DESDE LA CÁTEDRA LA NECESIDAD TIENE CARA DE HEREJE Manuel Zevallos Vera Filósofo Corrientemente hemos escuchado y usado el refrán que dice “la necesidad tiene cara de hereje” y no le hemos tomado el sentido de su significado, no obstante que lo utilizamos con propiedad, yo no le encontraba una explicación lógica, hasta que reflexionando y relacionando sus componentes, personalmente he llegado a la siguiente interpretación: Necesidad. Carácter de aquello de lo que no se puede prescindir. Lo que no puede evitarse. Por ejemplo respirar es una necesidad del hombre, como lo son alimentarse, conservar la salud, educarse, trabajar, progresar, es decir todo aquello que se nos da con fuerza y nos obliga a satisfacerlo por nuestra propia voluntad o por voluntad ajena. Pero tenemos que ser concientes que no todo lo que es necesario es posible, ni todo lo posible es necesario. Esta es la disyuntiva humana que nos conduce, inteligentemente a discernir entre lo real y vitalmente necesario y lo posible que sea alcanzable sin sacrificar lo necesario. El hombre es un ser de necesidades y las relaciones interhumanas resultan un intercambio de servicios para satisfacer necesidades individuales, familiares o sociales y cuando estas no son satisfechos, devienen en descontentos, protestas, reclamaciones y marginaciones. Hereje. “Persona que niega algunos de los dogmas establecidos por una religión; persona que disiente o se aparta de la línea oficial de opinión seguida por una institución, una organización o una academia y que por su conducta opositora resulta desagradable, perjudicial o pernicioso”. La herejía es una actitud que reacciona contra la fe en forma pertinaz, de los principios políticos, científicos, artísticos, etc. Se les consideran religiosamente como renegados y en los campos políticos revisionistas. Ahora con las definiciones de los conceptos de necesidad y herejía podemos derivar racionalmente el significado del refrán “La necesidad tiene cara de hereje”. Cuando las necesidades sociales, individuales o colectivas no son satisfechos por las instituciones de las que uno depende económicamente, por los gobiernos del país de los que somos ciudadanos y en el caso actual, por las organizaciones macronacionales, se produce una reacción de descontento, desacuerdo, reclamación y hasta rebeldía, es decir que se asume actitud similar a los herejes con sus rasgos, apariencias y caras. En un mundo tan desigual en oportunidades, con tanta pobreza, injusticia social y falta de equidad en todos los ámbitos de la vida social; un mundo con déficits morales y éticos, a pesar de su progreso tecnológico, tiene que generar, por el fenómeno dialéctico de la lucha de opuestos, una reacción de protesta y rechazo a tal situación que es una actitud perfectamente natural y justificada, siempre que no se llegue a la desesperación que nos conduzca a la destrucción, la violencia, la delincuencia, el terrorismo, vale decir a nuestra autodestrucción, que nos convertiría en una sociedad empobrecida y con pobreza generalizada no es fuente de ayuda ni medio para satisfacer nuestras necesidades postergadas. El camino sensato e inteligente es luchar, organizarnos, asociarnos para convertirnos en entes productivos mediante el trabajo; la productividad, la ayuda mutua como son las micro y pequeñas empresas, la cooperativas y las organizaciones familiares que son núcleos con gran poder de trabajo. Tenemos derecho a soñar con grandezas y anhelar mejores condiciones de vida, pero lo más importantes es empezar con modestia, humildad, pensando en nuestra realidad con fe y optimismo, como lo han hecho los creadores de grandes empresas y proyectos hechos realidad, y ahora son consorcios poderosos, como podemos verlo en el Perú y en el mundo. A propósito de lo que decimos y recomendamos, recuerdo lo expresado por el famoso intelectual mejicano Miguel Angel Cornejo en su libro “La Infinitud Humana”: “pensar en grande y empezar en pequeño. Tal es el éxito de los grandes exitosos empresarios. A veces sin capital crecen las empresas, sólo con ánimo y voluntad; algo así como ocurre con un vehículo paralizado y solamente espera que encienda la chispa en el motor y provoque el encendido y la energía para ponerse en marcha” En el Perú tenemos entre otros, el ejemplo reciente de Erasmo Wong que empezó con una bodeguita y con trabajo noble y cumplidor de sus obligaciones y compromisos comerciales, sus hijos, siguiendo su ejemplo, la han convertido en una poderosa cadena de negocios que hacen honor al empresariado peruano y es un ejemplo para nuestro juventud que no puede caer en el derrotismo, ni en la rebeldía sin causa, necesidades siempre habrán y por lo tanto habrán herejes y rebeldes, pero que sean por causas nobles. 22 de Octubre del 2007