Museo Arqueológico Nacional PIEZA DEL MES Ciclo 1999 «Creencias, símbolos y ritos religiosos» La estela de Hernán Pérez (Cáceres) Descripción La estela de Hernán Pérez (sala G)es un alargado bloque rodado de granito, de forma paralelográmica, cuyas dimensiones máximas son 86 cm de alto, 40 cm de ancho y 37 cm de gnieso.Este bloque está grabado en su superficie más plana. En su parte superior se representa un rostro con ojos, cejas, nariz y boca. Dos líneas paralelas seccionadas por pequeños trazos radiales circundan esta cara. En la actualidad se considera que estas líneas son la representación esquemática de una diadema, aunque anteriormente se había interpretado como un manto ritual. Una gran línea horizontal separa esta zona del resto del cuerpo. De ella penden dos trazos circulares paralelos, interpretados como collares, y en sus extremos se observan los brazos y las manos. Debajo de esta decoración se graba el ancho cinturón constituido por dos líneas horizontales paralelas con doce puntos en su centro a modo de daveteado. Algunos autores señalan la presencia bajo el cinturón de una alabarda triangular del tipo «Garrapatas», enmangada en un astil y Fig 1). Mapa de la región de Plasencia (Cáceres), donde se sitúa el pueblo de tiemán Perez. y el lugar donde se hallaron los ídolos y la estela decorada. (Almagro, 1372 84, fig 1) grabada en bajorrelieve, al contrario que el resto que es inciso, por lo que quizá podría tratarse de una intrusión posterior. Conserva restos de ocre en toda su superficie, y especialmente en la zona superior y por detrás. Condiciones de hallazgo Esta pieza forma Fig. 2). Plano de situación de los hallazgos arqueológicos que se ofrecen en parte un gmpo de esteel predio de .la Dehesa* del pueblo de Hernán Péra: l. Dolmen de uEl Chanquero*.- 2. id010 de Hernán Pérez 1.- 3. id010 de Hernán Pérez 11.- 4. las que aparederon de Dolmen del1 *Prado del Castañon.- 5. ídolos de Hemán Pérez 111 a Vi y forma casual en 10s estela grabada.- 6 . ídolo de Hernán Pérez VIL- 7. Dolmen del Arroyo de ~ a n i l l á s(Almagro, . 1972:95, fig.2) trabajos de desbroce del monte en un paraje conocido como la Dehesa, cercano al pueblo cacereño de Hernán Pérez, muy próximo a Plasencia, al pie de las estribaciones meridionales de la Sierra de Gata denominadas Sierra de los Ángeles y Sierra del Moro (Fig.1). Se trata de una zona de monte bajo, cubierta de jaras, lentiscos y otros arbustos y reforestada con pinos. Esta zona está recorrida de noreste a suroeste por el Arroyo de las Herrerías, en el que desaguan los arroyos de Canillas, del Perro y de la Helechosa. Precisamente entre estos tres ríos, de curso paralelo, fueron localizadas estas estelas grabadas (Fig.2). En 1972 D.Martín Almagro Basch publicó este grupo de estelas grabadas, que por aquel entonces pasaron a engrosar los fondos del Museo Arqueológico Nacional, y las denominó «ídolos guijarro))por considerar que se trataba de cantos rodados. Son en total siete estelas muy similares y una estela de guerrero del tipo de las aparecidas en el Suroeste peninsular (Almagro, 1966). Una de ellas, la más completa y mejor conservada, es la que aquí presentamos, conocida como ((Estelade Hernán Pérez VI» (Fig3). Dispersión geográfica y cronología Estas estelas, conocidas como «idolos-guijarro)),((estelas-guijarro,),(('idolosestela))o ((estelas-diademadas)), aparecen tanto aisladas como asociadas entre si y son Fig. 3 ) . ídolo de Hernán Pérez VI. Fig. 4). ídolo -estela de la Granja de Toriñuelo (jerez de los Caballeros ,Badajoz). (Almagro, 1972:110,fig.15). ejemplares muy escasos en la Península Ibérica. Se concentran principalmente en la región extremeña d e Las Hurdes y Sierra d e Gata (Cáceres), probablemente el foco originario por su abundancia, extendiéndose hacia el Norte en otro núcleo en torno a la vertiente septentrional de la Sierra de Gata, en la provincia d e Salamanca, concretamente en la zona de Ciudad Rodrigo. y estela de Los Santos). Muy similares a las siete de Hemán Pérez son las de Ciudad Rodrigo (sala 4, vitrina 4) , la Granja delToriñuelo 11 (Fig.4) (sala 6, vitrina 5), que se conservan en el Museo Arqueológico Nacional. Para algunos especialistas las raíces de este tipo de representaciones se remontarían al Neolítico Final, relacionandose con el arte antropomorfo megalítico europeo (entre el IV y 111 milenio a.C). Se encaminarían posteriormente