¡Ya cállate! Estoy tratando de vender No, no tú no estás loco. Realmente hay voces en tu cabeza, voces que evitan que hagas lo que debes hacer durante una entrevista de ventas. Pueden ser voces de tus maestros, de tus padres, de tus parientes o de alguna figura de autoridad. Voces que ahora se han convertido propia voz y colectivamente se reconocen como “auto retroalimentación negativa”. “No preguntes tanto”, “te estas viendo muy mal”, “no estás listo”, “no van a confiar en ti”, “lo estas haciendo mal”, “necesitas practicar más”, “no sabes de lo que estás hablando”, y la lista continúa. A pesar de que estas voces pudieran haber sido apropiadas en algún momento (y enfatizo, pudieran haber) no son apropiadas en este momento. Y tú no tienes que escucharlas diles ¡que se callen! Haz una lista de toda la gente que, en una entrevista de ventas no te ayudan a vender, incluye a tus padres, a tus familiares, maestros, a tu esposa o esposo, supuestos amigos y colaboradores, a cualquiera cuya voz diga algo que no apoye tus esfuerzos. Mete la lista en un sobre, séllalo, y mételo hasta tras del cajón. Mejor aún, si te gusta manejar simbolismos, mete el sobre en la trituradora de papel. No lleves ninguna de estas voces a tus entrevistas de ventas y escucha a tu propia voz. Que vas a hacer El alcanzar niveles más altos de ventas, típicamente no es el resultado de una acción extraordinaria, de una nueva técnica o de nueva estrategia. Muy frecuentemente es el resultado de muchas mejoras menores que se hacen a través del tiempo: Un paso extra; un pequeño cambio; un enfoque ligeramente diferente. Para descubrir algunas mejoras menores que puedes hacer responde a las siguientes preguntas: • Si tú pudieras hacer algo para expandir tu base de clientes ¿qué harías? • Si tú pudieras hacer algo para expandir el número de productos o servicios que los clientes te compran ¿qué harías? • Si pudieras hacer algo para mejorar la relación con tus clientes ¿qué harías? • Si pudieras hacer algo para hacer mejor uso de tu tiempo y energía ¿qué harías? • Si pudieras hacer algo para mejorar tu habilidad para responder a las necesidades de tus clientes ¿qué harías? • Si pudieras hacer algo para aprovechar tus relaciones de negocios para identificar nuevas oportunidades de ventas ¿qué harías? Si tú respondes a estas preguntas vas a tener una lista de cosas que puedes hacer para alcanzar un mayor nivel de éxito. Elije una acción y empieza hoy. Cuando hayas completado la actividad elige otra. Cuando hayas completado la lista repite el proceso. La mejora continúa a través del tiempo va a generar cambios significativos. Así que ¿qué vas a hacer? No desperdicies el tiempo Establecer metas es una pérdida de tiempo Desarrollar planes de acción es una pérdida de tiempo Formular estrategias de implementación es una pérdida de tiempo Escribir afirmaciones que apoyen el logro de tus metas es una pérdida de tiempo. Todo es una pérdida de tiempo… ¡si no actúas! Establecer metas, desarrollar planes, identificar y programar actividades no son más que ejercicios intelectuales si no tomas el primer paso, y luego el siguiente, y luego el siguiente hasta que tu meta sea alcanzada. Algunas personas planean y planean pero no actúan. Otros fallan en planear, pero toman acciones y son exitosos a pesar que de alguna manera actúan desordenadamente. ¿Por qué?, porque aún a pesar de que sus acciones puedan no ser las más eficientes, ellos están haciendo algo. Y la acción aún sin planeación, vence a los planes más detalladamente desarrollados que no seguidos de ninguna acción. Así que, no desperdicies tu tiempo planeando a menos que estés comprometido a llevar a cabo las acciones. Perfección, parálisis y postergación Investigaste el mercado y calculaste la demanda potencial para tu producto. Analizaste tu producto e identificaste los aspectos distintivos y los beneficios para tus posibles clientes. Estudiaste a tus competidores y planeaste exactamente como posicionar tu producto a fin de exponer sus debilidades. Afinaste tu enfoque y tú estás preparado. Si estás tan preparado ¿por qué no estás haciendo nada? Quizás estés trabajando demasiado. Es admirable que quieras desarrollar un plan perfecto para cuando tengas que actuar. Pero las cosas no funcionan así. La perfección es el resultado de actuar no de planear. Además quien dijo que tenía que ser perfecto. Por el momento, todo lo que tienes que hacer es ser suficientemente bueno. La perfección vendrá después. El buscar la perfección te lleva a la parálisis que en consecuencia te lleva a la postergación. Mientras más trates de refinar tus llamadas de prospección o tus presentaciones, de hecho vas a encontrar más cosas que quieres cambiar, agregar o borrar. Mientras más te enfocas en eso es menos probable que lo termines, después de todo siempre podrá estar mejor. Tú búsqueda de la perfección evitará que progreses. Busca el progreso no la perfección. En algún momento la preparación debe parar y entonces debes actuar. Haz las llamadas, haz presentaciones, salir a la calle, sea lo que sea, ¡hazlo! Entonces podrás evaluar los resultados y afinar los planes si fuera necesario. Enfócate a lograr algún progreso todos los días. Comprométete por escrito a alguna actividad y registra tus resultados. Solo busca hacerlo mejor la próxima vez. Cada intento, cada acción será mejor que la anterior (aún si estás lejos de la perfección), tú estarás logrando progresar. Y si es posible lograr la perfección, el progreso constante te va a acercar tanto como sea humanamente posible.