LA PSICOLOGÍA La psicología se ha dedicado a recoger hechos sobre el comportamiento y la experiencia humana, organizándolos sistemáticamente, elaborando teorías para comprender conocer y explicar el comportamiento de los seres humanos y poder predecir sus acciones futuras, e intervenir sobre ellas. Históricamente la psicología se ha dividido en varias áreas de estudio, que están interrelacionadas unas con otras. La psicología fisiológica o neuropsicología, por ejemplo, estudia el funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso, mientras que la psicología experimental diseña test y organiza investigaciones para descubrir, por ejemplo, cómo se aprende y se recuerda. Las áreas de la psicología se pueden describir según su aplicación. Los psicólogos sociales, por ejemplo están interesados en el modo en que las personas se influyen mutuamente y el modo en que actúan en grupo. Los psicólogos, industriales estudian el comportamiento en el trabajo y los efectos de ese entorno. Los psicólogos educativos ayudan a los estudiantes a elegir sus estudios y su futura profesión. Definición: La palabra psicología procede de dos raíces griegas: psique = alma, mente, y logos = estudio, tratado. La psicología como estudio del ser que busca el principio de todos los fenómenos psíquicos, las causas que lo producen y sus leyes. La psicología, como ciencia independiente, con objeto y método propios es definida así: ciencia que estudia tanto la conducta humana como la conducta de los animales. La psicología es, ante todo, el estudio de la conducta. Entiéndase por tal el conjunto de respuestas con las que los seres humanos actúan ante los estímulos que proceden tanto de su interior como del ambiente, siempre que tales actos puedan ser observados, registrados, cuantificados y estudiados. Historia de la psicología: La psicología procede de muy distintas fuentes, pero sus orígenes coma ciencia habría que buscarlos en los orígenes de la filosofía, en la antigua Grecia. Podemos afirmar que la sicología siempre ha acompañado al hombre. Así pues, podemos dividir la historia de la psicología en dos períodos: el primero, comprendido desde la aparición del pensamiento filosófico griego hasta la segunda mitad del siglo XIX. El segundo, de la segunda mitad del siglo XIX hasta nuestros días. A. Primer periodo: Comprende desde el siglo VI hasta la mitad del siglo XIX y se denomina periodo pre- científico. Veamos los personajes y acontecimientos que tuvieron que ver con el desarrollo de la sicología en esta época. 1. Alcmeón: Filósofo pitagórico, con el que se efectuó un avance significativo cuando el interés de los curanderos griegos se volvió hacia la observación y experimentación; diseñó y señaló las relaciones de los órganos de los sentidos con el cerebro, de lo cual dedujo que el centro de la razón y del alma se localizaba en este órgano. 2. Hipócrates: Médico griego del siglo VI A.C creía que el cuerpo humano estaba compuesto de cuatro líquidos o humores: la sangre, la bilis amarilla, la bilis negra y la flema. Cuando uno de estos cuatro líquidos predominaba, constituía una conducta particular. Así, por ejemplo, si en una persona predominaba la bilis negra, era una persona tranquila y retraída. Hipócrates fue el primero en clasificar las enfermedades mentales en manía, melancolía y frenitis. 3. Platón: Este filósofo griego se preocupó fundamentalmente por el alma como facultad superior e inteligible del hombre. Entre los aspectos que estudia tenemos los referentes a las facultades que integran el alma, a saber: el alma racional, ubicada en la cabeza y es la que gobierna a través del conocimiento; el alma irascible, se encuentra en el pecho y está gobernada por la razón, y el alma concupiscible, alojada en el estómago y está dominada por las pasiones sensibles. 4. Aristóteles: Como todos los filósofos griegos, se preocupa por el alma. Para este filósofo, el alma es la entelequia del cuerpo, actualiza y realiza la potencia de vida cuya disposición está en el cuerpo. Platón y Aristóteles, como otros filósofos griegos, afrontaron algunas de las cuestiones básicas de la psicología que aún hoy son objeto de estudio: ¿Nacen las personas con ciertas aptitudes y habilidades, y con una determinada personalidad, o se forman como consecuencia de la experiencia? ¿Cómo llega el individuo a conocer el mundo que le rodea? ¿Ciertos pensamientos son innatos o son todos adquiridos? 5. Galeno: Médico romano del siglo II D .C. postuló la teoría del alma racional, que dividió en una parte externa y otra interna. Dentro de este sistema, la primera constaba de los cinco sentidos; las funciones de la segunda eran la imaginación, el juicio, la percepción y movimiento. El alma tiene su asiento en el cerebro. 