የፒዲኤፍ ሰነዱን ተመልከት

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UN
PERSONAJE
EN LA V I E J A
HISTORIA DE
CAMINANTES
Jorge A. Bocea ñera
es cont. 52
es cont. de hoja 53
! V Humberto Cosían tin i I ^ ^ ^ ^ ^ ¡ ^ ¿L
Un personaje mas
e n la vieja h i s f o n a d e c a m i n a n t e s
Son casi las n u e v e d e la noche y t o d a v í a f a l t a n algunas cuadras p a r a llegar
hasta la casa d e l escritor H u m b e r t o Costantini. Apuro el paso y m e distraigo v i e n d o
a un h o m b r e que p e d a l e a hasta el límite de sus fuerzas porque un camión a escasos
metros de su bicicleta, v i e n e a cumplir una v e n g a n z a urdida por su propia mujer. No
alcanzo a d a r v u e l t a la cabeza cuando tropiezo con una sombra que t r a t a de
comunicarse con quién sabe qué diablos por m e d i o d e un a p a r a t o compuesto con un
trozo de vidrio y un a l a m b r e . En la esquina, por m e d i o de gastos ampulosos otro
hombre t r a t a infructuosamente d e c o n m o v e r a Dios h a b l á n d o l e de una vida signada
por e l poder, la f a m a y el d i n e r o . M e d e t e n g o un m o m e n t o e n esa " e n t r e v i s t a " ,
pero i n m e d i a t a m e n t e tengo que h a c e r m e a un lado d e la calle p a r a d e j a r paso a una
turba enceguecida que persigue a un jugador d e fútbol por una supuesta burla
i m p e r d o n a b l e . Reconozco la z o n a . Antes d e e n t r a r a la casa d e l escritor a r g e n t i n o ,
m e d e t i e n e un hombrecito angustiado que m e i n t e r r o g a sobre un señor a l t o , rubio y
d e bigotes. Le aconsejo q u e se v a y a a d o r m i r , a u n q u e conozco el final d e ese r e l a t o
y sé que seguirá buscando a ese señor hasta q u e se tope con la m u e r t e . En el interior
de la casa y tras los saludos correspondientes comienzo a e s b o z a r la n o t a .
hombrecitos y policías en un devenir sin tregua donde lo fantástico es tan real que no
Jorge A. B O C C A N E R A
puede creerse.
Intento algunas preguntas como ¿de qué m a n e r a ha a f e c t a d o a tu trabajo
literario el a l e j a m i e n t o obligado d e tu país? o ¿ a d e m á s de Luigi P i r a n d e l l o y Dylan
Thomas, que otros autores h a n influido en t u escritura?, pero m e d o y cuenta de que
ese h o m b r e q u e desde la cocina cuenta q u e está p r e p a r a n d o una salsa que ha
b a u t i z a d o con el n o m b r e d e l protagonista d e su n o v e l a p r e m i a d a : Pulicicchio; es
t a m b i é n uno de sus personajes y quizá yo sin s a b e r l o , ni h a b é r m e l o propuesto esté
a h o r a m e t i d o e n e l b o r r a d o r d e un r e l a t o .
R e t o m o e l p a p e l e i n t e n t o d e s e m b o z a r m e d e la situación a n o t a n d o algunas
cosas como q u e
La sospecha de que el silencio de Costantini era como el silencio que precede
a los estallidos, no era ¡nfudada. Así fue, que a medidados del 78 obtuvo con el libro
En la noche, la primera mención en el concurso de cuentos organizado por la Casa de
la Cultura de Campeche, y el INBA, para despedir el año con el Premio
Latinoamericano de Cuento por su relato Cacería sangrienta o la d a g a d e Pat
Reciente ganador del Premio Casa de las Américas por su novela, De dioses,
Sullivan.,
hombrecitos y policías, Humberto Costantini vuelve, tras un silencio de más de dos
La noticia del Premio Casa de las Américas y su confidencia sobre el esbozo
de una nueva novela no me soprendieron, son realmente pocos los escritores que sin
contar con un esfuerzo editorial (léase publicitario), de envergadura, puedan llegar al
público lector del modo que lo hizo este autor, ahora ganando otros mercados
merced a una calidad incuestionable.
años, a decir presente en la literatura del continente, a la que ha aportado con éxito
una decena de libros de cuentos y poemas.
