- 1Dr. Miguel Angel Peña Fernández Diciembre, 2008 URL http://iurisweb.googlepages.com Mail:mpena@anep.edu.uy Grecia: Política y Paideia "Todo pueblo que alcanza un cierto grado de desarrollo se halla naturalmente inclinado a practicar la educación ", nos dice el helenista Werner Jaeger en su monumental estudio dedicado precisamente a la Paideia. "La educación es el principio mediante el cual la comunidad humana conserva y transmite su peculiaridad física y espiritual" Muy tempranamente política y educación se encontrarían, estableciendo una relación muy estrecha, armoniosa algunas veces y conflictiva otras. Desde el comienzo, la política se interpenetra con la educación en una relación no siempre tranquila: los dos términos de la ecuación se atraen y repelen con igual intensidad. El escriba, portador de la cultura antigua, era un funcionario clave en la administración real, modelo y producto hacia el cual estaba orientado el sistema educativo, transmisor del conjunto de valores encarnados en una élite intelectual que regia la administración política sobre una sociedad arcaica. [1] Surgida en el marco integral de la polis, de donde viene su raíz etimológica, debemos a los griegos la "invención" de la política. Pero su concepto de politeia implicaba mucho más que su traducción moderna. No se refería solamente a la constitución del Estado, abarcaba la vida entera de la polis en la cual estaban implícitos los valores éticos, morales y espirituales. La meta es hacer a los ciudadanos buenos y felices. La idea platónica de una techné política que es al mismo tiempo construcción del Estado y cuidado del alma aunando lo que nuestra concepción moderna ha separado -como dice Jaeger- en tanto "nuestra política es política realista; nuestra ética individual, idealista..." Descolarizar la sociedad La paideia comprendía también mucho más que lo que hoy entendemos por educación. El maestro griego, encargado apenas de la transmisión de una determinada habilidad o techné, estaba subordinado a un concepto muy superior cuyo objetivo era la formación moral y - 2espiritual del hombre indisolublemente ligado a la vida de la comunidad y sin la cual no tenía sentido. Esta distinción, al menos en su diferenciación en dos vertientes, ha sido rescatada en nuestros días por críticos sociales como Ivan Illich, cuyo postulado de "descolarizar" (que en el fondo significa "desinstitucionalizar") la sociedad, puede llevar a un nihilismo frente a cuyas señales de alerta hay que estar atento teniendo en cuenta la creciente informalidad de la sociedad que, de hecho, lleva en germen dicha descolarización. [2] Politeia (política) y Paideia (educación) se entrecruzan en sus líneas de fuerza en tanto ésta, al decir de Platón, está orientada desde la infancia para el bien, induciendo al hombre a desear ardientemente volverse un ciudadano perfecto que sepa tanto gobernar como ser gobernado con justicia. El hecho de que en griego moderno politeuma equivalga a los conceptos de educación o cultura, es un último efecto de esta antigua unidad de vida. Resulta significativo que, preguntado Sócrates sobre su opinión acerca del rey persa, conteste clara y contundentemente: "Yo no se cuál es su paideia". El Estado como sistema educacional La República de Platón, considerada durante siglos como una de las obras maestras de la Teoría Política, es vista actualmente, gracias a la obra de Stenzel, Jaeger y Nettelschid, en el mismo sentido que la vio Rousseau, como una obra dedicada a la educación. En vez de concebir la educación como una consecuencia de la existencia del gobierno, Platón concibe el gobierno como consecuencia de la educación. Y aún más, para Platón el estado es en sí un sistema educacional [3]. De indudable inspiración platónica --aunque concientemente la rechazara--, la propuesta utópica de Rousseau terminó por inspirar un ideal educacional con el cual, la educación tornose un instrumento de la política y la propia actividad política fue concebida como una forma de educación. [4] La educación griega aspiró siempre a fomentar el espíritu cívico, el orgullo de pertenecer a una ciudad libre, la lealtad a la comunidad política. Al decir de Marrou, "esta psicología impregnó toda la tradición clásica tan profundamente que su influencia no puede por menos de compararse con la de Roma en tanto que elemento decisivo para moldear el ideal del ciudadano de la moderna Europa democrática". [5] Decadencia de la Polis Hacia el siglo IV la Polis entra en su proceso de decadencia. Podía salvarse evolucionando hacia una confederación, pero perdiendo su esencia. Es lo que vislumbra Isócrates. La paideia queda degradada al papel de la mera educación externa. Aspira a influir desde afuera sobre las situaciones sin que pueda oponer un contrapeso real a las fuerzas que presionan hacia abajo. Y si quiere conseguir más, -como señala Jaeger [6]- sólo tiene dos caminos: o renunciar a formar al pueblo como un todo y retirarse a la estrechez de escuelas y coventículos o intentar - 3influir solamente sobre determinadas personalidades gobernantes. O aún, tratándose de estados gobernados democráticamente, tratar de reformar ciertas instituciones del Estado para influir sobre éste en el sentido que se considere provechoso. Puerta hacia el futuro Dos milenios y medio después, Grecia sigue significando una permanente fuente de inspiración, no como un peso inmutable sino como motivo de diálogo permanente, vivo y fecundo. Y ello porque si las repuestas quizás han variado algo en tono y acentuación con el transcurrir de los siglos, las preguntas siguen siendo las mismas que se planteó un pequeño pueblo en las orillas del mar Egeo y en una época en que civilización (Egipto, Mesopotamia) equivalía a la aceptación obediente y ciega de un universo inmutable . Los desafíos que tenemos hoy son otros frente a un mundo que se replantea sus fundamentos muy aceleradamente. Grecia representa nuestras raíces. Estudiar el pasado es mirar hacia el futuro y la ruta más apropiada para interpretar, comprender y actuar sobre esta nueva realidad que el mundo de hoy nos presenta como uno de los más serios desafíos de nuestra historia. Paideia y Politeia siguen dialogando, y en ese diálogo, encontraremos muchas respuestas. NOTAS [1] Marcilio Marques Moreira: "De Maquiavelo a San Tiago", Brasilia, 1981 [2] Ivan D. Illich: "Deschooling Society", Londres, 1971 [3] Ernest Barker: "Greek Political Theory: Platon and his predecessors", Londres, 1957 [4] Marcilio Marques Moreira, cit. [5] H. Y. Marrou, "Educación y Retórica" en "The Legacy of Greece, a new appraisal", Finley (Ed.) Oxford University press, 1981 [6] Werner, Jaeger, "Paideia", México, 1957