TEXTOS TEMA 9. PERÍODO DE ENTREGUERRAS HISTORIA, 4º ESO TEXTO 1. En el siguiente documento observamos el optimismo que reflejaba el presidente de los Estados Unidos en 1928. Ninguno de los Congresos de los Estados Unidos reunidos hasta la fecha para examinar el estado de la nación tuvo ante sí una perspectiva tan favorable como la que se nos ofrece en los actuales momentos. Por lo que respecta a los asuntos internos, hay tranquilidad y satisfacción, y el más largo período de prosperidad. En el exterior hay paz y sinceridad, promovida por la comprensión mutua... CALVIN COOLIDGE, presidente de los EE.UU., en el debate sobre el estado de la Nación, 1928. A) Por lo que recuerdas sobre el Tratado de Versalles que puso fin a la Primera Guerra Mundial, ¿te parece que la oración final del texto es acertada? Razónalo. TEXTO 2. Sintetiza las ideas que defiende en el texto el presidente Hoover y relaciónalas con su contexto histórico. El paro, con su demostrada angustia, está en gran parte a punto de desaparecer. Una de las más antiguas y quizá de las más nobles aspiraciones humanas ha sido la abolición de la pobreza. Por pobreza entiendo la opresión a la que se ven sometidos los que quieren trabajar pero padecen infraalimentación, frío, ignorancia y miedo a envejecer. En América hoy estamos más cerca del triunfo final sobre la pobreza de lo que haya estado ningún otro país en la historia. El asilo para los pobres va a desaparecer en este país. No hemos conseguido todavía la meta, pero, si se nos de la oportunidad de proseguir la política desarrollada durante estos últimos ocho años, pronto, con la ayuda de Dios, estaremos en condiciones de ver el día en que la pobreza quedará desterrada de esta nación. No hay mejor garantía contra la pobreza que el pleno empleo. Esa es la meta de la política económica que propugnamos. HOOVER, H.: The New Day. Campaign Speeches of Herbert Hoover, 1928. TEXTOS 3A. Jugar a la Bolsa se ha convertido en una enfermedad nacional. Esta enfermedad afecta a todas las clases sociales, desde los predicadores a los mozos de cuadra. Hace poco tiempo, en todas partes se hablaba dela prohibición (...) (de vender bebidas alcohólicas)1. (...) Ahora, cuando la gente se reúne, ya sean hombres de negocios o trabajadores, mujeres de la alta sociedad o jóvenes empleadas, la Bolsa, con sus impetuosos caprichos, constituye el tema de conversación más agradable. J. King, senador de UTA, (25 de octubre de 1929). 3B. “Muy pronto un negocio mucho más atractivo que el teatral atrajo mi atención y la del país. Era un asuntillo llamado mercado de valores. Lo conocí por primera vez en 1926. Constituyó una sorpresa agradable descubrir que era un negociante muy astuto. O por lo menos eso parecía, porque todo lo que compraba aumentaba de valor. (...) Nunca obtuve beneficios. Parecía absurdo vender una acción a treinta cuando se sabía que dentro del año doblaría o triplicaría su valor. El día del hundimiento final, mi amigo, antaño asesor financiero y astuto comerciante, Marx Gordon, me telefoneó desde Nueva York. En cinco palabras lanzó una afirmación, que, con el tiempo, creo qu eha de comprarse favorablemente con cualquiera de las citas más memorables de la historia americana: Marx, la broma ha terminado”. Groucho MARX: Groucho y yo. TEXTOS 4A. Resume las condiciones de vida de los parados durante la Gran Depresión. Había miles de personas sin trabajo en Oklahoma City. Se ponían en la cola de la sopa gratuita, y la comida era limpia y deliciosa. Eran muchísimos, blancos y negros, porque había tantos parados negros como blancos que 1 Se refiere a la ley seca que en Chicago y otras ciudades americanas desarrolló el gangsterismo, que, a través de actos violentos y muertes, se disputó el mercado negro del alcohol. Fueron los años del famoso gángster Al Capone. 1 TEXTOS TEMA 9. PERÍODO DE ENTREGUERRAS HISTORIA, 4º ESO perdieron todo lo que habían acumulado desde su juventud. Eso fue una realidad. Recuerdo a varias familias que tuvieron que irse en carromatos, a California me parece. Dése cuenta: 1929 fue el año del boom del petróleo y la gente venía de todas partes. Un par de años después, estaban viviendo en tiendas de campaña o en casas hechas de cartón y viejos trozos metálicos, o de cualquier cosa que hubieran podido encontrar para hacer una pared. Conocí una familia aquí, en Oklahoma City, un hombre, una mujer y siete críos, que vivían en un agujero en el suelo. ¡Se sorprendería de lo bien apañado que lo tenían todo! Mi marido estaba muy enfadado, por decirlo suavemente. Era un hombre inteligente y no podía entender por qué en un país rico como éste podía haber tanta gente muriéndose de hambre, cuando tantas cosas, trigo y tantas más, se tiraban al mar. Hay muchas excusas, pero él buscaba una razón. Mary Owsley. 