• A EL GATO MAL FISONOMISTA, por K-Hito. —¡Cuánto tardan hoy en traer el brasero! BOLETÍN DE SUSCRIPCIÓN que vive en . se suscribe por niim. al semanario MACACO, para lo cual remite el importé de setas por . PRECIOS DB SUSCRIPCIÓN Provincia» I Eitranlrro 3oets. DQf «,00 1»,» » • U • « ' WlCUQ[/ip¿/7niS7nO &¿B Do/eftoyi/ues/roTttfépo. estampa es la revista nacional que interesa a toda España- esta m pa es la revista para el hombre) es la revista para la mujer; es la revista para el niño. estam pa ofrece siempre: la imagen del momento, el comentario oportuno, la información interesante, los escritores preferidos. estampa 48 3O paginas cents. LA PANTALLA GARABATOS KAITESCOS = = = = = T0D08 LOS AFICIONADOS AL «CINE» DEBEN LEER LA PANTALLA QUE CONSTITUYE LA VERDADERA CUIA DE LA CINEMATOGRAFÍA MUNDIAL - " ~ E D I T A D O DB K-HITO Precio: 6»50 pesetas. Pedidos a Prensa Gráfica, Hermosilla, 51.—MADRID A nuestros lectores GUTIÉRREZ abonará cinco pesetas por cada chiste o pie /n» genioso para dibujo que se le re« mita y que se publicará, haciendo constar el nombre del autor, ilusa trado con una caricatura. Es condición precisa que dichos textos sean originales e inéditos. RIVADENEYRA céntimo» ^mmm LA noiiEU munoiAL Esmerada presentación. :-: La más económica :-: Ilustrada por los mejores : dibujantes españoles : Colaboran en ella, entre otros, los maestros de la novela contemporánea española, Pío Baroja, Alberto Insúa, Ramón del Valle-Inclán, Pedro Mata, Ramón Pérez de Ayala, Manuel Bueno, Rafael López de Haro, Antonio Zozaya, Francisco Camba, Cristóbal de Castro y Emilio Carrere, y los nuevos novelistas Jesús R. Coloma, Valentín de Pedro, Juan José Lorente, Alberto Marín Alcalde y José LJampayas. SO céntimos EJEMPLAR LA FARSA PUBLICACIÓN SEMANAL DE 0BRA8 TEATRALES A LOS COLECCIONISTAS Los números atrasados de GUTIÉRREZ se venden, al precio corriente, en el kiosco de la calle de Alcalá, frente al Teatro Alcázar. EN PASEO DE SAN V I CENTE, 2 0 . - MADRID COMPRE TODOS LOS JUEVES Álbum de caricaturas SEMANARIO ESPAÑOL DE CINEMATOGRAFÍA Publica todas las semanas, como mínimo, 16 grandes páginas profusamente ilustradas en huecograbado fPasao] Ida 8an Vlo«nt». 30. I MADRID I Los días de pago en nuestra Redacción (Paseo de San Vicente, 20) son los lunes, de 6 a 8. LÉALA V. TODOS LOS SÁBADOS Dará a conocer a sus lectores todas las obras que se estrenen con éxito, inmeditamente después de su estreno. Colaboración de los más insignes comediógrafos españoles. Ilustraciones de los más distinguidos artistas. Cubiertas en colores. Magnífica presentación. Pídala en todos los puestos de periódicos 50 céntimos Je* Año II Madrid, 23 de junio de 1928 JUSTIFICACIÓN, Núm. 56 POR K - H I T O —¡No lo tolero más, Pérez! Son las doce y ya ha ido usted catorce veces a la taberna a tomar "chicos". —Es que... voy a pedir el subsidio del Estado a las familias numerosas. GUTIÉRREZ DIKKCCIÓX GENERAL CUENTAS ATRASADAS Negociado de Incobrables. Excelentísimo señor. A la fiesta en desagravio al clima de Madrid^-á la que el citado clima ha correspondido como un cochero— siguió la fiesta de la mantilla y la fiesta del mantón con flecos. Se nota en la gran urbe un acentuado olor a naftalina que tira de espaldas. Queda, excelentísimo señor, patente el propósito de ir desenterrando nuestras prendas personales. Del detenido estudio llevado a cabo por el Jefe que suscribe, saca la consecuencia de que tal medida se debe, sin duda, a las facilidades otorgadas por los Poderes públicos en ocasión reciente, para liberar las ropas pignoradas por menos de 25 pesetas. Es el caso, señor Rocamora, que, abstraído en las funciones de mi digno cargo, dejé pasar aquella ocasión para absolver a ciertas prendas, cuyo cautiverio —siquiera sea bajo la dulce vigilancia de V. E . — , data de bastantes años. Difícilmente pudo sospechar mi limitada inteligencia que aquella laudable medida del Estado alcanzara estos efectos. Y, como tras la mantilla y el mantón de crespón, se pondrán de moda el miriñaque, reservado hoy a los repartidores de leche, y los chalecos de fantasía, ruego a V. E. encarecidamente se digne dar un vistazo al que posee en su poder bajo el número 63.525, fácil de encontrar porque, bordadas a punto de cadeneta, luce unas rosas blancas a las que va a morder una mariposa para libar en ellas. El detalle de la mariposa no se le habrá podido olvidar, pese a sus múltiples ocupaciones, con sólo una vez que lo haya visto, porque llamó siempre la atención a tal extremo, que "Guerrita,, sufrió una aparatosa cogida cuando, al rematar un quito, me vio el chaleco que estaba, con el que suscribe, en andanada del 2, entreteniéndose en su contemplación con tanta insistencia que el toro no tuvo más que alargar un cuerno y lo prendió por la entrepierna. La coijida fue inevitable. «sí, pues, excelentísimo señor, espero de su reconocida bondad que engañe a la mariposa con cualquier golosina para que las flores no sean victimas de su voracidad, hasta que, un día de éstos, pueda, el que tiene el honor de dirigirle este oficio, recuperar dicha prenda y lucirla de nuevo entre las mantillas y los mantones . No obstante, V. E. , con su superior criterio, resolverá. Madrid, 23 de junio de 1928. El Jefe del Negociado de Incobrables, La señora, corta de vista.