HISTORIOGRAFÍA LATINA CARACTERÍSTICAS DEL GÉNERO La historiografía es el género literario que tiene como objeto los sucesos acaecidos a un determinado pueblo, estudio y narración de los hechos del pasado. Es el género en prosa más importante de la literatura romana por el número, la calidad y la variedad de autores y obras. La historiografía romana fue mucho menos rigurosa que la griega y de intención más moralizante. El romano no transmitía objetivamente los hechos antiguos, sino que los juzgaba y los describía desde su propio punto de vista. Los romanos utilizaron la historia como instrumento político: o para justificar su supremacía sobre los demás pueblos (como Tito Livio) o para destacar dominantes el (caso protagonismo de los de primeros las familias historiadores, los analistas) o para criticar a la nobleza romana (como hace Salustio) o para defender la propia actuación política (como César) o para criticar a un régimen político (que es lo que hizo Tácito) Emplearon para ello no sólo la selección y presentación de los hechos, sino también la manifestación de sus opiniones: de manera directa, mediante intervenciones en primera persona, o indirecta, mediante los abundantes discursos puestos en boca de sus protagonistas. En una palabra, predomina el tipo de historiador comprometido políticamente. FUENTES E INFLUENCIAS En Roma los documentos más antiguos que podían aportar datos históricos eran: Textos públicos: 1 o Los archivos de los colegios sacerdotales. Los sacerdotes anotaban en registros los acontecimientos más importantes. Por ejemplo: los Annales pontificum en los que se consignaban los días fastos y nefastos (laborables y no laborables) así como los principales acontecimientos, los Libri augurales, etc... o Los documentos oficiales: tratados, leyes, senadoconsultos, listas de los magistrados anuales, los registros del censo, etc.. Textos privados: o Archivos familiares. Las familias patricias tenían sus propios archivos en los que consignaban los cargos importantes que desempeñaban sus miembros, así como sus hazañas militares. Eran relatos a menudo embellecidos o falsificados. o Laudationes fúnebres. Discursos de alabanza a los difuntos pronunciados por un miembro de la familia el día de los funerales. Los grandes maestros de los romanos fueron los griegos. El historiador Polibio (un esclavo griego que entra en el círculo de los Escipiones) escribió varios libros sobre la historia de Roma y las campañas de Escipión. Su método era riguroso: consultaba todas las fuentes y, cuando podía, se trasladaba al lugar de los hechos. Su obra sirvió de fuente para varios historiadores romanos posteriores y les enseñó las dos normas f un d a m e n t a l e s p a r a t o d o h i s t o r i a d o r : b u s c a r l a v e r d a d y c o m p r e n d e r l a s c a u s a s y l a s relaciones entre los hechos. También tomaron los romanos de Tucídides el sentido moral de la historia, así como la reflexión sobre la calidad moral de los personajes y acontecimientos. ETAPAS Y AUTORES: LA REPÚBLICA Los primeros historiadores romanos (siglos III y II a.C.) fueron los analistas. Se les llama así por la palabra latina annales, de annus “año”. Eran relatos de acontecimientos por orden cronológico y no por temas. Los primeros analistas romanos, que escribían en griego y no en latín, se contentaron con narrar los hechos acaecidos sin establecer relaciones temáticas o de causa y efecto, entremezclándolos con fábulas y relatos de prodigios. La visión de la historia hasta estos momentos es estrecha: sólo interesa la 2 de Roma; las cuestiones internacionales sólo son importantes en la medida en que afectan a su nación. Para ellos, la Historia es, esencialmente, una escuela de civismo y un instrumento de gobierno. M. Porcio Catón. (234-149 a.C.) Biografía Fue el historiador más antiguo en lengua latina, del que hay que destacar algunos datos biográficos: Desempeñó varios cargos públicos, entre ellos la censura. De hecho es conocido también como Catón el Censor. Fue promotor de la III Guerra Púnica (terminaba todos sus discursos animando a los romanos a destruir Cartago con la famosa coletilla "Carthago delenda est"). Era un nacionalista radical que veía con malos ojos la creciente influencia de la cultura griega en el mundo romano. De ahí que utilizara el latín en su obra y que su figura