70-A-99 CAMARA DE FAMILIA DE LA SECCION DEL CENTRO: SAN SALVADOR, A LAS QUINCE HORAS CON QUINCE MINUTOS DEL DIA DIECISEIS DE SEPTIEMBRE DE MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y NUEVE. El presente Recurso de Apelación ha sido interpuesto por el Licenciado NELSON PALACIOS HERNANDEZ, apoderado del señor ---------, mayor de edad, estudiante, de este domicilio; contra la sentencia emitida por la JUEZA CUARTO DE FAMILIA, LICDA. ANA GUADALUPE ZELEDON VILLALTA, en el juicio de DIVORCIO promovido por el recurrente contra la señora ---------, mayor de edad, estudiante, de este domicilio, quien al contestar la demanda no estuvo de acuerdo con lo ofrecido como cuota alimenticia para sus tres hijos habidos en el matrimonio, ---------; reclamando además el cuidado personal de los menores. El proceso ingresó a este Tribunal el día veintinueve de julio recién pasado, se confirma la admisión de la alzada. En esta instancia no se han apersonado ninguna de las partes. VISTOS LOS AUTOS Y CONSIDERANDO: I. Que según libelo de apelación, de fs. 93 / 95 del expediente principal, únicamente se impugna la cuantía de la cuota alimenticia, fijada en dos mil colones mensuales para los tres hijos. Alega que hay en la sentencia una errónea aplicación del Art. 254 C. F. por no haberse respetado el principio de proporcionalidad, ya que la capacidad económica de su representado no le alcanza a cubrir la cuota señalada y finalmente aduce que la cuota alimenticia debe ser fijada "EN FUNCIÓN DE LAS POSIBILIDADES ECONOMICAS O PUDIENCIA DEL PARIENTE QUE DEBE SATISFACERLA, YA QUE LOS ALIMENTOS NO PODRIAN EXIGIRSE, EN DESRREDERO DE LAS PROPIAS NECESIDADES DEL DEMANDADO". (sic) que permitan al señor --------- satisfacer sus necesidades propias, entre ellas la de culminar su educación universitaria. (Manual de Derecho de Familia, Anita Calderón de Buitrago y otros, página 657). En resumen se advierte que el agravio se limita a la cuantía de los alimentos, razón por la cual este Tribunal analizará únicamente lo concerniente a determinar si los DOS MIL colones fijados para alimentar mensualmente a los tres menores en comento, son desproporcionados, según la capacidad económica establecida en el proceso. II. Al punto, el marco jurídico regulatorio de los alimentos debidos por los padres a sus hijos es el siguiente: 1) El título que acredita el derecho a los alimentos, es decir, la comprobación del parentesco que habilite su reclamación; 2) Capacidad económica del alimentante; 3) Necesidad del alimentario; 4) La condición personal de los progenitores; y 5) Las obligaciones familiares del alimentante. Aclarándose que la proporcionalidad no es sinónimo de igualdad o paridad en el reparto de la obligación, de manera que, según las circunstancias del caso, perfectamente puede conferirse el cuidado de los hijos a uno de los padres, sin determinarle a éste ninguna pensión alimenticia y fijarle al otro que no tiene el cuidado de los hijos la cuantía de los alimentos; o bien se puede relevar del pago de dicha pensión al progenitor que no tiene bajo su cuidado a los niños, Arts. 248 y 254 C. F.. También es entendido que en la fijación de las pensiones alimenticias, éstas pueden ser en dinero, en especie, o en cualquier otra forma, desde luego con la respectiva fundamentación, a juicio prudencial del Juez, Art. 257 C. F. III. Por otra parte, al ser investigada la capacidad económica del señor ---------, el equipo multidisciplinario encontró dificultades para establecer con exactitud el verdadero monto de sus ingresos, ya que en el informe de su salario mensual se reportó la suma de UN MIL SEISCIENTOS COLONES y al revisar las planillas de salarios de la empresa, de la cual uno de sus hermanos es copropietario, se constató que dicho salario es de UN MIL OCHOCIENTOS COLONES mensuales, concluyendo el informe técnico que según los gastos y egresos de dicha persona podría