/no Jt. MADRID NVM. 705 MARTES fciii 7 DE MARZO DE 19»» ' . . . I T»da la eomapondmda piscRipaoNsa III I I I — dtb» dlrlgüii» ai Director de La littertacf Jpmrtado d» Como» 981 IBMIMSTRAClirÍACBAMBiTI. I 2 5 EIEVUSB 1 , 7 5 PESEIU «os anuncios ae i-ecibeu en nuestras oflctnea, á^ diez de la mañana a diez de la noche, y a partir de esta hora, hasta lá madragada, en la imprenta. Factor, 7 jUI UBBRTAD MSal» • mu tectorps y uraaolaotM ^ s p * M «I fwiMIe* d« 0táa gr^odeB tiradas 11 Número suelto, 1 0 céntimos B tffBRA DEL DERECHO. niega graciosamente a las provincias don Antonio Maura, las garantías seguirían suspendidas en aquellas capitales, como, por ejemplo, Barcelona, donde se halla la inmensa mayoría de los presos gubernativos. E s decir, que se procedería a restituir la libertad a los presos allí donde no los hubiere y a abrir las puertas de la Bastilla en las ciudades donde no existiera... j A h , n o ! . . . Mientras en algún caso, aunque fuera en uno solo, se reserve el Gobierno la facultad arbitraria de encerrar en una celda durante meses y años a quien tenga por conveniente, subsiste el principio del despotismo, con todo lo que tiene de anacrónico, vejatorio e inhumano. Ministros que lo acepten, llámense conservadores o liberales, no corresponden a esta etapa de la civilización política. En un régimen constitucional aparecen como supervivientes de la prehistoria. Hasta es absurdo que lleguen a la Cámara en automóvil 3' se sien'' n en el banco azul de la responsabilidad parlamentaria hombres que deDieran estar recluidos en un gabinete Luis XV, entre los tapices, los bronces y las porcelanas, firmando con mano temolona y pluma de ave aquellas odiosas cartas selladas que habían de provocar más tarde el triunfo de la Revolución francesa y la consagración de los Derechos del Homb r e : «Haced detener y encerrar en la prisión al Sr. N . . . , que vive en X...» La carta sellada La Redacdón de LA LIBERTAD está formada por Luis de Oteyza, Director; Antonio de Lezama, Redactor-jefe; Alejo García Gúngora, Secretario; Joaquín Aznat, Augusto Barcia, Carlos Bonet, Ezequiel Endériz, Teresa de Escoriaza, Narciso Fernández Boixader, Hdiodoro Femáadez Evangelista, Víctor Gabirondo, Ricardo Hernández del Pozo, Francisco Hernández Mir, Rafael Hernández Ramírez, Manuel Machado, Ricardo Marín, Maximiliano Miñón, Eduardo Ortega y Gasset, Manuel Ortiz de Pinedo, P^dro de Répide, Luis Salado, Alfonso Sánchez, Luis de Tapia, Antonio de la Villa, Antonio Zozaya y Luis de Zuiueta U n pliego de papel amarillento, en cu^os bordes barbados quedan acaso todavía as huellas del antiguo sello de los reyes ne Francia... En la carilla exterior se lee ^ t e sobrescrito: «Al capitán de la gendarInería». P o r el lado interno, los trazos co^ .brizos de la tinta, ya descolorida, muestran, en lengua francesa, el siguiente texfe>; «Haced detener y encerrar en la prisión al Sr. N . . . , que vive en X...» Y va firmado: «El procurador del rey». , H e ahí una ccirta, cicada ya por Pajjl iLouis Courier, que reaparece ahora ante liuestros ojos como una vértebra fósil de Slodo un organismo político antediluviano. SUn Jofge Cuvier de la sociología podría poy, a imitación del naturalista célebre, reconstituir con este solo documento el organismo entero, el antiguo régimen, aquel tégimen del pnider arbitrario, el régimen '¡Estudiante, que estudias. Ide las cartas selladas—las famosas «iettres Filosofía, He cachet», portadoras de una orden de dime: ¿por qué me huelts, a sacristía?..i Encarcelamiento o deportación—, enterrado pace más de ciento treinta