VI. CONCLUSIONES 1) Según el trabajo que se desarrolló en esta investigación durante cuatro meses y a través del cual se pudo tener acercamiento con los niños y niñas y con la vida de la escuela misma puede concluirse como un aspecto de fondo a cambiar en el sistema educativo que los niños y niñas no están aprendiendo las competencias lectoras como deberían. Lo esperado para el nivel que fue investigado es que por lo menos conozcan los diferentes tipos de texto y que puedan, aunque sea de manera incipiente, conocer la función comunicativa del texto; sin embargo, hay una dicotomía marcada entre lo que están aprendiendo en la escuela y la utilización de este conocimiento en la vida cotidiana. 2) La misma situación se detecta en la parte de producción de textos. Es más, quizá estas competencias son las que menos se están adquiriendo, ya que los niños no sólo perciben las limitantes personales para escribir textos, sino también el miedo a arriesgarse y producirlos aunque se equivoquen es mucho mayor que en la parte de comprensión lectora. De igual manera, en la producción de textos no se ve ninguna relación entre lo aprendido en la escuela y la utilidad del conocimiento en la vida cotidiana. 3) Lo que sí pudo comprobarse como un aspecto a desarrollar es que si existe una intervención, con un programa definido y enfocado en modelar y practicar las competencias lectoras y de escritura, los niños pueden adquirir estas competencias. Los cuatro meses de trabajo de la investigadora con trabajos semanales con los niños y niñas permitió comprobar que si el aprendizaje de los niños se enfoca en metas concretas y con una intervención basada en un 108 enfoque metodológico de enseñanza de las estrategias de comprensión lectora y producción de textos, los niños aprenden con mucha facilidad, sobre todo si el contenido brindado es de utilidad y cercano a la realidad cotidiana de los niños y niñas. 4) La garantía que se debe tener para garantizar que los niños realmente van a adquirir estas competencias es la capacitación de maestros. La investigación pudo comprobar que hay un problema serio de falta de formación de los docentes en estas competencias. No es que no quieran enseñarlas, pues en la mayoría de casos ellos mismos no las han desarrollado y mucho menos perfeccionado. Así que la conclusión va encaminada a evidenciar que la falta de formación en docentes es grave y urgente de atender, desde una política educativa nacional. 5) Se concluye también que los docentes no necesariamente ejecutan lo que planifican al principio del año. Esto se debe a que hay muy poca o ninguna contraloría social y comunitaria que verifique que las metas que los centros escolares y cada sección se plantea, en realidad se están cumpliendo. Las planificaciones, al menos en los grupos estudiados, sirven únicamente como un trámite administrativo frente al Ministerio de Educación y no como una línea que oriente los logros de aprendizaje que los docentes esperan cumplir en un periodo determinado. 6) La calidad de la educación que los centros escolares den a sus clientes, los alumnos y en última instancia a las familias de estos, por hoy, queda más a la discreción de los Directores y docentes que laboran en los centros escolares. 109 Es decir, problemas la atención de los niños en la escuela pública es afectada por como: ausencias de maestros, incompetencia profesional, desinterés de los maestros. En contraste, también el mismo sistema impide que experiencias de maestros que hacen una labor callada y de alta calidad quede en el anonimato del trabajo diario en los centros escolares. 110