—Mira, Jorge, qué bonitos sombreros de señora tienen en esta tienda. QUEJAS DEL VECINDARIO Ruego de un casero Señor Director de GÜTIÉEBEZ. iMuy señor mío: Le agradeceré dé cabida en el periódico de su digna dirección a la siguiente queja: Es el caso, señor director, que un servidor de usted y de todos los señores redactores y familias, es casero de la casa situada en la calle de Azorín, número 38 provisional, y como sobre los caseros pesan toda clase de gabelas, que nos imposibilitan la vida, un servidor tiene la fachada en bastante mal estado. De día se ve bien; pero de noche, como está obscuro, disimula algo. Mire usted por donde, señor director, ahora nos han puesto en la calle alumbrado, y me han partido por el eje, porque resulta que ahora también se ve de noche lo mal que está la fachada. Yo le ruego publique estas líneas para que llegue a quien corresponda y mande quitar esos faroles, que tanto me perjudican. Suyo afectísimo seguro servidor, que estrecha su mano, ülpiano Palomo, 44 La Farsa 4 4 publica esta semana H E R N A N I POR Antonio y Manuel Machado Sr. Director del Monte de Piedad. y Francisco Villaespesa. GUTIÉRREZ El ayuda de cámara.—He encanecido al servicio de esta casa y ahora me despide usted... ¿No puede usted hacer algo por mí? El señor.—Bueno, hombre... Coge de mi tocador el frasco de tinte. :, 6 GUTIÉRREZ G U T I É R R E Z A A L I C A^N T E Nuestro ilustre jefe, en calidad de "Fallero Machor" ha sido invitado a ver "Les Fogueres de Sant Chuan". Hoy marcha, en el rápido, ocupando un asiento de primera. Esta mañana lia salido con dirección a Alicante nuestro ilustre jefe, que marcha a la bella capital levantina como imprescindible personaje fallero, para ver les fogueres de Sant Chuan. En la estación ha sido despedido por el .personal en.,pleno de nuestra Redacción y todos los jefes de negociado francos de servicio. Al arrancar el tren sonaron varios vivas y un pito aislado, que era el de la locomotora. GUHÉRBEZ, con el hongo en la mano, correspondió emocionadísimo a tales muestras de afecto. El ilustre jefe del Negociado de Incobrables se deja admirar en la playa de Alicante por los lectorcitos de "Macaco", su hijo espiritual. Acompañan al prohombre el director de esta revista, señor K-Hito; el gerente, señor Roberto, y varios redactores, todos en primera clase, detalle éste que nos ruegan hagamos constar. Las últimas noticias llegadas a nuestra Redacción acusan el paso del convoy por G-etafe a las diez y cuarto (hora de aquel meridiano). De seguir su curso normal, entre Alcázar de San Juan y Albacete se comerán la tortilla de escabeche que llevan en un termo. EL PASO POR CIEMPOZUELOS Ciempozuelos, 23.—A las once y dos ha pasado el ilustre viajero por esta urbe. Ocupaban el andén numerosas personas con banderas. Ciempozuelos, 23.—Ampliando mi telegrama anterior, resulta que era la guardabarrera la que ostentaba una banderita. Albacete, 23.—Se espera con ansiedad el paso de GUTIÉRREZ, al que esperan infinidad de vendedores de navajas, por sí aún no se hubiera comido la tortilla. Hay pocas esperanzas. * * * AGUAS FERRUGINOSAS -Oye, muchacho. Esta fuente tiene agua de hierro, ¿verdad? -No, reñora. De hierro no tiene más que el caño. En el número próximo, si se molestan en enviarnos detalles los expedicionarios, y si no en el otro, publicaremos una amplia información do la estancia en Alicante del glorioso jefe del Negociado de Incobrables, en la Dirección general de Cuentas atrasadas. Como detalle curioso hacemos constar que viaja en primera clase. GUTIÉRREZ FALLECIMIENTO OPORTUNO Anoche se murió definitivamente nuestro particular amigo D. Castor López del López-López y López-Sáncliez, conde de la Almadraba, marqués de Villadeenmedio, caballero de la de San Tiburcio, socio del Centro de Hijos de Madrid, etc., etc. Nosotros, la verdad, no es que no sintamos que se haya muerto, pero verdaderamente somos bastante amigos de su sobrino D. Amadeo Sevillano, que ya iba perdiendo toda esperanza, y al fin ve logrados sus deseos de heredar. Cierto que entre médicos, botica, sanatorios y demás zarandajas gastó bastante el difunto; pero, bueno, nuestro amigo no sale mal librado. Enhorabuena. BALDUQUE UNA PRENDA MIXTA VEAMOS SI ESTO SE PERFUMA ABONOS DE TIERRA Y DE ARENA FIN DE CURSO QUE SE ESCONDAN LAS MENORES A TORO MUERTO... CHISTE A LAZO LA TORTUGA DE GIJON YA NO HAY TUESTEN NA gran cantidad de familias polacas emigran al Perú, donde serán admirablemente recibidas. Seguramente estas familias, con el tiempo, mezclarán su sangre con las del país. Y nosotros nos preguntamos ¿qué -prenda resultará de esta unión de polacas y americanas? * ** |UY oportuno ha resultado esto de la Exposición de la Prensa en Colonia. Sí, muy oportuno; porque esos disgustos periodístico-teatrales iban oliendo mal. ; Y con esto de Colonia... * ** N Chile se preocupan del precio de los abonos para la tierra. Aquí, no. Aquí Iva abonos—para la arena—se pagan como sea, sin rechistar. Aunque luego toreen Cagancho y otras calamidades. * • * x estudiante hiere a su novia de una puñalada. ¿Será por calabazas? Porque es la época. Realmente, no es para aprobarle; pero tampoco es cosa de que le suspendan. * ** JÍ un teatro de Barcelona, la Empresa ha pagado una multa por coiitratar menores para el trabajo teatral. Lo que hace falta es que no se enteren de cierto caso de menor que yo me sé. (¿Se lo digo al oído?... La Chelito). * ** los toros mansos les van a poner un lacito en un cuerno; perq despuér, de muertos. Eso no vale. Debían de ponérselo en vida, como iprueba de mansedumbre. Y a toro muerto, la corbata al rabo. * ** a propósito de lazo: Leo Somski ha boxeado con Pets Latzo. El premio se le han otorgado "a Latzo", por lo visto. Así es que, si no leo mal, Leo, mal. (Hemos cogido el chiste "a latzo"). * ** les pescadores de la tortuga gigantesca de Gijón los han multado con veinticinco pesetas. Lo que ellos dirán: "•Más nos valiera haber cogido una merluza regular!" * ** A* suprimido el castigo de las banderillas de fuego a los toros mansos. ¡Nos hemos lucido! En cuanto corra la voz por las dehesas, los toros no van a embestir ni en broma. ¡Como no hay ejemplaridad!... U M E U E Y A H El profesor distraído.