años bajo los ^Estudiante, que TiQy vagas¿ p c o m b r o s de la Bastilla. tomando el aura, ] «Haced detener y encerrar en la priñime: ¿por qué eres siervo, W n . . . » Precisamente, para que una orden de Antonio MaurVí?, ' sí, no sólo no se diese, sino que no se LUIS DE ZüLUETA udiera dar, se hizo en Francia la más '¡Estudiante egoísta^ —'©Z©/®/®/sin ideario, leraorable revolución de toda la Histodime: ¿por qué te has vueltet iá, la que, por excelencia y antonomasia, reaccionario? le llama a secas «la Revolución». Justaknente, para que una orden en esa forma y Bombas y tiroteo de fusil ¿Por qué tan neo ttet pie tal naturaleza no se ejecutase ni se pu- Belfast, 6.—La explosión de diversas bomy tan cucala?... Hiera ejecutar, fueron derruidos los torreo- bas en distintos puntos de la ciudad ha cau¿Tanto te gusta Cierva?..^^ c s d e la Bastilla, la prisión de Estado, sado otros tres heridos. ¿Tanto, Zabala?,.,. ínicamente para que una carta como ésta Los grupos han atacado a las fuerzas de lio se escribiese ni se pudiera escribir ni policía, siendo rechazad ,s y resultando heriJ J D « veras te entusiasmatí p o r el procurador del rey ni por el mJnis- dos dos agentes. las fiestas neos, Durante el tiroteo resultó herido de bala |tro o el 'gobernador del rey, los pueblos de curas y beatas Europa, y con ellos este pobre pueblo de un individuo que viajaba en tranvía, sin parbastante feasZ tid par en la lucha. España, derramaron a torrentes su sangre En distintos barrios el fueg^o de fusil ha durante más de medio siglo de barricadas ¿No ves que en los amores, sido casi continuo, teniéndose noticia de un f de guerras civiles. y en la Verdad muerto y quince heridos. < Esa carta, ün par de líneas, señala la es siempre imprescindible. En Limerick, Í^OO soldados que Uegaroa en f^ran divisoria de las agu.as. Del lado de la Libertad? •automóviiles blindados han efectuado un óii« M está «rancien régime<>, el régimen dis- nucioso regiistro en los principales hoteles. frecional, despótico, en el que tel subdito '¿No ves que si obedeces --a/a/s/©*büede ser preso e indefinyamente retenido a este Silió, «tJ- una cárcel, no por los jueces y magisfas a ser luego un cuervo, como Cambó?... trados, sino por las autoridades gíibernatiLa huida de Zanella Eas; no con garantías legales de defensa y Roma, 6.—Los Sres, Zandía y Bellassich '¡Si el hombre que esperamos e publicidad, sino con procedimientos se- embarcaron eo Fiume, a bordo de un torpevas a ser tú, Íretos e irregulares ; no por delitos cometi- dero que rarpó con rumbo desconocido. tas hemos divertido/ os, sino por razones de Estado. Del lado Según «La Época», el Comité de defensa por Bclcehú! jtíe acá está el nuevo régimen, la Constitu- nacional fiumés ha publicado, un Manifiesto ción, los derechos del hombre, la actual ci- en el que proclama la anexión de Fiume a LUIS DE TAPT4 krifización poifti(;a. Gobernantes que se Italia. ' El diario «II Mondo» estima el total de los ftvengan a suscribir o a dar de palabra esta f)rden : «Haced detener y encerrar en la heridos durante los recientes combaten en prisión al Sr. N...», no son liberales ni I unos cuarenta, de los cuales cinco graves. Ei ministro de Negocios Extranjeros, seConservadores, sino que se hallan sencillañor Schanzer, interrogado por un redactor mente excluidos del campo común del De¿Dimitirá Lloyd George?"¿Habrá nuerecho y no pertenecen a la civilización con- del mismo diario, ha manifestado que basta vas elecciones legislativas? ahora no se había recibido en la consulta temporánea. Son esfKíctros desenterrados ninguna protesta del Gobierno yugoeslavo reLondres, 6.