V. Biotecnología e industria farmacéutica. Desarrollo y produccibn de interferón natural y recombinante En tkminus en un laboratorio argentino* la biatecnologia 817 ei sedor salud aporta nuevos y de diagnbtico, nuevas tknicas de producción, posibilidad de mejoramiento de fos procesos tradicionales, que se nutre de los fW8VQG ProdUCtOS,.. Pero, adem&s, la biot8c#ologÍa, gheralas, procedimientos terapbticos avEtncBs en ia investigación b&ica 8fi biociencias, est& contribuyendo a su decisivos en 81 conocimieflto de ioS mecanismos vez a hacer progresos intimos de las enf8rm8dad8S y del funcionamiento del cuerpo humano. Todo esto abre nuevos hOrizont8S en la industria farmackitica. Para empezar, la actividad de IyD que el sector lleva a Cabo en fa búsqueda de rwevas drogas tiende a asentarse sobre un nuevo paradigma tecnol6gico -el diseño racional de molkutas-, que pasa a describirse brevemente en sus aspectos centrales. 1.1. Un cambio radical en la estrategia nuwas drogas Distintos inherentes 8studiOS han destacado al proceso de IyD en la de descubrimiento los crecientes industria farmac&tica de riesgos y costos en ios @irnos l El contenido de este capitulo reproduce sn Lo esencial el estudio de los autores publicado por CEPAL: “Biotecnalogb e industria farmac4utica. Desarrollo y producci6n de interferón natural y recombinante en un faboratorio argentino”, Documento de Trabajo nQ 30, Buenos Aires, noviembre de 1388. Queremos destacar la contribucibn de Mauricio Seigelchifer, biblogo que ha participado wtivamante en ia elaboracibn del presente estudio, particularmente en tos pasajes Nu8StfO egredeoimiento tambibn va dirigido a descriptivos de la teMologia. Marcela Argüelles -presldente de Sidus-, a Alberto Waz director de Biusldus-, a.sl oomo 8 los invastigadores ds dicho laboratorio por su #l&Oracibn. IA responsabilidad poc lo equl expresado es enteramente de los autores, no estando comprometidas las personas o instituciones mencionadas. 98 Este proc8s0 comprende desde una fase de investigación y años. explorati& de nuevos compuestos (1) hasta la formulación del nuevo producto y las correspondientes pruebas clínicas (D). LOS costos, tiempos y rieSg0S de la fas8 de desarrollo (qu8 cOmi8nza 8n el momento en que se comprueba actividad biol6gica ds un compuesto 8n animak de experimentación) SB fueron incrementando con el tiempo. En 1962 se introdujeron cambios en la legislación norteamericana que regula la investigaci6n farmac6utica (Enmienda Kefauver-Harris); a partir de allí no ~610 se estabkcieron estrictas imposiciones para determinar la seguridad d8 una nueva droga, sino que se agregb la exigencia de demostrar su aficacia. Dufant8 la d&ada que sigui6 a dicha enmienda, ef tiempo transcurrido entre el descubrimiento de una nueva mol8cula y su llegada al mercad0 se m#ttipliti pof cuatro, siendo actuafmente d8 8 a 9 años; tambibn fu8 Ck8ndo exponencialmente el número de fracasos ocurridos a lo largo de la fase d8 desarrollo.’ En forma paralela, fue declinando la productividad de la fase iniciat de de inter&s terap&tico, una vez búsqueda aleatoria de nuevas mokulas transitados los caminos da investigación m& evidentes y descubiertas -durante tos años 1950-19613 las principales drogas que se utilizan actualSe afirma 8n la industria que hoy es necesario sintetizar en mente. promedio unos 7400 compuestos org&nicos antes de aislar un producto con valor farmacol6gic0. Wasta el presente siglo, ia mayoría de las drogas eran descubiertas fortuitamente a partir de productos naturales. Et desarrollo ds la química orgaflica en ios Últimos cien años hizo posible dsterminar ia 8Structura de los fármacos naturales, lo que permiti6 -junto con avanc86 en los conocimientos mddicos- contar con modelos para obtener farmacos sint6ticos.2 Paro el descubrimiento de nuevas drogas siguió haciéndose sObr8 la base d8 la pr8paraci6n aleatoria {par parta de tos químicos org&nicos) y de la evalua&n (por parte de los farmatilogos) de infinidad de compuestos, hasta dar con uno de interk La eficiencia 8n esta actividad pasa por desarrollar o explotar 10s progresos en el conocimi8nto de manera que se J.J. Bums3 sefiafa produzca el mínimo de compuestos no satisfactorios. que hacia fines d8 los sesenta la brisqueda de nuevas drogas se hizo mas dificil, debido