—Ya llueve. Menos mal que hoy no se me ha olvidado el paraguas. GUTIÉRREZ Agapito Salmuera, desvelado en la cama, veía con gozo clarear la aurora. En toda la noche había podido dormir pensando en el día venturoso que comenzaba, y al notar los albores que anteceden a todo amanecer que en algo se estime, su alegría subió de punto y de un salto se encontró fuera del lecho. Sin pérdiidia'de momento se dirigió a la ventana y la abrió de par en par. La primera mirada de Agapito fue para el pato; el pato maravilloso de madera, adquirido la víspera, fruto de no pocas privaciones y sinsabores para reunir la cantidad necesaria con que pagarse un viaje a la capital y comprar en una magnífica tienda de objetos «íe caza aquel pato, nuevecito, con su pico plano, sus bonitos colores y su forma gentil. Estaba admirablemente construído, y una vez en el agua, no había quien descubriese que era un pato de madera. Agapito lo miró con ternura, lo acarició con la mano y le puso ante el pico unas migas de pan. Aquel pato podía valerle una fortuna. El pobre Salmuera no era rico ni mucho menos; vivía como podía, y metido en aquel pueblecito, sólo tenía una pasión: la caza. Poseía varios premios ganados en los Certámenes que anualmente organizaban las Sociedades de Cazadores de la región; pero había un premio que era su obsesión y su más caro sueño: para aspirar a él era preciso ser un "hacha" en toda clase de caza, es decir, en todas las clases de caza que podían ejercerse por los contornos, u saber: perdices, patos, alón dras y conejos (las chinches no entraban). Agapito Salmuera era un "as" en lo tocante a los otros géneros, o sea cazando perdices, alondras y conejos. Ahora bien (dicho entre nosotros) ; aidtemás de buen cazador, era también bastante tramposo. Jamás había cazado sin valerse de trucos. Había cazado perdices con reclamo, alondras coni espejuelo y conejo con hurón; y como sólo le faltaba para pretender el gran premio la caza del pato, había adqui. rido su correspondiente reclamo, y en lugar de ir a cazarlos noblemen- te y como los buenos, se valía del pato de madera, engaño infame y denigrante. Si los volátiles se cazaran con dinamita como se pescan los peces, Agapito no hubiese vacilado eu recurrir a tan desaprensivo método, y no sólo tenía el pato de pino, sino que además llevaba un pito que imitaba muy bien el "cuá, cuá" de los patos. Agapito contaba con estos recursos para coger los patos a montones. Henchido de gozo ante estos pensamientos, preparó sus bártulos, se hizo los preparativos necesarios a tan solemne acontecimiento. Una vez dispuesto todo, sacó el pato, lo depositó cuidadosamente en el agua y con una ramita le empujó suavemente para que desatracara de la orilla. El pato se balanceó graciosamente y dio una carrerita. Agapito lo miraba casi emocionado. Era un pato de verdad. ¡Qué día le esperaba! Empuñó la escopeta y se puso al acecho. El pato, como si estuviese bien compenetrado de su misión, iba poco a poco alejándose hacia el centro del remanso. Desde su altura, los verdaderos patos, volando, le verían perfectamente. Agapito sacó su silbato, y por tres veces hizo "icuá, cuá!" para completar la farsa. El pato de madera se balanceó y avanzó ua poco más. La cosa era per- colgó su vieja escopeta y metiendo el pato en el zurrón se dirigió al río. Agapito llegó al río cansado, sudoroso y polvoriento. El río era el lugar de cita de los apreciables volátiles en-cuyos remansos encontraban lugares de solaz y esparcimiento. Agapito escogió un remanso oculto y discreto, buscó lugar a propósito para sus siniestros fines e fecla y los patos no podían tardar en caer a bandadas en el falaz engaño; pero pasó una hora, y luego otra, y otra después, y otra más, y nada: ni rastro de patos, ni por el agua ni por el aire. Aquello era trágico y desesperante. Pasaron dos horas más, y Agapito comenzó a desesperarse y hasta creyó ver en el pato de madera cierta sonrisa die GUTIÉRREZ pitorreo: intenciones le dieron de que habla hembras a la vista. El pegarle un tiro. La tarde iba a su pato de madera hizo un ligero vian y Agapito perdía ya la esperan, raje como para dirigirse al encuenza, cuando de pronto notó en el pato cierto balanceo, algo así como alegría y satisfacción; el pato de madera parecía indicar con BU actitud "presa a la vista". A Salmuera le dio un vuelco el corazón y apretó nerviosamente su escopeta. El pato dle madera se pavoneaba, daba vuel tas sobre su eje y con un contoneo coquetón se dirigía al centro del rio: aquello era señal inequívoca de ACTUALIDAD Mister Italia (primer premio y flor natural). tro de las patas. * Agapito apretó la escopeta, y con intensa emoción, próximo a darle al gatillo, siguió con la vista las evoluciones del pato de madera. De repente, Agapito soltó la escopeta, lanzó un ¡ay! lastimero, y abriendo los brazos cayó boca abajo sin sentido. Río abajo, y a faTor de la corriente, venían, en efecto, cuatro patas, pero también eran de madera. ¡Era una mesa! Francisco LÓPEZ RUBIO (Ilustraciones del mismo.) FOTOGRÁFICA Mister Spain (segundo premio, copa y torrija). Mister Reino Unido de la Gran bretaña (accésit y pantalla para portátil). He aquí a los tres bellos señores que han triunfado en el concurso internacional de belleza masculina celebrado recientemente en Galveston (Tejas, EE. UU. A.) GUTIÉRREZ 10 COSTUMBRES DE PUEBLOS CIVILIZADOS LA P E T I C I Ó N * DE La sociedad tiene cicr-. La etiqueta moderna ordena que esa tas reglas. operación se verifique de esta manera: ' RODRÍGUEZ (delineante). Elegida la fecha en que ha de verificarse la petición de mano, los noRecibo tantas cartas en las que se vios deben dejar de verse durante me pide que describa las costumbres cinco días, y para hablar utilizarán españolas mas características, que únicamente el teléfono, procurando hoy me decido a emprender ese tra- marcar bien el número. bajo, trazando un cuadro de lo que Durante esos cinco días, los famies en nuestra sociedad la costumbre liares del novio y