—^Lloyd George regresó a esta Üe otra época de la Historia. latiAia al asunto de Fiume, añadieaido que el capital ayer tarde de la finca de Chequers, • «¡ Haced detener y encerrar en la pri- Gobierno italiano, con el fin de restablecer el celebrando inmediatamente después una consión...!» Sin más procesamiento, juicio ni orden y la seguridad en Fiume, ha en\'üado ferencia con Birkenhead y Churchil. (sentencia que este mandato de cualquier a dicha ciudad al comendador SastellL Más tarde cenó con Gurzon, R. Home, Barkenhead y Chamberlain, quienes insis'tíe|3refecto de Policía, centenares de compaLa actitud de D'Annunzio triotas nuestros, de hombres del siglo X X , Roma, 6.—Telegrafían de Fiume que Ga- ron cerca del primer ministro en la neceásufren, desde hace meses y aun años, tras briel D'Annunzio ha enviado telegramas al dad de que éste continúe en el Poder. En esta nueva reunión no se adoptaron de(de las Tejas de nuestras prisiones de Esta- director del diario «Vedetta Italiana» y a los tíiQ. No se les acusa do ningún delito; no diputados Giuratti y Giunta manifestándoles cisiones acerca de este asunto. Para hoy está convocado un Consejo de ise les lleva ante ningún tribunal. Están en su adhesión al movimiento actual. ministros al que se atribuye importancia. Renace la tranquilidad Sus celdas, como Voltaire estuvo en la BasTelegrafían de Birkenhead (condado de tilla, por un «Haced detener...», fundado Fiumx!, 6.—Se ha restablecido por comple- Cbester), que el secretario del Sindicato de ien el juicio particular de un funcionario to la tranquilidad. ferropviarios, Sr. Thomas, ha pronunciado un gubernativo que invoca ideas políticas b A pesar de ello continúan las precauciones. discurso, en el cual, y haciendo alusión a la BonVeniencias sociales. Hoy, para vergüenactual crisis política, ha declarado que espcr t a nuestra, en cada una de las grandes ciuraba -qtie el resultado de ésta sea, no la didades españolas está en pie la Bastilla. misión de Lloyd George, sino la convocatoria Sanlúcar, 6.—^En d inmediato pueblo de Inmediata de nuevas elecciones legislativas. Dice el presidente del Consejo de minisLloyd George se resigna y seguirá íros que no es posible gobernar de otra Cliipiona ha ooumido un trágico suceso ayer tarde. en el Poder manera. En vano le demostró en el ConDisfrazados, recorría» las principales calles greso Melquíades Alvarez, con d^ialéctjca do la poblacióin Diego Porras _ Rodríguez y Londres, 6.—-Lloyd George, cediendo ante urefutable y con vigorosa elocuencia, que Manuel Sánchez Rodríguez, quienes se acer- las apremiantes demandas de sus colegas del ese criterio es el criterio del absolutismo caron a Maniud San José González, que se Gobierno, ha acordado seguir en d Poder. Esa deci&ión de Lloyd George se ha sabido del siglo X V H I , y que un hombre que lo paseaba con su novia. esta tarde a última hora en los pasillos de leGende y encarna no puede ser ministro Mediaron entre las máiscaras y Manud San Je una Monarquía constitucional. A pesar José brevísimas palabras, y éste dio a Porras la Cámara de los Comunes. -^@/©/®/3> áe todo, se obstina en mantener secuestra- una tremienida puñú'a'ia. que le atravesó el da la Constitución' hasta que le ofrezcan oorazófi tn rescate unas buenas leyes represivas, coMaraud Sánabez trató de evitar la agresión mo las que afirma que existen en otros contra su amigo, y sufrió heridas gra\Tes en países, aunque no haya modo de hacerle la región epigásítrica. txplicar qué países son éstos ni en qué El agresor fué