El Sufismo Parte VI Por Isabel Soler Fumanal, S.R.C. Revista El Rosacruz A.M.O.R.C. Síntesis de la doctrina islámica La palabra MUSULMAN o muslimûn significa «aquellos que entregan su alma a Dios». Los principales dogmas del Islam, expuestos en El Corán, son: * La creencia en un único Dios, creador del mundo, increado El mismo, cuyos ministros son los ángeles, que se ha revelado al mundo y le ha invitado al monoteísmo por medio de sus profetas, entre los cuales se cuentan Moisés, Abraham, Jesús y, por último, Mahoma como «sello» de los anteriores. * La creencia en la vida futura, tras la Resurrección y el Juicio Final, en que los buenos serán recompensados yendo a un Paraíso de frescas sombras y arroyos de aguas claras, y los malos serán condenados a un Infierno donde tendrán que padecer torbellinos de ardiente arena y continua sed que sólo podrán apagarla con agua hirviendo. * La creencia en los Yînn, especie de demonios. En árabe preislámico, la palabra YÎNN significaba «ser imaginario que habita el desierto y que es hostil al hombre»; el Islam convirtió a los Yînn en divinidades impersonales que tienen un parentesco con Alá. Partiendo de El Corán, se ha ido formando el conjunto de dogmas del Islam, en el curso del cual han sido discutidos, admitidos o condenados, diversos artículos o azoras del sagrado texto. El culto establece cinco obligaciones, llamadas LOS CINCO PILARES: * La profesión de fe o sahada (là ilàha il.là Allàh wa Muhammad rasùl Allàh, «no hay más dios que Alá y Mahoma es su enviado»). * La oración o salàt, es decir, las cinco preces diarias y la del viernes en la mezquita, precedidas de abluciones purificatorias. Esta oración, elemento esencial del culto, es un conjunto de ritos, gestos y palabras. Al amanecer, oración de subh; al mediodía, oración de zuhr; entre las tres y las cinco de la tarde, oración de ‘asr; antes de ponerse el sol, oración de magrib; por la noche, oración de ‘isâ. La oración, se hace con el rostro vuelto hacia La Meca. * La limosna legal o impuesto religioso sobre los bienes o zakàt. Este impuesto se puede pagar en especie y generalmente, suma un décimo de los beneficios anuales; es destinado a beneficencia y al pago de los recaudadores del diezmo. * El ayuno del mes de ramadán o sawm, que consiste en una abstinencia observada durante el noveno mes del calendario musulmán lunar, en cuyos días el musulmán ayuna totalmente desde el alba a la puesta del sol. * La peregrinación a La Meca o Hâyy, que todo buen musulmán debe realizar al menos una vez en la vida; pero puede hacerse por procuración. A estas obligaciones, hay que añadir la Guerra Santa contra los infieles o Yihad, que practican algunas sectas; la abstinencia de comer carne de cerdo y de beber vino; la prohibición de los juegos de azar y de la usura. Además, en todas las circunstancias importantes de su vida, y en especial a la hora de la muerte, el musulmán debe recitar la sahàda. Como el culto no tiene liturgia, tampoco tiene ministros. Ni el almuédano (mu’addin) encargado de llamar a los fieles a la oración desde lo alto del minarete, ni el imán (imàm) que dirige las preces, ni el jàtib o predicador, son sacerdotes. El Islam no es tan sólo una religión sino que es también una ley que regula el comportamiento del musulmán en todas las circunstancias de su vida religiosa, política, social e individual. La fuente de todos sus preceptos es El Corán, pero como éste no llega a todos los aspectos que puedan presentarse, se le completa con la Tradición o sunna, la cual entra así a formar parte de la legislación o sàri’a. Los que estudian, conocen o enseñan la ley: doctores o ulemas, desempeñan las funciones de directores de conciencia o juriconsultores en la colectividad en que viven, sin llegar nunca a constituir un clero; en Irán y en la India, se les da el nombre de mullà. Los creyentes y las creyentes son amigos los unos de los otros: mandan lo establecido y prohíben lo reprobable, cumplen la plegaria, dan la limosna y obedecen a Dios y a su Enviado. A ésos Dios les tendrá misericordia. Dios es poderoso y sabio. Dios ha prometido a los creyentes y a las creyentes unos jardines por los que corren ríos. En ellos vivirán eternamente: tendrán hermosas moradas en el jardín del Edén y una mayor satisfacción de Dios. Eso es el éxito enorme. (Corán 9 72-73) Combatid en el camino de Dios a quienes os combaten, pero no seáis los agresores. Dios no ama a los agresores. ¡Matadlos donde los encontréis, expulsadlos de donde os