de la novia se hadenominada "petición de mano". rán trajes nuevos, a poder ser a raSi yo escribiera para España mi yas, y darán la noticia a todas sus trabajo, sería inútil; pero como lo amistades diciendo sobre poco más o hago para las tribus de esquimales de menos: la Groenlandia, estimo que su impor-—El lunes que viene piden a Futancia es decisiva. lanita. Y como en realidad las tribus de •—OLa petición de mano de Fulanita esquimales de la Groenlandia ignoran será el lunes. en absoluto lo que es en sí una petiSi la que da la noticia es la madre ción de mano española, voy a explicar de la mejor manera ese extraño de la futura esposa, debe añadir: —¡Dios mió, Dios mío! ¡Con lo y pintoresco ritual, prólogo del libro del Amor, que dijo el gran Leopardi. que cuesta criar a los hijos! También es de mucho efecto declaLa petición de mano, queridos esquimales, es una operación, muy de rar: —lAndamos todos de cabeza porque moda hace unos años, que hoy va ya decayendo visiblemente, y que sirve como es ésta la primera vez que se para que un joven y una joven sean casa la niña... Para la segun-da boda, señalados a la faz del mundo como ya lo tomaremos con más calma. El día del acontecimiento, la famifuturos esposos. Verán ustedes. ¡ -Vengo a hacerme una foto dando un salto. M A N O lia de la novia debe bañarse cuidadosamente. La familia del novio no está en la obligación de bañarse, basta con que todos sus comiponentes se froten el calzado, al entrar, en el limpiabarros. Una doncella deberá permanecer junto a la puerta, dispuesta a abrirla y a anunciar a los padres o familiares del novio. La familia de la novia, que estará esperando la visita desde dos horas antes, se extrañará mucho al oír el anuncio de la doncella. — ¡Cómo! ¿Los de Piedrahita por aquí? ¡Qué sorpresa! Y ordenarán que pasen los de Piedrahita. Al entrar, la familia del novio debe procurar no tropezar en la alfombra, porque es de mal efecto. Sus primeras frases serán éstas: •—¡Cuánto tiempo sin vernos! -^Siéntense, hagan el favor—dirá la familia de la novia—. ¡Quién iba a pensar hace trece años, cuando nos conocimos en Pozuelo, que recibiríamos hoy su agradable visita!... Acto seguido, los caballeros encenderán cigarros y las señoras hablarán de lo mal que se está poniendo el -—Muy bien, Ahora, quieto un momento. GUTIÉRREZ —¡Me parece que ese león va a saltar fuera de la jaula! servicio, ilustrando su conversación con amplios y concluyentes ejemplos. "Pues mi criada..." "Pues la cocinera..." "Pues nuestra doncella...", etcétera, etc. Ni la novia ni el novio deben asistir a esta entrevista, sino que, encerrados en la habitación contigua, disimularán jugando al ajedrez, y al acabar una partida deberán empezar otra o hacer astillas el tablero. A las dos horas de charla, el padre del novio puede ya dejarse caer preguntando al padre de la novia: —¿Y usted qué capital tiene? —¿Yo? Capital de .provincia. -—•¿Cómo? —Quiero decir que no es muy grande. —Pero ¿tiene usted más de 50.000 duros? ¡Lo ve usted!.. volverá a hacerse repetir la cifra a que asciende el capital de la novia y, por fin, murmurará, como un arroyo, campechano y jovial: —En fin... ¿qué día uncimos a los chicos? •—Yo creo que para la primavera —responderá el padre. — ¡Qué disparate, Hipólito!—terciará la madre—. Es mejor de cara al verano. •—En verano se suda un horror. .—Pero así aprovechan el verano para el viaje de novios. —Bueno, pues cara al verano aprobará Piedrahita—. ¿La alcoba la pone mi hijo? —Sí, eso, sí. •—Entonces le advertiré que mi Manolo (el nombre del novio) está que se monda por su Luisita (nombre de la novia). —¿Sí? ¡Hay que ver! (Asombro en la familia de la novia./ La madre dirá, sonriendo: —Algo de eso me figuraba yo, porque llevo diez años acompañándoles al cine y ellos nunca compraban más que una butaca para los dos. Y desde este momento la conversación girará alrededor de las películas americanas. —Da gusto—sentenciará la madre de la novia, mirando al padre del novio—ver esos muchachos que se casan en las películas. Todos tienen los padres millonarios... El padre del novio toserá y pasará a decir que la guerra de África ha concluido ya definitivamente. Luego . ¿Ha visto usted pasar un hombre corriendo? —¿Qué señas tiene, pequeño? . Carrera de San Jerónimo, 32, segundo izquierda. —Que la ponga Arnau, que tiene mucho gusto. —Bueno; pero es mi hijo quien la paga, ¿no? —Sí, claro; es la costumbre. —¿Y los trajes de la novia también? —También. Y la cocina, el despacho, el salón, el recibimiento, «1 ropero y el cuarto de baño. —¿Y su hija qué lleva? —Mi hija lleva tres años dando clase de inglés. —¿Sabrá mucho, ya? —Sí. Ya sabe pedir carne asada. —Entonces ¿estamos de acuerdo? —De acuerdo. —'Pues que entren los chicos. Se llamará a los novios, que abandonarán la partida de ajedrez, y cambiarán los regalos respectivos. El, una pulsera; ella, una vista panorámica de Santa Cruz de Tenerife. Entonces se abrirá el gramófono, se pondrá un disco y se organizará el baile. Bajarán unas muchachas del piso de arriba, que felicitarán a la novia, y luego se retirarán a un rincón a decir de ella que es una cursi y a añadir que el novio tiene cara de pisapapeles. La fiesta continuará en medio da la mayor cordialidad hasta la hora de la comida. Dos meses después el matrimonio se celebrará con gran pompa, a no ser que el novio pertenezca a la especie de los que se acobardan en el último momento, caso bastante frecuente, y razón por la cual hay tantos jóvenes que emigran con lo puesto a la Argentina. Enrique JARDIEL PONCELA GUTIER 12 PÁGINA POR [EL DE C O N D E [ENR LAS COSAS DESAGRADABLES QU» SE HAN DICHO DE LOS HOJÍBBES Hoy, queridísimas lectoras, empuño la pluma exclusivamente para defenderos. Estoy harto ya de leer por todas partes máximas y frases célebres que se han escrito para molestaros y zaheriros, y ha sonado ya, en el Longines de la justicia, la hora de que alguien os vengue, publicando aquellas frases célebres y aquellas máximas que zahieren y molestan a los hombres. Sé que no me lo vais a agradecer, porque sois ligeras e inconsútiles como plumillas de miraguano; pero no me importa. Al hacerlo cumplo con mi deber y cobro en GUTIÉRREZ, y esto me basta. Soy un idealista. COSAS DESAGRADABLES PAPA LOS HOMBRES Un hombre es lo mismo que dos hombres. Dos hombres es lo mismo que cinco hombres. Cinco hombres es lo mismo que cien hombres. Cien hombres es lo mismo que un rchaño de camellos.