detenido. i n s i s t e n aquellos leyes. jComo s i h u b i e r á El suceso ha causado gran impresión, pues •n el mundo civilizado legislación alguna los tres protagonistas eran personas conocille autorizara nada semejante a la enórmi- dísimas. No hay tales misterios Los tres ti-aien vteinibe años de edad. ad que el Gobierno comete reteniendo en Desde hace algunos días se venía hablande Parece que el motivo de la agresión son la íiircel por tiempo ilimitado a ciudadade que Lucía Joaquina había recibido en su nos inocentes, contra los que no se sigue antiguos resentimientos de familia. La Guardia civil puso a salvo de las iras prisión un giro de 30 pesetas, impuesto por ningún proceso o que han sido ya librepopularen aj agresor, qme ha ingresado en un tal Gracia, y de que Nlcolau pidió que le mente absueltos. por los tribunales de jussirviesen la comida de una taberna que hay la cárcd convicto -^ confeso. ticia I frente a la cárcd, diciendo: H a y quien pretende que todo podía «No tengo dinero; pero que no se apuren, que alguien lo abonará.» irreglarse levantando la suspensión de gaEn torno de estos dos hechos, el primero rantías en una parte del territorio español NápolcR, 6.^—El Vesubio ha entrado de nuey dejando la otra parte fuera del régimen vo en erupc-ión. La actividad dd volcán cr.í-! exacto y d segundo falso, se formó una leconstitucional. Claro está que con seme- pezó con íigieras sacudidas terrestnjs, segui- yenda de, gentes que proteg'ían a los dos clcjante acomodo, que convierte la Constitu- das de ía aparición de un cono eruptivo de tenidos, y se decía que la Policía practicaba I g:ct!itiopr!<; acerca de. ese jíisunto. ción del Estado en un don que otorga o Uiía altura de cerca de sesenta metroa>. Lo ocurrido fué lo sirvientes Coplas del día Dime La cuestión de Irlanda Í La revolución en Fiume La crisis política en Inglaterra MASCARADA TRÁGICA S^lún antigua costumbre en todos 1<» penales, cuando inglesa un individuo perteneciente a alguna Sodedad o Sindicato, se hace una colecta para facilitarles medios económicos, oon d fin de que pueda llevar más gratamente la rechisión. Al ingresar Luis Nicoía,u en a cárcel se unieron varios reclusos que se hallan detenidos por ouesitiones soolales e hicieron uijia suscripción, recaudando 105 pesetas, de las cuales entregaron 75 a Nioolau y las 30 restantes se las giraron al director de la cárcel de mujeres para que se las entregara a Lucia, dando cuenta de dicho giro al referido director por una canta firmada por un recluso de la Cárod Moddo, en cuya carta explica-; ban el origen dteJ dinero; por lo tanto, ni hay misterio ni se trata de un caso extraordinario. Viajaron muchos CasaneQas «La Epooa» de anoobs recoge una informadón en la que afirma que Nícolau no quiso refugiarse en Rusia porque estaba seguro de que, aun en el caso de ser detenido, el Gobierno alemán no concederla su extradición. También dice qoie la estancia de Casandla en ASemania fué bastanit* azarosa, jjopque diversos individuos se hicieron pasar por Casanelia para viajar gracuitaimente y disfrutar de otras ventajas oon que la organización comunista brindaba al anarquista español. Casandla pudo, al fin, atravesar la frontera rusa oon anterioridad de tros a dnco días a la aetencuión de Nicoiau. La protesta de los comunistas y socialistas alemanes Berlín, 6.