Pros y contras de la descarga de música online Luís Vives Expansión 09/01/2004 A pesar de que la industria discográfica asegura que la descarga ilegal en Internet es la principal causa de la caída de las ventas de discos, este fenómeno no es del todo negativo. A medio plazo, contribuirá a aumentar la demanda de la música Lejos de la autocrítica a su capacidad de encontrar nuevos artistas y lanzar nuevos éxitos, la industria discográfica achaca la crisis que vive a la piratería en general y, concretamente, a la descarga de música a través de Internet. En Estados Unidos, las discográficas han comenzado un proceso de demandas judiciales para intentar paliar este fenómeno. Según un reciente estudio de la SGAE, el 82% de los expertos encuestados afirman que la descarga de música a través de la Red es la principal causa de la caída de las ventas de discos. Pero, ¿son las discográficas y distribuidores los únicos que conforman la industria de la música? La respuesta es no. El proceso de creación musical también incluye la participación de artistas, creadores, estudios de grabación y productores. Y no todas estas partes se ven afectadas del mismo modo por la acción de la Red. Por ejemplo, aunque los artistas pueden verse perjudicados por el descenso en las ventas de los discos –de los que obtienen una comisión que normalmente no supera el 10% del precio de venta del CD— lo cierto es que la Red puede al mismo tiempo tener efectos positivos para ellos. Aquellos cantantes que ya han firmado un contrato con una discográfica pueden incrementar su fama gracias a Internet y recuperar el dinero perdido a través de los conciertos o del merchandising. Por su parte, los artistas que todavía carecen de contrato tienen en Internet una excelente plataforma para dar a conocer su música. Por ello, no parece necesariamente cierto afirmar que Internet está perjudicando a toda la industria. Razones Aún asumiendo que el efecto de la piratería fuera negativo a corto plazo para la industria de la música, no hay razones para creer que también lo sea necesariamente así a medio y largo plazo. De la misma manera que una de las razones fundamentales de que en la actualidad las personas lean tan poco es la falta de costumbre y educación, Internet y la posibilidad de la descarga de música permite a sus usuarios actuales habituarse a consumir productos musicales cuándo y dónde lo desean. Según un estudio publicado en Forbes, el perfil habitual de los usuarios que descargan música a través Internet corresponde al de un joven (de entre 18 y 29 años) con un gran interés por la música, pero no siempre con recursos para adquirirla. La Red acostumbra a estos usuarios a que la música forme una parte importante de su vida, convirtiéndolos en potenciales clientes para la industria de la música. En pocos años, estos jóvenes trabajarán y tendrán una mayor capacidad adquisitiva para poder comprar música. Además, su coste de oportunidad de emplear horas buscando canciones a través de Internet será más elevado. Por lo tanto, cabe pensar que en el futuro el efecto de descarga por la red pueda aumentar la demanda de música y tanto los artistas como aquellos que producen, distribuyen y venden la música puedan salir beneficiados. Este efecto se habrá producido por la influencia de Internet en estos usuarios. Es importante destacar que un estudio de Ipsos-Reid señala que el 81% de los usuarios que descargan música a través de Internet destinan al menos el mismo dinero a la compra de discos o incluso más que antes de descargar música a través de la red. De esta forma, parece que la industria de la música no tiene un futuro tan desesperanzador. Pero no podemos olvidar que la aparición de Internet y formatos como el MP3 están revolucionando la industria de la música y hacen necesaria la creación de nuevas soluciones para la producción, venta y distribución de la música. Las discográficas deben centrarse en ofrecer valor al usuario y adaptarse a sus nuevas necesidades. Las fórmulas que sólo benefician a una parte de la cadena de valor de la industria han dejado de ser válidas para dar paso a nuevas propuestas que favorezcan también a artistas y consumidores de música. ¿Qué efecto pueden tener las demandas de las discográficas a los usuarios de música online? Medidas que beneficien a los usuarios Bruno Cassima n, profesor del IESE La principal asunción de las discográficas cuando denuncian a los usuarios finales (sus clientes potenciales) es que conseguirán convertir las descargas ilegales en ventas legales. Sin embargo, si no acompañan la acción legal de ninguna medida que beneficie a los usuarios, como la drástica reducción de precios que Universal efectuó hace unos meses, esta asunción resulta incorrecta en la era post Internet. Las descargas gratuitas e iniciativas tales como el iTunes de Apple han cambiado la idea que los usuarios tenían de la industria de la música. Por ello, resulta difícil mantener la actual estructura, que fuerza a los amantes de la música a comprar un álbum entero aunque sólo estén interesados en algunas canciones. Las discográficas deben centrarse en perseguir a aquellos que se lucran con la copia ilegal de la música, la verdadera piratería. Pero esto podría resultar más difícil que identificar a los jóvenes que descargan música de Internet. Una situación insostenible Javier Ribas Alejandro, socio director de PwC -Landwell Es evidente que una reclamación judicial genera siempre rechazo en el colectivo afectado y ello puede incidir en el consumo. Especialmente si los usuarios disponen de foros para manifestar su opinión de manera ágil y anónima, como es el caso del P2P. Ello confirma la tesis de que los papeles de David y Goliat han cambiado y que el poder de la red convierte a la industria en la parte indefensa. Sin embargo, hay factores que permiten ver un futuro alentador. La confirmación de que el intercambio de obras protegidas a través de Internet es un delito va a disuadir a un elevado número de usuarios. La progresión actual no es sostenible. Si el nivel de copia sigue aumentando se consolidará la cultura de conseguirlo todo sin pagar y habrá negocios que dejarán de ser rentables. El consumidor debe darse cuenta de que la oferta está disminuyendo debido a estas prácticas .