02-sup.qxd 2 16/06/06 06:29 p.m. Page 1 La Plata, sábado 17 de junio de 2006 Cultura SEMBLANZA DE UNA PIONERA Margaret Bourke-White: la primera reportera gráfica de la historia Ser corresponsal de guerra y reportera gráfica es algo que hoy tal vez no asombre a nadie. Pero -como en todo- debió existir una pionera que tomara el difícil trabajo de demostrar que ser mujer no es óbice para ser una buena profesional. Fundadora de Life, Margaret fue esa mujer Sentado frente a una rueca, el Mahatma Gandhi lee un libro. Su calva ilustre brilla. Es la última imagen con vida del líder. Fue tomada horas antes de ser asesinado. Margaret Bourke-White sacó la foto. *** Cierre (o, de un modo más optimista, liberación) del campo de concentración de Buchenwald en Alemania. Asustados y cadavéricos, atestados en cuchetas, los hombres miran a la cámara. Margaret Bourke-White aprieta el obturador. *** ¿Quién es Margaret Bourke-White? La primera reportera gráfica de la historia, que dijo: “Creo que la verdad absoluta es esencial, y obtenerla puede demandar una búsqueda de horas y horas”. Perfeccionista al extremo, Margaret fue una adelantada a su época. No sólo porque ejerció su oficio en un medio predominantemente masculino sino porque vivió según sus propios parámetros y convicciones. saben: profusión de sensiblería y romanticismo ingenuo). Cual Dickens en Tiempos difíciles, Margaret se subyugaba por la belleza de la industria pero, también como Dickens, sabía el costo humano que la grandiosidad mecánica suele conllevar. El epígrafe de una de sus fotos -de la industria automotriz- apuntaba: Mientras las máquinas han hecho grandes progresos, los trabajadores pueden estar mal pagos. Las fotos del acero despertaron el interés de Henry Luce. El editor la contrató primero para la revista Fortune. Y Margaret fue una de las fundadoras de la prestigiosa revista Life. La portada del primer número fue una represa en construcción en Montana. Muros enormes y dos pequeñas figuritas al fondo: los hombres que la construyeron. Almenas de fortaleza medieval para la represa de Fort Peck Margaret ejerció su oficio en un medio predominantemente masculino Corresponsal de guerra Belleza industrial Margaret nació en el Bronx. Su padre era un naturalista, ingeniero, inventor y fotógrafo aficionado. Su madre estaba encargada de la publicación de revistas para ciegos. Rodeada de imágenes, de chica jugaba a sacar fotos con una caja de cigarros. Intentó ser bióloga, pero las imágenes la capturaron. Margaret empezó su carrera como fotógrafa industrial en Cleveland, Ohio. Trabajaba para la compañía Otis Steel Company (sí, los de los ascensores). Era 1927 y Margaret (de apenas 23 años) tenía en su haber un matrimonio breve que culminó en divorcio y un imaginario alejado de lo que se consideraba (y se considera) femenino (ya Durante la Segunda Guerra Mundial, fue la única reportera que estuvo en el frente de combate Lo que el bombardeo dejó. Parte de su trabajo realizado durante la Segunda Guerra Nunca tuvo hijos. Siguiendo el lugar común, su profesión fue su única devoción. Es que para ella no había “ningún tema pequeño”. Sus fotos marcaron una época y el espíritu de Life. Junto a su esposo, el novelista Erskine Caldwell, hizo la serie de reportajes Han visto sus rostros, sobre la pobreza del sur estadounidense. Llegó la guerra y Margaret se fue al frente. Estuvo en Moscú antes de los bombardeos alemanes, fotografió a a Stalin, fue torpedeada en el Mediterráneo, y fue la primera reportera de Occidente a la que se le permitió viajar a la Unión Soviética a sacar fotos tras la revolución. En buen criollo, Margaret realmente se la bancaba. Después, qué importa del después, se enfermó de Parkinson: ya no pudo trabajar. Perduran sus imágenes. Enhorabuena. G.S.