Día 18 de 30 Días “El Camino hacia la Simplicidad” Ahora nos centraremos en cómo el estrés trabajar con usted. Después de los últimos días concentrados en el estrés, creo que puede tener una idea de cómo la ansiedad formo parte mi vida diaria. Todos pasamos por pruebas muy duras. Este es el alimento para nuestra fe. El problema surge cuando permitimos que el estrés nos alcance y nos envuelva. Además, podemos encontrarnos abrumados cuando no colaboramos en los momentos difíciles de nuestras vidas con el Espíritu Santo. Al cargar nuestras cargas en carne propia, permitimos que las tensiones de esas cargas a tengan un efecto adverso en nuestros órganos. Luego está este escenario increíble en la que Pablo habla acerca de Romanos 7:15: “Realmente no me entiendo a mí mismo, porque quiero hacer lo que es correcto pero no lo hago. En cambio, hago lo que odio”. (NTV). En otras palabras, las cosas que más odio, cosas veo como perjudicial para mi vida, empiezo a experimentarlas y terminan siendo parte mía. Romper el ciclo del pecado, la carnalidad, el dolor, el sufrimiento e incluso la justicia propia no es siempre la cosa más fácil de lograr. No hay que olvidar que por medio del Espíritu hay una vía de escape! 1ra. de Corintios 10:13 dice: "Las tentaciones que enfrentan en su vida no son distintas de las que otros atraviesan. Y Dios es fiel; no permitirá que la tentación sea mayor de lo que puedan soportar. Cuando sean tentados, él les mostrará una salida, para que puedan resistir”. ¿Cómo escapar de un pasado lleno de traumas y restaurar la fe de un niño que perdimos en el camino? Creo que esta es la pregunta clave a alguien que piensa en dejar una vida de ansiedad y cruzar hacia una vida de fe. En los últimos días, ya hemos discutido problema de la ansiedad de Marta. Sin embargo, Martha no fue el único personaje en la Biblia que atravesó problemas o que cometió errores y tuvo que ser corregida (o). Todas las personas que usted encuentra registrados (as) en el "Capítulo de la Fe" Hebreos 11, vivieron en tiempos difíciles y experimentaron circunstancias estresantes y se resistieron a ser consumidos por la ansiedad. Sara y Abraham estaban impacientes por su futuro. El siervo de Eliseo, Giezi, tenía un problema de ansiedad al parecer vinculado con el dinero. Jeremías parecía tener un problema terrible de ansiedad y tuvo que ser enfrentado por el Señor en más de una ocasión, en un intento para tratar sus emociones. Podría seguir y seguir con un análisis con cada personaje de los principales ejemplos bíblicos, pero tenga en cuenta que estos y muchos otros encontraron el camino para escapar y ejercer su fe y entrar en una paz y descanso que sobre pasa todo entendimiento.