n m, ClEMENTlNi T. DE OHDfc educadora gura de tener un padre marino. También sabo rearon jimtos algunas horas de felicidad. Poco a poco llegó el presentimiento a sus almas y llegaron a pensar que habían sido crea dos para estar el uno junto al otro y que en el resto de su vida no llegarían jamás a sepa rarse; y comenzaron sus resentimientos y restric ciones, ella no dejaba jugar al muchacho con otras muchachas y se enojaban sobre manera si él no le llevaba la tan apreciada florecilla que traía con sigo todas las mañanas. Patricio por su parte también seguía los pasos de Gina y se encogía de hombros cuando la muchacha devolvía alguna sonrisa, o cuando no cantaba la vieja canción, tan querida para él. Al ir pasando los años, de niños que fueron, se habían transformado ya en adolecentes; ella había adquirido su conteictura de mujer, y él la del hombre. También, al igual que su cuerpo, había crecidp su amor; pero hoy el amor de ñi ños de antaño se había transformado en una pa sión profimda. El crepúsculo vespertino, era algo digno de admirarse y las olas jugaban con los colores del iris; más a lo lejos se divisa una embarcación y en lo alto de su proa un joven de negros cabellos ondulantes, viene lleno de regocijo, alegría que la refleja en su rostro; Gina contempla la embar Ho T ^nsenada donde_ ya comenzaba el acantilaco 1,11., j ^ junto al peñón se extasiaban mirándoentonaba su canción predilecta y oíÜ uevolvia una las ternura; caricias luego que habían sido prodigadasuna cona infinita retor zón ihcho^o^ llena de esperanza y el cora- Patricio ya la necesisanarse el ypan y fué inmediata que se en un acokW monótono ruido de las olas. Los dos amantes eternos se reconocen y juntos se pierden en un estrecho abrazo; de sus ojos caen como un suave rocío, lágrimas de ternura y felicidad. Al otro día de la llegada de Patricio, él y Gi na vuelven a recordar tiempos pasados, se dirigen f a su peñón y pasan las horas de plática, habían convenido en contraer matrimonio inmediatamen muchacha íáa^^aa .^o^curso podría formar un hogar ^ palabras la conmovida y cristalinas S'rSo'ttl ; latSio"parí?Í."°f. ha al acantilado se escucha ba una anochecer, canción, erajunto cantada por una hermosa mu jer; siempre vestía de luto que no tenía oídos ninguno de los innumerables pretendientes que it habían declarado su amor. En cambio lems de adentro. . 1" Pequeñas nubecillas grises presagiaban una tormenta; pero ellos en su emoción no se habían dado cuenta de ello y siguieron navegando. Pasa muy pronto en nubarrones, la tormenta comenzó M- EL SR. DIRECTOR Y EL SR. SUBDIRECTOR DE LA ESCUELA, PASANDO UNA REVISTA DE RUTINA SABADO 1100 HORAS REVISTA con ellos su pasión. Días después al pie del peñón, algún pescador un ramo de flores en el que había esta leyenda "PARA MI ADORADA GINA". mi % I "EL PRADO" O silttS "V "MALA REVISTA" "SE HACE ANOTAR" EN REVISTA DE ARMAMENTO Fábrica de Ropa y la Casa del Deportista DE Seis años transcurrieron, había variado el pe queño puerto y con él sus habitantes, pero el hnplecable tiempo no había afectado el corazón de Gina,_y con su alma ilusionada seguía retornando al penón que tan gratos recuerdos le traía* en él 66 ponía a contemplar el azulado desierto con la esperanza de divisar en el horizonte alguna em Gerardo Calle M. 43 "í íi a desencadenarse con toda su furia. Parece que para estos seres no había felicidad duradera, se oyeron gritos confusos, talvés de alegría, tal vez de horror, pero cuando la naturaleza habla todo mur mullo se opaca; Patricio y Gina sucumbieron y ahí, un joven de mirada penetrante y lejana tra! barcación en la cuál vendría su amado, pero con la agonía del día también agonizaba su esperanza. \ te y para celebrar a solas su felicidad, parten mar consisutA^+1 ? su madre era ya anciana, por recomnc^^l tenia el deber hechos de velarpor porél.eUa y de recompensar los sacrificios cío ^^idió^cf!^ta^°^ tantos paseos al peñón, Patri- Guardiamarinas ciones y un grito de infinita emoción rompe el «u padre había muerto venMo Mnsand^ ^ }" ^^rás había tenia nn^^ail^o resolución era irrevocable, te de su amida^^i ^ Pueblecito y por consiguiennero cnn^ a, -i podría mantener a ^"sca de disu madre y los gustia que se refleja en su rostro; pero conforme la embarcación se acerca, van cambiando sus reac encontró el retrato de Patricio junto a tono diario de vida; pero ésta tie- de cación también con alguna esperanza y es la an ron algunas horas y las nubecillas se convirtieron las tardes cuandoal ya el sol1 daba suspasaban últimostodas fulgores; se dirigían final Actividades _ TZ:j Colón No. 203 y Pichincha GUAYAQUIL EN PLENAS FAENAS DE ESTUDIO PERSONAL DOCENTE Y ESCUELA ADMINISTRATIVO NAVAL 1958 DE LA