principalmente a la carencia de conocimientos básicos sobre la accibn del fármaco, y ObS8fVa que los nuevos descubrimientos requerían crecientemente una base multidisciplinaria de conocimientos que incluyera mayor comprsnsibn de lo biom8dico. Siempre 8n el marco d8 la estrategia ‘cl&sica”, 8n aÍi0s wientes aparecen caminos que tienden a simplificar la tarea de IyD, sobre todo a partir de ta disponibilidad de potantes soportes inform&os: screening molecular computarizado, an&lisis sintético org&nico asistido por computadoras, 8tc. En realidad, hay que considerar aqui un conjunto de ’ Clymer, Harold A., “The changing costs and risks of Pharmaceutical innovati&, sn T!M ec~~~~mícsof drug innovatbn, op. cit, W9. 2 Cavallito, C.J., Appmaches ta Drug Design, New York, A. 8urgsr Ed., Wicinat cherniS~* ’ 8&s, 1370. J.J., “Modern Drug Rwearch”, en Th econumics of dmg innowtiot~, op. di., lm9. 99 nuevas tknicas actualmente a disposicibn del investigador. Por ejemplo, Burns señata que el estudio del metabolismo de las drogas -que permite sintetizar nuevos fármaws- se vio enOrm8mente facilitado por tknicas Como la ‘resonancia magnética nuclear’, siendo posible actualmente estudiar el metabolismo de una droga en pocas semanas cuando antes se necesitaban años. Pero, a pesar d8 8StOs avances, el descubrimiento de una nueva droga sigue basAndose, en última instancia, en SI examen más 0 menos aleatorio de mol&ulas para detectar posibles efectos farmacOl&icoS, 10 que Supon8 ia existencia de un gran faactor de azar, baja eficiencia y altos costos de lyã. Se avatca que et costo de IyD necesario para poner en el mercado un fármaco se quintuplicc5 entre 1960 y 1975 -aho en que lle@ a estimarse en 50 millones de dbiares- y se duplicó entre 1975 y fines de los años ochenta. Además, frente a un promedio de 18 nuevos fármaccìs lanzados anualmente al mercado estadounidense durante el período 1961-1980, en 1983 ~610 se introdujeron seis nuevas drogas. En íos próximos años la biotecnologia podria cambiar radicalmente esta situaci&, at menos en ciertas lineas de fkmacus y en la fase de investigaciones quimicas y farmacológicas que representa casi un tercio del total de gastos de IyD. En los anos recientes se comenzó a avanzar en el diseno racionat de drogas, que consiste en proporcionar al quimico orghnico la información necesaria para la síntesis de nuevos compuestos “hechos a medida” para En efecto, al permitir la biología acciones farmacol&icas específicas. molecular un íntimo conocimiento de la estructura de cada tipo de receptor (de la célula afectada), de la molkuta que debe actuar sobre él y de la interacción entre ambos, se abre la posibilidad de fabricar moléculas especialmente adaptadas para actuar sobre dicho receptor.’ Ademas, gracias al aislamiento de membranas celulares receptoras, 10s investigadores puedan ahora hacer el screening de compuestos en tubos de ensayo (en lugar de hacerlo sobre animales). Esto permite ensayar cientos de compuestos diariamente, determinando si actúan en el cuerpo humano, c6mo y dónde. Esta tecnologia “de recepciónn reduce enormemente eI costo de la fase del screening. En suma, una mayor ConOCimientO d8 la 8Structufa y aCCibn d8 los microorganismos pat6genos y de los mecanismos de acción d8 las drogas tiende a facilitar enormemente fa búsqueda de nuevos fármacos y esta permitiendo pasar del screening aleatorio al screening orientado y al diS8fio racional de nuevas drogas. 1.2. fvuevos productos, nuevos procesos Desde hace muchos años el sector fafmac&tko recurre a procesos Los antibióticos y ciertas vitaminas y esteroides se biotecnol6gicos. ’ VBase Gros, Fran@se, Jacob, Franqoise y Royer, Pierre, Sciences de la vie et soctiti, Paris, La Dacumentation Franq&e, 1979. TambiBn de Goldstein, Daniel, “Srategies to build up local capability in biotechnoiogy in devetoping countries”, New Delhi, 1988, trabajo mimeografiado. 5 UNIDO, Genetic Eflgineering and 8iomhn0bgy Monitor, r-tQ3, 1987. 