considerarse que los ingresos son mayores que los reportados, ya que se asegura por otras fuentes colaterales y testimoniales, que dicha persona se conduce en un automóvil particular, posee teléfono celular, beeper y viaja fuera del país, aunque alega que esos bienes son de un hermano que le ayuda económicamente. Lo anterior no fue contradicho por el impetrante. Es necesario recordar que para la fijación de la cuota alimentaria, debe tenerse en cuenta que ella ha de posibilitar la adquisición de lo indispensable para la subsistencia, habitación, vestido, asistencia de enfermedades, gastos de recreación y esparcimiento y dicha prestación comprende no sólo la satisfacción de las necesidades vinculadas a la subsistencia, sino también las de orden moral y cultural, de acuerdo con la condición social del alimentado. Es muy cierto que cuando las posibilidades económicas del alimentante no son suficientes, no es razonable exigirles más allá de lo que admite la situación de hecho que rodea el caso; pero en el sub júdice, hemos encontrado que el señor ---------, ha tratado de evadir la investigación de sus ingresos, al impedir que la Jueza a quo y el equipo multidisciplinario pudiese establecer la realidad de dichos ingresos; sin embargo con la prueba instrumental y testimonial; recogida en autos, más la presuncional inferida del estilo de vida y status social del alimentante, se concluye que sus ingresos son mayores que los reportados en la constancia de trabajo. Además, si tomamos en cuenta la doctrina y jurisprudencia extranjera aplicable al caso, encontramos que en los procesos de alimentos, en circunstancias como las del sub lite no es necesaria la prueba directa de los ingresos del alimentante, pues no se requiere la demostración exacta de los mismos o la comprobación exacta de su patrimonio, sino que basta establecer un mínimo de elementos que den las pautas para estimar el monto de la pensión a imponer. Confrontar Enciclopedia de Derecho de Familia, LAGOMARSINO-SALERNO, Tomo A-Div. Pág. 357. La cita del texto que hace el impetrante del Manual de Derecho de Familia, de la Dra. Anita Calderón de Buitrago y otros, no es muy feliz para los intereses que defiende el apelante, ya que no se acomoda al caso planteado y el pudiente que se menciona, no puede ser otro que el progenitor de dichos menores, a quienes, según consta en autos, siempre les ha ayudado el señor --------- y quizá en mayor cuantía, a la establecida en la sentencia, por lo que se espera que así lo continúe haciendo en beneficio exclusivo de sus hijos, quienes no tienen ninguna culpa de los problemas ocasionados por la separación de sus progenitores, quienes aún ya divorciados seguirán siendo padre y madre; por lo tanto esta Cámara confirmará el decisorio del Tribunal apelado. Para desvirtuar el argumento del apelante sobre la prueba de la necesidad del alimentario, tenemos que de acuerdo a la doctrina, el pariente que pida alimentos debe probar que le faltan los medios para alimentarse, con evidente excepción como subraya MAZZINGHI, de "los hijos menores de edad que no tienen que acreditar nada más que su condición de tales". La determinación de cantidades quedan libradas a la decisión judicial, que deberá establecerlas según las necesidades de los hijos y las posibilidades de los padres; pareciendo importante reparar en el orden de los dos factores mencionados, pues ante todo se deben contemplar las necesidades de los hijos. Por consiguiente y de conformidad a las razones expuestas, según los Arts. 33 y 36 Cn.; Arts. 247, 253, 254, 257 y 351 ordinales 6° y 17° C. F.; Arts. 82, 83 inciso último, 148, 149, 153, 156, 158 y 160 L. Pr. F. y Arts. 427 y 428 C. Pr. C., a nombre de la República de El Salvador, esta Cámara FALLA: Confírmase la sentencia impugnada por estar arreglada a derecho. Devuélvanse originales al Tribunal remitente con certificación de esta sentencia. Notifíquese.