Debo confesar que extrañaba ese silencio del escritor argentino — a h o r a
residente en M é x i c o — , ya que estábamos acostumbrados a encontrar sus trabajos
en numerosas publicaciones literarias, libros y antologías, • que hablaban de una labor
vigorosa e ininterrumpida.
Perteneciente a la generación del 56 o generación " p a r r i c i d a " como la
denominó el crítico uruguayo Emir Rodríguez Monegal, Costantini sigue en pie como
e! protagonista de su relato principal. Decididamente como un personaje que se le ha
do de las manos al autor.
Utilizando un lenguaje coloquial, que incorpora lo lírico a lo anecdótico, el
trazo de! aufor descubre seres que bordean lo grotesto y que pertenecen a nuestra
cotidiana realidad. La mayoría de sus personajes están atravesando por situaciones
límites, al borde de la locura o la soledad inmersos en la desesperación o el
desamparo. Así, e! pa lamento es una confesión de última hora y el lector un
cómplice de lo irremediable.
Un p l a t o d e tallarines i n t e r r u m p e m i labor y el v i n o , d e f i n i t i v a m e n t e , la
a n u l a . M i r o al personaje d e l cuento de Costantini, está sentado f r e n t e a mí
e s g r i m i e n d o una g u i t a r r a y recordando la milonga M a r i e t t a . Dice llamarse Cacho,
ser i n m u n ó l o g o , ciclista y cantor d e tangos. Tocan a la p u e r t a , es el personaje de
Bandeo pidiendo asilo, buscando no sé q u e . Costantini {o Cacho), m e dice a h o r a e n
voz b a j a q u e e n una d e las habitaciones a g o n i z a e l protagonista d e l cuento. Un
bombo que suena lejos. A p o y o e l oído en la p u e r t a y alcanzó a escuchar
Barraza
m u e r e e n su l e y . M u e r e e l director de Los Divertidos. N o un n e g r o a t o r r a n t e .
Decíselo vos Coco. ¡Dale Coco! ¡No pares Coco! ¿No ves que la v e n t a n a se pone
negra? ¿No v e z q u e se está t a p a n d o e l cielo? ¡Dale Coco! ¡Más f u e r t e C o c o ! " .
Es hora d e i r m e , m e despido. Cuesta b a j a r esta escalera d o n d e los músicos de
h á b l e m e d e Funes h a n dispuesto e n forma d e s o r d e n a d a sus instrumentos, mientras
en los rincones m u r m u r a n a l g o q u e no llego a e n t e n d e r , aunque escucho frases como
"ese violinista t o c a b a como los dioses" y palabras como " a p a g ó n " y " m u e r t e " . Por
fin gano la calle con unos cuantos papeles e n las m a n o s .
;
lí
r
Toda su obra es, como reza el título de uno de sus libros, Una vieja historia
de caminantes donde un hombre es fácilmente identificable con otros hombres, en una
ciudad que es a la vez otras ciudades. La crónica de esa realidad involucra a dioses,
Y Edes, desde la plataforma de su
carro, salpicada de sangre, los observaba complacido.
Premio novela
Casa de las Américas 1979
De dioses,
Y en vano sus ilustres caballos, de
grupas relucientes, deseaban correr
desenfrenados juntos a los veloces automóviles Ford Falcon, pues la poderosa mano del Dios los sujetaba firmemente por las bridas.
