Septiembre, 2012 CÁPSULAS DE ECOLOGIA EMOCIONAL El principio de libertad CÓDIGO ÉTICO DE LA ECOLOGÍA EMOCIONAL 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. Principio de unicidad Principio de realidad Principio de libertad Principio de responsabilidad Principio de respeto Principio de prevención Principio de sostenibilidad Principio de crecimiento paralelo Principio de coherencia Principio de acción Principio de conservación ¿ Entre el estímulo y la respuesta hay un espacio y en este espacio hay nuestra libertad y nuestro poder de elegir la respuesta. Viktor Frankl Libertad es la diferencia entre dos monosílabos: SÍ y NO –dijo Octavio Paz. Todo lo que ocurre en nuestra vida comienza con una decisión ante diversas opciones y para elegir adaptativamente debemos poner en juego nuestra capacidad de discernimiento y otorgar a cada una el valor moral y emocional que le corresponda. Todo margen de libertad lleva consigo una carga de responsabilidad que es importante ejercer. Cuentan que Nelson Mandela un día se recordó a sí mismo: “Nelson, cuando estabas en prisión eras libre. Ahora que estás libre no te conviertas en tu prisionero”. Y es que no es en absoluto lo mismo «estar» libre que «ser» libre. Autores: Jaume Soler y Maria Mercè Conangla www.ecologiaemocional.org Fundació AMBIT. Rocafort 242 bis 3ª. 08036 Barcelona Como dijo Erich Fromm, hemos dado mucha importancia a los factores condicionantes que nos hacen ser como somos, pero tal vez olvidamos preguntarnos qué hubiéramos podido haber hecho nosotros para desenredarnos y para obrar de una forma más honesta y coherente, utilizando el margen de libertad que tenemos. La libertad no es algo que tengamos, sino una cualidad de nuestra personalidad. Somos más o menos libres de resistir la coacción, más o menos libres de hacer lo que queramos y de ser nosotros mismos. Y según decidamos y actuemos, nuestra libertad aumentará o disminuirá. Es necesario «abrir la luz» del conocimiento de nosotros mismos antes de actuar, valorar qué sentimos, qué pensamos y qué deseamos realmente en nuestra vida. Y a la luz de este conocimiento plantearnos nuestra libertad. Nadie nace educado afectivamente. La libertad y la responsabilidad deben vincularse a la afectividad y no siempre este aprendizaje se hace bien. Jaume Soler y Maria MercèConangla Ecología emocional para el nuevo milenio (Zenith) (Pòrtic en català) UN CUENTO PARA PREGUNTARNOS - Quiero aprender a volar de esta forma – dijo Juan – Y una extraña luz brilló en sus ojos – Dime..¿qué debo hacer? Chiang habló con lentitud, observando la joven gaviota con cuidado: - Para volar tan rápido como el pensamiento y a cualquier lugar que exista, debes empezar por saber que has llegado. El secreto, según Chiang, era que en el momento en que Juan dejase de verse a sí mismo como prisionero de un cuerpo limitado con una envergadura de ciento cuatro centímetro y un rendimiento susceptible de programación, podría volar. El secreto era saber que su verdadera naturaleza vivía con la perfección de un número no escrito, simultáneamente en cualquier lugar del espacio y del tiempo. Richard Bach, Juan Salvador Gaviota UN TEXTO PARA REFLEXIONAR Hay una extraordinaria libertad cuando uno comprende todo el proceso del creer, cuando uno comprende por qué la mente se apega a una creencia. Y, cuando uno se ve libre de creencias, hay sencillez. Pero esa sencillez requiere inteligencia; y para ser inteligente hay que darse cuánta de los propios impedimentos. Para darse cuenta hay que estar constantemente en guardia, sin asentarse en determinada rutina, en determinado tipo de acción o de pensamiento. Porque, después de todo, lo que uno es en su interior influye sobre lo externo. La sociedad, o cualquier formó de acción, es la proyección de nosotros mismos; y, si no nos transformamos interiormente, la mera legislación significa muy poco en lo externo; puede traer ciertas reformas, ciertos reajustes, pero lo que uno es en su interior se sobrepone siempre a lo externo. Si internamente uno es codicioso, ambicioso, si persigue ciertos ideales, esa complejidad íntima terminará por trastornar, por demoler la sociedad externa, por cuidadosamente planeada que ella pueda estar. Krishnamurti, La libertad primera y última Autores: Jaume Soler y Maria Mercè Conangla www.ecologiaemocional.org Fundació AMBIT. Rocafort 242 bis 3ª. 08036 Barcelona