6. Descartes: Imprime un nuevo cauce a la filosofía. Estudia el conocimiento, para lo cual estudia la herramienta con que cuenta el hombre su mente, igualmente estudia las pasiones humanas y su influencia en el conocimiento. Descartes afirmaba que el cuerpo humano era como una maquinaria de relojería, pero que cada mente (o alma) era independiente y única. Mantenía que la mente tiene ciertas ideas innatas, cruciales para organizar la experiencia que los individuos tienen del mundo. 7. Los empiristas (Locke, Berkeley, Hume): Consideran las sensaciones como la piedra angular del conocimiento. El hombre percibe todas las cosas exteriores por medio de los sentidos; y de todas las actividades del alma, el hombre tiene conocimiento de ellas por un sentido interior, por reflexión. Hobbes y Locke, por su parte, resaltaron el papel de la experiencia en el conocimiento humano. Locke creía que toda la información sobre el mundo físico pasa a través de los sentidos, y que las ideas correctas pueden y deben ser referidas y verificadas con la información sensorial de la que proceden. B. Segundo periodo: (la sicología como ciencia): 1. Weber: Junto con Teodoro Fechner son los pioneros de la sicología como ciencia, y abren el camino a la ciencia sicológica que hoy conocemos. Con ellos, la sicología se hace con base en experimentos y sus datos son cuantificables. Weber estudia las relaciones que existen entre los cambios del ambiente físico y la capacidad humana para advertir dichos cambios. 2. Teodoro Fechner: Dedicó su investigación a indagar la relación existente entre los estímulos físicos y los procesos sensoriales, a la que denominó sicofísica. Con Fechner, los fenómenos sicológicos pueden ser cuantificados, y por primera vez ve la relación matemática entre lo físico y lo sicológico. 3. Wilhelm Wundt: En 1879 crea en Leipzig el primer laboratorio de sicología experimental. Mezcla los aspectos sicológicos, fisiológicos, humanistas y filosóficos. El método descubierto por Wundt es la introspección. Una persona recibía instrucciones para relatar objetivamente su experiencia consciente, durante el proceso de juzgar y captar los estímulos. La obra de Darwin (1809-1862) llega a la conclusión de que entre el hombre y el animal las diferencias son de grado, por lo que los hechos y la experiencia positiva parecen ser los medios que nos descubran el misterio del ser del hombre. ESCUELAS SICOLÓGICAS: ESTRUCTURALISTA: Fundada por el filósofo y sicólogo alemán Guillermo Wundt, con influencia del inglés Mili con las teorías de la conciencia y las ideas; ideas filosóficas que pretenden medir procesos sensoriales y los conceptos de la física sobre el atomismo de la materia. Estas influencias conllevan a la preocupación fundamental del estructuralismo: “El estudio de la estructura de los procesos mentales”, mediante la introspección, método consistente básicamente en someter a estimulaciones simples a personas previamente adiestradas, quienes debían nombrar posteriormente, en la forma más objetiva posible, la experiencia vivida en su interior. El desarrollo de esta escuela que continuada por Titchener y en especial Jean Piaget con grandes aportes a la educación en la ciencia del desarrollo humano y en la epistemología. 1. FUNCIONALISTA: De origen norteamericano, sus cofundadores - organizadores, son William James, John Dewey y F. Angell. Funcionalismo significa estudio de las actividades mentales desde el punto de vista de su función; sus características principales son: el estudio de la conducta y las experiencias totales de un individuo y un interés por las funciones implícitas en las actividades del sujeto. 2. CONDUCTISTA: Iniciada por John Watson, trata de establecer un puente entre el estudio de la conducta animal y el de la conducta humana, caracterizada por los siguientes puntos: Estar basada en hechos observables de los organismos (hombres y animales) al adaptarse a su medio ambiente, utilizando lo heredado y lo adquirido. Estudiar los estímulos que actúan sobre los organismos provocando respuestas, que son la conducta y esto es lo único realmente observable en los organismos, según Watson. El conductismo también se conoce como "behaviorismo", que significa conducta, por esto para esta corriente lo principal es predecir la conducta. Su continuador más sobresaliente es B.F Skinner, quien mediante el "análisis experimental del comportamiento" toma el aprendizaje como fundamento de toda conducta. 