terminara convirtiéndose en el paradigma de lo que debía ser un romano. Obra Escribió una obra histórica en 7 libros, los Orígenes ("Origines"), en la que narraba los principales hechos en los que había participado Roma desde su fundación. Apenas nos quedan unos breves fragmentos de ella, aunque son suficientes para formarnos una idea del conjunto y de la ruptura que supuso con la historiografía anterior: No se emplea el sistema de narración anual, tan característico de los analistas. No se consignan sólo los hechos, sino que se profundiza en sus causas y consecuencias. Se utiliza el latín. No se citan apenas nombres propios de generales o soldados porque, a juicio de Catón, hacerlo sería restar protagonismo a quien realmente lo merecía, Roma. Las características mencionadas llevan a considerar a Catón como un adelantado a su tiempo. De hecho buena parte de los historiadores romanos 3 del siglo II a.C., los llamados "analistas latinos", sólo adoptaron de él una innovación, el uso del latín, y volvieron al modelo seguido por los analistas griegos. Habrá que esperar al siglo I a.C. para que surja con César la historiografía en el sentido estricto de la palabra, superando los límites y condicionamientos de la obra de los analistas. Cayo Julio César (100-44 a.C.) Biografía Es uno de los grandes historiadores romanos, no sólo por su gran personalidad, sino también por el carácter único en su género de su obra literaria. Narrar la vida de César equivale a escribir la historia de su época, caracterizada por dos notas fundamentales: La crisis de la República, como institución, y La lucha de individualidades por el poder. Además de historiador, y antes de ello, fue la personalidad política más importante de su época, el protagonista de la evolución fundamental por la que Roma pasó de un régimen republicano oligárquico a otro basado en el poder personal. No en vano se le han adjudicado definiciones populistas, pero rigurosamente ciertas, que retratan a la perfección al personaje y su circunstancia: "Julio César fue un dictador que quería ser rey, pero fue asesinado en el Senado". Nació en Roma en el año 100 a.C. Pertenecía a una familia aristocrática, pero desde joven mostró claras simpatías por la facción popular (a finales de la Repúbica en Roma había dos facciones políticas, la facción de los optimates, que defendía los intereses de la nobleza, y la facción popular, que velaba por los intereses del pueblo llano). Comienza tardíamente una carrera política que, sin embargo, fue deslumbrante: recorrió todas las magistraturas y desempeñó además otros cargos públicos de gran prestigio como el de Pontífice Máximo; formó con Pompeyo y Craso el primer triunvirato; conquistó la Galia y derrotó finalmente a Pompeyo en la Guerra Civil (Farsalia, 48 a.C.). A partir de entonces asumió todos los poderes y aún participó en varias empresas bélicas, como la guerra en Alejandría en defensa de Cleopatra, la guerra contra Mitrídates y de nuevo contra partidarios de Pompeyo... hasta 4 que fue asesinado el día de los Idus de Marzo (15) del año 44 a.C.: su talante conciliador y sus numerosas reformas legislativas y sociales no fueron suficientes para ganarse las simpatías de todos los senadores, algunos de los cuales aterrados ante la idea de la pérdida de poder que conllevaría al final la República, promovieron la conspiración que acabó con la vida de uno de los estadistas y autores literarios más influyentes y fundamentales en la relación y desarrollo del proceso histórico. Obra Cesar combinó la política con la literatura, destacando como extraordinario orador y escribiendo obras sobre distintos temas. De todas ellas las dos únicas que nos han llegado completas son las tituladas genéricamente Commentarii Rerum Gestarum, acerca de dos de las más grandes acciones bélicas que llevó a cabo: la guerra de las Galias (58-52) (De Bello Gallico) y la guerra civil (49-48) (De Bello Civili). De Bello Gallico ("Sobre la guerra de las Galias") es una obra que consta de ocho libros, cada uno de los cuales se corresponde con un año de la campaña de conquista que él llevó personalmente a cabo entre el año 58 y el 51 a.C. De estos libros sólo el VIII no es obra de César, sino de su lugarteniente, Aulo Hircio. Respecto a los contenidos podemos decir que tras una descripción geográfica de la Galia el autor va