CONCLUSIONES El interés despertado en los últimos años por la determinación de la concentración plasmática de homocisteína, se asocia con su papel como factor de riesgo de enfermedad cardiovascular, y ha promovido el desarrollo de nuevos métodos de mayor precisión y rapidez, para asegurar resultados confiables y oportunos. Entre los métodos más utilizados para estimar la concentración de homocisteína plasmática, se encuentra el método de Araki y Sako (1987) por cromatografía líquida de alta presión. Sin embargo, se han reportado de varias modificaciones del método original por la necesidad de adaptarlo a los diferentes equipos comerciales y cubrir distintos rangos analíticos. En este trabajo se evaluaron cinco esquemas cromatográficos diferentes, uno en gradiente y cuatro isocráticos. En el esquema en gradiente, en el que se utilizaron amortiguadores de fosfatos 0.1 M, pH 6, con metanol al 5% y acetato 0.1 M, pH 4.0 con 2% de metanol, no se logró la determinación óptima de la homocisteína sérica. Por ésto se evaluaron 4 esquemas de elusión isocrática (fosfatos 0.1M, pH 6.0 con 5% de metanol, acetato 0.1 M, pH 4.0 con 2% de metanol, Fosfatos 0.1 M, pH 3.5 con 3.5 % de acetonitrilo y fosfatos 0.1 M, pH de 2.1 con 4% de acetonitrilo). Con los resultados que se obtuvieron se puede concluir que la solución reguladora de fosfatos 0.1 M, pH de 2.1 con 4% de acetonitrilo, es la que proporcionó una mejor resolución para la cuantificación de homocisteína en suero y en el estándar, además, el pH ácido (2.1) de la fase móvil aumentó del tiempo de retención aproximadamente a 4 min (mayor selectividad) y dio lugar a una mayor resolución cromatográfica. El volumen de inyección ideal para obtener un buen cromatograma fue de 20 µL, ya que con este volumen la línea base no interfirió con la determinación. Con estas condiciones el método tuvo un límite de detección (la mínima concentración de homocisteína detectable) de 1.5 µM/L, y pudo resolver entre la homocisteína y el glutatión. Además, la repetibilidad del método, estimada a través de los coeficientes de variación, fue similar a la reportada en publicaciones previas. Finalmente, en este trabajo se logró el objetivo de estandarizar un método para la cuantificación de homocisteína sérica, con base en la modificación del método original de Araki y Sako de 1987. En la tabla IV, se presenta una comparación entre ambos métodos, y se demuestra que el método modificado es confiable, rápido, altamente repetible y con buena resolución, y podrá ser utilizado en estudios posteriores en los que se requiera de la determinación de homocisteína en muestras biológicas.