Dr. Andrés Serbín. Hay plena coincidencia que el 11 de septiembre marca un lanzamiento de la Agenda internacional en los temas de seguridad y hay una reaparición de los estados-nación, particularmente los más poderosos como actores significativos y es que de alguna manera reflejan las tendencias que ya existían en el marco de una tensión entre una dinámica del sistema nacional e internacional los que comienzan a enfatizar una visión y perspectivas de unilateralismo complejas con una creciente incorporación de actores no estatales en este sistema internacional, con una participación de esos actores en distintos mecanismos, instancias y a la vez un debate sobre la posibilidad de una gobernanza global que básicamente se fundamentaba sobre la necesidad de que se impusiera un derecho internacional que legitimizara ese funcionamiento. Creo que el punto general del 11 de septiembre es que todo se debate sobre el multilateralismo complejo con participación de no estatales, creación de regímenes, mecanismos para fortalecer esta gobernanza global y esta arquitectura basada en el derecho, se ve cuestionada por la reemergencia del desarrollo y una tendencia que está presente desde antes en términos de una creciente con conservadores precedentes, pero creo que el eje del desplazamiento tiene que ver solamente con los temas, tiene que ver con un cuestionamiento de esta arquitectura que se estaba construyendo en el período anterior, a fin de la Guerra Fría y el 11 de septiembre, basado fundamentalmente en el derecho internacional; porque se produce no sólo un desplazamiento desde la visión multilateralista a una visión unilateral por parte de uno de los países más poderosos, sino que tenemos un desplazamiento desde la ley que tiene el sistema internacional al uso de la fuerza; si nosotros analizamos muchas de las acciones de los Estados Unidos desde el 11 de septiembre en adelante, refleja una tendencia preexistente. Es cierto que vana poner en evidencia que muchos de los acuerdos, tratados y leyes a nivel internacional van a ser puestas en cuestión, no voy a mencionar todos pero podríamos fijarnos en la convención de Ginebra y la situación de Pakistán con sus prisioneros, no está tomado en cuenta el artículo 51 de la carta de las Naciones Unidas, lo que es la concepción de guerra preventiva y así sucesivamente. Yo creo que aquí es donde aparece la preocupación de las organizaciones civiles, porque no solamente empieza a aparecer un peligro y una amenaza a los derecho humanos sino que afecta a los derechos civiles de libertad y leyes cívicas básicas, sino también a todos los derechos básicos que se generan en un orden internacional y evidentemente tiene que ver con una preocupación que van dejando sobre la posibilidad de proyectar efectivamente la democracia a nivel internacional, y aquí es evidente un doble discurso que se ha venido desarrollando los últimos años; hay una insistencia de que hay que preservar, conservar y profundizar la democracia a nivel internacional y por otro lado cuestionar el estado derecho y el derecho en un marco del uso de las fuerzas. En una doctrina de guerra preventiva esta es la preocupación que manifiestan muchos de los actores no estatales que en la etapa preliminar, como decía en la Guerra Fría hasta el 11 de septiembre, empiezan a aparecer y tener influencias en el sistema internacional; aquí entra en debate lo complejo que es el derecho cívico internacional, no entraremos en detalle pero si es necesario destacar que la sociedad civil esta indisociablemente ligada al desarrollo de la democracia de los valores cívicos y a la defensa de los derechos fundamentales; esto se da tanto a nivel nacional como internacional en el desarrollo de cada movimiento de la sociedad civil, que empiezan a tener influencia en el sistema nacional en general. Lo que hacen es abordar dos tipos de problemas: uno tiene que ver con el problema de la democracia a nivel internacional, quien toma decisiones por qué las toma y la existencia efectiva de un déficit de democracia, y por otro lado una serie de movimientos sociales que cuestionan el conjunto de sistemas y que apuntan a los problemas de la exclusión de la pobreza y desigualdad en el sistema internacional. Lo curioso es que dentro de este marco y en la década precedente no estábamos hablando de organizaciones de la sociedad civil y los temas de seguridad y de paz. Con los movimientos pacifistas en la sociedad civil más compleja como en Europa donde sí había un precedente. El 11 de septiembre y esta llamada de atención sobre la sustitución del derecho con el uso de la fuerza, hace que las organizaciones de la sociedad civil por primera vez se pregunten si también no deberían cambiar su agenda respectiva de los temas sociales y económicos, dejando de lado las prioridades que tenían antes a los temas de seguridad. Y aquí es donde aparecen una serie de problemas que tenemos que enfrentar con realismo y crudeza, en primer lugar, en general como decía no hay una experiencia de las organizaciones civiles como para tocar este tema y entre otros casos, por ejemplo el de América latina, más específicamente América del Sur, los temas de seguridad aparecían en la agenda de la sociedad civil al principio de los derechos de democratización y profundización democrática asociados con los temas de derechos humanos. Y la preocupación por la transición de los regímenes autoritarios antes de la consolidación de la democracia, cuando el tema de derechos humanos pasa a diluirse progresivamente los temas de seguridad en las organizaciones civiles pasan a un segundo plano y seguidamente son relevados en manos del estado, porque en última instancia estas organizaciones les permite debatir o les permite plantear temas de seguridad y pasar a otro plano. El 11 de septiembre nos replantea en las organizaciones de asociación civil la necesidad de abordar temas de seguridad, pero el problema es parte de un debate en el que se plantea si estamos a la altura de la seguridad. Esto habla de un desafío particularmente característico de nuestra región que habla de dos precedentes, como que este es uno de los continentes más pacíficos comparativamente con otras regiones, pero si nosotros vamos a profundizar en el proceso democrático necesitamos amplia participación de los gobiernos y de los actores políticos. Necesariamente tenemos que pensar que la sociedad civil debe participar de alguna manera en la prevención de la emergencia de cualquier conflicto con esta región, y esta es una de las tareas que se presenta en este momento porque en general la tradición de las organizaciones de la sociedad civil ha estado enfocada más en la resolución expofacto como los gobiernos de los conflictos que se plantean y no la prevención de los mismos. Un estudio reciente muestra que a pesar de la estabilidad estratégica de la región, a pesar que hay una tendencia a que disminuyan los conflictos de carácter interestatal, no es totalmente descartable que en los próximos 10, 15 o 20 años tengamos un incremento significativo de un nuevo tipo de conflicto que involucre dinámicas de conflicto doméstico con dinámicas de conflicto transoceánico y que frente a esto el resto de la sociedad civil es fundamental en interlocución, en coordinación y en acción conjunta con los gobiernos y con los acores políticos para desarrollar estratégicas de fuerza temprana y de prevención a estas situaciones. Muchas Gracias.