El Acuerdo de Paris Diciembre 14 de 2015. El cambio más importante que emana del conjunto del Acuerdo y la Decisión que lo acompaña es que el texto implica un cambio en el estilo de desarrollo y deja atrás el limitado enfoque de una respuesta ambiental. En este sentido son importantes las referencias preambulares del Acuerdo a una “transición justa para los trabajadores”, la creación de trabajo decente, las referencias en la decisión a políticas públicas incluyendo el precio al carbono y las referencias a los actores no gubernamentales (privados y otros, como las ciudades), la referencia a estilos de vida sostenibles y al cambio de patrones de producción y consumo como una responsabilidad que recae mayormente en los países desarrollados. Los temas centrales abordados en el Acuerdo son; mitigación, adaptación, finanzas, tecnología, capacitación, transparencia en el seguimiento de todos ellos. Los cambios más importantes producidos en el régimen climático por efecto del Acuerdo de París: 1.-Queda enmarcado en la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático (con lo que al cambiar de nombre se le distingue radicalmente del Protocolo de Kioto, que seguirá en vigor hasta la entrada en vigor del Acuerdo en 2020, que se comenzará a ratificar a partir de abril del 2016). 2.-El Protocolo de Kioto tiene compromisos de reducción de los países desarrollados de la OCDE (anexo 1), que siguen vigentes, pero que la renuncia de EUA a su ratificación y la denuncia de otros, reduce su efectividad. Sin embargo, producto de los acuerdos de Copenhague y Cancún (2009 y 2010), se convocó a otros países en desarrollo a sumarse al esfuerzo, entre ellos México, Brasil, Costa Rica y Chile con ofrecimientos de reducción de emisiones. La suma de esfuerzos, sin embargo es insuficiente para detener el calentamiento global. El protocolo de Kioto reconoce la existencia de mecanismos de mercado para facilitar el cumplimiento de las obligaciones comprometidas. El esquema de obligaciones de países desarrollados sigue el modelo de reducir en tanto por ciento las emisiones con respecto a un año base. Las reducciones de los países en desarrollo responden al modelo de reducción de emisiones con relación a lo que hubieran sido en el futuro tomando como punto de partida de la proyección un año base. 3.-En Cancun se oficializó la creación del Fondo Verde para el Clima que a la fecha cuenta con 6 mil millones de dólares y al que se comprometió a llevar hasta 100 mil millones anuales a partir del 2020 para financiar mitigación y adaptación por partes iguales. 4.-El acuerdo de París que regirá a partir del 2020, introduce cambios importantes. La mayor parte de los países, desarrollados y en desarrollo comprometen metas. Hasta ahora 185 países han presentado sus intenciones de reducción, nacionalmente determinadas y no internacionalmente acordadas. Es cerca del 100% de las emisiones. A fin de contar con el apoyo de los Estados Unidos, el primer emisor per cápita y segundo emisor país, se introdujo un artículo que obliga a emitir una ley nacional donde quedará estipulada la meta. De este modo no queda obligado internacionalmente, sino nacionalmente. 5.-Se recogió la meta de no pasar los 2°C de aumento de temperatura y de ser posible no rebasar 1.5°C (flujo necesario de 40 gigatoneladas anuales). La suma de las metas no permite alcanzar la meta de no sobrepasar los 2°C de aumento global con respecto a la era preindustrial (estima que llevarán a una emisión anual de 55 gigatoneladas en 2030) y nos acerca a los 3°C de aumento. Por tanto se acordó tener una primera revisión en 2018 a fin de ajustar los INDCs (Intended Nationaly Determined Contributions) y a partir de 2020 cada 5 años. Dado que no hay mecanismos de sanción, el principal riesgo es que no se alcancen las metas por parte de importantes emisores y que no pase nada, salvo las alarmas del caso. El secretariado publicará el resultado de la suma de compromisos nuevamente en mayo de 2016. En 2018 el IPCC publicara la estimación de los efectos de 1.5 °C de calentamiento. Los ajustes a las Contribuciones nacionales se harán con detalle de su planeación para el cumplimiento, y con 9 a 12 meses de anticipación a la siguiente COP. El artículo 4° establece la aspiración de que se neutralicen emisiones con absorciones para 2050, es decir, que se alcance la neutralidad carbónica. 