—Madame de Sevlgné. (Bbad3QBe> INCOMPATIBILIDADES jCómo! ¿Pero aprendes ahora el violoncelo en vez del fagot? —Sí; así puedo bostezar cuando es muy aburrida la música. Cásate, mujer. ¿Por qué no lias de casarte? ¿No ves que las hay que se quedan viudas?—Aspasia. El hombre es igual que el ciprés: una cosa larga y estrecha, que acá. ba siempre por ponernos tristes.— Paulina Bonaparte. Los hombres pequeñitos tardan en enamorarnos; pero cuando te nos meten en el corazón, no les echamos de alli ni recurriendo o la pulanquota; y es que los hombres pequeñitos son microbios del tifus, con corbata. Princesa Lamballe. Conviene sacarle dinero al 7i.ombre, porque si no, fatalmente, nos lo saca él a nosotras.—Jorge Sand. • * * El abogado,—Bueno. Usted lo que desea es que yo le exponga mi honrada opinión. ¿Verdad? El cliente.—¡No, no! Yo quiero su consejo profesional. Si quieres hacer sufrir a un hombre elogia a otro delante de él.— Carolina Invernizzio. ; 13 EZ LA MUJER CO D I B O R S A L I N O Los nombres son como las bombas: cuando menos lo esperas, ta explotan.—C&rlota Corday. * ** Cuando veas o un hombre llorar, cómprate un impermeable.—Cajera de los Almacenes Rodríguez. * ** 8i quieres ver huir al galanteador callejero, hazle cara. Y si, aun así, no huye, entonces, deshazle la cara de un puñetazo.—Gabriela Mi3tral. * ** .No ames nunca a los hombres de talento: son peligrosísimos. Y no hagas la tontería de amar a un hombre que no tenga talento, porque esos son un asquito.—Concepción Arenal. * ** No cometas la torpeza de enamorarte de un hombre que lleve lentes. Piensa en que el cristal es un aislador.—Margarita Gautier. * ** Observa si el elegido de tu corazón tiene buen pulso. Si tiene mal pulso, no te cases con él con sesenta duros de sueldo, pues un hombre que tiene mal pulso, no puede hacer equilibrios.—Miss Barnum. * ** El hombre corriente se parece tanto al hombre genial, que hay mvjeres que creen casarse con un ii,cmore corriente, y luego comprenden que se han casado con un idiota.—• Emperatriz Eugenia. * ** Los hombres se dividen en dos clases: los que llevan bastón y los que no llevan bastón. Estos últimos, a veces, se llaman Guillermo.—Catalino de Médicis. * • * Dicen que & hombre pertenece al sexo fuerte... Tonterías. TU coge una silla, atízale con ella en la cabeza, V Va ver&s si n0 corrí..—Brunequilda. * ** Después de todo, ¿qué son la mayoría de Jos hombres? Vna cabeza, dos brazos, dos piernas y un sueldo del Estado, y lo único que merece la pena es esto último. Por la inserción, Con dc Enrico di BORSALINO Francheta, el barbero de Sedavi... conservaba la tradicional costumbre de poner la naez... que abulta la mejilla del diente y facilita la operación de afeitar... —¡Ay! exclamó una vez el asiduo Colán . ¡Me he tragado la nup ¡ ••• Y "Francheta" contestó sin inmutarse: —No se apure que ya me la devolverá mañana. Hoy precisamente me la ha traído el tío "Chimo". GUTIÉRREZ 14 —Juan me ha pedido cincuenta duros prestados. ¿Cree usted que es hombre •solvente, a quien se le pueda prestar esa suma? —Sí..., tomando algunas garantías. —¿Y qué garantías me aconseja usted que tome? —Una cadena con candado, unas esposas y un perro policía. El discípulo.—Un profesor. * * * —Las mujeres son tontas. Yo sólo he conocido una que no lo fuese. —¿Y por qué no te casaste con ella? —Porque ella no quiso. —¿Por qué pones esa cara de enfadado cuando •entra tu mujer en el cuarto? El profesor.—¿Cómo lia. —Porque el médico la unamos a una persona que ha mandado viajar, y si se pasa todo el día ha- pongo cara de contento no Mando f se marcha. --Desengáñese usted, D. Liborio. Estamos hechos de nada... —-No tanto, D. Paco, no tanto. Estamos hechos con un trozo de papel y un poco de tinta china. La señora.—Deseo que me enseñe usted algunas corbatas para caballero. El conterciante. — Muy bien, señora... ¿Para su marido..., o la quiere us. ted de mejor clase? lar los lapiceros con mis navajas de afeitar, etcétera, etc., empecé a comprender las ventajas de la república. Un joven (en la librería).—Yo querría un libro interesante..., algo profundo... El librero.—Muy bien... Precisamente tengo aquí éste: "20.000 leguas de viaje submarino". —Que lia ido a un saldo de cosas baratas, se le ha ocurrido quitarse su sombrero nuevo y se lo lian vendido por. dos chelines. •—¿Qué la ha ocurrido a tu mujer que está tan malhumorada? —Una cosa muy graciosa. —¿Qué? * * * \ Papá, he recibido una carta de un joven pidiéndome relaciones amorosas. ¿Me permites que la conteste? El padre, usurero.—¿Te ha incluido sello para la respuesta? Ella (lamentándose).— ¡Y pensar que antes me llamabas siempre "Reina mía"...! El.—Sí..., pero cuando la reina empezó a fumárseme los cigarrillos, a afi- El profesor.'—Descríbeme lo que es un hipócrita. El alumno. — Un niño que va al colegio sonriente. GUTIÉRREZ 15 -Aseguro a usted, señora, que se lleva los más auténticos zapatos Luis XV. -¿Luis XV con estos tacones tan pequeños? -Ah, pero ¿usted cree que Luis XV no desgastaba nunca los tacones? NIÑOS: LEED macaco !6 GUTIÉRREZ LAS EMOCIONAN- PARA TES LAS LECTURAS {Melodrama en tres jornadas, que recomiendo mucho a las vendedoras de lechugas de veintidós años, que sean honradas y profundamente solteras. Para que la narración surta mayor efecto, esto se debe leer un sábado por la noche, que haga to-'menta, sentada al calor de un brasero que tenga tufo, como el encargado de un columpio de verbena. Si no hay tormenta, se le debe rogar a un amigo que se meta en una habitación próxima y sople con la boca y mueva mucho los muebles, imitando el ruido de la ventisca y los truenos. 