Y siseaba Edes para tranquilizar a
los sudorosos caballos indómitos, y con
apaciguadoras palabras les pedía que
se aquietaran, puesto que aún no había
llegado el momento.
hombrecitos
y
policías
(fragmento)
Humberto C O S T A N T I N I
CAP. XXI
^Y^el coordinador de grupos parapoliciales cuyo nombre de guerra era
El Chivo, miró la hora en su reloj
pulsera, y vio que eran exactamente
las diecinueve y cincuenta y cinco
minutos. Por lo que, apretando un
botón del intercomunicador, llamó a
unos de sus subordinados, y acercando
su barbudo rostro al aparato, dijo perentoriamente: "Móviles 25, 41, 70 y 72,
a las veinte y cuarenta en el garage,
con sus dotaciones completas".
Y casi inmediatamente después se
abrió la puerta, y varios de sus subordinados entraron en aquella oficina. Y
los subordinados eligieron y se llevaron
CAP. XXIV
muchas de las armas relucientes que
había sobre la mesa sólida de roble, así
como las cuerdas y los rollos de tela
adhesiva, para cargarlo todo en el
móvil 25, en el cual viajaba el Chivo,
amado por el subterráneo Edes.
Y a los pocos minutos de la perentoria orden del Chivo, susurrada ante el
intercomunicador, de múltiples botones, desde distintos puntos de la enor
me ciudad, cuatro brillantes automóviles Ford Falcón, de hermoso color
negro y sin patentes, asustaban con
sus ululantes sirenas a los desprevenidos peatones, y convergían todos hacia
un misterioso garage situado en Villa
Crespo.
i
I
Y mientras los cuatro oscuros automóviles Ford Falcon, de antenas esbeltas y bien sintonizadas motorolas, se
hallaban concentrados en un oscuro
garage del barrio de Villa Crespo,
Afrodita, Atenea y el incansable Hermes, a semejanza de madres afanosas
que con amor cuidaran a sus tiernos
hijos, así cuidaban ellos de los indefensos mortales que en ese momento escuchaban. arrobados a la sin par señora
Zimmerman, y solícitos, proquraban
satisfacer cada uno de sus deseos.
Pues la Sombra Anunciadora de la
Muerte ya no trazaba lentos círculos
en torno a la casa de la Calle Teodoro
Vilardebó 2562, sino que, sigilosa, con
la inocua apariencia de una gran mancha de humedad, se había instalado
sobre el acanalado techo de zinc de la
salita, y desde allí se disponía a vigilar
la obra sangrienta de los feroces enviados de Edes.
Y de un momento a otro aguardaban los Olímpicos el siniestro roncar de
los motores, y el temible sonido de las
frenadas bruscas sobre el pavimento
de la calle Teodoro Vilardebó, prolijamente adoquinada, pues sabían ellos
que el poderoso Edes en persona había
llevado a cabo los últimos preparativos, y la prevista muerte de los doce
concurrentes a Polimnia estaba por lo
tanto muy próxima.
Y la señora Zimmerman estaba
imitando a un impío malevo que castigaba a su pobre mujer tuberculosa,
cuando Afrodita, desde las giratorias
paletas del ventilador, vio a la opulenta
doña Zulema, grata a sus ojos, la cual
estaba a punto de llamar por señas al
señor Frugoni a fin de que le entregara
éste su sobre con el sueldo de noviembre.
Y Afrodita lanzó una bienhechora
ráfaga, de aire fresco sobre las carnes
aún firmes de doña Zulema, y transformada en Picaro Pensamiento le susurró estas aladas palabras en guaraní:
"No importunes ahora al señor
Frugoni, el cual se encuentra haciéndole arrumacos a aquella hermosa kuñá de renegridos cabellos, sino mejor
espera una pausa de esa que está sobre
el estrado, dando crueles cachetadas
de revés en el aire, y silenciosamente,
vete a ocupar aquella silla junto al
muy simpático señor de las muletas, el
es cont. hoja 54
Me cuesta aún creer que existió esa noche, pero la certifica de algún modo
este f r a g m e n t o inédito d e la nove p r e m i a d a que p r e s e n t a m o s a continuación, e n
exclusiva p a r a nuestro s u p l e m e n t e .