siguiendo sus conquistas y enfrentamientos con los diversos pueblos galos: Campañas contra los Belgas Campañas contra los Germanos Expediciones a Britania Levantamiento general de la Galia dirigido por Vercingetórix y Triunfo final de César con la toma de Alesia No se tiene certeza sobre si fueron escritos año tras año o todos los libros juntos una vez terminada la guerra; en cualquier caso parecer ser que fueron editados como obra unitaria en los años 51-50 al solicitar su autor de nuevo el consulado. De Bello Civili ("Sobre la guerra civil") consta de tres libros en los que se narra el enfrentamiento del propio César con Pompeyo para hacerse con el 5 poder en Roma. Comienza con la exposición de las causas de la guerra y sigue con los sucesos principales de la misma: paso del Rubicón por César. huida de Pompeyo hacia Oriente toma de Marsella derrota en Hispania de los lugartenientes de Pompeyo enfrentamiento y derrota definitiva de Pompeyo en Farsalia y, por último, huida de éste a Egipto y su posterior asesinato. Los libros de De Bello Civili debió escribirlos entre el 49-48 y el 44, pero tampoco en este caso se aducen pruebas convincentes sobre la fecha exacta de su publicación. En cuanto a su estilo y valor literario, éste es indiscutible y aquél posee una serie de rasgos que merecen la pena destacarse: sus formas de expresión eran simples y elegantes. Tiene un vocabulario básico restringido a unos 1.200 términos y el uso de la sintaxis y expresiones habituales, siempre dentro de las normas lingüísticas más rigurosas. Algunos de sus rasgos más característicos son el uso del estilo indirecto en los discursos, dejando el estilo directo casi exclusivamente para expresar emociones. Llama también la atención el hecho de que siempre se refiera a sí mismo en tercera persona, con lo que el relato gana claridad y distanciamiento, provocando en los lectores una impresión de objetividad. El hecho de que estas dos obras históricas se refieran a acciones de las que él mismo es el principal protagonista pone en evidencia su carácter político y propagandístico: trata de justificar su política militar dando una visión favorable de la misma, puesto que la legalidad de sus actuaciones era puesta en duda. En De bello Gallico, gracias a los informes que mandaba (verdadera "memoria oficial" del momento), documentación detallada al hilo de los acontecimientos y de primerísima mano, además de inundar Roma con noticias sobre la geografía, idiosincrasia y personalidades de los pueblos galos, germanos y britanos, naturalmente no dejaba atrás otros aspectos de interés, como: o Los éxitos de su diplomacia y su estrategia, a través de su política de alianzas, de amistad (amicitia) y compromisos de servicio (beneficium), mediante los cuales los pueblos, antiguos 6 o adversarios, pasaban ahora a estar bajo su protección ( in fidem accipere). o El comportamiento ejemplar de sus oficiales y tropas, a los que su coraje y el valor de su verbo era capaz tanto de animar en momentos de decaimiento como de disciplinar en plena crisis. o La grandeza, incluso, de personajes enemigos, como el caso de Vercingetórix... para realce de la suya propia. o Sus propias realizaciones, manifestando tanto los hilos rectores de su política como los rasgos dominantes de su personalidad, retratándose como el mantenedor de la tradición romana y la encarnación de la virtus, que le hacían acreedor a ejercer como caudillo de ese gran pueblo. Ya desde el principio de la obra (Gallia est omnis...) indica con claridad que su pensamiento estaba puesto en el dominio total de las Galias; todos los conflictos y operaciones individuales se subordinan a esta idea. De hecho el conflicto bélico en las Galias se presenta ante la oposición senatorial como una guerra "defensiva" en ayuda de unos aliados amenazados En De bello Civili, narración de un episodio políticamente mucho más complicado, se muestra a un César defensor del pueblo romano frente a la soberbia y arbitrariedad del Senado. No fue él, sino sus enemigos, quienes desencadenaron la escalada de la discordia política, los que deseaban la lucha... aunque luego fuese él quien le recondujese con mano firme y enérgica al resultado apetecido. La proverbial clementia cesariana, de la que ya había hecho gala en su obra anterior, se manifiesta aquí en toda su generosidad para con