Transformar el espacio para experimentar sensaciones Dentro y fuera: del rectángulo, al habitáculo Aquí tenemos una caja. Es un rectángulo con volumen. Imaginemos que es una habitación. ¿Qué sentiría alguien si al entrar encontrara las paredes forradas con materiales diferentes? Por ejemplo, con un pelaje suave y cálido. ¡MMMMM! ¿Estaría a gusto? ¿Calentito? ¿O el pelo le molestaría? ¿Y si lo forrásemos con piedras? ¿Notaría la frescura? ¿Estaría cómodo? ¡AY! ¿Cómo caminaría? ¡AU! ¿Y con papel de aluminio? ¡Cómo brilla, cuánta luz! ¿Cómo se sentiría? Para experimentar sensaciones diferentes, solo hay que forrar la caja con materiales de todo tipo.