EXPANSIÓN DE LA VITIVINICULTURA Y SU RELACIÓN CON EL DESARROLLO LOCAL EN CASABLANCA – CHILE Y MENDOZA – ARGENTINA RESUMEN EJECUTIVO INFORME FINAL PROYECTO IPGH GEO 03 – 2010 Investigador Responsable Fernando Pino Silva Departamento de Geografía Facultad de Arquitectura y Urbanismo Universidad de Chile Santiago de Chile, Mayo de 2011 INTRODUCCIÓN Sin duda alguna la presente investigación ha sido motivada por las profundas transformaciones experimentadas por las regiones y localidades de América Latina, con mayor o menor intensidad según el momento histórico en que cada nación ha decidido abrirse al comercio internacional y adoptar con mayor o menor intensidad modelos económicos del tipo neoliberal. Lo anterior se relaciona con los impactos derivados del proceso de globalización que actualmente ha modificado las relaciones e intercambios entre países desarrollados y en vías de desarrollo. En este contexto y en este proyecto vamos a considerar la "globalización" económica como un proceso histórico, que se ha visto como el resultado de la innovación humana y el progreso tecnológico. Se refiere a la creciente integración de las economías de todo el mundo, especialmente a través del comercio y los flujos financieros. En algunos casos este término hace alusión al desplazamiento de personas (mano de obra) y la transferencia de conocimientos (tecnología) a través de las fronteras internacionales. La globalización abarca en definitiva además aspectos culturales, políticos y ambientales más amplios (Pino, 2008). El escenario en el cual se desenvuelve esta investigación conjunta entre un equipo de Geógrafos de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile y de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo, es atractivo desde el punto de vista de la variabilidad de sus paisajes, de sus actividades económicas y de los problemas derivados de la globalización y sus efectos en el desarrollo local. El proyecto ha sido respaldado y apoyado por la Comisión de Geografía del Instituto Panamericano de Historia y Geografía, lo cual ha permitido apoyar las actividades de terreno que han debido llevarse a cabo para generar la información básica y lo que es más importante, difundir resultados parciales y avances, en medios de divulgación científica y en eventos científicos de carácter nacional e internacional. OBJETIVOS Objetivo General: Analizar la dinámica que ha experimentado la actividad vitivinícola en el Valle de Casablanca y Mendoza, y su incidencia en el Desarrollo Local de ambas áreas. Objetivos Específicos: a) Analizar la evolución de las superficies dedicadas a la actividad vitícola en ambos países b) Caracterizar el desarrollo de la actividad vitivinícola y su expresión en el paisaje rural c) Identificar los beneficios directos e indirectos derivados de la vitivinicultura en ambas áreas d) Dimensionar en base a los antecedentes generados en los anteriores objetivos, las perspectivas y viabilidad del desarrollo local con base en la vitivinicultura. RESULTADOS A continuación pasamos a describir los resultados obtenidos para lo cual daremos cuenta en primer lugar de la evolución del uso en ambas zonas, análisis que busca establecer las variaciones temporales del uso del suelo agrícola, considerando este como un indicador utilizado con frecuencia para mostrar la dinámica y tendencias de cambios en un territorio. Características y evolución de la actividad vitivinícola en Agrelo, Mendoza La evolución del viñedo en Agrelo se analiza en tres años: 1995, 2002 y 2005; como lo muestra el Gráfico Nº 1, la cantidad de hectáreas con vides ha ido aumentando y en el último año considerado en este análisis ha alcanzado las 3.163 há. Fuente: Elaboración a partir de los datos del INV. Características y evolución de la actividad vitivinícola en Casablanca Las coberturas han presentado cambios muy significativos durante el período, destacando las disminuciones de superficie que afectan a la agricultura tradicional, lo que se explica por un proceso de reconversión hacia cultivos de exportación, como las viñas en el caso del valle, el cambio va desde 329 ha dedicada a viñas durante 1989, lo que representa un un 0.9 % de la superficie productiva comunal total, unas 35.000 hás. aprox., hasta un 23.9 % en el año 2008. (Tabla Nº 1). Tabla Nº 1. Superficies y cambios porcentuales 1989 – 2008 Fuente: Elaboración propia en base a imágenes de satélite y terreno. Los cambios en el paisaje mendocino La vitivinicultura argentina ha experimentado grandes transformaciones en las últimas décadas. La provincia de Mendoza como principal productora vitivinícola refleja dichos cambios. Dentro de ella, el departamento de Lujan de Cuyo y particularmente el distrito de Agrelo, constituyen áreas de viñedos emblemáticas para la provincia por su superficie y producción. Además, reúne dentro de ellos una serie de aspectos que constituyen una vitivinicultura con caracteres propios dentro del contexto provincial. El notable florecimiento actual de la vitivinicultura en Mendoza, luego de cerca de cincuenta años de crisis y decadencia, no es un fenómeno aislado, auto producido, sino que se enmarca en una circunstancia especial dentro de las cadenas de transferencias