Desempeño sostenible-nuevos

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Estudio
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Desempeño sostenible
Alexis Mandiola, socio de Aurys; Matías Marambio, subeditor de “Poder&Negocios”;
Pablo Sepúlveda, cofundador de Canvis, y Verónica Aguayo, de Aurys.
Nuevos paradigmas
en el propósito
de las empresas
Durante el desarrollo del estudio “Desempeño sostenible de las empresas chilenas:
gestionando la sostenibilidad más allá de la estrategia”, que está realizando este año
“Poder&Negocios” y Aurys Consulting, se llevó a cabo una nueva mesa redonda –esta
vez en las oficinas de la editorial Tiempo Presente– con representantes de empresas
tradicionales y empresas que han sido creadas con el fin de ofrecer beneficios
sociales y ambientales (llamadas “empresas B”). La conversación sirvió de base
para este artículo sobre la evolución y cambios de paradigma asociados a la gestión
sostenible de los negocios.
Por: Aurys Consulting / Fotos: Gonzalo Romero
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ambiental y social de las organizaciones
que conlleva un cuestionamiento del
propósito y objetivos de las empresas.
•La necesidad de expresar nuevos
estilos de liderazgo, diálogo y escucha
permanentes hacia todos los stakeholders.
•La necesidad de lograr coherencia
entre las declaraciones y las acciones de
las organizaciones.
•La relevancia de poner a las personas
al centro de los intereses del negocio.
La evolución del
“Business as usual”
L
os hallazgos preliminares de
esta investigación –publicados en la edición especial de Sustentabilidad de
“Poder&Negocios”, a fines
de junio pasado– evidenciaron que el
término “sostenibilidad”, y lo que este
significa, se encuentra aún en proceso
de definición. No obstante, notamos
que existe un consenso general respecto a qué tipo de conductas de las
organizaciones están asociadas a un
desempeño sostenible de largo plazo.
Entre ellas destacan:
•La búsqueda del equilibrio entre
los resultados económicos y el impacto
En esta mesa de conversación,
surgieron nuevos insights que complementan los hallazgos preliminares sobre
la evolución de la forma tradicional de
gestionar empresas y hacer negocios.
–Evolución del concepto del éxito:
Nuestra comprensión de éxito en
los negocios está actualmente ligada a
la maximización de utilidades y el desempeño financiero en el corto plazo. Un
cambio de paradigma relevante implica
ampliar la comprensión de lo que significa
el valor (no solo económico, sino social y
ambiental) y el éxito (no solo propio, sino
para todos los grupos de interés), en una
visión de largo plazo.
“Se debe generar riqueza, al mismo
tiempo que generamos bienestar”.
“Todavía hay empresas entrampadas
en el beneficio económico”.
–Construir sociedad:
Esta nueva perspectiva de éxito
está conectada a la manera en que las
empresas y sus ejecutivos se autoidentifican, reconociendo que “ya no están
en una burbuja” y que todo lo demás es
externo, sino que son parte de un todo,
un sistema vivo, dinámico y exigente,
“donde empresas y personas construyen
sociedad”. Esto obliga a las empresas a
ampliar su mirada y a revisar sus acciones,
objetivos e impactos en el entorno, que
ya no pueden ser considerados como
externalidades, ya que las empresas
mismas son también parte de él.
–Consistencia y coherencia en los
valores:
El contexto actual de creciente descontento social y desconfianza hacia las
acciones de las empresas evidencia una
crisis ética y de valores en el ámbito de
los negocios. ¿Qué implica esto para las
organizaciones? Una profunda reflexión
y la búsqueda de un alineamiento entre
los valores personales y los de la empresa.
“Hemos errado en la ética de los
negocios. La conversación hoy se orienta
hacia cómo llevar la ética a la empresa”.
“En las empresas debemos poder
actuar en consistencia con nuestros
valores, no dejar el alma en casa”.
Por otro lado, se habla también de
transparencia y generación de confianza.
La transparencia por sí sola no genera
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Estudio
Desempeño sostenible
Nicolás Moreno, de Pegas con sentido; Gonzalo Muñoz,
fundador de Triciclos, y Christian Farías, jefe RSE de Entel.
Eduardo Villalobos, subgerente de Desarrollo Sostenible de Chilectra; Ignacio Serrano,
socio y gerente general de Route to Green.
confianza, no solo se trata de cuanta
información comparta la empresa con
sus grupos de interés, sino de cuán
transparente es respecto a sus objetivos,
visión y forma de hacer las cosas.
Desempeño sostenible:
un imperativo más allá
de lo higiénico
¿Cómo alcanzan las empresas un
desempeño sostenible? ¿Tienen las
empresas la opción de no buscar la
sostenibilidad de su negocio? Los empre-
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sarios y ejecutivos participantes en la
investigación coinciden en que ya no hay
camino de vuelta a la forma tradicional
de gestionar las empresas, porque “en
algún momento la sociedad les pasará
la cuenta” a aquellas que no adopten la
sostenibilidad como parte de la estrategia
y gestión del negocio.
La trayectoria hacia un desempeño
sostenible comienza tradicionalmente
por el cumplimiento higiénico de las
exigencias mínimas impuestas por el
sistema regulatorio imperante. Estas
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exigencias se vuelven cada vez más complejas y rigurosas, en la medida en que
se adaptan a estándares internacionales
y reflejan la evolución del ambiente de
negocios y la sociedad en general.