Digamos además que Costantini ha publicado los libros De por aquí nomos; Un
señor a l t o , rubio, d e bigotes; Tres monólogos; Una vieja historia d e c a m i n a n t e s ;
H a b í a m e de Funes; Libro d e T r e l e w ; Bandeo (narrativa) y Cuestiones con la v i d a
(poemas) y que más que a la generación " p a r r i c i d a " pertenece a la generación
"castigada" dada la represión (exilio, desaparición, muerte) que han sufrido muchos
de sus integrantes como David Viñas, Rodolfo Walsh, Iverna Codina, Haroldo Conti y
Pedro Orgambide entre otros.
cual u n a vez te dijo c a r i ñ o s a s a u n q u e
un poco a t r e v i d a s n e é " .
Y d o ñ a Z u l e m a no desoyó la orden
del P i c a r o P e n s a m i e n t o , y c u a n d o la
señora Zimmerman, pedagógicament e , a n u n c i ó el título de su p r ó x i m o
p o e m a , q u e e r a n " L a p r e n d a sobre el
c é s p e d " o " U n a difícil relación de par e j a d u r a n t e la a d o l e s c e n c i a " , en silencio e n t r ó , a v a n z ó e n t r e ¡as filas de los
contertulios, y fue a p o s a r s u s n a l g a s
o p u l e n t a s en la silla q u e e s t a b a j u n t o al
señor Mastandrea.
Y dirigió Afrodita la b r i s a del ventilador s o b r e el t r a n s p i r a d o s e ñ o r Mast a n d r e a , y é s t e m i r ó de reojo h a c i a su
izquierda, y vio c ó m o la bien provista
d o ñ a Z u l e m a s e s e n t a b a a su lado, d e lo
cual a l e g r ó s e su corazón en g r a n m a nera.
Y d á n d o s e vuelta e s t r e c h ó con efusión la m a n o d e doña Z u l e m a , e i n m e d i a t a m e n t e s e quitó con disimulo el
listado p a ñ u e l o m a r r ó n q u e tenía prendido al cuello, a fin d e q u e la irresistible y dulce doña Z u l e m a lo viera m á s
elegante.
Y la indómita A t e n e a , c o n v e r t i d a
en desconocida s e ñ o r i t a , oyó el erótico
título del p o e m a de la s e ñ o r a Z i m m e r m a n , y si bien el t e m a no le e r a
e s p e c i a l m e n t e g r a t o , deseó q u e las pal a b r a s l l e g a r a n h o n r a d a m e n t e al corazón d e su protegida, la i r r e p r o c h a b l e
I r e n e B e n g o e c h e a , a fin de q u e u n a
dulce e m o c i ó n s e a p o d e r a r a d e ella, y
t r a n s m i t i e r a luego e s t a dulce emoción
al s e ñ o r J o s é M a r í a Pulicichio, a quien
A t e n e a , a c a u s a del p a c t o con Afrodita,
debió p e r d o n a r s u s a m a t o r i o s a v a n c e s
en la calle M a r c o s S a s t r e .
Y la virgen I r e n e Bengochea al
e s c u c h a r en boca d e la s e ñ o r a Z i m m e r m a n las p a l a b r a s " r e l a c i ó n de p a r e j a "
y " a d o l e s c e n c i a " sintió q u e ellas estaban e s p e c i a l m e n t e d e s t i n a d a s a su r e ciente y a ú n no formalizada relación
de p a r e j a , y por m e d i o de un significativo m o v i m i e n t o d e su dedo m e ñique a s í se lo t r a n s m i t i ó al m a g n á n i m o señor Pulicicchio, el cual en
r e s p u e s t a , a p r e t ó d u l c e m e n t e su m a no, e inclinó sobre ella su a r d i e n t e
c u e r p o de e n a m o r a d o .
