Estudio a g o s to 2 0 1 2 Desempeño sostenible Alexis Mandiola, socio de Aurys; Matías Marambio, subeditor de “Poder&Negocios”; Pablo Sepúlveda, cofundador de Canvis, y Verónica Aguayo, de Aurys. Nuevos paradigmas en el propósito de las empresas Durante el desarrollo del estudio “Desempeño sostenible de las empresas chilenas: gestionando la sostenibilidad más allá de la estrategia”, que está realizando este año “Poder&Negocios” y Aurys Consulting, se llevó a cabo una nueva mesa redonda –esta vez en las oficinas de la editorial Tiempo Presente– con representantes de empresas tradicionales y empresas que han sido creadas con el fin de ofrecer beneficios sociales y ambientales (llamadas “empresas B”). La conversación sirvió de base para este artículo sobre la evolución y cambios de paradigma asociados a la gestión sostenible de los negocios. Por: Aurys Consulting / Fotos: Gonzalo Romero 40 ambiental y social de las organizaciones que conlleva un cuestionamiento del propósito y objetivos de las empresas. •La necesidad de expresar nuevos estilos de liderazgo, diálogo y escucha permanentes hacia todos los stakeholders. •La necesidad de lograr coherencia entre las declaraciones y las acciones de las organizaciones. •La relevancia de poner a las personas al centro de los intereses del negocio. La evolución del “Business as usual” L os hallazgos preliminares de esta investigación –publicados en la edición especial de Sustentabilidad de “Poder&Negocios”, a fines de junio pasado– evidenciaron que el término “sostenibilidad”, y lo que este significa, se encuentra aún en proceso de definición. No obstante, notamos que existe un consenso general respecto a qué tipo de conductas de las organizaciones están asociadas a un desempeño sostenible de largo plazo. Entre ellas destacan: •La búsqueda del equilibrio entre los resultados económicos y el impacto En esta mesa de conversación, surgieron nuevos insights que complementan los hallazgos preliminares sobre la evolución de la forma tradicional de gestionar empresas y hacer negocios. –Evolución del concepto del éxito: Nuestra comprensión de éxito en los negocios está actualmente ligada a la maximización de utilidades y el desempeño financiero en el corto plazo. Un cambio de paradigma relevante implica ampliar la comprensión de lo que significa el valor (no solo económico, sino social y ambiental) y el éxito (no solo propio, sino para todos los grupos de interés), en una visión de largo plazo. “Se debe generar riqueza, al mismo tiempo que generamos bienestar”. “Todavía hay empresas entrampadas en el beneficio económico”. –Construir sociedad: Esta nueva perspectiva de éxito está conectada a la manera en que las empresas y sus ejecutivos se autoidentifican, reconociendo que “ya no están en una burbuja” y que todo lo demás es externo, sino que son parte de un todo, un sistema vivo, dinámico y exigente, “donde empresas y personas construyen sociedad”. Esto obliga a las empresas a ampliar su mirada y a revisar sus acciones, objetivos e impactos en el entorno, que ya no pueden ser considerados como externalidades, ya que las empresas mismas son también parte de él. –Consistencia y coherencia en los valores: El contexto actual de creciente descontento social y desconfianza hacia las acciones de las empresas evidencia una crisis ética y de valores en el ámbito de los negocios. ¿Qué implica esto para las organizaciones? Una profunda reflexión y la búsqueda de un alineamiento entre los valores personales y los de la empresa. “Hemos errado en la ética de los negocios. La conversación hoy se orienta hacia cómo llevar la ética a la empresa”. “En las empresas debemos poder actuar en consistencia con nuestros valores, no dejar el alma en casa”. Por otro lado, se habla también de transparencia y generación de confianza. La transparencia por sí sola no genera 41 Estudio Desempeño sostenible Nicolás Moreno, de Pegas con sentido; Gonzalo Muñoz, fundador de Triciclos, y Christian Farías, jefe RSE de Entel. Eduardo Villalobos, subgerente de Desarrollo Sostenible de Chilectra; Ignacio Serrano, socio y gerente general de Route to Green. confianza, no solo se trata de cuanta información comparta la empresa con sus grupos de interés, sino de cuán transparente es respecto a sus objetivos, visión y forma de hacer las cosas. Desempeño sostenible: un imperativo más allá de lo higiénico ¿Cómo alcanzan las empresas un desempeño sostenible? ¿Tienen las empresas la opción de no buscar la sostenibilidad de su negocio? Los empre- 42 sarios y ejecutivos participantes en la investigación coinciden en que ya no hay camino de vuelta a la forma tradicional de gestionar las empresas, porque “en algún momento la sociedad les pasará la cuenta” a aquellas que no adopten la sostenibilidad como parte de la estrategia y gestión del negocio. La trayectoria hacia un desempeño sostenible comienza tradicionalmente por el cumplimiento higiénico de las exigencias mínimas impuestas por el sistema regulatorio imperante. Estas a g o s to 2 0 1 2 exigencias se vuelven cada vez más complejas y rigurosas, en la medida en