Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. CARTAS AL DIRECTOR ASISTOLIA POR COMPRESIÓN DEL SENO CAROTIDEO TRAS PUNCIÓN ACCIDENTAL DE ARTERIA CARÓTIDA INTERNA Sr. Director: La canulación de vías venosas centrales presenta grandes ventajas en el manejo hemodinámico de pacientes quirúrgicos y no quirúrgicos de cierta complejidad. Desafortunadamente, esta técnica no está libre de complicaciones de varios tipos: mecánicas, infecciosas, trombóticas, hemorrágicas e incluso de índole respiratoria1,2, con una gravedad variable que puede llegar a producir daño cerebral permanente e incluso la muerte del paciente3. Presentamos el caso de una paciente de 62 años diagnosticada de un adenocarcinoma de sigma que se programó para la realización de una sigmoidectomía segmentaria oncológica. No refería antecedentes médico-quirúrgicos de interés. En el quirófano se monitorizó según las recomendaciones de la SEDAR con electrocardiograma de 5 derivaciones, SaO2 por pulsioximetría y presión arterial no invasiva. La inducción anestésica se realizó con 2 mg de midazolam, 200 µg de fentanilo, 180 mg de propofol y 40 mg de bromuro de rocuronio. Se intubó la tráquea con un tubo orotraqueal número 8 y el mantenimiento anestésico se realizó con una mezcla de O2-aire (FiO2 0,45), ajustando el volumen minuto para conseguir un EtCO2 entre 30 y 35 mmHg, sevoflurano (1,2 MAC), fentanilo 500 µg, y bromuro de rocuronio 30 mg. Tras la inducción se procedió a la colocación de un catéter en la vena yugular interna derecha, canalizando accidentalmente la arteria carótida derecha. Esto provocó un hematoma laterocervical de 6 cm de longitud por 3 cm de anchura aproximadamente (a partir de referencias externas) que se limitó por compresión durante 15 minutos. Se canalizó la vena subclavia derecha. Posteriormente se inició el procedimiento quirúrgico y coincidiendo con la colocación en posición de Trendelemburg, la paciente presentó un episodio de bradicardia extrema y asistolia que se resolvió tras la administración de 1 mg de atropina. Se continúa con la intervención realizándose la sigmoidectomía segmentaria con anastomosis colocólica terminoterminal biplano. Al final de la operación se decidió su ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) para vigilancia postoperatoria y extubación diferida cursando el posoperatorio sin incidencias. La paciente salió de la UCI a las 24 horas y fue dada de alta hospitalaria a los 8 días. Durante la inserción del catéter la punción arterial, hematoma y neumotórax son las complicaciones mecánicas más frecuentes. La punción o la canulación arterial al abordar la vena yugular interna tiene una incidencia que varía entre el 1,4 y el 9,4%2. Conviene destacar que en relación a la frecuencia de punciones accidentales, hay pocas reclamaciones por daños, debido a la baja aparición de grandes hematomas cervicales que pueden obstruir la vía aérea u otras complicaciones graves1. El evento intraoperatorio descrito anteriormente, creemos que se puede atribuir a la presión originada por el hematoma cervical, sobre las estructuras adyacentes al 63 mismo, y en particular sobre el seno carotídeo ipsilateral, lo cual desencadenó la bradicardia extrema y la posterior asistolia. Otra complicación grave que nos podemos encontrar es el taponamiento cardiaco, que se origina por la perforación de la cava superior o de la aurícula derecha, con una mortalidad que oscila entre un 47%-77% (100% si el volumen extravasado en el pericardio supera los 500 ml)4. Los dos factores de riesgo que predisponen a dicha complicación son la localización de la punta del catéter y el ángulo de incidencia del mismo, sobre la pared de la vena o el endocardio. La migración del catéter también puede dar lugar a la aparición de arritmias ventriculares que remiten al corregir su posición5. Se han descrito otros eventos como la aparición de fístulas arteriovenosas, fibrilación auricular, parálisis del nervio frénico y otras de menor gravedad como el síndrome de Horner debido a la proximidad del tronco simpático cervical a la vena yugular, por daño directo o por presión provocada por la existencia de un hematoma cervical6,7. Se puede concluir que durante la canulación de un acceso venoso central pueden surgir complicaciones de gravedad variable, por lo que se debe valorar la relación riesgo-beneficio de este procedimiento. La incidencia de complicaciones es variable y depende en gran medida de la experiencia del facultativo que realiza la técnica. No obstante, existen en el mercado diferentes mecanismos que pueden contribuir a disminuir estas complicaciones mejorando así los índices de morbilidad y mortalidad de los hospitales. Entre ellos podemos citar la monitorización de la onda de presión, lo que nos ayudará a diferenciar una canulación arterial principalmente en pacientes en estado grave, utilización de un ecógrafo o la comprobación de la localización del catéter realizando una radiografía de tórax posteriormente1,8. T. Relaño Cobián, L. E. Muñoz Alameda, V. López Pérez, M. Del Olmo Falcones Servicio de Anestesiología y Reanimación. Fundación Jiménez Díaz-Capio. Madrid. BIBLIOGRAFÍA 1. Domino KB, Bowdle TA, Posner KL, Spitellie PH, Lee LA, Cheney FW. Injuries and liability related to central vascular catheters: a closed claims analysis. Anesthesiology. 2004;100(6):1411-8. 2. Eckhardt WF, Iaconetti J, Kwon JS, Brown E, Troianos CA. Inadvertent carotid artery cannulation during pulmonary artery catheter insertion. J Cardiothorac Vasc Anesth. 1996;10(2):283-90. 3. Golden LR. Incidence and management of large-bore introducer sheath puncture of the carotid artery. J Cardiothorac Vasc Anesth. 1995;9(4):425-8. 4. Jiha JG, Weinberg GL, Laurito CE. Intraoperative cardiac tamponade after central venous cannulation. Anesth Analg. 1996;82(3):664-5. 5. Chhabra A, Chaitra M, Karamchandani K, Aggarwal A, Subramaniam R. Near-fatal ventricular arrhythmias because of central venous pressure catheter tip migration during laparoscopic hemicolectomy. Anesth Analg. 2006;103(6):1626-7. 6. Reddy G, Coombes A, Hubbard AD. Horner’s syndrome following internal jugular vein cannulation. Intensive Care Med. 1998;24(2):196. 7. Sulemanji DS, Candan S, Torgay A, Donmez A. Horner syndrome after subclavian venous catheterization. Anesth Analg. 2006;103(2):509-10. 8. McGee DC, Gould MK. Preventing complications of central venous catheterization. N Engl J Med 2003;348(12):1123-33. 255