Y en el m o m e n t o en q u e la r u b o r o s a
joven s e d e s p o j a b a d e s u s p r e n d a s
frente al a p u e s t o y a s u s t a d o m a n c e b o ,
Afrodita se d e r r a m ó en forma d e deliciosa b r i s a s o b r e la bella s e ñ o r a d e
Giannello, s e m e j a n t e a u n a Diosa, y
s o b r e el e x c e l e n t e s e ñ o r Grugoni, g r a t o
a H e r m e s , los c u a l e s sé h a l l a b a n sentados m u y j u n t o s en la ú l t i m a fila d e
sillas.
Y deseó Afrodita p a r a ellos la e m b r i a g a n t e , b r e v e y absoluta felicidad dei
a m o r , p u e s el t i e m p o q u e a m b o s les
r e s t a b a por vivir s e c o n t a b a s o l a m e n t e
e n m i n u t o s ; p o r e s e motivo deseó Afrodita q u e esos m i n u t o s fueran de total
felicidad, y s e m e j a n t e s a copas de
e m b r i a g a n t e vino.
Y el s e ñ o r F r u g o n i olvidó por c o m pleto todos s u s g r a v í s i m o s p r o b l e m a s
de m a r i d o culpable, d e p r o p i e t a r i o del
b a z a r " L a Flor d e L i s " , de t e s o r e r o de
P o l i m n i a , de peronista de la p r i m e r a
época, y de confeccionador d e c u e r i t o s
e s t a q u e a d o s a la tinta c h i n a , p a r a pens a r solo en la tibia y sedosa piel de la
s e ñ o r a de Giannello, a lo largo d e la
c u a l d e s l i z a b a s u b r e p t i c i a m e n t e su
m a n o , t e m b l o r o s a de a m o r .
Y la s e ñ o r a de Giannello, d e s v a n e cida d e felicidad, se e l e v a b a h a c i a
vastos cielos multicolores, y a l c a n z a b a
s u m i s a el p a l p i t a n t e o r g a s m o , mient r a s a p o y a b a su c a b e z a en el h o m b r o
del s e ñ o r F r u g o n i , y m u r m u r a b a tiernísimos e inconfundibles quejidos.
Y desde su lugar en la c u a r t a fila
j u n t o al no vidente señor P a s c o , Aten e a dirigió la inteligencia m i r a d a de
sus ojos ciaros hacia su protegida, la
e r u d i t a e inválida señorita K i s t e r n m a c h e r , a la cual había infundido, h a c i a
unos m i n u t o s , el irresistible P o d e r de
la P e r s u a s i ó n .
Y la s e ñ o r i t a K,isternmacher, por
medio de s u s i n c o m p r e n s i b l e s p o e m a s ,
y de s u s e r u d i t a s explicaciones sobre
las p a l a b r a s en s á n s c r i t o , había pers u a d i d o a todos d e la imprescindible
n e c e s i d a d del a m o r u n i v e r s a l , y todos
habían a c e p t a d o llenos d e emoción s u s
p e r s u a s i v a s p a l a b r a s , y todos le había
d e m o s t r a d o su a m o r u n i v e r s a l y su
a g r a d e c i m i e n t o con c á l i d a s p a l a b r a s y
con f r a t e r n o s besos en la f r e n t e .
P e r o pensó Atenea q u e a ú n debía
d a r a su protegida u n a n u e v a e intelig e n t e c l a s e de felicidad, p a r a lo cual
c o n v e r t i d a en espíritu de la T i e r n a
A m i s t a d , se introdujo en el a l m a sed u c t o r a del s e ñ o r R o m u a l d o S á n c h e z ,
a m a d o por a m b a s Diosas, q u e e s t a b a
s e n t a d o j u n t o a la señorita K i s t e r n m a c h e r en la p r i m e r a fila de sillas.
Y se apoderó del señor R o m u a l d o
Chávez, un irrefrenable deseo d e tierna y espiritual a m i s t a d hacia la señorita K i s t e r n m a c h e r , a la cual, de improviso, y c u a n d o la señora Z i m m e r m a n
se h a l l a b a inmovilizada en el gesto de
a r r o j a r al césped el corpino, besó con
tierna pasión en a m b a s m a n o s , y la
llamó c á l i d a m e n t e Pupi, al h a c e r l e en
voz baja un inteligente c o m e n t a r i o
a c e r c a dei p o e m a .