3. DE LA GESTALT: Iniciada por los sicólogos alemanes W. Kohler, M. Wertherimer y K. Kofka, con una nueva teoría de la percepción y del aprendizaje, según ellos el organismo no reacciona en forma aislada a un estímulo único, sino que responde como a un todo a una configuración compleja de estimulaciones. Estas configuraciones organizan las partes de un todo, en una figura - una “gestalt”. El término Gestalt proviene del alemán y fue introducido por primera vez por Christian Von Ehrenfels. No tiene una traducción única, aunque se entiende generalmente como 'forma'; sin embargo, también podría traducirse como 'figura', 'configuración', 'estructura' o 'creación'. El método de investigación es llamado "fenomenológico", mediante una observación ingenua y espontánea; Kurt Lewin continuó su desarrollo. 4. SICOANÁLISIS: Fundada por el médico neurólogo austríaco Sigmund Freud, basa su sofisticada teoría de la personalidad en tres aspectos: El topográfico: Manifiesta que la personalidad está integrada por tres instancias síquicas: el inconsciente, el pre consciente y el consciente. El dinámico: Freud establece los "mecanismos de comunicación intrapsíquica": el ello, el yo y el superyó, entendidos en general, como los responsables de la ubicación, manejo, transportación de los contenidos. El económico: Existen dos instintos como fuentes de energía para toda la actividad humana: El Eros y el Thanatos. El Eros: es el instinto sexual cuya energía es la libido. El Thanatos: es el instinto de destrucción o muerte, cuya energía es la agresividad. ESTRUCTURA DE LA PERSONALIDAD. Para Freud, la personalidad es un sistema dinámico de energías constituido por tres factores básicos: Ello, Yo y Súper Yo. Cuando el niño nace es una masa de instintos e impulsos que tienden a su inmediata satisfacción, sin ninguna conciencia de la realidad objetiva. Por ejemplo, el niño siente hambre y llora para satisfacerla, sin importar si en ese momento puede o no ser alimentado. Todas estas "pulsiones" innatas constituyen el ELLO, la parte más primitiva e inconsciente de nuestra personalidad. Poco a poco, el contacto que el niño tiene con el mundo que lo rodea (su familia) va produciendo en él la "conciencia "(darse cuenta) y una parte de ese ELLO se modifica surgiendo el YO, una parte del cual entra en contacto con la realidad exterior. Con el transcurso del tiempo, el YO adquiere algunas normas de cultura: hábitos, valores, prohibiciones, etc.; principalmente por medio de lo que aprende de los padres en los primeros años de su vida. estas normas se incorporan al niño sin que él se dé cuenta de este proceso, formándose así el SUPER YO; el cual se convierte en nuestra parte moral y censuradora, vigilante de los actos del YO (lo que hacemos) y en permanente confrontación con el ELLO. Por otro lado, el ELLO es de tipo inconsciente (específicamente subconsciente), es decir, habita en nosotros sin que nos demos cuenta, la mayor parte del tiempo y, menos aún que podamos controlarlo. De hecho, el ELLO está formado por nuestros instintos más primitivos (agresivos y sexuales) y todos nuestros deseos reprimidos. Rara vez estas fuerzas se hacen consientes en nosotros, pero algunas veces, logran franquear las barreras que el resto de nuestra personalidad le pone (SUPER YO) y aparecen en forma distorsionada (por ejemplo tengo una tendencia agresiva, pero como mi conciencia y mi moral no permiten ser agresiva, canalizo esta fuerza en un deporte violento), o bien, se manifiesta en nuestros sueños, donde aparecen nuestros deseos reprimidos, pero "disfrazados" en forma simbólica. De ahí la necesidad de interpretarlos (por ejemplo: odio a mi padre porque me castiga y sueño que derribo un árbol. El árbol puede simbolizar al padre). El ELLO se guía "principio del placer", porque es ciego frente a las reales condiciones del medio sólo busca su satisfacción y evitación del displacer. A pesar de estar oculto en las profundidades de nuestra psiquis, Freud lo consideró como el generador de la energía, es decir, el motor impulsor de nuestras acciones, ya que en el ELLO se encuentra la libido. El YO se compone de elementos conscientes (darnos cuenta de la realidad tanto objetiva como subjetiva); pre conscientes (recuerdos y aprendizajes que no son conscientes, pero que pueden llegar a serlos rápidamente); Inconscientes (el YO sé angustia frente a las demandas del ELLO o frente a la extrema censura del SUPER YO y reacciona mediante" mecanismos de defensa"). El YO es la parte más externa de nuestra personalidad y se rige por el principio de realidad, que es la verificación de la realidad objetiva (por ejemplo: el ELLO me envía la pulsión: "siento hambre"; mi YO verifica si en realidad puedo o no puedo satisfacer mi hambre en ese momento. Si no puedo, mi SUPER YO entra a censurar el mandato del ELLO). El SUPER YO que resulta de la interiorización de los valores, normas de conductas y prohibiciones familiares como: aprender a comportarse en la mesa; no comer con la mano, deberle respeto a los mayores, prohibiciones sexuales, afecto a la familia, etc. se sitúa entre el pre consciente y el