Fuente: http://www.google.com.ar/search?q=cache:Bi7fejuvoyYJ:www.gobernabilidad.cl/module s.php%3Fop%3Dmodload%26name%3DBiblioteca%26file%3Dindex%26l_op%3Dvisit %26lid%3D18+Sistemas+Complejos%2BCiencia+de+la+Complejidad&hl=es&lr=lang_ es [Consulta: 13 de noviembre de 2004] La gobernabilidad de sistemas complejos Luis R Matos1 Coordinador del Programa de Gobernabilidad de la Escuela de PostGrado de Gerencia Política de la Universidad George Washington Ex Ministro de Finanzas y de Planificación Entre los propósitos más loables que se ha impuesto la corriente de pensamiento intelectual en América Latina hoy en dia esta el encontrar un modus vivendi entre democracia y mercado. Este propósito se intenta concretar, a nuestro juicio, dentro de un conjunto de restricciones que deben superarse pues pueden hacer fracasar las buenas intenciones. En este artículo mencionaremos algunas de ellas y elaboraremos un poco sobre una de las que consideramos de la más alta prioridad. Entre las restricciones más fuertes a la consolidación de una visión imperante en América Latina dominada por la relación mercado y democracia esta la miopía del mercado para ver los efectos de sus operaciones en el largo plazo, como la profunda desigualdad social que genera cuando se le admite en estado crudo o primitivo y en segundo lugar la miopía o quizás lo que un autor llama la ceguera antológica (El no saber que no se sabe), de los reformadores para ver y comprender la complejidad de la tarea que se han impuesto. El tema de la desigualdad social y la legitimidad de sistemas democráticos ha sido analizado en forma exhaustiva y ya forma parte de nuevo otra vez de la agenda de preocupación de los centros promotores de reformas en la región. Donde nos encontramos con un vacío conceptual profundo y una escasez de herramientas operacionales impresionante es en el reconocimiento de la complejidad del tema que se maneja cuando se pretende integrar democracia y mercado. Para no extendernos en consideraciones teóricas de la teoría cibernética y de la ciencia de la complejidad basta con señalar que el elemento dominante de ambos subsistemas es el de la interacción entre muchos agentes y que esta interacción se potencia y se complica cuando se trata de ver ambos dominios desde una perspectiva común. A diferencia de los sistemas físicos, de cuyo estudio hemos tomado la mayoría de nuestro andamiaje conceptual, los agentes que componen los sistemas sociales son creativos e introducen mucha variedad a los procesos. 1 Las opiniones y conceptos emitidos en estas notas son responsabilidad del autor y no reflejan la opinión de ninguna de las instituciones con las cuales colabora. Sin embargo las herramientas con las que nos aproximamos a los problemas que surgen en el espacio democracia-mercado se caracterizan por su debilidad conceptual y operacional. La primera sobresimplifiación consiste en la pretensión de imponer una conceptualización de lo económico aislada del quehacer político o sustraer, como se ha pretendido en los últimos anos, el componente de la dinámica política de las recomendaciones y decisiones económicas. La segunda, y a nuestro juicio, tan grave como la primera es como se enfoca el tema del desarrollo institucional considerándolo en la mayoría de los casos desde una sola disciplina o limitándose a revisar solo los procesos racionales de toma de decisiones. Con este enfoque se descuida todo el espacio de la conducción de las acciones o la gerencia del proceso político donde al fin y al cabo mueren o se imponen las decisiones. Preocuparse en una organización o en un país solo por la viabilidad institucional de un proyecto (Calidad de los insumos de Informacion, eficiencia de la decisión etc.) y dejar de lado la viabilidad operacional (Intereses, actores, juegos de poder) es así como pretender que una concursante en un reinado de belleza gane por la calidad de su maquillaje y no por su actuación frente al jurado. No se trata de sustituir una disciplina por otra pero si y con carácter de urgencia, de abandonar la ceguera antológica y comenzar a abrirle espacio a las otras disciplinas si queremos garantizar la gobernabilidad de sistemas complejos como los que genera la relación democracia y mercado. La expresión gobernabilidad, que tiene ya hoy en dia tantas interpretaciones como instituciones surgen para su análisis y divulgación, la interpretamos en este articulo como la capacidad de darle a sistemas de multiagentes, que interactúan en situaciones de poder compartido, la capacidad de autotransformarse al mismo tiempo que mantienen su identidad y ganan la libertad necesaria para mantener la direccionalidad preestablecida. De esta definición emerge casi automáticamente la necesidad de plantearse el tema de la viabilidad integral de los sistemas, lo que obliga al trabajo multidisciplinario, y a una revisión