Y la s e ñ o r i t a K i s t e r n m a c h e r lo cont e m p l a b a llena de s a m a d h i , y con los
ojos h ú m e d o s de tierna a m i s t a d , le
hizo n o t a r q u e no o b s t a n t e una ligera
falta d e t h a r a n a , en el bello p o e m a
había m u c h í s i m o n i d a h g a , lo q u e se
hacía e v i d e n t e p o r el a b u n d a n t e krivam a h a k a r m a q u e h a b í a inundado toda
la salita.
Y con i m p a c i e n c i a a g u a r d a b a Afrodita la llegada d e Dora, la m u c h a c h a
de la s e ñ o r i t a K i s t e r n m a c h e r , pues el
joven Romilio Sosa, su novio, se hallab a solo y algo tristón en un costado d e
la s a l i t a ; y no q u e r í a la bellísima Diosa
q u e Romilio p a s a r a lejos d e su a m a d a
el poquísimo t i e m p o q u e le r e s t a b a
vivir.
P o r lo c u a l , d u r a n t e el intervalo
e n t r e las d o s p a r t e s del r e c i t a l , Afrodit a se h a b í a c o n v e r t i d o e n espíritu d e
U r g e n t e Diligencia, y en e s a f o r m a se
h a b í a introducido en la e l e g a n t e m a m á
de la señorita K i s t e r n m a c h e r .
Y la m a m á d e la s e ñ o r i t a Kisternm a c h e r r e c o r d ó d u r a n t e el i n t e r v a l o
q u e debía r e a l i z a r en el c e n t r o u n a
diligencia m u y u r g e n t e , por lo c u a l ,
con a p r e s u r a m i e n t o , fue h a s t a la piecita del fondo, t o m ó el teléfono y de
i n m e d i a t o s e c o m u n i c ó con Dora. Y
con b r e v e s p a l a b r a s o r d e n ó a Dora
p a s a r a b u s c a r a la s e ñ o r i t a Kistern m a c h e r por Teodor Vilardebó 2562
p u e s ella, al t e r m i n a r el recital, debía
p a r t i r h a c i a el c e n t r o a fin de r e a l i z a r
u n a u r g e n t e diligencia.
P e r o h e a q u í q u e y a m e n g u a b a n los
prolongados a p l a u s o s a la s e ñ o r a Zimm e r m a n , y y a l e v a n t a b a ella su m a n o
d e r e c h a p a r a r e c l a m a r silencio y I
a n u n c i a r al s e ñ o r R o m u a l d o Chávez, y '
Dora, la m o r e n a y v i l l a p a r q u e n s e m u c h a c h a de la s e ñ o r i t a K i s t e r n m a c h e r
aún no h a b í a llegado debido a lo cual s e
p r e o c u p a b a Afrodita, y desde las alet a s del ventilador m i r a b a i m p a c i e n t e
hacia la p u e r t a .
Y al señor P a s c o , s e n t a d o j u n t o a la
indómita Atenea, c o n v e r t i d a en desconocida señorita, lo había c o n m o v i d o en
g r a d o s u m o la valiente a c t i t u d de la
m u c h a c h a al d e s p o j a r s e de sus prendas, y c o m o su p e n s a m i e n t o veía lo q u e
sus ojos no podían v e r , el joven y
h e r m o s o c u e r p o s e m i d e s n u d o de la
joven y h e r m o s a m u j e r q u e con temblorosa voz e s t a b a r e c i t a n d o , le había
p r o v o c a d o fuertes latidos a su solitario
corazón, y un indisimulable abultam i e n t o a un costado de s u s b r a g u e t a .
