Escritor del mes: Robert Musil (Klagenfurt, 1880

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Escritor del mes: Robert
Musil (Klagenfurt, 1880 –
Ginebra, 1942).
Selección
y
recopilación/Erika Henchoz
ehenchoz@literofilia.com
Escritor austriaco. Es, junto con Thomas Mann y Franz Kafka,
uno de los más importantes novelistas en lengua alemana del
siglo XX.
Es también dramaturgo, de escritura densa, y
poseedor de una fuerte vocación científica.
Un rasgo característico de Musil fue su
intelectual”, estudió, entre otras carreras,
“vagabundeo
filosofía y
psicología aplicada, matemáticas y física en la ‘ Universidad
de Berlín. Se graduó en 1908 en Filosofía con una tesis sobre
las teorías de Ernst Mach y muchos desacuerdos con Carl
Stumpf.
Oficial y luego coronel durante la primera Guerra Mundial,
redactor en la posguerra de la Neue Rundschau, y redactor en
el Ministerio de Asuntos Exteriores austríaco.
Nietzscheano de orientación, embebido de ciencia y de técnica,
pero insatisfecho de una y de otra; sus naturales y sólidos
dotes artísticos le salvaron de la aridez de la teoría pura y
de la fragmentación ensayística.
“Crónica” y “análisis” fueron sus palabras programáticas.
En el Adiós a Musil (1942), Hermman Broch dijo, “hay que decir
adiós a quien siempre se despidió, porque Robert Musil se pasó
la vida despidiéndose. Nunca lo hizo de un modo sentimental,
apenas dolorosamente; se despedía siempre con la exactitud de
un cronista que atrapa el pasado, porque quiere la realidad
presente, el germen del futuro.
Esta búsqueda del tiempo perdido que ha sido siempre una parte
esencial del escritor: arrebatar al olvido lo que nos
pertenece, atrapar otra vez el vértigo de lo que hemos vivido,
mirar hacia el pasado invisible para hacerlo transparente.
Ningún otro género como el de la novela, ningún otro oficio
como el de novelista está tan cerca en el espacio de la
autobiografía por más que se alejen de la vida de su creador.
Robert Musil escribió la autobiografía de su juventud, su
Werther, en el espléndido relato sobre Las tribulaciones del
joven Törless. Era un adiós retrospectivo a su propia
adolescencia y, por otro lado, el adiós a un mundo que nadie
volvería a vivir, quiero decir: al espacio específico de la
vida austriaca, a lo que con razón se ha llamado la cultura
austriaca, algo que estaba condenado a muerte. El libro
apareció poco antes de la primera guerra mundial; su recuerdo
del pasado fue una necrología profética.
Y cuando el presentimiento de la catástrofe se convirtió en
una realidad tan incomprensible como inevitable, Robert Musil
permaneció apartado de los sucesos: la naturaleza austríaca
estaba todavía allí con toda su belleza, las costumbres de
todo un pueblo apenas habían perdido algo de su tradición, lo
único que se había transformado eran los principios de la
administración política. Y a pesar de todo, una revolución
había barrenado al viejo régimen. Después de un intenso
periodo de entrenamiento y búsqueda en el que publicó unas
tres extraordinarias noveletas Tres mujeres.
Robert Musil se había decidido a tratar su gran tema: narrar
el cansancio y el proceso de disolución de una cultura, el
derrumbe de su complicado sistema de valores, para rescatarlo
desde dentro viviéndolo todo otra vez, para entenderlo y
articularlo.
El hombre sin atributos, 1929,
ha sido comparado varias veces
con Los Buddenbrook, la novela
de Thomas Mann, porque aquí se
describe también el proceso de
desgaste de una sociedad. La
comparación
era
inevitable
porque
entre
nuestros
contemporáneos sólo pocos podían
medirse tan legítimamente como
Robert Musil con la fuerza narrativa y la vitalidad de Thomas
Mann. Hay que decir sin embargo que los Buddenbrook están al
principio de un proyecto vital. Por el contrario, El hombre
sin atributos una novela inconclusa, se encuentra al final de
una larga vida; acaso solo podría compararse con José y sus
hermanos (1942)”, dijo Broch.
Los cinco cuentos, los únicos escritos por Musil y reunidos en
dos volúmenes Las uniones en 1911 y Tres mujeres en 1924,
extienden la investigación al mundo de los adultos y a la vida
conyugal. Minucioso análisis de los sentimientos para llegar a
un nuevo y puro “orden de sentimientos”.
Musil, de espíritu profundamente conservador, se mantuvo
alejado del expresionismo u otra tendencia
de moda.
Se decía que Musil era un tipo de mal humor, desagradable e
incómodo en las relaciones con los demás, demasiado militar,
así como abusivo en el uso excesivo de tabaco y café
En 1909 publicó la novela “La casa embrujada” en la revista
“Hyperion”, dirigida por Franz Blei.
Hasta 1910 fue editor de la revista de literatura y arte
‘Pan’, fundada en Berlín en 1895 , y luego trabajó como
bibliotecario en el Instituto Técnico de Viena.
Archivos publicados en El país de España dan cuenta además de
los diarios del autor recientemente traducidos al español. Más
de 1.500 páginas conforman los Diarios de Robert Musil.
La obra, publicada en dos volúmenes dentro en la colección de
biografías de Ediciones d’Alfons El Magnànim, fue presentada
en la Feria del Libro de Valencia en el 2010.
Es la primera edición castellana de los diarios que el
escritor austríaco llevó, de forma irregular, desde los 19
años, en 1899, hasta casi su muerte, en 1942.
Sobre él ha escrito también Milán Kundera.
Premios
En 1923 recibió el Premio Kleist .
En 1924 , año en el que pierde a sus padres, fue honrado con
el premio de arte de la ciudad de Viena (junto con Alban Berg
yAnton Webern .)
En 1927 , pronunció un discurso en Berlín “A la muerte de
Rilke” .
En 1929 fue galardonado con el Musil Gerhart-Hauptmann-Preis
(premio literario Gerhart Hauptmann ).
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