propias del nuevo orden mundial. La generación contemporánea de vitivinicultores ha iniciado una decidida penetración en las redes del mundo global. Sin duda uno de los elementos más impactantes en los paisajes rurales vinculados a la producción de vinos, son las bodegas, las cuales representan el rostro moderno de los paisajes rurales modernizados, tanto en Argentina como en Chile. La década de los ‗90 marcó el inicio de un periodo de profunda transformación de la vitivinicultura en Argentina, especialmente en la provincia de Mendoza, principal productora de uvas y vinos de este país. La reestructuración tecnológica y organizacional en el sector vitivinícola implicó el paso de un sistema basado en la producción de grandes volúmenes de vino de una calidad estándar para el consumo interno, a un sistema productivo para la producción de vinos de calidad, las bodegas comienzan a ser así un componente vital de la distribución y comercialización de la producción local. Los cambios en el paisaje de Casablanca En el caso de Chile, la actividad turística evolucionó durante los últimos 20 años en torno a temas específicos para satisfacer así la creciente demanda de un amplio rango de viajeros que van desde el curioso, el desinformado y el aficionado hasta los conocedores y expertos. De esta manera se da inicio en el caso de la industria vitivinícola a lo que se conoce como Enoturismo o Turismo del Vino, que es una de las variantes del turismo temático. Definitivamente el impacto de la actividad vitivinícola en el valle ha sido notable, han aumentado las viñas y la superficie plantada con diferentes especies, es por tanto el Valle de Casablanca y su sector vitivinícola una de las zonas con mayor proyección del país. Gracias a sus condiciones naturales permite un excelente cultivo de vides. Por su ubicación y relieve, recibe la influencia marítima a través de las brisas costeras, las que actúan como fuerzas moderadoras de las condiciones térmicas. Las viñas que componen el valle son Viña William Cole, Viña Casas del Bosque, Viña Indómita, Viña Tarapacá, Viña Veramonte y Viña Estates. La producción de vinos es variada e incluye vinos blancos Chardonnay, Gewurztraminer y Sauvignon Blanc y tintos como Pinot Noir. Análisis de los beneficios e impactos derivados de la vitivinicultura Actualmente los procesos de modernización y reconversión agrícola, tanto en Chile como en Argentina han significado de acuerdo a los antecedentes expuestos hasta este punto, una valorización de las tierras agrícolas, una expansión de las fronteras agrícolas, un aumento sostenido de los volúmenes de exportación, transformaciones paisajísticas de los entornos rurales, cambios en los modos de vida, y el surgimiento de nuevas problemáticas derivadas de las relaciones laborales entre empresario – productor – y mano de obra. Diversos autores han explicado el proceso de reestructuración de la vitivinicultura argentina como el paso de un modelo productivista a uno comandado por la calidad que, conjuntamente con otros factores produjeron una globalización rápida de la vitivinicultura. A nivel de la distribución de los tipos de cultivos, la vid ocupa casi el 53% de la superficie cultivada de Mendoza, representado claramente el principal cultivo, seguido por el conjunto de los otros frutales (carozo y pepita) con un 27,42% de la superficie y, en tercer lugar, la horticultura con un 12,69 %. La vitivinicultura es un sector de gran dinamismo en Chile, en términos de producción, exportaciones y generación de empleos, como también en incorporación de nuevas variedades, desarrollo de productos de mayor calidad y colocación de productos en mercados nuevos y especializados. Probablemente uno de los beneficios más interesante de la actividad vitivinícola en el valle de Casablanca, es alto grado de reconocimiento alcanzado por la calidad de sus vinos, su producción se ha más que valorado, en especial en el exterior y en países que se caracterizan por su alto nivel de exigencias frente a este producto. Su importancia es tan significativa que ya se está sugiriendo seriamente desarrollar el Cluster del vino Premium de Casablanca. Perspectivas y viabilidad del desarrollo local con base en la vitivinicultura Tanto en Argentina como en Chile muchos municipios y gobiernos locales son ejemplo de innovación, de excelencia en la gestión y de buena comunicación con la comunidad. Otros, por el contrario, deben con urgencia auto imponerse el desafío de mejorar y enmendar rumbos alejados de los verdaderos intereses de la comunidad, aunque sea en un contexto de escasez de recursos económicos y técnicos, poca comunicación con el gobierno central, aislamiento geográfico y sobredemanda de servicios y ejecución de planes. Son enormes las responsabilidades de los municipios, tan enormes como el impacto que una buena o mala gestión pueda llegar a tener en la comunidad. El desafío para cada municipio es llegar a ser un actor clave en el desarrollo social local más allá de ser solamente un administrador y ejecutor de programas. Una de las preguntas que nos hacíamos en torno a esta investigación, en relación al objetivo de buscar una forma de generar o incentivar posibilidades de desarrollo local