6.-El fondeo también se revisará periódicamente y se acordó que los 100 mil millones de dólares del fondo verde serán considerados un piso y no un techo y se exhorta a todos a contribuir en la medida de sus posibilidades. El nivel de fondeo será revisado antes de 2025 hacia arriba. 7.-El Acuerdo expresa el paso de un régimen marcadamente diferenciado (Anexo 1 con obligaciones absolutas de reducción) con un débil factor común (Kioto; lo que los países en desarrollo quisieran o pudieran hacer), se pasó a uno marcadamente común (todos hacen reducciones) y de menor diferenciación (lo que pueda cada quien). 8.-Se reconoce que el calentamiento ha producido pérdidas y daños en los países en desarrollo pero no se establece un régimen de compensaciones y se dejó abierta la posibilidad de seguir negociando el tema. 9.-En el Acuerdo, también se recogen los mecanismos de mercado para el cumplimiento pero se exhorta a eliminar del sistema las reservas de reducciones del “segundo periodo de cumplimiento “ del Protocolo de Kioto, que ya no tendrá vida. 10.-Para la transferencia de tecnología se acordó tener un mecanismo semejante al Global Environment Facility pero más flexible. 11.-El acuerdo menciona la necesidad de poner precio al carbono, pero no establece ninguna provisión al respecto. 12.-El acuerdo si da una señal de largo plazo a la economía de descarbonización y tal vez sea su mayor mérito. Por ejemplo, el lunes siguiente de alcanzado el Acuerdo se produjo una importante declaración de una coalición de fabricantes de autos y sus partes anunciando la futura descarbonización de su industria. Es mi convicción que el financiamiento de los inversionistas institucionales se saldrán más o menos gradualmente del mercado de fósiles (ver nota enviada a Alicia ccp Porcile sobre inversionistas institucionales) sobre recientes decisiones al respecto, incluyendo el anuncio de Allianz. Hoy, en este contexto, se está volviendo un lugar común hablar de economía baja en carbono o de economía verde. Por cierto, uno de los sectores más retrasados en el cambio de políticas es el sector bancario, que gracias a la disponibilidad de fondos climáticos (de nicho) ha mantenido sus prácticas de financiamiento y de exposición carbónica de sus carteras sin mayores cambios (¡!), incluyendo las bancas de desarrollo. Recordemos que bonos verdes y financiamiento climático funciona en base a listados y no con base en riesgo o externalidades. La decisión, en su párrafo 44 pide información al sistema financiero de las medidas para incorporar medidas para reducir el carbono y aumentar la adaptación. De hecho en el artículo 4, párrafo 19, se pide a los países que presenten estrategias de desarrollo bajo en carbono de largo plazo (al 2050). El párrafo 6.8 y 6.9 establecen un espacio institucional para discutir políticas e instrumentos distintos de los mercados de carbono. 13.-Con relación a la adaptación, el Acuerdo establece un espacio para compartir mejores prácticas y pide a los países la elaboración y actualización de planes de adaptación y se hará un balance de los apoyos internacionales a la adaptación. 14.-La primera evaluación de avance se hará en el año 2023 y a partir de ahí cada 5 años. La fecha embona bien con las revisiones de los INDCs. 15.-El Protocolo de Kioto sigue vigente hasta el 2020, con sus compromisos parciales, y a partir de ahí entra en vigor el Acuerdo de París con una cobertura casi total de países y emisiones. En ALC, Nicaragua y Venezuela, junto con algunos países del Caribe no presentaron INDC. 16.-El nuevo acuerdo, como sucedió en su momento con la Convención de Cambio Climático entrará en vigor cuando 55 países representando al menos el 55 % de las emisiones lo suscriban.