expulsaron! La persecución de los creyentes es peor que el homicidio: no los combatáis junto a la Mezquita Sagrada hasta que os hayan combatido en ella. Si os combaten, matadlos: ésa es la recompensa de los infieles. Si dejan de atacaros ciertamente Dios será indulgente, misericordioso. Matadlos hasta que la persecución no exista y esté en su lugar la religión de Dios. Si ellos cesan en su actitud, no más hostilidad si no es contra los injustos. ¡El mes sagrado, por el mes sagrado! Las cosas sagradas son talión. A quien os ataque, atacadle de la misma manera que os haya atacado. ¡Temed a Dios y sabed que Dios está con los temerosos! Gastad en la senda de Dios, y no os precipitéis con vuestras manos hacia el aniquilamiento. Haced el bien: Dios ama a los benefactores. Cumplid la peregrinación y la visita en honor de Dios. Si estuvieseis impedidos, eximios por la ofrenda que os sea asequible, una oveja. No os rasuréis la cabeza hasta que llegue la ofrenda a su lugar de inmolación. Quien de vosotros estuviese enfermo o tuviese un mal en la cabeza, pues realizará su rescate mediante ayuno, limosna o sacrificio ritual. Cuando estéis seguros, cualquiera que haga uso de la visita hasta la peregrinación pues sacrifique la ofrenda que le sea asequible. Quien no tenga, haga ayuno de tres días en la peregrinación, y de siete cuando regrese, eso es, diez días completos. Esto sirve para quien no tiene su familia presente en la Mezquita Sagrada. ¡Temed a Dios y sabed que Dios es severo en los castigos! La peregrinación tiene lugar en meses determinados. Quien se imponga la peregrinación, no galanteará, ni pecará, ni discutirá en la peregrinación. El bien que hagáis, Dios lo sabrá. ¡Tomad un viático! Ciertamente el mejor viático es la piedad. Temedme, ¡oh dotados de entendimiento! No cometáis pecado al desear un favor de vuestro Señor. Cuando os revolvéis desde Arafa, invocad a Dios en el Masar Santo. Invocadle porque os guió, pues antes estabais entre los extraviados. Luego volveos por donde se vuelve la gente y pedid perdón a Dios. Dios es indulgente, misericordioso. Cuando cumpláis vuestros ritos, recordad a Dios como recordáis a vuestros padres, o con más fuerte recuerdo. Entre los hombres hay quienes dicen: « ¡Señor nuestro! ¡Dadnos en esta vida!» Pero no tendrán parte en la última. Entre ellos hay quienes dicen: « ¡Señor nuestro! ¡Danos en esta vida bien y en la última bien y presérvanos del tormento del fuego!» Esos, tendrán una parte de lo que adquirieron. Dios es rápido en la cuenta. Invocad a Dios en los días contados. Quien se adelanta en dos días saliendo de Mina, no comete pecado. Quien se retrasa, no comete pecado. Esto es para quien es piadoso. ¡Temed a Dios y sabed que vosotros os reuniréis ante El! (Corán 2 186-199) Llamada a la oración. La llamada a la oración o Adzan es el inicio de la plegaria que se realiza los viernes en las mezquitas. El Almuédano canta: Allahu Akbar. Allahu Akbar. Ash’hadi Alla ilaha’illa’llah. Ash’hadi Anna Muhammad Rasul’ullah. Haii’ala’ssalat. Haii’ala’ssalat. Haii’alal-Falah. Allahu Akbar. Allahu Akbar. La’ilaha illa’llah. Dios es el más grande. Dios es el más grande. Declaro que no hay dios sino Dios. Declaro que Mahoma es el mensajero de Dios. Venid a la oración. Venid a la oración. Venid a la felicidad, al éxito. Dios es el más grande. Dios es el más grande. No hay dios sino Dios. El que oye, repite lo que dice el Almuédano, modificando el final: Allahu Akbar. Allahu Akbar. Ash’hadi Alla ilaha’illa’llah. Ash’hadi Anna Muhammad Rasul’ullah. Haii’ala’ssalat, Haii’alla’ssalat. La Hawla wa la qata illa billah. Dios es el más grande. Dios es el más grande. Declaro que no hay dios sino Dios. Declaro que Mahoma es el mensajero de Dios. Venid a la oración. Venid a la oración. No hay poder ni fuerza sino de Dios. Los nombres de Dios A cada cualidad divina corresponde un nombre (Ism), pero las cualidades son una variedad inagotable, por eso, los nombre de Dios son inagotables. Pero hay que distinguir entre NOMBRES DE LA ESENCIA y NOMBRES CALIFICATIVOS. La mayoría de ellos, son revelados en El Corán. 01 Arrahmân.......Graciabilísimo 02 Arrakîm..........Misericordioso 03 Almalik...........Soberano 04 Alquddûs........Santísimo ........................................... 93 Annûr.............Alumbrador 94 Alhadi............Guía 95 Albadi’u..........Hacedor 96 Albaqi.............Sempiterno 97 Aluariz............Heredero 98 Arraxid...........Director 99 Assabur...........Omnipaciente (Continuará)