con base en la agricultura y más específicamente en la vitivinicultura, tendría en principio como respuesta que si dichas localidades son capaces de aprovechar las sinergias derivadas de la producción vitícola, de hacer uso de la experiencia acumulada, de incluir en la definición de los escenarios de futuro a todos los representantes comunales y de proponer estrategias con base y apoyo local multisectorial de cada uno de los agentes y representantes comunales, entonces diríamos que habría alguna probabilidad de concretar un esfuerzo en esta línea. Si existe la voluntad política, empresarial y comunitaria para avanzar en una propuesta de desarrollo local, entonces es necesario aplicar un esquema de trabajo para elaborar un documento que contenga para ambas zonas, una definición de acciones de mediano plazo a objeto de hacer realidad el desarrollo local en las localidades de Argentina y Chile estudiadas en este proyecto de investigación. La aplicación de este esquema y la factibilidad que luego se pueda alcanzar los logros que se definan en el plan, parten del supuesto que tanto en Chile, Casablanca, como en Argentina, Mendoza, existe una institucionalidad capaz de facilitar la operación de los mecanismos y agentes que por definición tendrían responsabilidad política y social de llevar adelante una acción de esta naturaleza. Esta base institucional debe garantizar la puesta en marcha y ejecución de las líneas de acción y los programas, que aseguren el cumplimiento de actividades y en especial la sostenibilidad de los logros y metas que se alcancen. Finalmente creemos que independiente de la escala de los sistemas productivos (tamaño de las empresas) que se han desarrollado en las áreas que hemos estudiado y cuyas características, potencialidades y limitaciones hemos mencionado en el transcurso de esta investigación, la sustentabilidad en el largo plazo de ambos sistemas, está determinada en gran medida por la prevalencia en el tiempo de la demanda externa, variable que sabemos puede llegar a comportarse de manera bastante aleatoria, en especial en situaciones de crisis como aquellas que han debido enfrentarse durante los últimos años. En consecuencia, la posibilidad del desarrollo local estaría determinada en gran medida precisamente por la estabilidad y las tendencias hacia el crecimiento y expansión que la actividad vitivinícola sea capaz de generar en el mediano plazo. Por lo tanto, para enfrentar las urgencias coyunturales, así como para definir una inserción internacional más estable y menos vulnerable a las restricciones externas, es necesario que los territorios cuenten con estructuras productivas más complejas y diversificadas, que sean susceptibles de producir externalidades positivas para la creación de nuevas complementariedades y nuevos eslabonamientos. Esto significa profundizar y perfeccionar sin dogmatismos, los métodos y procesos de cambio productivo adoptados por numerosos territorios en los años precedentes. En la perspectiva de un desarrollo local inclusivo, este desafío es ineludible y su naturaleza exige una evolución de los patrones de especialización presentes, hacia productos y procesos que hagan uso intensivo del conocimiento. La condición sine qua non es poner en marcha un ―principio de oro‖ de las políticas de transformación productiva: fomentar con sentido estratégico la creación de complementariedades. Para ello deben crearse las condiciones institucionales, tecnológicas, financieras, materiales y humanas para que los sectores dinámicos y sus líneas de exportación se conviertan en auténticos núcleos de diversificación productiva en torno a los cuales se desplieguen y articulen paulatinamente nuevas cadenas de valor intra e interterritorialmente, constituyéndose este planteamiento en un verdadero desafío para las autoridades y responsables del desarrollo local tanto en Argentina como en Chile. Conclusiones Esta investigación no tenía por objetivo elaborar o sugerir políticas de desarrollo rural, la preocupación va por la vía de dimensionar la viabilidad de pensar en un ―desarrollo local con base en la actividad vitivinícola, sin embargo, consideramos importante y casi un desafío proponer algunos lineamientos generales que permitan en el mediano plazo implementar un plan de desarrollo local, cuestión no del todo sencilla puesto que en Chile no existen muchas experiencias aún y en Argentina, la literatura indica que esta práctica es casi nula. De acuerdo con los resultados alcanzados y en función de la discusión realizada en el transcurso de la investigación, creemos que en ambas regiones existen las condiciones y los recursos que eventualmente podrían apoyar una gestión tendiente a elaborar un plan de desarrollo local. Ambas localidades poseen unos recursos de suelo – agua y vegetación que actualmente han permitido desarrollar una actividad productiva de las más dinámicas a nivel país, con un potencial de crecimiento extraordinariamente atractivo y cuya sustentabilidad desde este último punto de vista depende básicamente del comportamiento de la demanda de los productos en los cuales se han especializado ambas zonas. Las pocas experiencias acumuladas en este tipo de actividades indican tanto en