8i el amigo se niega, se insiste, y si se sigue negando, entonces, lo que se debe hacer es pegarle un tiro. Es lo que yo aconsejo en estos horrorosos casos.) PRIMERA JORNADA Las maldades del conde. ACTO I. La escena representa el interior de una bohardilla miserable, aunque debía representar una casa de automóviles, que da mucho más dinero. Sentada en una pobre silla, Berta medita. Es una muchacha de diez y nueve años, bellísima y rubia, aunque las manos heladas e implacables de Ja miseria, hayan marchitado tempranamente las rosas jóvenes de sus mejillas. La acción en París, en 1854. Octubre. tille, en París, me ha parecido que ser huérfana haría mucho más bonito, y por eso he despenado a mis beatíficos padres. ¡Oh, qué dolor! Pero ahora lo siento, porque estoy en la mayor miseria. Hace doce días que no pruebo bocado, y estoy que me dan vahídos. Sin embargo, si yo quisiera, no me faltaría ni un bote de mermelada. El dueño de esta casa, el conde de Fointenebleu, me requiere de amores. Pero yo soy una joven decente y él es casado, y tiene una hermosa nena, de un mes, que se llama Alicia. ¡Y antes que perder la honra, soy capaz de todo! ¡Oh, qué noche mas fría hace! ¡Estoy helada! ¡Oh, sí! ¡Helada! TODAS EDADES verlos caer por delante de tu ventana, sentirás más frío y más hambre, y no tendrás más remedio que entregarte a mí. Todas las muchachas huérfanas, cuando nieva, se entregan a los condes repugnantes. (Sigue arrojando papelitos durante t^cs horas largas, mientras una sonrisa sarcástica se dibuja en su rostro.) ACTO III. La misma decoración del acto primero. BERTA.—¡Oh, cuan nieva! ¡Hace tres horas que caen menudos copos de nieve sobre París! Tengo hambre y frío. Si sigue nevando, no voy ACTO II. a tener más remedio que escuchar al conde. (Suenan unos golpes en la Una terraza, que hay encima de la puerta.) ¡Adelante! Debe ser el de ventana de Berta. En ella, el conde El Heraldo. (Se abre la puerta y de Fointenebleu, saca papelitos blan- entra el conde de Fointenebleu,.) ¡Oh, cos de un cartucho y los arroja por sois vos, señor conde! delante de la ventana de la desdiEL CONDE.—Sí, yo, Berta. Os amo. chada joven. Soy rico, y a una indicación vuestra EL CONDE.—¡Ah, infeliz! Crees que nada podrá faltaros. Sed mía. Os no vas a caer en mis brazos; pero conviene. Además, está nevando y sois huérfana. ¡Corresponded a mi amor! BEBTA.— ¡Oh, no! ¡Es imposible! Desde que vos estáis aquí, lia dejado de nevar. Así es imposible que yo caiga. Siempre que venís cesa la nieve. EL CONDE.—¡Maldición! ¡Es verdad! ¡No había caído en ello! (Sube a la terraza, en donde se pasa un año inventando un apanto, que BERTA.—¡Oh, cuan sufro! lAhora deja caer mecánicamente los papeliestoy arrepentida de haber matado tos blancos. Cuando el aparato mara mis honrados padres! Pero es que, como me llamo Berta de Sérignan, cuan te engañas. Yo soy astuto y psi- cha a la perfección, lo patenta, y y es octubre, y vivo en una modes- cólogo, y estos papelitos blancos imi- vuelve a bajar a la inmunda habitísima bohardilla de la calle de Tour- tarán la nieve a la perfección. Tú, al tación de Berta.) ¿Ves? ¿Sigue ne- GUTIÉRREZ 17 vando! No tienes más remedio que acceder a mis súplicas. BERTA.— ¡Es verdad! ¡No tengo más remedio! ¡Qué se le va a nácar! (Cae en brazos del conde.) E L CONDE.— ¡Al fin, mía! SEGUNDA JORNADA Veinte años después. ACTO I. La escena representa la verja del jar. din, en la finca del cunda de Foin- ROBERTO.—Sí; es cierto. Gracias a mi honrado trabajo soy ingeniero ae Caminos, Canales y Puertos. Mas bien, Alicia: han pasado sinco minutos, y, si no estoy equivocado, ahora os corresponde a vos preguntarme si os amo. ALICIA.—Tenéis razón. ¿Me amáis, Roberto? ROBERTO.—Si, Alicia. Mi cavifto es cierto, como es cierto que soy ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, gracias a mi honrado trabajo. (Están así durante diez y seis cuartos de hora, y, cuando ha pasado ese tiempo, Roberto se despide, y se va muy contento a comprar dátiles.) ACTO I I . Despacho en la finca del conde de Fointenebleu. tenebleu, en Belleville. Su hija Alicia, preciosa joven de veintiún años, habla con Roberto, guapo mozo de veinte, que es ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. ALICIA.—¿Me amáis, Roberto? ROBERTO.—Sí, Alicia. Os amo con ceguera. Mi pobre madre murió al darme a luz, y yo, que nací « i la mayor pobreza, hoy soy un notable ingeniero <ie Caminos, Canales y puertos, gracias a mi honrado trabajo. No conocí a mi padre, ni sé quién es. Pero le odio sin conocerle, pues él perdió a mi pobre madre, un día de nieve. ALICIA.—Desechad recuerdos tristes, Roberto. Pensemos sólo en nuestra felicidad, y ahora preguntadme s i os amo, puesto que a vos os toca nuevamente. ROBERTO.—Es verdad. ¿Me amáis, Alicia? ALICIA. S Í , Roberto; os amo con delirio y ardo en deseos de ser vuestra esposa y de comprarme una pianola. ROBERTO.—¿Creéis que vuestro padre, el conde, no se opondrá? ALICIA.—No. Mi padre os bueno, cual muslo de pollo, y n o dirá ni pío, •ni Mussolini. Soy BU hija única, y solamente hace lo que yo deseo y pitillos. Además, vos sois ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, gracias a vuestro honrado trabajo. EL CONDE.