miradas SOCIEDAD Leyendas urbanas: emociones y advertencias sociales Fantasmas en la carretera, tráfico de órganos, éter en los hielos de los bares, son algunas de las leyendas urbanas actuales más comunes. En la antigüedad, surgieron para prevenir de los peligros de la vida cotidiana del uso de las nuevas tecnologías, ya que a través de internet o los celulares los relatos llegan a más individuos. Adriana Navarro M e la contó mi mejor amigo y el tipo es digno de credibilidad. Le ocurrió a un vecino de su primo la semana pasada en el estacionamiento de una tienda de autoservicio, cuando se le acercó una persona en silla de ruedas solicitándole ayuda para que marcara un número de teléfono. El primo de mi amigo accedió, tomó la tarjeta telefónica que le proporcionó esa persona desconocida, pero, de un momento a otro, comenzó a sentirse mal y con muchas náuseas. Decidió alejarse y logró llegar al hospital más cercano donde los doctores le aseguraron que alguien lo había tratado de drogar, pero que por fortuna se había salvado de un ataque físico, ya que con ese mismo método de la tarjeta telefónica a varias personas las habían robado, violado y hasta quitado los riñones. Esta es una típica leyenda urbana actual, explicó Francisco Javier Cortázar Rodríguez, investigador del Departamento de Estudios Socio–urbanos, de la Universidad de Guadalajara. Las leyendas urbanas actuales se utilizan para dar sazón a nuestra vida simple, porque nos gusta sentir emoción, pensar que nuestra vida no es tan aburrida y que vivimos al filo del peligro. Además, son reflejo del pensamiento folclórico de una sociedad y alertan de un problema concreto que ocurre con frecuencia en una comunidad. Las leyendas tienen su origen en las pequeñas historias que se utilizaban en la antigüedad para educar a los niños de los peligros que podían afrontar en la vida cotidiana. Con el paso del tiempo, se van actualizando con nuevos elementos para hacerse más creíbles. “La leyenda urbana de que alguien nos hace perder el conocimiento para después robarnos los órganos vitales de nuestro cuerpo circula en internet hace más de 12 lunes 3 de julio de 2006 La influencia de los relatos un año, principalmente en las ciudades de Guadalajara, Monterrey y el Distrito Federal”. Esta leyenda, como las demás que encontramos en la red o que escuchamos en boca de nuestros amigos, relata los hechos sin proporcionar datos específicos del lugar y el tiempo donde ocurrieron. Además, el protagonista de la leyenda es una autoridad casi inapelable, es decir, puede ser el amigo de un amigo, alguien próximo a nuestra realidad que da su testimonio para causar un efecto emocional en nosotros. “No es que estén robando riñones en el estacionamiento de cualquier lugar, lo que realmente quiere decir es que la delincuencia en México está aumentando y hay que ser precavidos”. El relato quiere ejemplificar que las personas están más solas cada día, que son más anónimas en las ciudades y están expuestas a sufrir ataques sin que nadie se entere, mientras que hace muchos años, en los pueblos la gente se conocía y se ayudaba mutuamente. Así, el relato censura esta pérdida de comunidad y nos muestra la preocupación por problemas contemporáneos como la delincuencia, el vandalismo y los robos. El investigador explicó que el rumor es más efímero que la leyenda, pero puede lograr convertirse en una leyenda urbana, solo que circula en grupos más restringidos, como en los trabajos, escuelas o en la farándula. Un ejemplo son los rumores que vemos en la televisión, en donde hablan acerca de los acontecimientos de los artistas. Afirmó que tanto las leyendas como los rumores se han incrementado notablemente a partir 5Apariciones: sabor para la vida simple. Foto: Tonatiuh Figueroa Tipos de leyendas [ Las que reflejan los peligros de la vida moderna. Las que hablan de los riesgos de usar las nuevas tecnologías. Las que a través de relatos de tipo sexual censuran hacer cosas no permitidas por la sociedad. La influencia de las leyendas y rumores dependerá del grado de implicación que sienta cada persona con estos relatos. Es decir, si un padre de familia lee o escucha el rumor de que afuera de las escuelas desconocidos regalan a los niños calcomanías con LSD o cocaína, este se sentirá más afectado. Las consecuencias positivas de estas historias son que ponen en alerta a la sociedad sobre los peligros actuales, le dan emoción a la vida y juegan un papel de socialización, ya que nos comunicamos con las personas que queremos para transmitirles información y para ponerlos al tanto de los peligros cotidianos, explica el especialista. La consecuencia negativa es que crean alarma social, desmentidos por parte de la prensa, movilizaciones policiacas, e investigaciones acerca del tema, lo que no es malo, pero se gastan recursos humanos y económicos que podrían emplearse mejor en otro tipo de preocupaciones cotidianas. Para identificar los rumores o las leyendas que circulan en internet, es necesario observar que son atemporales, no especifican el lugar donde ocurren, utilizan bastantes signos de admiración y palabras en mayúsculas, tienen muchos errores ortográficos, si les damos una segunda lectura se descubren incongruencias en el texto, por ejemplo, citan una persona con ciertas características y luego citan a otra diferente. Quieren causar alarma y solicitan que enviemos el relato al mayor número posible de personas. “Guardan la misma estructura de cuando nosotros platicamos con nuestros amigos: siempre exageran los hechos para hacerlo más interesante”, informó Cortázar. [