Argentina como en Chile que un proceso de desarrollo rural con enfoque local parte de dos principios fundamentales: la planificación y la planificación participativa, es decir, la realizada por los propios actores locales. Sin embargo, la propuesta sugiere que idealmente los equipos de trabajo deberían iniciar la investigación con la participación del Gobierno Local puesto que se ha visto que es éste uno de los actores locales de mayor relevancia. Es necesario destacar que el trabajo conjunto con los diversos funcionarios políticos y de carrera de los Gobiernos Municipales se caracteriza por ser muy arduo y, muchas veces, desalentador. Las obligaciones y las urgencias características de la gestión de gobierno municipal hacen que frecuentemente dichos agentes estén presentes sin la continuidad exigida para la concreción de un proceso de desarrollo de sus comunidades locales. Aún a pesar de ser declarado como prioritario por las máximas autoridades municipales. Del análisis de la Vitivinicultura Argentina surgen con claridad las fortalezas que permitirán desarrollar el sector y posicionarlo dentro los países vitivinícolas más importantes del mundo. Argentina posee condiciones agroecológicas inmejorables, por sus suelos, su diversidad de altitudes y climas, sus zonas diferenciadas, su composición varietal y la notoria sanidad de sus cultivos. Esto permite ofrecer una gran diversidad de vinos con estilos propios y naturales. Su inclinación a elaborar vinos tintos de calidad y la disponibilidad de un gran conjunto de variedades, valoradas por el consumidor, le permiten ofrecer una multiplicidad de productos, en distintas gamas y con buena relación calidad precio - demandados por los consumidores ocasionales y los nuevos bebedores. Otra conclusión significativa en el caso de la zona de Casablanca en un principio, ya que después perfectamente podría extenderse a Mendoza, se refiere a la posibilidad de generar el cluster de los vinos Premium. Sin embargo, para mejorar la capacidad productiva del cluster será necesario extender la superficie productiva dedicada a la viticultura. Esto implica fomentar la reconversión de terrenos desde cultivos como la alfalfa o la producción ganadera, al cultivo de la vid. En relación a la expresión e impacto de la actividad vitivinícola en el paisaje rural de ambos países (7.4) ha queda suficientemente demostrado que la modernización de la agricultura ha traído cambios notables en los patrones de uso del suelo, en la calidad y cantidad de infraestructura que se ha generado, mejoramiento de redes camineras, desarrollo de infraestructura de riego, construcción de packings, bodegas y boutiques, que actualmente debido a su estilo arquitectónico están consideradas como atractivos turísticos. En relación a la expresión e impacto de la actividad vitivinícola en el paisaje rural de ambos países ha queda suficientemente demostrado que la modernización de la agricultura ha traído cambios notables en los patrones de uso del suelo, en la calidad y cantidad de infraestructura que se ha generado, mejoramiento de redes camineras, desarrollo de infraestructura de riego, construcción de packings, bodegas y boutiques, que actualmente debido a su estilo arquitectónico están consideradas como atractivos turísticos. Desde el punto de vista de los beneficios directos e indirectos derivados de la actividad vitivinícola tanto en Chile como en Argentina, esta ha significado de acuerdo a los antecedentes que hemos analizado, una valorización de las tierras agrícolas, una expansión de las fronteras agrícolas, un aumento sostenido de los volúmenes de exportación, transformaciones paisajísticas de los entornos rurales, cambios en los modos de vida, y el surgimiento de nuevas problemáticas derivadas de las relaciones laborales entre empresario – productor – y mano de obra. EQUIPO DE INVESTIGACIÓN DEL PROYECTO El equipo de trabajo del proyecto ha funcionado durante los años 2008 al 2010 con los siguientes investigadores y ayudantes: CHILE Fernando Pino Silva: Geógrafo y Cartógrafo, investigador responsable, del proyecto, Departamento de Geografía, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad de Chile. Margarita Riffo Rosas: Geógrafo, Coinvestigador alterno, Experto en Geografía Rural, Departamento de Geografía, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad de Chile. Enrique Zárate Campaña: Ingeniero Meteorólogo, Diplomado en SIG, Coinvestigador , Departamento de Geografía, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad de Chile. Pamela Castro: Geógrafo, Ayudante de investigación, Experto en Geografía Rural, Departamento de Geografía, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad de Chile. Verena Zulch: Licenciada en Geografía, Ayudante Memorista ARGENTINA Griselda Garcia: Geógrafo, Coinvestigador Coordinador Argentina, Departamento de Geografía, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, Argentina. Graciela Parra: Geógrafo, Coinvestigador, Argentina, Departamento de Geografía, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, Argentina. Martin Rizzo: Geógrafo, Coinvestigador, Argentina, Departamento de Geografía, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, Argentina.