los vencidos, evitando el derramamiento de sangre gratuito. Asimismo su insistencia por demostrar que gozaba del favor del pueblo itálico e incluso de parte de las tropas enemigas, le retrataba como un hombre capaz de mantener la disciplina, imponer su soberana energía y al mismo tiempo manifestar justicia, moderación y generosidad. En suma, tanto un suceso como el otro responden realmente a unos cálculos cuidadosamente elaborados por César que le conducirían a la conquista del poder, estableciendo sin fisuras la base de su autoridad. Cayo Salustio Crispo (87-35 a.C.) Vida 7 Cayo Salustio Crispo nació en el 87 a.C. en Amiterno, ciudad de Sabina, en el seno de una familia plebeya pero acomodada. Siendo aún muy joven se trasladó a Roma y se lanzó con pasión a la política, campo en el que fue enemigo acérrimo de Cicerón y gran amigo de César. A pesar de ser "homo novus" (no tenía parientes que hubieran desempeñado cargos públicos relevantes), con el apoyo de César ocupó importantes magistraturas. Fue nombrado gobernador de la provincia de África, donde abusando de su cargo se enriqueció escandalosamente. Vuelto a Roma, tras la muerte de César, se retiró de la política y se consagró a la redacción de su obra histórica. Murió en el 35 a.C. Obra Salustio escribió tres obras de contenido histórico, una genérica y dos monografías: Las Historias ("Historiae"), en cinco libros. Era una historia contemporánea que narraba los sucesos posteriores a la muerte de Sila (desde el 78 a.C. hasta el 67 a.C). Sólo nos quedan unos pocos fragmentos. La Conjuración de Catilina ("Catilina o Bellum Catilinae"). Narra la tentativa de Catilina de dar un golpe de estado durante el consulado de Cicerón (63 a.C.). La Guerra de Yugurta ("Bellum Iugurthinum"). Esta segunda monografía se centra en la figura de Yugurta, noble africano que se había apoderado del trono de Numidia eliminando a todos aquellos que pudieran hacerle sombra. Los romanos, que tenían un estrecha relación con Numidia, se sintieron obligados a hacer justicia y declararon la guerra a Yugurta (111 a. C.). La guerra se prolongó porque Yugurta, a pesar de tener un ejército muy inferior, sobornaba sistemáticamente a los 8 generales enviados por Roma. Finalmente un general íntegro, Mario, lo derrotó en el 105 a.C. Salustio escribe, como el mismo reconoce, para denunciar la corrupción de la vida pública romana y la pérdida de los "mores maiorum", esto es, de las costumbres de los antepasados. Por esa razón escogió como protagonistas de sus monografías a Catilina y Yugurta. Pero por muy ciertas que fueran sus denuncias - y lo eran -, resultan poco convincentes en boca de una persona como él, que fue expulsado del Senado por conducta impropia, que se enriqueció en el ejercicio de un cargo público y que abandonó la vida política no por estar asqueado de ella, sino porque, muerto César, le faltaban apoyos. Uno de los grandes méritos de Salustio es la maestría con que caracteriza a los protagonistas de sus obras. Para ello recurre a descripciones directas hechas por él mismo y a discursos puestos en boca de los personajes. En ese sentido es muy conocido aquel famoso retrato de Catilina del capítulo V: " L. Catilina, nobili genere natus, fuit magna vi et animi et corporis, sed ingenio malo pravoque..." El estilo de Salustio es inconfundible y constituye una de las señas de identidad de su obra. Las características más destacadas de él serían: Brevedad en la expresión. Este rasgo se manifiesta en el abundante uso del infinitivo histórico, la frecuente elipsis en las oraciones de infinitivo, la omisión del verbo auxiliar en las formas del perfecto pasivo… Tendencia a la asimetría, con el quiasmo y la variatio. El quiasmo consiste en disponer de manera asimétrica los elementos que integran dos sintagmas paralelos ("satis eloquentiae, sapientiae parum" en lugar de "satis eloquentiae, parum sapientiae"). La "variatio" supone expresar de manera diferente dos conceptos semejantes ( "pars..., alii..." en lugar de "alii.., alii..." o "pars..., pars..."). Gusto por el arcaismo y las palabras inusuales (medio empleado por Salustio para expresar el rechazo que sentía hacia el mundo en que vivía). Estos arcaísmos pueden ser fonéticos ("voster" en lugar de "vester"), morfológicos (teminación "-e" en lugar de "- 9 ei" en el Gs. de la quinta declinación) y sintácticos (uso de "quo" con el valor de "ut" final). ETAPAS Y AUTORES: EL IMPERIO Tito Livio (59 a.C.