2. Presencia y memorial de su Muerte y Resurrección (CEC nn. 1341-1381). *En la Eucaristía se hace presente y actual el sacrificio de Cristo, ofrecido de una vez y para siempre en la Cruz. «Haced esto en memoria mía» es el mandato del Señor de celebrar litúrgicamente su vida, su muerte, su resurrección y su eterna intercesión junto al Padre, «hasta que venga». *Estructura de la Santa Misa: 1. Una primera parte, con lecturas, salmos, exhortaciones, homilías y oraciones por los fieles, llamada liturgia de la Palabra 2. Y una segunda parte, con la presentación del pan y el vino, la acción de gracias y consecratoria, y la comunión, llamada liturgia eucarística. «En la liturgia de la misa expresamos nuestra fe en la presencia real de Cristo bajo las especies de pan y de vino, entre otras maneras, arrodillándonos o inclinándonos profundamente en señal de adoración al Seño» (MF 56). El sagrario (tabernáculo) estaba primeramente destinado a guardar dignamente la Eucaristía para que pudiera ser llevada a los enfermos y ausentes fuera de la misa. Por la profundización de la fe en la presencia real de Cristo en su Eucaristía, la Iglesia tomó conciencia del sentido de la adoración silenciosa del Señor pr esente bajo las especies eucarísticas. Por eso, el sagrario debe estar colocado en un lugar particularmente digno de la Iglesia; debe estar construido de tal forma que subraye y manifieste la verdad de la presencia real de Cristo en el santísimo sacramento» (CEC nn. 1378-1379) El desarrollo de la liturgia de la Eucaristía nos recuerda el pasaje evangélico de los discípulos de Emaús que San Lucas nos cuenta en su Evangelio: (Lc 24,13-35) *La Eucaristía es: -Acción de gracias y alabanza al Padre -Memorial del sacrificio de Cristo, de su Cuerpo y de su Sangre -Presencia del Señor por el poder de su Palabra y de su Espíritu 3. Signo de unidad, vínculo de caridad y banquete pascual (CEC nn. 1382-1401) La Eucaristía es «el banquete sagrado de la comunión del Cuerpo y la Sangre del Señor. Pero la celebración del sacrificio eucarístico está totalmente orientada hacia la unión íntima de los fieles con Cristo por medio de la comunión. Comulgar es recibir a Cristo mismo que se entregó por nosotros» *Comunión: «Tomad y comed todos de él». *Signo de unidad: «nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo, porque todos comemos del mismo pan» (1 Co 10,17) *Vínculo de caridad: La Eucaristía nos compromete con los pobres, donde reconocemos el rostro de Cristo. LA EUCARISTÍA Cuarta Catequesis. Hermandades y Cofradías (ficha asistentes) «Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (Mt 28,20) La Palabra de Dios: «El Señor Jesús, en la noche en que iba a ser entregado, tomó pan y, pronunciando la Acción de Gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía. Lo mismo hizo con el caliz, después de cenar, diciendo: Este cáliz es la nueva alianza en mi sangre; haced esto cada vez que lo bebáis, en memoria mía» (1 Co 11,23-25) 4. La Eucaristía es «prenda de la gloria futura» Preguntas finales: *Entre mis devociones personales ¿Qué lugar ocupa la Eucaristía? *Asistir y participar en la Santa Misa ¿es una obligación o una necesidad? 5. Oración (Sto. Tomás de Aquino) ¡Oh sagrado banquete, en el que se recibe al mismo Cristo, se renueva la memoria de su pasión, el alma se llena de gracia y se nos da una prenda de la gloria futura Preguntas previas: *¿Qué significa para mí la Santa Misa? *¿Cuál es el lugar más importante de la Iglesia? «La Eucaristía es el sacrificio mismo del Cuerpo y de la Sangre del Señor Jesús, que Él instituyó para perpetuar en los siglos, hasta su segunda venida, el sacrificio de la Cruz, confiando así a la Iglesia el memorial de su Muerte y Resurrección. Es signo de unidad, vínculo de caridad y banquete pascual, en el que se recibe a Cristo, el alma se llena de gracia y se nos da una prenda de la vida eterna». 1. Sacrificio del Cuerpo y la Sangre del Señor Jesús (CEC nn. 1324-1340) *El Señor Jesús, próxima la hora de su pasión, y «sabiendo que el Padre había puesto todo en sus manos», adelantando en la cena pascual el momento culminante de su entrega, instituyó la Eucaristía, «fuente y culmen de toda la vida cristiana».Es el momento culminante de Jesús y el de sus discípulos, los de entonces y los de todos los tiempos.