51 – Historia de la Iglesia REVUELTAS SOCIALES Mientras tanto Francia ataca al imperio. Comienza así el conflicto entre Francisco I y Carlos I de España y V de Alemania. En esta época la herejía de Lutero provoca una sangrienta serie de revoluciones de carácter social. Estalla la «Rebelión de los Caballeros». Se trata de aristócratas decaídos, hambrientos de poderío. Con la excusa de aplicar las ideas de Lutero se apoderan de las tierras alemanas pertenecientes a la Iglesia. Nuevamente reina la ley de la espada. La invitación es recibida con agrado por parte de los príncipes alemanes. Los ejércitos de varios electores exterminan a los aldeanos en la batalla de Frankenhausen, el 15 de mayo de 1525. Pero la revolución continúa con su retahíla de muertos y de sangre. A esto hay que añadir los estragos de la miseria y del hambre. Lulero aprovecha esta caótica situación para aumentar las invectivas contra el papado. causa, según su parecer, de tantas tragedias. En Alemania nace otro movimiento herético. Siguiendo la línea trazada por Lutero, estos revolucionarios afirman que el bautismo recibido de niños no es válido, por lo cual es necesario bautizarse nuevamente cuando se llega a mayores. Reciben el nombre de anabaptistas. Se desencadenan en Münster. Y fundan un Estado de tipo comunista, donde los ciudadanos se ríen de toda clase de leyes. El ejército del príncipeobispo de la ciudad conseguirá dispersarlos en el año 1535. Otro peligro se hace cada vez más denso. Rodas —roca de oriente donde la orden caballeresca tenía un castillo desde el tiempo de los cruzados— cede ante el empuje de los turcos. Nuevamente el Papa intenta pacificar a los príncipes para que juntos, puedan enfrentarse ante el avance turco. Pero ni Francisco I de Francia, ni Enrique VIII de Inglaterra, ni el mismo Carlos V aceptan. Están ciegos: no consiguen ver que está en juego nada menos que la independencia de Europa. Pero donde la predicación de Lutero ha esparcido el veneno de la violencia es sobre todo entre los aldeanos, frecuentemente explotados por señores injustos y prepotentes. La gran «Revolución de los campesinos» estalla en Suabia en el año 1524. Bandas sanguinarias pasan de pueblo en pueblo destruyendo claustros, castillos, abadías, fortalezas... Hasta Lutero se asusta y llama a los príncipes para que los exterminen. Mientras tanto Europa está llena de infelices y desgraciados. Gente pobre que necesita de todo, que extiende su temblorosa mano pidiendo un pedazo de pan y una palabra de amor. Y en esta época también Dios suscita hombres de gran corazón para ayudar a tanto miserable. En España tenemos en esta época grandes figuras que se dedican a estas actividades: san José de Calasanz, san Juan de Dios; nuevas órdenes: la Compañía de Jesús, Escuelas Pías, Hermanas de la Caridad... y grandes santos: san Ignacio de Loyola, san Francisco Javier. Santa Teresa... 208 209 EL SAQUEO DE ROMA Lutero ha comprendido que triunfará cuando convenza a los electores a oponerse a las órdenes del emperador. Para conseguir sus fines expone dos argumentos muy satisfactorios para los príncipes: «La religión del príncipe es la religión de los súbditos» y «El príncipe es obispo por nacimiento». Naturalmente, muchos príncipes, tocados en su orgullo, se apoderan de los territorios de los verdaderos obispos y de los súbditos que no aceptan el luteranismo. SANTOS BIENHECHORES DE LA HUMANIDAD La tempestad no se calma. Pero en medio de tantos nubarrones, la Providencia hace brillar el sol por medio de personas ilustres que se entregan completamente para socorrer a los hermanos más pobres y necesitados. Una gran labor en este campo la realizan los clérigos de las Escuelas Pías, cuyo fundador es san José de Calasanz. Son los llamados escolapios y su fin específico es la educación de los niños. Gobierna la Iglesia Clemente VII. Pertenece a la gran familia de los Médici, unida por lazos de parentela y por intereses políticos al rey de Francia. Clemente VII quiere mantenerse neutral en el conflicto que se hace cada vez más áspero entre Francia y el imperio. Pero Carlos V no las tiene todas consigo y envía parte de su ejército a Italia. Pronto queda asediado el Papa en el castillo del Sant'Angelo. Objeto principal de estos grandes bienhechores son a menudo los niños huérfanos, que tanto vagabundean en esta época por las ciudades europeas. Gracias a ellos, muchos niños encontraron, junto a una sopa bien caliente, la alegría y el cariño y, sobre todo, el saberse amados y cuidados por personas que les aman de verdad. Un ejemplo de este amor y entrega a los niños es san Felipe Neri. Pero Clemente VII perdona al emperador, puesto que constituye una ayuda valiosa para la lucha contra el luteranismo. Es necesario un compromiso con los príncipes alemanes antes de convocar el concilio ecuménico. Ante la presencia de un legado pontificio. Carlos V convoca la dieta de Espira. Los príncipes no quieren atender a razones y «protestan» contra las decisiones de la dieta. Por eso llamamos «Protestantes» a los cristianos que profesan las ideas de Lutero. ¿Y qué decir de la labor evangelizadora de tantos misioneros en el nuevo continente? Como descubridores del continente, los primeros misioneros que pisaron aquellas tierras fueron españoles. La colonización de América iba siempre acompañada de la doctrina de Cristo. Centenares de sacerdotes y religiosos cruzaban el mar para entregarse a la evangelización de los indígenas. Precisamente en este tiempo nacen los capuchinos, que acompañando siempre a los colonizadores llevaron el evangelio al pueblo azteca. 210 211