4B. Noté que todo había cambiado cuando una tarde volví del colegio y mi madre nos mandó al a cola de la sopa gratuita. Si llegabas antes que nadie, no te daban más que el agua grasienta de arriba. Así que le pedíamos al que la servía en los cuencos –tenías que llevar tu propio cuenco para recibirla- que la removiera e introdujera el cucharón hasta el fondo para conseguir un poco de carne y patatas, pero como no lo hacía, preferíamos no ser de los primeros. (...) Recuerdo que en una ocasión lo único que había en casa para comer era mostaza. Mi hermana y yo nos pusimos tanta en las galletas que nos sentó mal. Todavía no la puedo probar. Peggy Terry, hija de Mary Owsley, residentes en Oklahoma City entre 1929 y 1936. TERKEL, S.: Hard Times. An Oral History of the Great Depression, 1970 TEXTO 5. Explica cómo justifica el autor la actuación ilegal que ha llevado a cabo. Los italianos (...) estamos en el Fiume de manera inflexible (...). Los hermanos del Fiume no son corderos en venta ni la ciudad sagrada un elemento de trueque. ¿Quién osará separar a los hermanos? (...). Italianos, contra todo y contra todos, recordad que en el Fiume el brasero está ardiendo y que todo discurso se comprime en dos palabras: o Italia o la muerte! (...). Los defensores del Fiume, como los oprimidos del Fiume, tienen derecho a saber, a sentir que la Italia de Vitorio Veneto está detrás de ellos con los dientes afilados y los puños cerrados, en pie y unánimes (...). Para que la victoria italiana no quede mutilada2, por los antiguos muertos y los nuevos; por nuestros hermanos; por el Fiume dueño de sí mismo, ayudadnos, hermanos, ayudadnos. Manifiesto de G. d´Annunzio durante la ocupación del Fiume (1919) TEXTO 6. A medianoche, cuando la población está durmiendo, llegan a los pueblos pequeños los camiones con los fascistas, acompañados, como es lógico, por los dirigentes agrarios locales, que actúan de guías pues si no fuera así les sería imposible saber, en la oscuridad de la noche, dónde se encuentran las casas de los dirigentes de los sindicatos agrarios o el pequeño local dónde se reúnen los líderes obreros (...). Así, cuando el dirigente sale, lo detienen inmediatamente, lo maniatan, lo hacen subir al camión y una vez allí es objeto de las máximas humillaciones, y esto cuando no realizan el simulacro de fusilarlo o de colgarlo de un árbol. Después lo dejan en medio del campo, desnudo y atado a un árbol. Discurso parlamentario de G. Matteotti, 2 Una parte de la opinión pública empezó a denunciar la “victoria mutilada” porque las promesas de recuperar las tierras irredentas (sus habitantes quieren incorporar su territorio a una nación a la que se sienten pertenecer) no se habían cumplido totalmente. 2 TEXTOS TEMA 9. PERÍODO DE ENTREGUERRAS HISTORIA, 4º ESO 10 de marzo de 1921. TEXTO 7. Goebles defiende la participación de los nazis en el Parlamento. Entramos en el Reichstag para proveernos de armas en el mismo arsenal de la democracia. Nos presentamos a diputados para paralizar la democracia de Weimar con su propia ayuda. Si la democracia es tan estúpida que nos concede dietas y viajes pagados para nuestra tarea inclemente, peor para ella (...). Si en estas elecciones conseguimos introducir de 60 a 70 agitadores de nuestro partido en diversos Parlamentos, el Estado mismo financiará nuestro equipo de combate (...). También Mussolini entró en el Parlamento y, a pesar de ello, no tardó mucho en desfilar con sus “camisas negras” por Roma (...). No hace falta creer que el parlamentarismo sea nuestra meta (...). ¡Venimos como enemigos! ¡Venimos como el lobo que ataca al rebaño! (...). Declaraciones de J. Goebbels al periódico Der Ang Riff, 1928. TEXTO 8. ¿Qué sectores de la población apoyaron al nazismo? ¿Por qué? Los dirigentes de la economía deseaban la llegada al poder de un Führer fuerte para formar un gobierno duradero (...). El interés común del gran capital era el de frenar el bolchevismo con la esperanza de que los nacionalistas, una vez en el poder, crearían en Alemania las bases de una política y una economía estables. Otro interés común era la voluntad de poner en práctica el programa económico de Hitler, un punto esencial del cual era que el sector económico tenía que dirigirse a sí mismo, sin interferencias del sector político (...). Se esperaba, asimismo, una nueva coyuntura económica favorecida por la existencia de encargos mayores por parte del Estado: no olvidemos que Hitler preveía el crecimiento del ejército alemán de 100.000 a 300.000 hombres, la construcción de autopistas en todo el Reich, la mejora de los medios de transporte (en particular, de los ferrocarriles) y un desarrollo de industrias como las del automóvil o la aviación y sus sectores anexos. Declaraciones del banquero Kurt von Schöder en el Proceso de Nuremberg (1945-1946). “Al principio votamos por el partido populista (conservador); pero los conservadores no podían gobernar el país: eran demasiado débiles. En esta lucha implacable por el pan y el poder, teníamos necesidad de ser guiados por una mano vigorosa y firme. La de Hitler lo era. Tras los años transcurridos bajo su mando, nos sentíamos mucho más satisfechos. Queríamos un sistema que funcionase bien y que nos proporcionase los medios para trabajar tranquilamente” Declaración de A. Krupp en el Proceso de Nuremberg (1948). 3