48-50 PENSAMIENTO NAVARRO_52-53 CINE.qxd 30/03/16 11:12 Página 48 DE LA CULTURA Y LA CIENCIA / LIBROS Julia Navarro, autora de ‘Historia de un canalla’ “SÓLO CON EDUCACIÓN NO NOS DEJAREMOS MANIPULAR” El personaje principal del nuevo libro de Julia Navarro, Historia de un canalla (Plaza &Janés), se encuentra en el “lado oscuro”. La periodista, convertida en escritora de superventas con La Hermandad de la Sábana Santa, ya empezó su cambio de registro con Dime quién soy y lo continuó con Dispara, yo ya estoy muerto. Éste es otro salto adelante. Es una novela muy moderna; un retrato de la sociedad de hoy, del mundo actual. A ella le gusta retratar situaciones, retratar momentos. En Historia de un canalla queda claro que “la ambición es uno de los motores de la historia” y que los políticos “pierden parte de su personalidad y de su esencia en manos de los gabinetes de comunicación”. S Por Luis Marchal u nuevo libro es un retrato de la sociedad actual y el protagonista, Thomas Spencer, es un auténtico canalla.¿Tan mala es la sociedad? —No, es también un viaje a la trastienda del mal. Es indagar en los recovecos del ser humano. Todos los de esta novela, aparte del protagonista, que es un auténtico canalla, son personajes con una cierta ambigüedad moral. A mí no me gusta escribir novelas de héroes ni de heroínas. O sea, siempre intento construir personajes llenos de claroscuros, como somos todos los seres humanos. Lo que pasa es que hay personas en las que predomina más el claro que el oscuro o al revés. En esta novela, me han salido personajes en los que predomina más lo oscuro. —Thomas opta en sus decisiones por el camino de la maldad y de la venganza, ¿no hay espacio para el arrepentimiento? —Thomas es un gran resentido. Es un resentimiento que anida en él en la infancia, porque se siente diferente. Pertenece a la clase acomodada neoyorquina, a la clase acomodada liberal. Bastante homogénea. Él vive en ese mundo en el que, cada vez que 48 4–10 de abril de 2016. nº 1149 mira al espejo, se ve diferente a los que le rodean. A su padre, al que quiere por encima de todo; a su hermano; a sus abuelos paternos. La diferencia es que él ha heredado la carga genética de su madre, que es de origen hispano. Eso le amarga la vida, porque a quien quiere parecerse es a su padre. Ese conflicto que tiene consigo mismo, por sentirse diferente, es lo que le crea un enorme resentimiento y ese resentimiento va a ser el motor de su vida. —¿Aquí vemos lo que supone la diferencia de clases sociales y cómo puede marcar para las relaciones profesionales el haber nacido en una familia o en otra? —Sí, esta novela es un retrato de la sociedad de hoy. En la sociedad europea,creo que lo de las clases se ha atenuado mucho. Sin embargo, la americana es una sociedad muy vertical. —¿Por eso ha decidido poner parte de la trama en EE UU? “Intento construir personajes con claroscuros, como somos todos” —He decidido ponerla en EE UU porque el protagonista se mueve en el mundo de la comunicación, de las grandes agencias de comunicación, y éstas están en Nueva York. Con la historia que yo quería construir, contando cómo funcionan las grandes agencias de comunicación y los hilos que mueven, me salía que transcurriera buena parte de la novela en Nueva York. Es una novela muy neoyorquina, muy moderna y dura. —¿Hay mayor culpabilidad cuando se sabe discernir entre lo que está bien y lo que está mal, como le sucede a Thomas? —Claro. Thomas es un personaje con el que yo también invito a los lectores, con la historia de este libro, a encontrar los porqués de sus actuaciones, el porqué del rencor que anida en su fondo. No obstante, encontrar los porqués no es justificarlos. Es un personaje egoísta, sin escrúpulos. Es un personaje que está, en definitiva, malherido desde su infancia, y entonces está en una huida permanente que consiste en trasladar su dolor a los demás, haciéndoles más daño. Él tiene atisbos de conciencia, cuando piensa cómo habría sido la vida de los otros si hubiera actuado de forma diferente. Su relación con Esther es la única que le humaniza. —¿Él está obsesionado por el triunfo? —Está obsesionado por el triunfo, como tanta gente en la sociedad de hoy. —Al hilo de la diferencia que usted marcaba antes con la americana, ¿la sociedad europea tiene menos afán de triunfo? —En eso, no. La ambición es uno de los motores de la historia. Depende de cómo se canalice, de cómo se gestione, ésta puede ser positiva o terriblemente