41 DE HISTORIA NATURAL. cristales simples ó agrupados, pero siempre libres, y que no se implantan sobre el cieno submarino, como lo bacen sobre las rocas cristalinas. Esta es también la causa de que t e r m i nen en facetas tanto los glóbulos como los cristales aislados. De esta manera es como las materias eruptivas descompuestas bajo la acción acuosa, en presencia de la arcilla y de las concreciones ferromanganesíferas, han dado origen á los cristales de filipsita zeolítica. »De tres objeciones que pudieran presentare á la explicación dada, se hace cargo Mr. Renard, contestándolas satisfactoriamente antes de terminar su trabajo. »La primera se refiere á si las materias disueltas no se perderían, difundiéndose en la masa oceánica, y contesta que no existiendo mas que un solo movimiento general y muy lento, á la profundidad que se produce el fenómeno, se comprende con facilidad que puedan depositarse los elementos disueltos, al menos en parte, en los puntos donde son extraídos. »La segunda objeción hace referencia á la temperatura; pues oscilando el fondo del Pacífico entre 2 ó 3 sobre y bajo 0, pudiera suponerse que estas condiciones térmicas eran insuficientes para la cristalización de las zeolitas; pero contesta que hay ejemplos en que estas se han producido á temperaturas muy inferiores á las que hipotéticamente se suponían necesarias para la producción de dichas sustancias. Se fija en el excesivo estado de división y alterabilidad de los silicatos antes citados y termina diciendo, que si el agua meteórica descompone las rocas, y toda agua, en contacto con los silicatos alcalinos, da al poco tiempo reacción alcalina también, no es extraño que la del mar, cargada de sales y acompañada en este caso, de las exhalaciones acidas, efecto de las m a n i festaciones volcánicas del Pacífico, ataque y disuelva las materias minerales que penetra. o »Por i'ütimo, considerando que el gran espacio ocupado por los zeolitas, acaso pudiera parecer incompatible con la explir cación propuesta, cita varios ejemplos encaminados á desvanecer esta duda, y llega á la conclusión final de que los depósitos del Pacífico, son como una repetición en mayor escala de los fenómenos evolutivos que nos muestran las masas volcánicas bajo la influencia de los agentes aéreos. »Este es á grandes rasgos, el contenido de la luminosa me-