RESPUESTAS AL CUESTIONARIO QUE SOBRE TEMAS AGRARIOS Y POLÍTICOS PRESENTO TELE-EUROPA, LA MIRA, MICH, 26 DE NOVIEMBRE DE 1966 —Durante su período coma presidente de México la reforma agraria —el sistema ejidal— comenzó realmente a avanzar. ¿Fue usted el que realizó la mayor parte del programa de distribución? ¿Por qué se retrasó tantos años después de la Revolución? —No fue precisamente en mi período presidencial que haya comenzado a avanzar "el sistema ejidal". Durante lo que va corriendo del régimen de la Revolución, cada administración ha puesto atención al problema, según las circunstancias, apoyándose en el Código Agrario en vigor. Durante el período 1934-1940 se contó con el primer plan sexenal, formulado por los directivos del Partido Nacional Revolucionario, que señaló lo que debía hacerse en materia agraria, cuyo programa tratamos de cumplir intensificando el reparto de las tierras, unas veces sin planeación, obligados por la lucha violenta entre hacendados latifundistas y campesinos, y en varios casos en áreas importantes sí fueron planeadas y puestas en ejecución las resoluciones dotatorias. —¿Cree usted que la reforma agraria se ha desarrollado correctamente? —Son indiscutibles los beneficios de la reforma agraria. Aparte de haber logrado que el ingreso generado en el campo alcance a núcleos importantes de población, ha sentado las bases para la transformación de la economía del país en varias regiones, donde la reforma agraria se ha llevado a cabo no sólo mediante el reparto de la tierra, sino complementándolo con el crédito, asistencia técnica, diversificando su agricultura e introduciendo, principalmente, cultivos remunerativos. —Algunos observadores piensan que los resultados económicos de la reforma agraria han sido menos significativos que los sociales y que una reforma, a la reforma agraria se hace necesaria. ¿Piensa usted que esto es correcto? —Ciertamente, falta una buena parte del camino por recorrer: no son suficientes | todavía los recursos que se destinan a la transformación del medio rural. El crédito J alcanza a un sector reducido de los productores agrícolas, el crédito privado poco contribuye a las actividades rurales; se requiere también en forma amplia fomentar que los ejidatarios adopten formas de organización que den mayor eficiencia a su trabajo, como la organización de cooperativas de productores, de cooperativas para la obtención de crédito y para comerciar o industrializar sus productos del campo. Maniobras diversas han hecho que en algunas regiones de las más productivas se reconstituya el latifundio, generalmente encubierto por argucias legales, pero bien identificado por los grupos campesinos de cada zona agrícola, y es indispensable que el latifundio, tanto el que ha subsistido del pasado como el constituido recientemente se afecten para dotaciones o ampliaciones ejidales. Al mismo tiempo que se erradica el latifundio, es importante tener presente la necesidad, para la economía del país y para el mejoramiento de los campesinos, de integrar o mantener cuando así convenga, las unidades económicas de producción, protegiéndolas con al otorgamiento de créditos, con la tecnificación de sus actividades y sobre todo, promoviendo su más adecuada organización para que puedan cumplir con la finalidad de incrementar la producción que el país demanda. La presente administración ha demostrado mayor interés por llevar adelante la reforma agraria. Sin embargo, es indispensable modificar algunos ordenamientos legales que no contribuyen a la realización de la reforma agraria, como las modificaciones introducidas al artículo 27 de la Constitución en diciembre de 1946. —En teoría México es una democracia con varios partidos. ¿En la realidad la política es dominada por un sólo partido? —En la actualidad existen distintos partidos con ideologías diferentes que tienen representación ante las cámaras y autoridades en varios estados de la República. A medida que la ciudadanía del país se organice mejor habrá una lucha cívica más democrática. Y para que el partido de la Revolución logre en el futuro dominar a los partidos contrarios, le será indispensable una nueva estructura que sea estímulo para las juventudes de hoy, tanto las de la ciudad como las rurales, estructura que cuente con un programa social que deberán cumplir los candidatos que lleguen a los puestos de elección popular. —Cuando usted llegó a la presidencia pidió a su predecesor, el general Calles, que saliera del país para, proteger a la presidencia contra presiones indebidas. ¿Es aún posible que se ejerza una presión semejante? —Expresan ustedes que durante el gobierno que presidí se tomaron medidas "para proteger a la presidencia contra presiones indebidas". Y preguntan ustedes mismos si "es aún posible que se ejerza una presión semejante". La administración de 1934-1940 tuvo problemas que pudieron resolverse con el apoyo del pueblo. En la actualidad las condiciones del país son diferentes: no se tienen las dificultades de aquellos años, ni existen caudillajes que causen problemas. El país registra hoy avances importantes en su organización cívica y por lo tanto, no hay lugar a presiones políticas personales en contra del gobierno constituido. El pueblo de México es noble por naturaleza y se preocupa por elevar sus condiciones culturales y económicas, aprovechando sus grandes recursos naturales. Esto representa la posibilidad de un rápido desarrollo integral de nuestro país, a pesar de las fuertes presiones que se oponen a ello y que representan sectores conservadores del propio país, coludidos con los extranjeros que les son afines. Integral, en forma que el desarrollo beneficie a la clase trabajadora, a los campesinos y obreros y que la riqueza pública y privada se distribuya debidamente con justicia.