negativa. No sólo para el individuo, que es ambicioso, sino para los que le rodean. Desde el principio de los tiempos, las grandes pasiones que anidan en el hombre se repiten. La ambición, la generosidad, la ira, el amor. —Ya que su personaje principal es asesor de imagen, ¿los políticos no pueden improvisar en la era de la comunicación? —Deberían. A mí me sorprende que, hoy en día, los políticos en seguida caen en manos de los asesores de comunicación. Y se nota muchísimo cuando dan sus primeros pasos, que tienen espontaneidad y que es cuando dan lo mejor de sí mismos. Al cabo de un cierto tiempo, les cambian desde el flequillo hasta la manera de decir las cosas. 48-50 PENSAMIENTO NAVARRO_52-53 CINE.qxd 30/03/16 11:12 Página 49 Pierden parte de su personalidad y de su esencia en manos de los gabinetes de comunicación. —Y aparece el argumentario. —El argumentario me parece terrible. Con esas frases hechas, con las que te das cuenta de que han sido pensadas con alguien para ser el titular del día siguiente. Son frases, a veces, absolutamente simplonas. A veces, tengo la sensación de que creen que la gente es tonta. Creen que los ciudadanos son tontos. Nos tratan como menores de edad. —La manipulación está muy presente en el libro. Aparece el caso del fracking, para cambiar la opinión pública sobre esto, para vender una idea y conseguir que al final sea atractiva. —Es que las grandes agencias de comunicación lo que intentan es influir en la opinión pública. Lo hemos visto no hace tanto tiempo en Canarias, con el tema de las prospecciones petrolíferas. De repente veías los periódicos absolutamente divididos. Unos a favor, otros en contra. Artículos de opinión a favor, artículos de opinión en contra. Periodistas a favor, periodistas en contra. Todo eso ya nos lo sabemos. Todo eso está muy estudiado. Como estoy en contra del fracking, entonces aprovecho y lo meto en mi novela. “Parecía sobrepasada por la modernidad, pero la familia era el primer eslabón de la solidaridad” —¿Qué más hay de usted en esta novela? —Es una novela en la que quiero reflexionar, junto con los lectores, sobre lo que significa la sociedad en la que estamos viviendo, en la que en los últimos 30 años han cambiado todos los paradigmas a través de las nuevas herramientas de comunicación. Hoy vivimos en una sociedad hipercomunicada. Lo cual no significa que sea una sociedad más informada. Las nuevas herramientas de comunicación han cambiado todo. Esa reflexión de lo que eso significa y de cómo sólo a través de la educación, formando ciudadanos que tengan su propia opinión, seremos capaces de no dejarnos manipular. —¿Muy comunicada y a la vez muy individualizada? —Cada vez es una sociedad más individualista. En ese sentido, la sociedad ameri- cana es mucho más individualista que las sociedades europeas. Eso sí, nuestra sociedad empieza a ser una sociedad muy individualista, muy del sálvese quien pueda. Aunque también es verdad que, con la crisis económica, en nuestro país hemos visto cómo ha funcionado la red de solidaridad entre las familias, entre las personas. La propia sociedad se ha movilizado a través de los bancos de alimentos, a través de organizaciones como Cáritas. La sociedad se ha movilizado para poder aportar algo para que los que tenían menos lo pasaran un poco menos mal. En ese sentido, todavía hay una diferencia entre la sociedad europea, concretamente entre la española, y la sociedad americana. En esta crisis hemos visto cómo ha aflorado la solidaridad. —Tras la crisis, si es que se puede dar por finalizada, ¿hay una recuperación de ciertos valores? —Sí se han puesto en valor algunas cuestiones que estaban un poco olvidadas. Es decir, ese esfuerzo de compartir con el otro lo que tú tienes. La familia, la tan denostada familia, de repente se ha convertido en una red gracias a la cual muchas personas han podido sobrevivir. Con la pensión de los abuelos, por ejemplo. De repente, han adnº 1149. 