—^En la Cámara de Diputados de Pruisia, los corministas y socialistas ind^>endientes censuraron la extradidón de NiooJau y de su esposa, y preseotaron á^s proposicáoise®. La de los comiunistas exige que se dé por anulada la extradioión, y la de los socialistas independientes invita.al Gobierno a que prohiba a los funcionarios que realizaron la detención de Nücolau y su esposa acepten la recompensa prometida por d Gobierno espan<ju <i 1,'UiCii laciiiiase esa cetendón. El ministro dd Interior dedara que esa extradición fué acordada por el Gobierno del Imperio, y que d Gobierno prusiano se limitó a conformarse oon la decisión tomada. -'%/l/®/%^ La Conferencia de Genova SISTEMAS lina erupción del Vesubio ENSEÑANZA Edison y Lagartijo Cuando, hace ya treinta años, estudiaba yo Derecho, 'había un profesor, el de Romano, a quien temíamos d e lumbre. Dominaba la asignatura. A d e r n ^ cumplía escrupuloí^mente su deber. Ni un solo día faltó a clase. Como era el único que nos hacía trabajar, habríamos dado cualquier cosa por perderle de v i s t a ; y él, que se lo tenf* bien sabido, nos tomfoba el pelo 00a una gracia fina que para sí quisieran muchos profesionales del saínete. Cierta mañajia comenzaba asi su explicación : Señores: Y o me marcho. (Silentium.) Graves ob!ig|aciones reclaman mi presencia en otra parte. (Rumun^gantitim.) Mi ausencia será larga. (Strideintium.) Diirante ella, un buen amigo mío se encargará <de todos mis asuntos. (Vocáferatio amentium.)... Esto es, señores, lo que « I el dereciio del emperador se llaiírfoba contrato de mandato. (Aquí-.. ¡ L a «destroncación!, Sociedad de baile, oomp decitt mi compañero de al lado.) Junto a este hombre instruido y justPciero, siempre dispuesto a tatizar, a>n razón, cada suspenso q u e partíarel alma, bullía una turbamulta de profesorcetes benévolos y itoleraintes, eso sí, pero que, en cuanto a ilustración y capacidad, p a r e g d » recién llegados de las ciudades lacustres. A uno le llamábamos «el bello íirio», porque, en Estética, no tenía otro ejemplo paira probar todas lías cosas; otro, que debía explicar Historia de España, se pasa.> ba la existencia hablando de Danton y llsfcmando a Felipe II <(er tigre del Ezcoriá»; otro decía que Derecho natural era «el que Dios enseñó a todos ICKS animales»; y nosotros a ñ a d í a m o s : «Es verdad. ¡ H a s ta a los más animales»!; otro agrupa^Mi alfabéticamente '^n esta formia los prodiMStos sujetos al devengo arancelario: azocar, arroz, <(harina»; otro d ^ n i a la I«éra de cambio a s í : «Es ffüa letrja que se cambia» ; otro afirmaba, sin venir a cuento, que el budhismo estaba «copiado» del catolicismo; otro aseguraba que toda autoridad proviene de JDíos, ^aunque sea la de un guardia civil; otro consideraba reo de dolo na! que se aprovecha de la ignorancia del prójimo para causarle algún mal»» oon lo que dio lugar a que un gujasón le replicara que el profesor era reo de dolo cuando, aprovechándose de la ignorancia del a l / m n o , ¡e causaba el mal de suspenderle ; otro exigía al pie de la letra Jaquelias admirables explicaciones de un célebre tratado dé Derecho civil, donde se dice que el matrim.onio fué establecido como institución divina «a fin de que el hombre no hiciese mal uso del medio qu« Dios puso en su mano para la conser\iB.ción de la especie», etc., etc. Preparativos París, 6.—El Sr. Sohanzer ha solicitado d aplazamiento hasta d día ai de la ooníversación de ministros de Negocios Ebttranjeros, que debe celebra rse en esta capital para tratar dd problema de Oriente. Según d «Matin», han terminado ya los trabajos de los técniqos franceses encargados de los preparativos para la Conferencia de Genova, faltando únicamente La aprobación minigterial. Un pedido de Trotsky Londres, 6.