-17 d.C.) Biografía Tito Livio nació en Padua en una familia acomodada. Sus primeros estudios de retórica los cursó en su ciudad natal, pero después pasó a Roma, donde completó sus estudios. Sus simpatías por el régimen republicano no le impidieron ser recibido en el círculo de Augusto, a quien alaba en diversos pasajes de su obra por haber restaurado la religión y por haber procurado la paz al mundo. Incluso se cuenta que el emperador le encomendó la educación del futuro emperador Claudio. Obra La gran obra de su vida fue Ab Urbe Condita en 142 libros, que se extendía desde la fundación de Roma hasta Augusto. Sus libros se publicaron por separado, según los iba escribiendo, pero pronto se agruparon de diez en diez (Décadas). La mayor parte de su obra se ha perdido, sólo la conocemos por los resúmenes que se hicieron de cada libro (Periochae), que sí se han conservado. Poseemos la primera década (libro 1-10), que va desde los orígenes hasta la tercera guerra samnita (-293); la tercera década (libros 21-30), que trata de la segunda guerra púnica (-218 - -201); la cuarta década (libros 31-40), que cuenta la conquista del Mediterráneo oriental; y la mitad de la quinta década (libros 40-45), que narra la conquista de Macedonia (-167). Tito Livio, como los dos grandes poetas contemporáneos Virgilio y Horacio, pretende glorificar el pasado de Roma, exaltar el sentimiento patriótico y colaborar en la renovación nacional que pretende llevar a cabo Augusto. Para Livio, la Historia es un repertorio de ejemplos, unos buenos, que hemos de imitar, y otros malos, que hemos de desechar. Por eso, 10 remontando al pasado, quiere glorificar las virtudes que hicieron posible el imperio y dar a sus contemporáneos, escépticos y corrompidos, una lección moral. Tito Livio se inspira en los libros conservados de los analistas y en el escritor griego Polibio, sobre todo en la tercera década. Pero no se preocupa demasiado por consultar las fuentes que tiene a su alcance y por apoyar sus afirmaciones en autoridades. Es indiferente a las precisiones geográficas y a las condiciones económicas; a veces, exagera en el cálculo de fuerzas militares, botines, etc… No obstante, escribe de buena fe y nos informa de las distintas opiniones de diversas fuentes sobre el mismo hecho. No tiene la concepción moderna y científica de la Historia. Ésta es para él un género literario y oratorio, y su tarea consiste esencialmente en embellecer los hechos que narra, utilizando los recursos artísticos de la retórica. El conjunto de la obra lo divide en amplios bloques que giran alrededor de un tema central de interés, por ejemplo, la segunda guerra púnica. Los episodios que narra los presenta como verdaderos dramas, en los que brillan los discursos, inventados por el propio autor, pero que responden presumiblemente a los que se pronunciaron. Como autor, no era partidario de la concisión de Salustio, sino más bien del período ciceroniano largo, aunque sus períodos son más variados y menos simétricos que los de Cicerón. Su frase es amplia, clara, llena de riquezas sintácticas y de gran colorido poético. Tácito (55-120 d.C.) Biografía Publio Cornelio Tácito nació hacia el año 55, en el seno de una familia rica y noble, pero no se sabe dónde. En el año 77 se casó con la hija del cónsul Julio Agrícola, gobernador de Britania. Estudió elocuencia, que le dio un gran renombre, y accedió al Cursus Honorum llegando al consulado el año 11 97, con el emperador Nerva, y obteniendo luego el proconsulado de Asia. Parece que murió el año 120. Obra Tácito dejó escrita la historia del siglo I en dos obras que nos han llegado incompletas: Los Annales, que abarca desde la muerte de Augusto hasta la de Nerón (año 68) Domiciano(96 e Historiae que cubrían desde Galba a d . C . ) . La narración es mucho más detallada en las Historiae, quizá por la mayor proximidad de los hechos que en ellas se tratan. De Annales se conservan los cuatro primeros libros, el comienzo del quinto, el sexto, con excepción de su comienzo, y luego los libros XI a XVI con lagunas a principio y fin. Los seis primeros están dedicados al reinado de Tiberio. En la segunda parte conservada se incluyen los reinados de Claudio desde el año 47 y de Nerón hasta el 