¿Adolescentes rebeldes o adolescentes sufrientes? Psic. Mónica Urdapilleta Carrasco Directora Instituto de Formación, Investigación y Tratamiento del Adolescente y su Familia IFITAF A lo largo de cinco años de trabajar con adolescentes, en IFITAF hemos podido escuchar el dolor que existe detrás de cada conducta de “rebeldía” de cada uno de ellos. Dejar de comer, vomitar, cortarse, consumir alcohol en exceso, drogarse y no aceptar límites sólo es la manifestación de sensaciones, sentimientos y situaciones traumáticas que la persona no ha podido identificar, procesar y expresar a través de la palabra. ¿Cuáles son algunas situaciones traumáticas? Abuso sexual, violaciones, agresión física, agresión verbal, problemas fuertes de los padres y entre los padres, y abandono. El riesgo de no tolerar estas vivencias: El Suicidio. Mientras leíamos el párrafo anterior, en el mundo se suicido una persona. Cada 20 segundos un ser humano se quita la vida. En México el suicidio se ha convertido en la tercera causa de muerte entre los adolescentes, superado por accidentes automovilísticos (causados en su mayoría por conducir en estado de ebriedad). Cifras del Instituto Nacional de Psiquiatría revelan que de 1990 a 2000 se incrementó en 150 por ciento el número de suicidios entre niños y adolescentes de 5 a 14 años y en 74 por ciento para los de 15 a 24. En Jalisco, en el 2010, 10 niños de entre 10 y 14 años de edad se suicidaron. Un año después , la cifra se duplicó y 20 niños fallecieron por la misma causa. La depresión es una de las principales causas de suicidio. Una enfermedad mental muchas veces encubierta en los adolescentes por actos de “rebeldía”. En el caso de los trastornos de la conducta alimentaria, enfermedades que son asociadas a la vanidad o berrinche, una persona que no quiere comer o que vomita lo que come, no lo hace necesariamente porque quiere adelgazar. Muchas adolescentes cuando acuden a tratamiento llegan con un rostro triste y al preguntarles si han pensado en que sería mejor que estuvieran muertas, contestan que sí. Dicen quererse morir y no saben por qué. Reportan no disfrutar la vida y tener la esperanza de que estando delgadas serán felices, mensaje transmitido segundo a segundo en los anuncios publicitarios. ¿Rebeldes ellas o irresponsables quienes han tolerado que la belleza de una mujer y la promesa de ser feliz sea igual a una persona desnutrida, sin menstruación y posiblemente con osteopenia u osteoporosis? En el caso de las conductas autolesivas, como los cortes, los adolescentes comentan: Me corto para no sentir el dolor interno. Prefiero que me duela el cuerpo a que me duela el alma. Y en torno al consumo excesivo de alcohol, lo que hemos escuchado son frases como:” ¿Para qué voy a una fiesta si no puedo tomar. La diversión sólo se alcanza con la peda”. “Tomo para que me acepten y me vean, sólo así puedo ser yo mismo”. ¿Qué vamos a hacer como sociedad para detener la ola de enfermedades mentales que se están presentando en la etapa en la que las personas definen su personalidad? ¿Cómo vamos a responder los mexicanos ante la solicitud de la Organización Mundial de la Salud de redoblar esfuerzos para tratar la depresión? Mientras la Secretaría de Salud considera al suicidio y a los trastornos de la conducta alimentaria como problemas de salud pública y en lo que se introduce a la depresión en la lista de enfermedades de mortandad en nuestro país como patología asociada al suicidio, quienes trabajamos en el área de la salud mental necesitamos redoblar esfuerzos. El martes 26 de febrero del 2013 a las 19:00, el Instituto de Formación, Investigación y Tratamiento del Adolescente y su Familia IFITAF S.C. inaugurará las instalaciones de FUNDACIÓN IFITAF (Cruz Verde 93) con el propósito de ayudar a más adolescentes y sus familias a superar los conflictos emocionales y lograr desarrollarse personal y profesionalmente con éxito. Cientos de adolescentes han acudido a IFITAF con enfermedades muy fuertes, y sobre todo con mucho dolor y desesperanza. Son muchos los que con el apoyo total de su familia han salido adelante dejando atrás la anorexia, bulimia, depresión, ansiedad y otras enfermedades que nos les permitían disfrutar su vida. Y lo más importante, son muchas las familias que llegaron sin saber por qué la enfermedad entró a sus vidas y que ahora pueden relacionarse y comunicarse mejor al conocer la razón de la presencia de la enfermedad en su adolescente. Instituto de Formación, Investigación y Tratamiento del Adolescente y su Familia IFITAF Velázquez #299 Col. La Estancia / FUNDACIÓN: Cruz Verde #93 Col. Centro 31.25.00.34 y 36.93.72.29 ifitaf.rp@gmail.com