Fiesta de cierre, más amor que en Love Parade

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El Clarí-n de Chile
Fiesta de cierre, más amor que en Love Parade
autor Camila Rioseco
2006-01-14 02:38:17
El lugar que normalmente es el escenario de la vida pública del ser humano, esta vez lo fue para la entretención
familias, los amigos y colegas. Casi 200 mil chilenos andaban peluseando ayer en la calle. Se puede pensar que a las 7
de la tarde el sol ya no pega tan fuerte, pero ayer la Alameda tuvo un récord de grados centÃ-grados. A la altura de la
calle Namur la densidad demográfica del sector, era máxima y el calor era capaz de derretir hasta los huesos.
A cada metro habÃ-a una parrilla con anticuchos y sánguches de potito o una olla de aceite para las empanadas y
sopaillillas. En pocas palabras estaba caliente, apretado y oloroso, aún asÃ- todos se veÃ-an sonrientes.
Sonaba Cholomandinga, el opio del pueblo se llamaba la canción, el más punki de los fans se subió al techo de un
paradero, otros se pararon en los brazos de la estatua que está frente a la Univ. Católica para ver la pantalla que
transmitÃ-a lo que pasaba en el escenario, excelente vista. Bajando por Alameda hacia el cerro, era más fácil
transitar, respirar y conversar. A medida que se bajaba, el mercado se iba agrandado, los productos incluÃ-an ahora
poleras, accesorios, juegos, tazones y bandas presidenciales, todo con la cara de Michelle Bachelet. En los pies del
Santa LucÃ-a ya no se escuchaba el show porque no habÃ-an parlantes y la gente absorbÃ-a los sonidos. En los lugares
más espaciados se armaban grupos de conversación en medio de las calles; tipos de terno, otros más casuales y
mujeres bien arregladas estaban hablando de algo importante y también se veÃ-an sorientes. A los lejos y profundo, se
escucha la voz ronca de Serrano. Las latas de cervezas costaban quinientos pesos, pero sólo se vendÃ-an en las
calles laterales o en las esquinas, o sea, fuera de la vista de la orden policial, la que estaba más preocupada de los
accesos que de las personas.
Algunas de las micros de acercamiento (6 más o menos) estaban estacionadas
vacÃ-as en Portugal, eran las casi las nueve y Ana Belén cantaba el himno nacional. La gente en la calle celebraba,
cantaba, tragaba, conversaba y sonreÃ-a (algunos dormÃ-an, dormir es bueno). La tarde de ayer fue para dejar cansado
a cualquiera, pero estuvo bien. Algunos aprovecharon de ganarse unos pesos de más, otros sólo caminaron y lo
pasaron bien en las calles de Santiago.
Otra gran parte de los chilenos no tuvo la oportunidad de celebrar, pero y qué
tanto, si asÃ- son las oportunidades, a todos les llega en algún momento y todos obtendrán lo que se merecen.
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_PDF_GENERATED 19 November, 2016, 13:40
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