de los procesos de formación de los reformadores llámense líderes políticos o asesores o profesionales de apoyo. Las bases de estos procesos de formación deben incorporar: primero, la aceptación de que se manejan en las corporaciones y en los países, sistemas complejos frente a los cuales las herramientas tradicionales no funcionan o generan soluciones hoy que se convierten en parte del problema mañana. En segundo lugar la capacidad para comprender las condicionantes culturales y sociopolíticas de cualquier proceso de reingeniería o de desarrollo y finalmente la capacidad de comprender los procesos como juegos estratégicos donde ningún actor o agente tiene poderes hegemónicos. Estas tres orientaciones no tienen carácter exhaustivo y solo establecen las condiciones mínimas para un cambio de perspectiva que obliga al enfoque racionalista a dar un giro en 180 grados y aproximarse al tema con mas flexibilidad, al mismo tiempo que centra la agenda en los aspectos operacionales requeridos para garantizar la gobernabilidad de sistemas complejos. La estrategia comunicacional desde el gobierno para movilizar positivamente a la población hacia una visión compartida, la definición de la agenda y la coherencia en su manejo, la flexibilidad y capacidad de negociación sin perder la trayectoria básica y el análisis de viabilidad sociopolítica que debe acompañar todo proyecto y sus acciones son parte de los aspectos operacionales que facilitan la gobernabilidad cuando se parte de un marco conceptual en el cual lo económico y lo sociopolítico se manejan como un solo sistema, donde el todo no es necesariamente la suma de las partes. Existe abundante literatura, asesorías y estudios sobre el tema de la comunicación política para realizar una buena campana y alcanzar el poder. El problema se presenta y esta causando un grave daño a los sistemas democráticos en América Latina, es en el como transformar las promesas del marketing político en hechos concretos que consoliden la legitimidad del régimen en condiciones de alta competitividad. Mas grave todavía es el gran vacío conceptual que existe para darle apoyo a los líderes, una vez que asumen posiciones de gobierno, en mantener un intercambio proactivo con los constituyentes en una era donde la abundancia de Informacion tiende como mínimo a confundir. Una rápida revisión de los planes de estudio de la mayoría de los centros de formación en economía o de ingeniería demuestra la ausencia de material para desarrollar en los alumnos el pensamiento sistémico y mucho menos el estratégico. No se trata de si son ingenieros o economistas de segunda provenientes de universidades de primera sino de profesionales a los que se les ha ensenado, bajo el paradigma racionalista, a jugar en una dirección lineal y a realizar abstracciones simples frente a realidades multidireccionales y complejas.2 Los cursos en políticas publicas tienden a llenar rápidamente este vacío pero aun ofrecen una aproximación insuficiente por la herencia que tienen del pensamiento que equipara toma de decisiones con uso eficiente de Informacion de calidad y que mira a la gerencia como administradora de procesos y no como los centros de innovación y liderazgo de transformación que requieren ambos: el mercado y las democracias competitivas no consolidadas de América Latina. En el nuevo enfoque de la gerencia política y la gobernabilidad, que combinan la rigurosidad técnica con la flexibilidad del arte de gobernar, se abre un espacio de esperanza para enfrentar los desafíos de la complejidad que ofrece el establecimiento de sistemas democráticos y regimenes de mercado, pero este esfuerzo será inútil si no se rompe con el paradigma de intentar comprender el todo a trabes del análisis de las partes. Es imposible comprender el funcionamiento de la Bolsa de Nueva York analizando solo a los agentes financieros. De la misma manera que no se tiene un reloj porque se tenga dentro de una misma caja sus partes. Lo que definen la identidad de uno y otro proceso son las interacciones entre sus componentes: La esencia de la Bolsa son las transacciones y lo que permite en un reloj que emerja la simbología del tiempo son las interacciones entre sus piezas o el flujo de información en el caso de un reloj digital. Al intentar analizar el desarrollo de un país dejando de lado la interacción entre lo económico, lo político y lo social estamos haciendo algo mas que equivocarnos estamos tejiendo en forma inadvertida relaciones que son la antitesis de lo que queremos lograr. 2 Estas fallas se intentan corregir con el avance del pensamiento de las ciencias de la complejidad y el trabajo multidisciplinario. Es urgente entonces iniciar un proceso que acepte la complejidad de lo que tenemos entre mano y que como mínimo promueva un enfoque multidisciplinario de los proyectos que se promueven en la región.