TÍTULOS VALORES, CERTIFICADOS DE DEPÓSITO Y AHORRO A TÉRMINO Concepto Nº 95026272-1. Agosto 11 de 1995 SÍNTESIS: Naturaleza CDAT. No son títulos valores [§ 0265] EXTRACTOS -«( ) Régimen legal Fue la Ley 45 de 1923 la que estableció el marco general dentro del cual, los establecimientos bancarios pueden recibir depósitos de dinero a través de sus secciones de ahorros y limita el empleo de la palabra "ahorro" o sus equivalentes a los establecimientos bancarios que hayan sido autorizados para tener una sección de ahorros Así las cosas, por sección de ahorro se entiende la sección "de un establecimiento bancario que hace el negocio de recibir pequeños ahorros en depósito a término y a interés para invertirlos en obligaciones especialmente seguras" (L. 45/32, art 6°) En ese sentido el ordenamiento legal, estableció que estos depósitos pueden ser constituidos a la vista o en el plazo convenido, género este último dentro del cual se agrupan lo, certificados de ahorro a término. De otra parte, recientemente el Ministerio de Hacienda y Crédito Público con el Decreto 2423 de 1993, autorizó en sus artículos 2° y 3° a las corporaciones financieras y a las compañías de financiamiento comercial la captación de recursos a través de depósitos de ahorro a la vista o mediante la expedición de CDAT’s, bajo unos parámetros de capital y reserva allí establecidos. A su turno la Superintendencia Bancaria en Circular Externa 12 de 1994 instruyó al respecto, recordando que las entidades destinatarias de la medida debían tener en cuenta para la ejecución de la operación referida las previsiones contenidas en el numeral 2° del artículo 126 y 3° del 128 del Estatuto Orgánico del Sistema Financiero, en cuanto a tasas de interés y ahorro contractual se refiere. La naturaleza De conformidad con el artículo 649 del Código de Comercio, los "títulos valores son documentos necesarios para legitimar el ejercicio del derecho literal y autónomo que en ellos se incorpora". Así es como, la doctrina en general ha dotado a estos documentos de cuatro elementos característicos, sin los cuales, no podrían existir, a saber, incorporación, legitimación, literalidad y autonomía. Bajo el contexto anterior, han surgido dos teorías, aquella que sostiene la existencia de títulos, valores diferentes a los señalados en la ley, habida interpretación que del artículo 621 del ordenamiento mercantil se hiciere considerando que la norma no sólo se refiere a los títulos que expresamente reguló el legislador, sino a todos los que reúnan como mínimo las condiciones de incorporación del derecho y de la firma de quien lo crea. Por su parte, hay, quienes, interpretando el artículo 620 del mismo Estatuto, concluyen que los títulos valores son un género que sólo puede ser predicado respecto de aquellos títulos previstos como tales por el legislador. La Superintendencia Bancaria, de tiempo atrás dejó sentada su posición en los siguientes término: "Por lo tanto, sólo se estará en presencia de un título valor, de conformidad con el artículo 620 del estatuto mercantil, (...) cuando contenga las menciones y llenen los requisitos que la ley señale (...)”, de manera que sólo así tendrán aptitud para producir los efectos que se indiquen en el documento, es decir, que si la ley no establece las previsiones necesarias, su nominación y sus características, no se puede hablar de título valor. Y es que ello, encuentra asidero en el artículo 645 ibídem cuando prevé que "las disposiciones de este título no se aplicarán a los boletos, fichas, contraseñas u otros documentos que no estén destinados a circular y que sirvan exclusivamente para identificar a quien tiene derecho para exigir la prestación correspondiente". Ahora bien, en cuanto hace a los certificados de depósitos de ahorros, acogiendo en un todo el concepto antes citado como la posición de esta Dirección y teniendo en cuenta que lo que se expide con ocasión de la entrega de dineros en la sección de ahorros, conforme lo establecido en el numeral 2° del artículo 126 del Estatuto Orgánico del Sistema Financiero, es una simple constancia de depósito, que legitima a su titular exclusivamente para exigir su acreencia, sin que pueda entenderse que la misma cuenta con la vocación circulatoria establecida en el artículo 645 del Código de Comercio, o sea que el mencionado documento, no puede ser expedido al portador, ni transferirse mediante endoso, en error grave incurriría quien pretenda calificarlos de títulos valores. Corolario de lo anterior, los CDAT, no pueden ser considerados títulos valores por cuanto la ley no les ha otorgado esa calidad, de manera, que los mismos deben ubicarse dentro de las constancias, que conceden a su titular el derecho de exigir su acreencia, sin poder circulatorio, toda vez que el dinero entregado en esas condiciones, no constituye para quien lo entrega una inversión propiamente dicha, sino la colocación de una parte de su dinero en un depósito de ahorro». VEASE ADEMÁS: Sobre certificados de ahorro a término. No son títulos valores. Concepto 96027581-1 del 13 de agosto de 1996. Publicado en Conceptos Dirección Jurídica, t. 1996, p. 229 y en Doctrinas y Conceptos Financieros (1994-1998), Superbancaria -Legis 1999.