4–10 de abril de 2016 49 48-50 PENSAMIENTO NAVARRO_52-53 CINE.qxd 30/03/16 11:12 Página 50 DE LA CULTURA Y LA CIENCIA / LIBROS quirido un valor. La familia era una institución que parecía que estaba ya sobrepasada por la modernidad, y sin embargo se ha demostrado que era el primer eslabón de la solidaridad. —¿Cómo ha quedado la ambición? En Historia de un canalla parece que la ambición se ha instalado en la sociedad. —Hay individuos que son absolutamente ambiciosos, que no son escrupulosos, que no les importa nada lo que les pase a los de- más. Por ejemplo, todos los que han provocado la crisis financiera son ese tipo de individuos. Esa gente que ha hecho una economía virtual sin importarles que, cuando se descubrió el pastel, miles de personas pagaron las consecuencias quedándose sin puestos de trabajo, quedándose en la intemperie, perdiendo sus casas, mientras que ellos salían mucho más enriquecidos. Claro que hay individuos así. Desgraciadamente, les padecemos el resto. Sin periodismo no hay democracia Otro mensaje que Julia Navarro deja en Historia de un canalla es que sin periodismo no hay democracia. Ella cree eso absolutamente. “Hoy vivimos en una sociedad en la que los medios están en crisis”, opina. Esto le preocupa,“porque tiene que haber periodistas que cuenten lo que sucede”. “Cuando entro en la Red y veo que alguien, desde el otro extremo del mundo, te cuenta algo, yo no sé si es verdad o si es mentira ni sé a lo que responde. Pero, si me lo cuenta un periodista, de un medio de comunicación, que yo sé lo que es ese medio de comunicación, de derechas, de izquierdas, de lo que quiera, sé a 50 lo que atenerme. Cuando me están contando algo que no sé por qué me lo cuentan ni quién me lo cuenta, y que no sé qué hay detrás del que me lo cuenta, me produce cierta inquietud”, reflexiona. “El papel de los medios no se puede suplantar. Los periodistas somos ese intermediario entre lo que sucede y la gente. Somos la garantía de la democracia. Es decir, el funcionamiento de la democracia”, asegura. Cuando Julia Navarro se levanta por las mañanas, procura leer cuatro o cinco periódicos, para así tener una opinión, para hacerse una idea de lo que pasa, para “juntar las pie- 4–10 de abril de 2016. nº 1149 zas del rompecabezas”. “El periodismo profesional es la garantía de lo que te están contando”, insiste. En su nuevo libro, aparece el caso de una compañía periodística que está al borde de la ruina y que se deja manipular para salir a flote. “¿Verdad que no le suena a raro? Eso no nos suena raro a nadie. En esta crisis que están teniendo los medios de comunicación,algunos han optado por el lado oscuro y otros por seguir luchando e intentar conservar a los lectores como buenamente pueden”, dice. Prefiere no citar los nombres de los que “sí se han pasado al lado oscuro”. —A la sociedad se le culpabilizó de la crisis porque vivió “por encima” de sus posibilidades. —La crisis no es culpa de la gente común. Es de esos desaprensivos, sinvergüenzas, capitalistas de casino. —¿En qué sentido los políticos son un reflejo de la sociedad? —A veces, se denosta a los políticos como si fueran lo peor de lo peor. Siempre digo lo mismo, que los políticos son un reflejo de la sociedad, de lo bueno y de lo malo. Los políticos nacen en la sociedad misma. Están entre nosotros. Son parte de la sociedad. Lo que pasa es que a veces los defectos de la sociedad se amplifican en ellos. Tampoco son peores que el resto. No creo que todos los políticos sean malvados y sinvergüenzas. Hay malvados y sinvergüenzas, como en otros colectivos. Sólo que ellos están a la vista y entonces las trapacerías que algunos hacen las vemos mucho más. Sobre todo, las sufrimos colectivamente. Ésa es la diferencia con respecto a otros colectivos. —¿Qué ha supuesto la irrupción de Podemos y Ciudadanos para el escenario político? —Los dos grandes partidos estaban absolutamente anquilosados y se necesitaba un aldabonazo. Es lo que han supuesto Ciudadanos y Podemos. Vamos a ver qué pasa. Porque una cosa es predicar y otra dar trigo. La calidad de los barcos se conoce cuando se echan a la mar. Ahora veremos en el día a día del quehacer político lo que dan de sí estas dos opciones. Eso es un reflejo de la pluralidad de la sociedad y ese reflejo de la pluralidad bienvenida sea. Ha venido muy bien la aparición de Ciudadanos y Podemos para que tanto el PSOE como el PP hayan salido de ese estadio cómodo en el que se encontraban de “ahora yo, ahora tú”, que estaba provocando un auténtico hastío en la sociedad. —Una recomendación que se lee en su libro es que hay que ser elegante con el adversario. ¿Están siendo los políticos españoles elegantes con sus adversarios? —No. En estos momentos, el único que se muestra que tiene esas ciertas trazas de elegancia, no sé si por estrategia o por tácticas, es Albert Rivera. Es el que procura poner paños calientes entre todos. Ésta ha sido una campaña muy a cara de perro y muy desagradable en algunos momentos. l