—Según el «Daily Express», Trotsky ha declarado en un reciente discunso que estimaba necesario dcctuar un pedido de material de giuerra por valor de 1.600.000 libras esterlinas, antes de la cdebracióa de la Conferencia de Géna%'a. Peano se va a Paris Esto era un Claustro universitario. Roma, 6.—E! ministro dd Tesoro, sefior De nuestro estado cultural excuso HaPeano, ha marahado a París con d fin de asistir a la conferencia que celebrarán en di- blar. cha capital ¡os ministros de Hacienda de las Vale más indicairle por analogía, cxjn la potencias aliadas. moralerja de una,anécdota. . —^®/g/%/@, Dicen que en el seminario de Palencis se estaban haciendo, también entonces, ciertos trabajos de albañilería, por lo cual Sevilla, 6.—En la fábrica de espoletas de entraban, desde la calle hastja el extremo la pirotecnia militar ha ocurrido esta tarde, a las cinco, una gran desgracia. Sin que basta de los corredores bajos, los asnos portaahora se sepa la causa, hizo explosión una dores del yeso. Uno de estoé animales, ya cantidad de pólvora que derrumbó la techum- descargado, quiso buscar salida por la primera puerta que encontró delante, y vina bre. Resultaron heridos 2Í obreros de anüws a dar, ¡profanación tremeaida!, nada m€< nos que en un aula llena de futuros teósexos. logos. -'S/®/®/®/— Para comprender en toda su magnificencia el efecto formidable de semeja<nt«i Granada, 6.—En el sitio denominado Vere- aparición, hace falta haber sido ^s>tudta^das de San Cristóoal se encontraron las mu- te y recordar al detalle el feroz aburrijeres Encarnación González, Manuela Queve- miento de las horas pasadas sobre aque* do, María Faevalien y Carmen Guerrero, que líos bancos. regresaban del Juzgado, donde acababan de Se armó una zaragata que dejó «1 man« celebrar un juicio de falías. El encuentro dio origen a una discusión. tullas al terremoto de la Martinica. De las palabras pasaron a las manos, golEste se agarraba al rabo, el d e m á s aUá p.eándose todas las mujeres con verdadera a una pata, el inmediato a las orejas, y saña. así, a una cosa dada cuál, hasta, que e í Resultaron heridas Carmen Guerrero, En- intruso fué expulsado ignominiosamente* camación González y Manuda Quevedo. Esta El profesor (q. ¡e. p . d . ) , anciano saúltima presentaba, una grave herida en. la ca- cerdote, condescendiente y paternal, pero beza, causada, ai parecer, con un hierro. zumbón y más listo que el hambre, puso Fueron curadas en d hospital. La Policía digno remate al episodio oon un párrafo practicó detenciones. del Evangelio de San J u a n . « I n propria y ^ / ^ / ^ / ^ ' .. . . . . • — . , — venit et sui eum non receperunt». ( V i n o entre los suyos y no quisieron recihiríe«)j El pellizco, en retiUdad, no era justicial^ pero podía perdonarse, porque, al menosg Nueva York, 6.—EÍI un proceso ante el era gracia. Tribunal federal entre la estrella cinematoQue cierta semejanza había entre no»« gráfica Mary Pickford y su ex empresaria, otros y estos otros, se deduce del dk:hd la señora Cora C. Wilkenning, 'los abogados han declarado q^ue los sueldos de la estrella muy parecido que corría por mi UníversÍ4 de la pantalla, que al principio ascendían a dad. Contaban que cierto forastero, alumod 30 modestos dólares semanales, se elevan en la actualidad a lo.ooo dólares, a lo que hay ((liebre», asombrado por te, facilidad <x» que añadir la njital del producto de la venta que se licenciaba allí la gente, t u v o d ZvsAa <te a g r a d é i s bi leiúdad del de películas. Una explosión en Sevilla Manos blancas no ofenden La detención de Nicoiau y de Lucia Joaquina e DE Lo que gana una "estrella,, de la pantalla