66. Los hechos se disponían anualmente, de ahí su nombre. Aunque los Anales de Tácito se organicen de esta manera, trascienden el género analístico, pues se p l a n t e a n m i r a s muchos más amplias, relacionadas con las causas y e f e c t o s d e l o s acontecimientos y la influencia en ellos de los rasgos de carácter y las pasiones de sus protagonistas. En este sentido, tienen mucho de biografía, ya que el retrato psicológico ocupa un espacio importante en la obra. La primera parte contiene un soberbio —y tendencioso— retrato de Tiberio. En la parte final los personajes de Nerón y Agripina compiten por el poder y crean una situación en la que ya no caben hombres como Lucio Anneo Séneca, quien con sus doctrinas estoicas tanto había contribuido a temperar las conductas del emperador. En las Historiae siguió el procedimiento expositivo típico de la historiografía romana: exponer los hechos año tras año, alternando la narración de los acontecimientos internos con la de los externos. Tácito es un historiador riguroso. Antes de empezar a escribir sus obras se documentó bien consultando los archivos oficiales y estudiando los historiadores anteriores. Esta tarea si vio facilitada porque fue un alto funcionario y utilizó a menudo los archivos imperiales. Quería escribir los hechos sin ira y sin parcialidad. A pesar de todo esto, a veces, su mentalidad 12 retórica le lleva a exagerar las cosas falseando la realidad. Otras veces su pesimismo le inclina a ver el lado malo de los hombres y de las cosas. La lengua de Tácito es sumamente concisa creando un estilo personal. Sus frases, muy breves, están llenas de contenido, pero en ocasiones resulta oscuro. Utiliza voluntariamente los períodos asimétricos y las construcciones extrañas y poco frecuentes. El gran valor de su obra es que nos da un retrato muy vivo de la época que describe y un estudio psicológico de los personajes. Gaius Suetonius Tranquillus (70-140 d.C.) Biografía Comúnmente conocido como Suetonio, fue un historiador y biógrafo romano de la época del emperador romano Trajano. Estuvo en el círculo de amistades del propio Plinio el Joven y al final, del mismo emperador Adriano, hasta que cayó en desgracia por enemistarse con él. Obra Su obra más importante es La vida de los doce césares (De vita Caesarum), donde narra las vidas de los gobernantes de Roma desde Julio César hasta Domiciano. Esta obra ha brindado a la historiografía una gran cantidad de datos sobre la vida privada y el gobierno de los emperadores romanos, aunque en ocasiones se centra más en cuestiones superficiales, y en algunos casos escandalosos, que en un estudio profundo de los hechos históricos. Pese a ello, este libro fue muy popular durante la Edad Media, en especial por su estilo de escritura fluido y llano, libre de artificios, en el que S u e t o n i o siempre en primer lugar del párrafo la palabra pone más i m p o r t a n t e ; u s a tecnicismos, términos griegos y muchas citas, a veces bastante extensas. En cuanto a la estructura de sus biografías no procede tanto por orden cronológico como por categorías, como se hacía en el caso de las biografías de personalidades literarias: estirpe, familia, nacimiento, educación,toga virilis, comienzos de la carrera, empresas guerreras, vida privada, prodigios, muerte, testamento. 13 ETAPAS Y AUTORES: ÉPOCA DECADANTE En este momento, el género de la historia se caracteriza por ser una compilación y resumen de las obras históricas de períodos anteriores, materia atractiva para un público que buscaba la distracción en la lectura de temas históricos. Citaremos a autores como: Floro (s. II d. C.). Escribió dos libros en los que se condensa la producción de Tito Livio. Eutropio. (s. IV d. C.) Resumió la historia de Roma en su obra Breviarium ab urbe condita. Es un escrito de estilo muy sencillo, por lo que se utilizó posteriormente como obra de estudio, especialmente en la Edad Media. En cuanto a creaciones originales destaca Amiano Marcelino (330-400 d. C.) que escribió Los 31 libros de los hechos en los que se narra la historia de Roma desde la muerte de Nerva (96 d. C.) hasta el año 378. Sobresale también la obra Historia Augusta, una colección de biografías de los emperadores y de personalidades de su entorno: desde Adriano (117) hasta Numeriano (284). Se cree que fue compuesta por seis autores. 14