Y c o m o el a b u l t a m i e n t o no disminuía de t a m a ñ o , ni siquiera c u a n d o se
dirigía hacia el e s t r a d o el e l e g a n t e
señor Chávez, A t e n e a por m e d i o de un
casi i m p e r c e p t i b l e m o v i m i e n t o de cej a s , solicitó la a y u d a de Afrodita.
Y Afrodita, bajo la forma de un
Erótico Sueño, se d e r r a m ó deleitosa
sobre el no vidente s e ñ o r P a s c o . Y el
s e ñ o r P a s c o a m ó en sueños a la desnuda m u c h a c h a del e s t r a d o , y la poseyó
sobre el mullido césped d o n d e aleteaban g r á c i l e s corpinos, y d e r r a m ó en
ella el c a l i e n t e licor q u e e n g e n d r a vid a , m i e n t r a s A t e n e a le h a b l a b a al oído
con la voz d e la s e ñ o r a Z i m m e r m a n , le
t o m a b a la m a n o , y m á g i c a m e n t e hacía
d e s a p a r e c e r la m a n c h a de su p a n t a l ó n .
Y m i e n t r a s t o d a s e s t a s cosas ocur r í a n , el m u y p r u d e n t e m e n s a j e r o Herm e s , convertido en e n o r m e m a r i p o s a
n o c t u r n a , de g r u e s o y velludo abdom e n , sin d e s c a n s o c u m p l í a su import a n t e misión.
Y volaba H e r m e s diligente alrededor de la c a s a , y con t r é m u l o a l e t e a r
subía h a s t a los altos p a r a í s o s de la
calle Teodoro Vilardebó, y con sus
finas p a t i t a s a r a ñ a b a el revoque de la
p a r e d de! fondo, y a s o m a b a luego sus
r í g i d a s a n t e n a s por el bien r e p a r a d o
dintel de la e n t r a d a .
Y de e s t a m a n e r a a v i z o r a b a hacia
un lado y a otro, a g u a r d a n d o la llegada
de los c u a t r o temibles a u t o m ó v i l e s
Ford Falcon, a fin de c o m u n i c a r l o de
inmediato a ambas Olímpicas.
P e r o h e a q u í q u e , d u r a n t e el fiel
c u m p l i m i e n t o de su misión, llegó Herm e s volando p e s a d a m e n t e h a s t a la
p u e r t a de la salita, y s e posó sobre su
b a r n i z a d o m a r c o , p u e s d e s e a b a comun i c a r a la desconocida s e ñ o r i t a q u e
todavía no h a b í a n o v e d a d .
Y e s t a b a H e r m e s posado en lo alto
del m a r c o , h a b l a n d o con la indómita
A t e n e a , c u a n d o recibió d e lleno sobre
su frágil c u e r p o , u n a p o t e n t e r á f a g a
del delicioso a i r e q u e , d e s d e el ventilad o r de pie, d e r r a m a b a con g e n e r o s i d a d
Afrodita.
Y ocurrió e n t o n c e s q u e , de pronto,
el dulce cosquilleo del a m o r s e instaló
a v a s a l l a n t e en todo su c u e r p o gris d e
mariposa nocturna.
Debido a lo c u a l , t e m b l o r o s o de
i r r e p r i m i b l e a m o r , posó H e r m e s su
a l a d o c u e r p o s o b r e u n a púdica y bien
regada plantita de menta semiescondida e n t r e l a s bien r e g a d a s p l a n t i t a s q u e
a d o r n a b a n el patio.
Y e x a c t a m e n t e c u a n d o el s e ñ o r
C h á v e z a n u n c i a b a a los t r a j e a d o s
m i e m b r o s d e Polimnia u n a s b r e v e s
p a l a b r a s , e n t a b l a b a H e r m e s con la
p l a n t i t a de m e n t a u n a m u y i n t e r e s a n t e
c o n v e r s a c i ó n , llena d e gentiles y cariñosas p a l a b r a s , al t i e m p o q u e t i e r n a m e n t e subía y b a j a b a su velludo abdomen sobre una de sus perfumadas
hojitas.
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