en el cual se advierte que debido a que la
madre debe laborar en dos turnos para satisfacer las necesidades de todos hijos, éstos están
siendo expuestos debido a la falta de control de sus actos, tanto educativos como personales, por
lo que de asumir el padre en cierta proporción la responsabilidad económica, podría permitir
además de mejorar la calidad de vida de los referidos menores, que la madre pueda tener la
oportunidad de abandonar un turno laboral a fin de controlar y apoyar a sus menores hijos y así
poder tener ellos un desarrollo integral y adecuado a su edad.ACTOS DE COMUNICACIÓN
La presente decisión deberá notificarse de la manera siguiente: al licenciado Mauricio
Ruiz Soriano, apoderado de la parte demandada, mediante el telefacsímil N° 2229-8830,
propuesto a fs. 39 fte.; al licenciado Guillermo Antonio Aparicio Torres, representante judicial de
la parte demandante, mediante el telefacsímil N° 2288-4176, propuesto a fs.46 fte.; y a la
licenciada María de los Ángeles Contreras Saldaña, Procuradora de Familia adscrita al Juzgado
de Familia de Santa Tecla, por edicto a fijar en el tablero de esta Cámara por no haber señalado
un lugar para citaciones y notificaciones en esta ciudad de Santa Ana, sede de dicho Tribunal
Superior, ni ha propuesto medio electrónico alguno y por ignorarse su dirección o medio técnico,
electrónico, magnético o cualquier otro, ni esa información consta en registro público alguno
(Arts. 33 incs. 2º y ult. Pr.F. y 171 inc. 2º Pr.C.M.).- Si por cualquier causa no fuere posible la
transmisión por los telefacsímiles ofrecidos por los licenciados Ruiz Soriano y Aparicio Torres,
notifíqueseles como a la Procuradora de Familia nominada y por la misma causa.LA DECISIÓN
En virtud de la motivación expuesta, de las disposiciones legales citadas y de lo
que
establecen los Arts. 4 F., 149, 161 inc. 1º Pr.F., A NOMBRE DE LA REPÚBLICA DE EL
SALVADOR, FALLAMOS: MODIFÍCASE la sentencia definitiva pronunciada por el señor
Juez de Familia de Santa Tecla en la audiencia de sentencia, desarrollada a partir de las nueve
horas del día dos de mayo del dos mil once, específicamente el romano II del fallo, según la cual
se condenó al señor […] al pago de cuota alimenticia a favor de los menores […] y […], ambos
de apellidos […], en el sentido de que se establece al mencionado señor, el pago de la cantidad
de ciento veinte dólares mensuales en concepto de alimentos a favor de los referidos menores,
a razón de sesenta dólares para cada uno de ellos, los cuales serán pagados en la forma
establecida en la sentencia relacionada.Al quedar ejecutoriada esta sentencia definitiva devuélvase el expediente del proceso al
tribunal de origen, con certificación de dicha providencia judicial.-
LA
ANTERIOR
SENTENCIA
FUE
PRONUNCIADA
POR
LOS
SEÑORES
MAGISTRADOS: Octavio Humberto Parada Cerna y Ana Guadalupe Zeledón Villalta.-
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