hacia una mayor antropomorfización en el periodo Calcolítico (111 milenio a . c . ) y hacia la representación de las armas en las estelas panoplia del Bronce Pleno (11 milenio a.C), para desembocar finalmente en los grabados de las estelas de guerrero del Bronce Final (finales del 11-principios del 1 milenio a.c.) (estela de Solana de Cabañas, sala 6, vitrina 6 ) Sin embargo, otros especialistas las sitúan cronológicamente en el Bronce Pleno, periodo que comprende el Bronce Antiguo y Medio. Esta cronología la dan al considerar que son anteriores a las «estelas diademadas~que presentan fíbula de pivotes, peine y espejo, fechadas por estos elementos en el Bronce Final (Torrejón el Rubio 11, fig.5) y contemporáneas a las de guerrero. La presencia d e la alabarda del tipo «Garrapatas» de procedencia argárica que se observa en la estela de Hernán Pérez ratificaría estas fechas. Interpretaciones Función ritual funeraria Tradicionalmente se ha consiFig. 5). Estela diademada deTorrejón El Rubio 11 (Cáceres). (Almagro, 1972:111, fig.16). derado que estas estelas poseían una función ritual funeraria, por lo que serían representaciones religiosas de ídolos o divinidades y servirían para marcar verticalmente enterramientos que se realizarían en cistas. Igualmente se ha apuntado que quizá se trate de la representación de un individuo sacralizado o heroizado, indicando por parte del difunto una mayor posición social, quizá relacionada con la posesión o manipulación del metal, lo que se demostraría por la utilización de joyas como torques o collares (Sevillano San José,1991). La representación de senos en algunas de estas estelas indicaría que se trata de representaciones femeninas. Algunos autores relacionan su origen con los ídolos de arte mueble, grabados dolménicos y arte rupestre (Bueno Ramirez 1384 y 1387).Indican que todo este «arte megalítico)) ( finales del IV milenio y todo el Iimilenio a.C.),(sala 4, vitrinas 8 a 1 4 ) formaría parte de un bagaje cultural homogéneo que se expresaría mediante diferentes técnicas y materias primas, pero todos con un denominador común: sus elementos iconográficos procedentes de las figuraciones sobre placas, falanges, betilos, cerámica, etc. del arte megalítico. la estela dc I lerriríri I'érez tendría su origeri en los ídolos de la Península, es decir, en las placas de esquisto o arenisca con personajes antropormorfos grabados típicas del neolítico de la zona en los que se representan los ojos redondos con cejas o pestañas marcadas, naríz, representaciones de zig zag para el pelo o el manto, etc. (Ídolo -placa de Granja de Céspedes, sala 4, vitrina 14). Según trabajos recientes las estelas antropomorfas ndiademadas))parece que tienen una relación todavía más estrecha con los monumentos megalíticos que lo que ya se suponía, puesto que están apareciendo como ortostatos (las lajas verticales que constituyen las paredes de los dólmenes y tholoi) en las tumbas megalíticas (Bueno,1998-1999). Estas tumbas funcionanan además como marcadores territoriales, ya que se sitúan en puntos desde los que se domina el paisaje circundante, controlando las tierras de labor y pastos, las vías de comunicación naturales, los recursos de agua, etc. Esto sena importante para la sociedad calcolítica que se encuentra en expansión, con un crecimiento demográfico provocado por la implantación de la agricultura y la ganadena a gran escala, pero sobre cuya sedentarización hay discusión entre los especialistas, ya que algunos opinan que el megalitismo es más propio de pueblos nómadas y ganaderos. Función como marcador territorial En la actualidad algunos investigadores (Ruiz-Gálvez 1332 y 1338; y RuizGálvez y Galán 133 1) descartan la idea de su función de lápida ante la ausencia de restos d e enterramiento, y la interpretación se realiza estudiando sus relaciones con el espacio que las rodea y la interrelación que se establece entre ellas y el medio ambiente en que se localizan, aunque se admite que además puedan estar relacionadas con el mundo funerario en el sentido de conmemoración o heroización del dihnto. Se tiene en cuenta su dispersión, y se observa cómo están representadas en zonas fronterizas, y como coinciden en parte con las estelas de guerrero del suroeste, concretamente en la zona comprendida entre la Sierra de Gata y Sierra da Estrela, aunque su centro parece situarse en los pasos del Sistema Central que