—¡Oh, Dios mío! Mi hija Alicia ama a Roberto, el fruto de mis amores con Berta, que, gracias a su honrado trabajo, es ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. ¡Qué monstruosidad! ¡Son hermanos, y yo debo deshacer este horrible amorr ¿Qué haré, Dios mío? ¡Ah, qué idea! ¡Emsparedaré a Alicia! ¡Es el único medio que se me ocurre para que se olviden esos desdichados! {Empareda a Alicia en la despensa, y después se tumba en una hamaca a leer el capitulo tercero del Quijota.) ACTO III. TERCERA JORNADA. Cinco años después. La escena representa Sena. vna orilla del ROBERTO.—Soy desgraciado desde que me falta el amor de Alicia. Soy ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, es verdad. ¿Pero qué puedo yo hacer sin su amor? Me tiraió a este hermoso río. EL CONDE. (Apareciendo con un rollo de papel en la mano.) — ¡No: ¡No os tiréis! Yo emparedé a Alicia, porque creía que era vuestra hermana. Pero no es vuestra hermana. Mi mujer, al morir, me ha confesado que me engañó, y que Alicia no es hija mía, sino del jefe de estación de SaLnt-Denis. Así es que podéis casaros con ella. ROBERTO.—No entiendo nada de lo que me decís, pero quiero ver a Alicia. ¿No estaba emparedada? E L CONDE.—Sí, pero la he desemparedado y aquí la traigo. (Desenrolla el papel que trae y saca dos metros de carne extraplana.) Está algo aplastada, pero no importa. Ahora no tienes más que hacer un agujerito en un extremo y llenarla de oxígeno. En seguida se volverá, a hiñen ar y podéis casaros. ROBERTO.-—Es vrdad. (Llena de oxígeno a Alicia, y cuando n*tá inflada se casan y son felices. Lo único molesto es que Roberto tiene que llevarla siempre atada por un cardeUto, porque si no, se eleva. Pero par Í La puerta del jardín, en la ¡inca del conde de Fointenebleu. ROBEETO.—¿Está cia? la señorita Ali- MARGARITA. (Criada de la casa.)— Sí, señor. Está, pero no puc-de verse. La ha emparedado el señor anoche. ROBERTO.—¿Y cómo ha sido eso? MARGARITA.—Pues ya veis, señorito. Que le dio al señor por ahí. ROBERTO.—Bueno. Pues entonces, nada. Adiós y muchas gracias. MARGARITA.—Adiós. ¿No decís nin- guna bella frase? ROBERTO—¡Ah, sí! ¡Qué desesperadon! ¡Han deshecho mi vida, pero yo me vengaré de ese desnaturalizado padre! MARGARITA. — Bueno, pues hasta otro rato. ROBERTO.—Adiós, muy buenas. lo demás lo pasan muy bien, pues Roberto, además de tener una bella mujer, tiene una cometa. Y esto siempre resulta muy divertido en las giras campestres al Bois de Boulogne.) Miguel SANTOS (Ilustraciones de Mihura.) GUTIÉRREZ 18 ESPECTÁCULOS AL AIRE LIBRE U N N U E V O Ustedes perdonen que no les hayamos dicho antes que se ha inaugurado en las afueras, a mano derecha, un hermoso circo de verano. Ya, verdaderamente publicamos esto por aprovechar la foto, porque el circo so ha cerrado a causa del calor y, por lo tanto, es difícil que lo vean ustedes, a no ser que hayan pasado cerca días atrás y hayan entrado. Ya lo dice un antiguo refrán castellano: "Más vale llegar a tiempo que ciento volando." Pues, sí, señores; como les iba diciendo, se inauguró el circo de verano allí en los primeros días de la primavera, y había tanta aglomeración en las taquillas para sacar las entradas, que sólo lo consiguió <%1 espectador que se ve en la roto sentado en tercera fila de pista. Los demás tuvieron que marcharse después de formar cola durante más de cuatro horas, desesperados por no poder presenciar el magno acontecimiento. Verdaderamente el espectáculo bien merecía la pena, pero lo que se dice C I R C O D E una pena grandísima de ver trabajar a los pobres artistas sin gabán. El espectador les arrojó bastantes terrones de azúcar como premio a su trabajo. De todo el programa se distinguió la pareja de bailes clásicos Whisky and Soda, que interpretó un chotis con la mayor perfección. La emoción estuvo a cargo del número los Martinezz, cuyo sensacional trabajo llenó de angustia el pecho del espectador. Consta de un trapecista y un funámbulo. Este último es, sobre todo, una notabilidad, y trabaja a más de 600 metros sobre el nivel del mar, sin marearse ni nada. Puede decirse que va por la cuerda floja como si fuese por el suelo, con una seguridad asombrosa. La foto reproduce el momento más emocionante de su arriesgado trabajo. El espectador aplaudió unánimemente a los notables artistas. También es digno de mención el domador que presenta una gallina amaestrada que pone huevos a la vista del público. Fotouun*Ki<t<.(nijo> V E R A N O Al llegar el descanso, el espectador dijo que se le había olvidado la gabardina y empezaba a chispear, así que se despidió de todos elogiando mucho su trabajo, y les dejó su tarjeta por si otra vez vuelven a Madrid y le quieren avisar. El director le convidó a café y le quiso regalar una cría de elefante para los niños, pero no quiso aceptarlo porque sería abusar. Otro de los motivos que han obligado, al parecer, a la Empresa a cerrar el circo, ha sido que como casi todo él está formado por troncos de árbol, con las frecuentes lluvias de los días pasados empezaron a florecer y quedó convertido aquello en una sucursal de la Chopera, y los espectadores hubiesen tenido que presenciar la función subidos en las ramas. Gracias a que aunque hayan perdido dinero con el circo, han ganado más de cincuenta reales con la leña que han vendido. El circo salió el lunes para Bucarest, donde piensa dar una función. Le auguramos otro éxito. GUTIÉRREZ EL 19 - ANTIGUO DOMADOR DE LEONES SE HACE DENTISTA HISTORIETA POR L Ó P E Z RUBIO GUTIÉRREZ 20 Comensales que en total han asistido a estos banquetes, 904. Adhesiones, 4.183.927. Artículos deglutidos. Azufre para tortillas 80 kilos. Gambas 45 — Bicarbonato 193 — Petróleo para mayonesas. 