que se adaptan a estándares internacionales y reflejan la evolución del ambiente de negocios y la sociedad en general. Para complementar este cumplimiento higiénico, las empresas usualmente avanzan en la línea de la filantropía y la compensación a diversos stakeholders por eventuales daños y/o impactos que generan sus actividades. Esto representa un paso mínimo de evolución, pero, como se hace cada vez más evidente para las empresas, no es suficiente para asegurar un desempeño sostenible de largo plazo: “Las empresas no solo tienen que encantar a sus clientes, también tienen que encantar a sus stakeholders”. Las empresas que van más allá del cumplimiento mínimo y la compensación, adoptan otro tipo de prácticas enfocadas en la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y el Valor Compartido. Este enfoque representa un avance significativo hacia una contribución real y la co-creación de valor con los stakeholders. Sin embargo, nuevos hallazgos y perspectivas muestran que este camino hacia la sostenibilidad a través de los distintos niveles de cumplimiento mínimo, compensación, RSE u otras acciones deben necesariamente conllevar a una reflexión sobre el propósito y razón de ser de la empresa: “¿Cuál es el rol de las empresas en la construcción de nuevas sociedades?”. La esencia de un verdadero desempeño sostenible se encuentra en esta reflexión y revisión del propósito, el cual debe reflejar la complejidad del entorno, buscar la armonía, impulsar el equilibrio entre los ámbitos económico, social y ambiental y generar una visión de futuro. En este marco, los empresarios adoptan una responsabilidad solidaria hacia sus grupos de interés, operando bajo los más altos estándares sociales, ambientales y de transparencia así como también conectando los valores personales de empleados, accionistas y clientes a una visión corporativa sostenible y responsable. ¿Qué otros factores, además y en De pie, de izquierda a derecha: Eduardo Villalobos (Chilectra), Ignacio Serrano (Route to Green), María Emilia Correa (Sistema B), Nicolás Morales (Pegas con Sentido), Gonzalo Muñoz (Triciclos), Christian Farías (Entel), Pablo Sepúlveda (Canvis) y Alexis Mandiola (Aurys). Sentados: César Riffo (Cerco Constructora), María Olivia Browne (editora general de “Poder&Negocios”), Verónica Aguayo (Aurys) y Matías Marambio (“Poder & Negocios”). complemento de la revisión del propósito, se vuelven relevantes para movilizar a las empresas hacia un desempeño sostenible? La visión de los participantes de la última mesa redonda se centra en lo siguiente: •Nueva generación de empresarios y ejecutivos, más conscientes, que no separan su sistema de valores personales de los del negocio y que buscan crear valor para sí mismos y para otros. •Trabajadores y empleados en búsqueda de sentido, con necesidad cada vez mayor de encontrar un significado en el trabajo que realizan, de hacer, actuar, ser partícipes y de identificarse con la propuesta de generación de valor para la sociedad en conjunto con la empresa. •Nueva cultura organizacional más dinámica y coherente, con nuevos estilos de liderazgo enfocados en la co-construcción y co-creación de valor. Esta cultura implica también nuevos comportamientos, hábitos y actitudes que reflejen el propósito, valores y objetivos sostenibles de la empresa. •Nuevo modelo de gestión de las empresas que solucione la paradoja de gestionar ante exigencias de resultados de corto plazo frente al desarrollo de largo plazo. Este nuevo modelo implica crear y modificar prácticas que permitan impulsar, medir y evaluar el nivel de incorporación de la sostenibilidad en las organizaciones; por ejemplo, por medio de la definición de nuevos modelos de incentivos y toma de decisiones coherentes con los valores de las personas. •Reinvención de la relación entre la empresa y el conjunto de grupos de interés con los que interactúa, en un espíritu de transparencia, confianza, respeto y comportamiento ético. •Nueva forma de concebir el desempeño financiero, ya no como el fin último de la organización, sino que supeditado a los resultados ambientales y sociales. Un proceso de largo aliento y objetivo claro Considerando los nuevos hallazgos que surgen en las reflexiones de esta conversación realizada con Aurys y “Poder&Negocios”, notamos que estamos ante un proceso de profundos cambios culturales, donde nuevas generaciones de trabajadores, empresarios y ejecutivos abordan la gestión de sus negocios concibiendo a las empresas desde un nuevo paradigma: el propósito de crear y construir una sociedad donde los fines económicos promueven y habilitan el desarrollo social y el equilibrio medioambiental del sistema. Este proceso de cambio comienza con una reflexión profunda respecto a la respuesta a ciertas interrogantes: ¿Están dispuestas las empresas a cuestionar y, de ser necesario, modificar radicalmente su propósito? ¿Cuál es su capacidad de adaptación, de observar, interpretar y adquirir compromisos reales con el sistema de grupos de interés? ¿Qué debemos desaprender en el camino hacia la sostenibilidad del negocio? 43