comunica el Suroeste y la Meseta Norte a través de Las Hurdes y la Sierra de Gata, concentrándose estelas-guijarro, petroglifos y grabados esquemáticos en zonas de paso y de aprovechamiento ecológico complementario (Fig.G).Esta dispersión no debe interpretarse como reflejo de una transhumancia a larga distancia en estos momentos. La fuerte concentración de estelas en zonas fronterizas parece más bien reflejar recorridos más cortos tal vez encadenando territorios. La interpretación que realizan como estelas femeninas, su ubicación cronológica en la Edad del Bronce (momento de desarrollo de los intercambios comerciales) y su localización en zonas fronterizas y de tránsito hacia los pastos extremeños indica a estos investigadores que estas piezas pueden haber seMdo para marcar de modo visible las relaciones de parentesco entre grupos Fig. 6 ) . Relación de los ídolos-guijarro con los puntos de vecinos, fomentadas a través paso entre la Sierra de Gata y la Sierra da Estrela. (RuizGálvez, 1998:179,fig.50). del intercambio recíproco d e mujeres, lo que permitina, a través del establecimiento de lazos de parentesco entre jefes, garantizar la paz y la libre circulación por el territorio. Estos movimientos podrían responder a desplazamientos de tipo transterminante, entre valle y montaña y en un radio n o mayor de 100 km. Su aparición en zonas donde también hay estelas de guerrero, como en la zona del Zújar, puede ser para recordar las obligaciones impuestas por el parentesco en zonas conflictivas y para recalcar la importancia de la mujer como bien superior de las esferas sociales de intercambio y su papel en una sociedad aparentemente dominada por la figura del varón guerrero. Otro aspecto interesante planteado recientemente tanto por Ruiz-Gálvez como por Galán es que las estelas diademadas representan, probablemente, una mujer rodeada de su panoplia de objetos valiosos, entre los que se encuentran diademas y collares. Para ellos, si estas estelas que encontramos tanto en el Bronce Pleno (Hernán Pérez) (fig.3) como en el Bronce Final (fig.5) son la prueba de la existencia d e intercambio de mujeres, estos objetos serían parte de su dote, que en épocas tardías de la Edad del Bronce tendrían un referente real en los torques de oro. Estos autores desarrollan una atractiva teoría: el elevadísimo peso (hasta 2 kg) de los tesoros áureos del Suroeste (Sagrajas, Berzocana -sala 6, vitrina 8) se debe a que es parte de la dote, pues son la reserva de valor que acompaña a la mujer al matrimonio y son su patrimonio particular. Así pues, para estos investigadores la aparición de las estelas parece que debe estar ligada a su función como marcador territorial y a las condiciorit>sqiic l a 5 hicieron necesarias. Esto debió ocurrir, según ellos, en un momento en el que una serie de poblaciones comenzaron a asentarse en determinados lugares, lo que implicaría un mayor control territorial, de las vías de paso y de los recursos disponibles. Por ello las poblaciones no totalmente sedentarizadas se verían obligadas a controlar más sus propios territorios debido a la amenaza de retroceder ante el avance de esas poblaciones sedentarias que tenderían a monopolizar los escasos recursos. Su creación está ligada a un proceso de incipiente jerarquización. Y su final estará causado por el inicio del proceso colonial, ya que la instalación fenicia dejará sin sentido las rutas tradicionales de intercambio. Sin embargo, es muy difícil contrastar adecuadamente este argumento ya que el registro arqueológico del suroeste es muy escaso en este momento inicial-medio de la Edad del Bronce. Existe una laguna de conocimiento respecto a patrones de poblamiento y hay un gran desconocimiento de las formas de vida y la actividad económica de la población. Sabemos que durante este periodo la economía no experimenta una gran variación con respecto al periodo anterior: se practica una agricultura cerealista, una ganadería de ovicápridos y vacuno, y una metalúrgia cuya importancia real se desconoce. El rito de enterramiento ya no es el colectivo megalítico sino la inhumación individual en cistas, cuyo empleo refleja el papel relevante que cobra el individuo frente a la colectividad. En conclusión, podemos afirmar que, pertenezca al mundo megalítico, pertenezca al del Bronce Pleno, lo cierto es que la representación grabada en la estela de Hemán Pérez está realizada