Nota preliminar

Anuncio
Nota preliminar
El conjunto de principios, reglas, método y práctica que constituyen el arte y la ciencia de interpretar, mediante la lectura, los escritos heredados de las centurias inmediatamente anteriores al comienzo de nuestra era, y de las siguientes hasta el siglo xviii,
es lo que viene conociéndose con el nombre de paleografía. Sabido es cómo esta denominación se compone de las palabras griegas y latinas1 paleo (palaios), que significa
«antiguo», y grafía (grafé), «escritura», y que desde los albores del siglo xviii, en que
se despierta un especial interés por el estudio de las fuentes históricas, y en obra tan
meritoria como la del benedictino francés Dom Bernardo de Montfaucon, que llevó
por título Paleographia Graeca sive de ortu et progressu litterarum Graecorum, publicada en París el año 1708, se acostumbró a designar con este nombre de paleografía
esta nueva ciencia auxiliar de la historia, que facilita el acceso y el conocimiento
directo de las fuentes documentales de la antigüedad, entendiendo por tal antigüedad
el tiempo recorrido desde los orígenes de las formas escritas hasta el siglo xviii, sin
sobrepasar el xix.
Deliberadamente excluimos aquí la exposición del desarrollo histórico bibliográfico científico de esta ciencia. Han sido publicadas muchas obras y tratados desde
aquellos siglos a nuestros días, y en ellos se pueden encontrar, con el pormenor necesario, referencias al desarrollo de la literatura científica paleográfica. Por ello, no
cabría aquí más que consignarlos una vez más y en forma semejante a la que en
aquellas obras se expone y se estudia. Por iguales razones omitimos también la referencia a aspectos auxiliares o complementarios de la ciencia paleográfica, como son
la consideración de los soportes escriptorios: pergamino, papiro, papel, las tintas y
los instrumentos que, a través de diversas épocas, se usaron para escribir. Preferimos
para una y otra información remitirnos a la relación bibliográfica que se incluye al
final del presente trabajo.
1 El sufijo ia añade a la palabra griega la idea de estudio, doctrina.
[16]
historia de la escritura latina e hispánica
Sin embargo, sí consideramos de interés iniciar este curso de paleografía latina y
Española con el estudio y valoración de determinados extremos con los que, en opinión nuestra, debe iniciarse el aprendizaje de la lectura de los escritos antiguos. Nos
referimos a las palabras simplificadas, a los nexos de letras dentro de una palabra y
a los ligados de una o varias palabras consecutivas. No es suficiente el conocimiento
y la identificación de todos los signos con que en cada época se han representado los
fonemas del lenguaje hablado, es decir, las letras con que en cada época se compusieron las palabras; es preciso añadir el aprendizaje del criterio con que se concatenaron y trazaron esos signos para formar las palabras y, de ellos, cuáles figuran en
la palabra que componen, porque, con mucha frecuencia, esas palabras se trazaron
simplificadas, suprimiendo una o varias de la totalidad de sus letras, al mismo tiempo
que con igual frecuencia se deformaron los signos al unirse entre sí, fundiéndose unos
con otros. Del mismo modo, es indispensable adquirir práctica para descomponer los
enlaces o ligados de palabras, porque en las formas más cursivas de la escritura, las
que se trazaban al correr de la mano sin apenas levantarla del soporte escriptorio,
se enlazaban las palabras al escribir más y más deprisa para atender las exigencias
del momento, en épocas en las que no se disponía de procedimientos mecánicos de
escritura que pudieran auxiliar o sustituir la obra manual del escribiente de oficio o
del que precisaba escribir mucho en corto espacio de tiempo.
Por consiguiente, antes de iniciar la historia de las formas de escritura y, con
ella, el aprendizaje de su interpretación, debemos detenernos, aunque solo sea con
la extensión indispensable, en la exposición de estos elementos paleográficos cuyo
conocimiento es básico, repetimos, para quien se inicie en el estudio de la ciencia
paleográfica y en la lectura de los escritos de otro tiempo.
El propósito de este trabajo no es otro que contribuir a la bibliografía que acerca
de los estudios e investigaciones sobre paleografía y diplomática se han publicado
hasta el presente. Pero esta vez ceñidos al desarrollo y características gráficas de nuestra escritura histórica, es decir, la escritura imperial e hispano-imperial y la escritura
que en sus diversas formas ha llegado hasta nosotros. Al mismo tiempo, desea facilitar a los estudiosos de nuestros centros de formación el acercamiento a estas ramas
de la historia, quizás un poco desconocidas.
Descargar