10 litros. Rodajitas de sombrero v i e j o , para ternera asada 32 kilos. Arroz para paellas 20 — Pantalones de s o 1 d ado de Infantería, para pimientos 1 — Pollos (sin pechuga ni muslos) 4— Cola de pescado p a r a flan 10 — Almidón helado 9 — Sidra 12 litros. Muertes producidas por los banquetes. Inanición Botellazos Emoción por los dicursos Indigestión 118 3 11 1 En suma, el éxito del libro está descontado. Felicitamos al notable anuariólogo, y proponemos que se le obsequie con un banquete, en el cual se pongan de manifiesto las muchas simpatías con que cuenta el Sr. De la Sierra. MENDA —¿Y no tiene usted una marinera menos Brande? i—No; pero puede usted traerme un niño más pequeño. Crliico. BIBLIOGRAFÍA (En esta sección daremos cuenta de los libros cayos autores nos remitan cien ejemplares.) ANUARIO GASTRONÓMICO.—Con este título ha comenzado a publicarse un originalísimo "Anuario", que se publicará todos los años, y del que es autor nuestro distinguido amigo aon Ascanio F . de la Sierra. Este señor ha consumido toda su fortuna en tarjetas para asistir a los banquetes, y ahora, para ir tirando, se le ha ocurrido publicar este •"Anuario", que no es más que una estadística de los homenajes gastronómicos celebrados durante el año. De los datos reunidos por el señor De la Sierra, resulta que, durant e la temporada oficial de banquetes (septiembre, 927-junio, 928), se han celebrado en Madrid los siguientes, según detalle: A empleados que han ascendido a jefes 302 A jefes jubilados 1 A empresarios 83 A tiples guapas 6 A abogados 19 A criminales 104 A señores, por llevar bien sacada la raya del pantalón 35 ídem id., por sacar un billete kilométrico 68 Diversos 90 TOTAL 708 —¿Usted quiere saber si su mujer le engaña? —No; eso ya lo sé. Lo que deseo averiguar es dónde hay un cuarto desalquilado. 21 a tiro de í usil —Mozo, tráigame usted otro café. Hay una mosca dentro y se lo ha bebido todo. Dimanche Musiré, Paris. —Ya ve usted, señora. Mi padre me dijo que me daba veinte mil duros si renunciaba a ser artista. ¿Y qué ha hecho usted del dinero? Exceisior, París. "LA FORTUNA", S. A,—MADRID Los chocolates de "La Fortuna" gustan a todos, sin duda alguna. —¿Cómo es posible que seas tan afortunado cuando juegas a las cartas y tan desgraciado cuando juegas en las carreras? -—Hija, es más fácil para mí escamotear una carta que escamotear un caballo. 1/ Travaso, Roma. NUNCA CONTENTO —Esto es insoportable: en cuanto salgo a la calle se me quedan los pies helados y en cuanto entro en m i casa empieza mi mujer a calentarme las orejas. Dimanche lllustré, París.' UNA SOLUCIÓN ELEGANTE — ¿Habéis cambiado los muebles de sitio? —Sí. En tanto no encontramos otro piso, iios hacemos así la ilusión ,d.e habernos mudado ya. he lilre, París. GUTIÉRREZ 22 ASOMBRO —Lo que yo admiro más no es que descubran las estrellas, sino que averigüen sus nombres. Dimanche ¡Ilustré, París. Aceites puros de oliva S A L G A D O (S. A.) Madrid • S e v i l l a «¡«Teléfono 55.131 =:s 0(1 CESÁREO ALONSO ORTOPÉDICO ^ e í S S Talleres propios : Precios económicos LA TRAGEDIA DEL PEATÓN H I S T O R I E T A M U D A Lite, Nueva York. » » . « « » » » « » < - « » « » • RADIO BRIONES La mejor surtida y más barata; d260 fif 4. - Telefono ^ ^• r sfiíticrrcí ¡Redacción y Administración: PASEO DE SAN V I C E N T E , 20 M A D R I D PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN i , - i . . - E L AJUAR D E C A S A ^^ %y.VtincMtAmeutot <u eH t^^SZÁS Teléfono 30.301. LA LAMPARA DE CONFIANZA Genuina BUDAPEST DonBOLETÍN DE SUSCRIPCIÓN que vive en , calle de , núm. , se suscribe por l semanario a G ÜT I É R RE Z , Para lo cual remite importe de pesetas de ig2 Madrid...... 7,50 umcitrc. 14 l i o Provindu 8,00 * 15 » Extranjero 13,00 > 34 » Bivader«yra (S. A.V—MADRID ¿ C O N C U R S O S PEIMERO Nuestro ilustre Jefe, en la oficina, se aburre. Fuma sin cesar, hace pajaritas de papel, liaWa de política exterior con el personal a sus ordenes.», y aún le Bobra tiempo para Inventar nuevos concursos que trai. gan de cabeza a nuestros caros lectores. GUTIÉRREZ, que es un lonnidable tirador en forma que tal que no deja una bombilla sana en los puestos de las verbenas, y que es capaz de dar al océano Pacifico si apunta al océano Indico, ha compuesto el tiro al blanco que aquí reproducimos. Su impacto esta, ¡no faltaba mas!, en uno de los espacios señalados en el DE " G U T I É R R E Z liquido regenerador (aquí no reparamos en adjetivos), hay doce let que, debidamente combinadas, ' d: CIENTO CINCUENTA PESETAS por resultado el nombre y apellido SI son varios los lectores qne coin- de un matador de toros conocido. A llenar, pues, el cupón correscidan en el mismo espado qne nuestro Ilustre Jefe, se sortearán entre pondiente, inserto también en esta ellos las ciento cincuenta pesetas número, y a remitirlo, por correo. mencionadas. Para ello no hay más que recor. tar el blanco, señalar con la pluma un punto en él y remitírnoslo con el cupón Inserto. Para garantía de este concurso nosotros depositamos el blanco con el impacto de GUTIÉRREZ en poder del notario de esta Corte D. José Toral Sagrista, Alcalá, 12, bajo so bre cerrado. espacio que GUTIÉRREZ, éste le obsequiará con A?i/ a nuestra Redacción, paseo de San Vicente, 20, Madrid. Para el que acierte, o para sortear entre los afortunados, si son varios, disponemos de Manco. La cuestión ahora estriba en Que los lectores afinen su puntería, y el que acierte a señalar el mismo SEGUNDO Mas fácil todavía. Ved ese fraseo del glorioso Valdepeñas. En vez flei CIEN PESETAS Vamos a un asilo, como dos y dos son cuatro. El plazo de ambos concursos termina, fatalmente, el dia 15 de agos- DOS GRANDES NOVELAS DE A L B E R T O INSUA Pídalas en todas las librerías Son, por .u intensidad dramática, su ínteres n o . velesco y su penetración psicológica, dos obras maestras del famoso autor, de mm EL NEGRO QUE TENIA EL ALMA BLANCA y LA MUJER EL TORERO Y EL TORO :*: LA MUJER QUE NECESITA AMAR y LA MUJER QUE AGOTO EL AMOR Acaban de ser lujosamente reeditadas (40.000 ejemplares) por RIVADENEYRA EJEMPLAR C I N C O P E S E T A S -¿Y qué te dijo el médico? -Que se me notaba en seguida la falta de glóbulos rojos.