en un lenguaje visual propio de sociedades ágrafas cuya finalidad es transmitir un mensaje empleando para ello una iconografía figurada y un determinado emplazamiento elegido para su exposición. Visitas recomendas Museo Arqueológico Nacional. Sala 6, vitrinas 1 a 8 (estelas del Bronce Pleno y Final Sala 4, vitrinas 8 a 14 ( megalitismo) Museo Provincial de Badajoz y Museo Provincial de Salamanca: vitrinas de megalitismo, ídolos-placa y estelas del Bronce Pleno y Final. Bibliografía ALMAGRO HASCt1, Martín ( 1 3 6 6 ) las estelar decorndas del SOE peninsulnr, Biblioteca Praehistórica tiispana, Madrid Importante Corpus pionero sobre las estelas del SOt: alentejanas, diademadas y de guerrero. t i o y debe completarse con nuevos descubrimientos y diferentes conclusiones cronológicas e interpretativas ALMAGRO BASCH, Martín (1972): Los ídolos y la estela decorada de Hernán Pérez (Cáceres) y el ídolo estela de Tabuyo del Monte (León), Trabajos de Prehistoria 29, pp.83-124. Artículo en el que se describen minuciosamente por primera vez las estelas de Hernán Pérez. También se realiza un estudio comparativo con otras, como la deTabuyo del Monte (León). No se recoje la alabarda de Hemán PérezVI. ALMAGRO GORBEA. Martín (1977):El Bronce Final y el periodo onentalizante en Extremadura, Madrid, Biblioteca Praehistórica Hispana, XIV. Libro imprescindible sobre el Bronce Final extremeño con una importantísima referencia a las estelas de guerrero de este periodo. Lectura muy recomendada. BARCELÓ,J A. (1988): introducción al razonamiento estadístico aplicado a la arqueología: un análisis de las estelas antropomorfas de la Península Ibérica, Trabajos de Prehistoria 45, pp.51-85. Artículo de difícil leaura. BARCELÓ,J.A. (1989): Las estelas decoradas del sudoeste de la Península Ibérica, en M.E. AUBET (coord.), Tartessos, Arqueología Protohistdrica del Bajo Guadalquivir, Sabadell, Ausa, pp.189-208. Plantea interesantes cuestiones cronológicas. BUENO RAMIREZ, Primitiva (1984): Estelas-menhir y estelas antropomorfas en Extremadura, Revista de Estudios iktremerios 40,3, pp.605-618. Estudio comparativo de las estelas de Hemán Pérez y otras similares, con interesantes conclusiones cronólógicas e interpretativas en la línea de las tesis tradicionales. ID (1987): El grupo Hurdes-Gata en las estelas antropomorfas extremeñas, XVIII Congreso Nacional de Arqueología (Islas Canarias, 1985), Zaragoza, pp.449-457. Incluye estas representaciones en el arte megalítico, remontando su origen al Neolítico Final. ID (1998-1999): Estela de Granja deToniñuelo, Jerezde los Caballeros, Badajoz. Catalogo de la exposición Dei dipietra, La grande statuaria antropomorfa nell'Europa del 111 milenio a.c., 19 junio 1988 - 15 febrero 1999, Museo Archeologico di Aosta (Italia), pp-200-203. BUENO RAMIREZ, P. y BALBIN BEHRMANN, R. (1992): L'Art mégalithique dans la Péninsule ibérique. Une vue d'ensemble, L'Anthropologie, Pans, t.9G, n o 2-3, pp.499-572. Interesante artículo en el que se exponen las últimas teonas sobre arte megalítico. RUIZ-GALVEZ PRIEGO, Marisa (1 992): La Novia Vendida: Agricultura, herencia y orfebrena en la Protohistoria de la Península Ibérica, Spal 1, pp.219-251. ID. (1998): La Europa Atldntica en la Edad del Bronce, U n viaje a las raíces de la Europa occidental, Ed.Cntica. Libro de fácil lectura, imprescindible para aproximarse a las raíces prehistóricas de la Europa occidental y de la Península Ibérica. RUIZ-GALVEZ PRIEGO, M. y GAL4N DOMINGO, E (1991): Las estelas del Suroeste como hitos de vias ganaderas y rutas comerciales, Trabajos de Prehfilona 48, pp.257-273. Este artículo y los dos trabajos anteriores ofrecen la más novedosa de las interpretaciones que se efectúan sobre estas estelas: la que las relaciona con el medio físico en el que se localizan y las considera marcadores territoriales SEVILLANO SAN JOSE, M.C. (1991). Conexiones de las estelas salmantinas y extremeñas Análisis de nuevos datos para su estudio en la provincia de Salamanca, en M SANTONJA (coord ) Del Paleolltuo a la Hutona, Salamanca, Junta de Castilla y León y Museo de Salamanca, pp 99-1 16 Interpretación tradicional de las estelas diademadas del tipo tiemán Pérez que las considera ídolos de caríicter funerario l>cpartanicntci de l)ifusi8n. 1 Tcxlo: lsahcl Mnniiicz Pcrcllri. Asisorirriicnto científico 1)pto l'rcliisiori;i 'Sralariiiirito didáctico I>[>lo.dc I)ilii\i(iii. 1