PABLO REYES Pablo Reyes nació en la ciudad de Avellaneda, Provincia de Buenos Aires a mediados del año 1921. Fue aprendiz del gran maestro en el arte del vidrio soplado Ovidio Pandiella., de quien adquirió un admirable sentido estético que luego volcarÃ−a a su verdadera y última pasión: el fileteado. Orfebre del pincel, Reyes supo imprimir con pincelada feliz volutas y coloridos membretes en carrocerÃ−as de carros primero y en vehÃ−culos motorizados más tarde. Famoso fue el encargo que el General Perón le hiciera en el año 52. Cuenta Feliz Luna en su libro Historia Secreta del Peronismo, que por ese entonces el presidente de la nación tenÃ−a una secreta admiración por la actriz norteamericana Judy Garland, pasión que no podÃ−a revelar públicamente en primer lugar por ser un hombre casado, en segundo lugar por el cargo que desempeñaba, pero sobre todo por el apoyo partidario que le estaba dando en ese momento al cine argentino, lo que hacÃ−a a este acto polÃ−ticamente incorrecto para la época. El historiador refiere que en noviembre de ese año, Reyes recibe una carta con el sello de agua del escudo de la nación argentina citándolo para que se apersone en la residencia presidencial. AllÃ−, en las cocheras, lo recibe el mismo general Perón quien le pide que filetee la carrocerÃ−a de una moto Siambretta, regalo que pensaba enviarle el general a la mencionada estrella del cine americano. Reyes, anarquista de pura cepa, se niega a realizar trabajo alguno para el gobierno. El trabajo fue hecho finalmente por Quinquela MartÃ−n, pero el despecho sufrido por Perón le costó a Reyes el exilio. Escapa a Italia donde se pliega al movimiento estético liberal. Reyes volvió al paÃ−s en el año 1968 luego de haber participado en el mayo francés encabezando la avanzada izquierdista maoÃ−sta auténtica junto a Chabrol y Renaud. Poco sabemos de su vida en los años 70', pero las cartas enviadas a su ex esposa revelan que el alcohol y las drogas lo alejaron de los circuitos artÃ−sticos que frecuentaba junto a Antonio Berni y a Xul Solar Recuperado parcialmente, la década del 80 lo encuentra fileteando vehÃ−culos particulares hasta que un golpe de suerte lo devuelve al ruedo: un becario de la universidad de Baviera lo contacta y se interesa sobre su trabajo. Esto lo lleva nuevamente a Europa donde da clases y participa como jurado en concursos internacionales de pintura neocostumbrista en superficies no convencionales. Finalmente muere en el año 1992 vÃ−ctima de la acumulación de anhÃ−drido carbónico que los vehÃ−culos objetos de su trabajo despedÃ−an en su taller. Pablo Reyes es un artista del fileteado injustamente olvidado. 1