Para complementar este cumplimiento higiénico, las empresas usualmente
avanzan en la línea de la filantropía y la
compensación a diversos stakeholders
por eventuales daños y/o impactos que
generan sus actividades. Esto representa
un paso mínimo de evolución, pero, como
se hace cada vez más evidente para las
empresas, no es suficiente para asegurar
un desempeño sostenible de largo plazo:
“Las empresas no solo tienen que
encantar a sus clientes, también tienen
que encantar a sus stakeholders”.
Las empresas que van más allá del
cumplimiento mínimo y la compensación,
adoptan otro tipo de prácticas enfocadas
en la Responsabilidad Social Empresarial
(RSE) y el Valor Compartido. Este enfoque
representa un avance significativo hacia
una contribución real y la co-creación de
valor con los stakeholders.
Sin embargo, nuevos hallazgos y
perspectivas muestran que este camino
hacia la sostenibilidad a través de los
distintos niveles de cumplimiento mínimo,
compensación, RSE u otras acciones
deben necesariamente conllevar a una
reflexión sobre el propósito y razón de
ser de la empresa: “¿Cuál es el rol de las
empresas en la construcción de nuevas
sociedades?”. La esencia de un verdadero
desempeño sostenible se encuentra en
esta reflexión y revisión del propósito,
el cual debe reflejar la complejidad del
entorno, buscar la armonía, impulsar el
equilibrio entre los ámbitos económico,
social y ambiental y generar una visión
de futuro. En este marco, los empresarios
adoptan una responsabilidad solidaria
hacia sus grupos de interés, operando
bajo los más altos estándares sociales,
ambientales y de transparencia así
como también conectando los valores
personales de empleados, accionistas
y clientes a una visión corporativa sostenible y responsable.
¿Qué otros factores, además y en
De pie, de izquierda a derecha: Eduardo Villalobos (Chilectra), Ignacio Serrano (Route to Green), María Emilia Correa (Sistema B),
Nicolás Morales (Pegas con Sentido), Gonzalo Muñoz (Triciclos), Christian Farías (Entel), Pablo Sepúlveda (Canvis) y Alexis Mandiola
(Aurys). Sentados: César Riffo (Cerco Constructora), María Olivia Browne (editora general de “Poder&Negocios”), Verónica Aguayo
(Aurys) y Matías Marambio (“Poder & Negocios”).
complemento de la revisión del propósito,
se vuelven relevantes para movilizar a las
empresas hacia un desempeño sostenible?
La visión de los participantes de la última
mesa redonda se centra en lo siguiente:
•Nueva generación de empresarios
y ejecutivos, más conscientes, que no
separan su sistema de valores personales
de los del negocio y que buscan crear
valor para sí mismos y para otros.
•Trabajadores y empleados en búsqueda de sentido, con necesidad cada
vez mayor de encontrar un significado en
el trabajo que realizan, de hacer, actuar,
ser partícipes y de identificarse con la
propuesta de generación de valor para
la sociedad en conjunto con la empresa.
•Nueva cultura organizacional
más dinámica y coherente, con nuevos
estilos de liderazgo enfocados en la
co-construcción y co-creación de valor.
Esta cultura implica también nuevos
comportamientos, hábitos y actitudes que
reflejen el propósito, valores y objetivos
sostenibles de la empresa.
•Nuevo modelo de gestión de las
empresas que solucione la paradoja de
gestionar ante exigencias de resultados
de corto plazo frente al desarrollo de largo
plazo. Este nuevo modelo implica crear y
modificar prácticas que permitan impulsar,
medir y evaluar el nivel de incorporación
de la sostenibilidad en las organizaciones;
por ejemplo, por medio de la definición
de nuevos modelos de incentivos y toma
de decisiones coherentes con los valores
de las personas.
•Reinvención de la relación entre
la empresa y el conjunto de grupos
de interés con los que interactúa, en
un espíritu de transparencia, confianza,
respeto y comportamiento ético.
•Nueva forma de concebir el desempeño financiero, ya no como el fin último
de la organización, sino que supeditado
a los resultados ambientales y sociales.
Un proceso de largo
aliento y objetivo claro
Considerando los nuevos hallazgos
que surgen en las reflexiones de esta
conversación realizada con Aurys y
“Poder&Negocios”, notamos que
estamos ante un proceso de profundos
cambios culturales, donde nuevas
generaciones de trabajadores, empresarios y ejecutivos abordan la gestión
de sus negocios concibiendo a las
empresas desde un nuevo paradigma:
el propósito de crear y construir una
sociedad donde los fines económicos
promueven y habilitan el desarrollo
social y el equilibrio medioambiental
del sistema. Este proceso de cambio
comienza con una reflexión profunda
respecto a la respuesta a ciertas
interrogantes: ¿Están dispuestas
las empresas a cuestionar y, de ser
necesario, modificar radicalmente su
propósito? ¿Cuál es su capacidad de
adaptación, de observar, interpretar
y adquirir compromisos reales con el
sistema de grupos de interés? ¿Qué
debemos desaprender en el camino
hacia la sostenibilidad del negocio?
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