subconsciente y cumple la función de censura de los deseos del ELLO y " buena conducta" del YO. Las etapas del desarrollo Psicosexual La teoría de Freud del desarrollo de la personalidad se concentra en la forma en que satisfacemos el instinto sexual en el curso de la vida. Freud llamo libido a la energía generada por el instinto sexual. A medida que maduran los bebés, su libido se centra en distintas partes sensibles del cuerpo, cada una de las cuales produce un placer. Estas etapas del desarrollo son: Etapa oral (del nacimiento a los 12 o 18 meses) La principal fuente de placer del bebé se orienta hacia las actividades de la boca, como chupar y comer. Etapa anal (de los 12 o 18 meses a los 3 años) La retención y expulsión de sus heces produce placer en el niño. La zona de gratificación es la región anal. Etapa fálica (de los 3 a los 6 años) Época del "romance familiar", el complejo de Edipo en los niños y el de Electra en las niñas. La zona de gratificación se desplaza hacia la región genital. Etapa de latencia (de los 6 años a la pubertad) Etapa de transición hacia otras más difíciles. Los jóvenes comienzan a adoptar los roles de género y desarrollan el Superyó. Pueden socializarse, desarrollan habilidades y aprenden acerca de ellos mismos y de la sociedad. Etapa genital (adolescencia y edad adulta) Los cambios fisiológicos de la pubertad realimentan la libido, energía que estimula la sexualidad. Relaciones heterosexuales y exogámicas. Es la última etapa, antes de entrar a la edad adulta. De acuerdo con Freud, si se priva a un niño del placer (o se le permite demasiada gratificación) de la parte del cuerpo que domina cierta etapa, parte de la energía sexual permanece vinculada a esa parte del cuerpo, en lugar de avanzar en la secuencia normal para dar al individuo una personalidad plenamente integrada. Esto se denomina fijación, Freud creía que esto conducía a formas inmaduras de sexualidad y a ciertos rasgos característicos de personalidad. PULSIONES DE VIDA Y PULSIÓN DE MUERTE Freud consideró que todo el comportamiento humano estaba motivado por las pulsiones, las cuales no son más que las representaciones neurológicas de las necesidades físicas. Al principio se refirió a ellas como pulsiones de vida. Estas pulsiones perpetúan en la vida del sujeto, motivándole a buscar comida y agua y en la vida de la especie, motivándole a buscar sexo. La energía motivacional de estas pulsiones de vida, que impulsa nuestro psiquismo, les llamó libido, a partir del latín significante de “yo deseo”. La experiencia clínica de Freud le llevó a considerar el sexo como una necesidad mucho más importante que otras en la dinámica de la psiquis. Somos, después de todo, criaturas sociales y el sexo es la mayor de las necesidades sociales. Pero, aunque debemos recordar que cuando Freud hablaba de sexo, hablaba de mucho más que solo el coito, la libido se ha considerado como la pulsión sexual. Más tarde en su vida, Freud empezó a creer que las pulsiones de vida no explicaban toda la historia. La libido es una cosa viviente; el principio de placer nos mantiene en constante movimiento. Y la finalidad de todo este movimiento es lograr la quietud, estar satisfecho, estar en paz, no tener más necesidades. Se podría decir que la meta de la vida, bajo este supuesto, es la muerte. Freud empezó a considerar que “debajo” o “a un lado” de las pulsiones de vida había una pulsión de muerte. Empezó a defender la idea de que cada persona tiene una necesidad inconsciente de morir. Parece una idea extraña en principio, y desde luego fue rechazada por muchos de sus estudiantes, pero creemos que tiene cierta base en la experiencia: la vida puede ser un proceso bastante doloroso y agotador. Para la gran mayoría de las personas existe más dolor que placer, algo, por cierto, que nos cuesta trabajo admitir. La muerte promete la liberación del conflicto. Freud se refirió a esto como el principio de Nirvana. Nirvana es una idea budista usualmente traducida como “Cielo”, aunque su significado literal es “soplido que agota”, como cuando la llama de una vela se apaga suavemente por un soplido. Se refiere a la no-existencia, a la nada, al vacío; lo que constituye la meta de toda vida en la filosofía budista. La evidencia cotidiana de la pulsión de muerte y su principio de nirvana está en nuestro deseo de paz, de escapar a la estimulación, en nuestra atracción por el alcohol y los narcóticos, en nuestra propensión a actividades de aislamiento, como cuando nos perdemos en un libro o una película y en nuestra apetencia por el descanso y el sueño. En ocasiones esta pulsión se representa de forma más directa como el suicidio y los deseos de suicidio. Y en otros momentos, tal y como Freud decía, en la agresión, crueldad, asesinato y destructividad.