100 fabrican por fermentacicin o hemisínteois (combinaci6n de síntesis química y fermentaci&). La producci6n de vacunas se basa bn el cultivo celular o de microorganism,os. Frente a los procssos clásicos de shtesk química 0 extractivos, ‘las fermentaciones fueron ganando terreno por ofrecer distintas ventajas que se ampliaron a partir del mejoramiento genbico de 1% cepas utilizadas y de la optimizaci6n de procesos (nuevos diseños de fermentadores, etc.). Hay que recordar que el principal inter& industial de los microorganismos deriva de su elevada rapidez metab6líca y reproductiva (la bacteria E. coli se duplica cada 20 minutos, o sea, unas 2CI.ooO v8ces más rhpído que el hombree), lo qu8 implica altas productivida&s. Por ejempia, 100 gramos de bacterias en un fermentador de 8 litros producen 5 mg de somatostatina (clonada en 1977 por el iaboratorio norteamericano Genent8ch): para obtener fa misma cantidad de 8sa importante hormona s8 necesitaría tratar 500.000 cerebros de cordero.’ tos éxitos en la seleccibn y optimizaci6n d8 cepas bacterianas abrieron paso a su utilización en la producci6n de varias mokulas de interk farmacol6gico. Así, la productividad del proceso de fermentacibn de la vitamina 6 12 pas6 d8 045 mg/1 en 1949 a 59 mg en í970, 0 sea, un rendimiento mAs de cien veces superior. Pero desde fines de la dkcada de1 setenta s8 asiste a un nuevo salto/discontinuidad en los rendimientos de los procesos de producción Con la puesta a punto de tecnologías tdes como la recom biol6gìcos. binaci8n genka y ia fusi6n celutaf, la biotecnología da avanzada puede ahora Ilegar a modificar en profundidad buena parte de la industria farmac6utica. En relaci6n con los procesos fermentativos cl&sicos, sí hasta ahora la búsqueda aleatoria de mutantes de microorganismos que pudieran resultar d8 interés suponfa un trabajo largo y costoso, la ingeniena genetica aporta actualmente ventajas decisivas para lograr cepas es~cíaliradas de gran performance. Por otro lado, ciertos productos d8 alto valor agregado, y cuya producción por las tknicas ct&kas es muy costosa y/o limitada, se están obteniendo a partir de microorganismos modificados por ingeniería gen&ca; es el caso de la insulina humana, de la hormona de crecimiento, de los interferones, de las enzimas, de las vacunas (hspatitis B), etoétera La bitiecnofogía aplicada a la produccibn de farmacos ofrece distintas posibilidades: a) reemplazo de procesos de sintesis química o de m&odos de extracci6n de tejidos hasta ahora utikados para obt8n8r ciertos compuestos, por cuttivos wlulares o fermentaciones microbianas basadas en et donado de genes que codifican para esas proteínas (insulina, hormona de crecimiento humano, albúmina humana, vitaminas7), lo que permite multiplicar enormemente ia escata de producci6n y generalmente aumentar el grado de pureza del prducto; b) mejora u sustitución de bioprocesos tradicionalmente utilizados en la producci6n de antibi&icos, ’ be las protelnas producidas por ADN recombinante, 0n comercializarse. la insulina fue la primera 101 enzimas, vacunas, etc., a partir de ia incorporación de teCnologias como ADN recombinante y fusi6n de protoptastos; c) posibilidad de producir en gran escala compuestos de escasa o nula disponibilidad (interferones y otras linfoquinas, somatostatina, nuevas vacunas, TPA8J. Finalmente, la biatecnologia esta teniendo un fuerte impacto sobre al sector de diagnósticos. Los nuevos metodos de diagn6stico in uitro, particularmente los basados en las tecnologias de anticuerpos monoctonales (enfermedades venkeas, SIDA, hepatitis 8, test de embarazo, etc.) y de hibridaci6n de ADN o probes (diarrea, hepatitis B, herpes, diagnóstico prenatal), presentan ventajas frente a los m&odos cl%zos: sencillez y rapidez cfe los procedimientos, mayor especificidad y sensibilidad en sus resultados,’ En salud, el sector de diagn6sticos 8s el que m&s se expandi6 gracias a las nuevas tecnoIogi&, Hasta 19&, a nivel mundial, la insulina era el único f&rmaco desarrollado por ingenbria gen&ica cuyo uso se había autorizado; a diferencia de ello, para dicha fecha ya se habia aprobado un centenar de anticuerpos monoclonales para uso en diagnóstico in witro. Elto se debe a que los desarrollos de nuwos tests de diagnóstico son menos ComptejOS que los exigidos por nuevos agentes terapéutiCos y no necesitan pasar por los estrictos exAmenes de seguridad que se requieren para las drogas de apiicación en seres humanos. 1.3. Los efectos sobre ia industria f¿irmacéutica Como queda dicho, al permitir un control y un uso sin precedentes de la ckiuta viva y sus funciones, la biotecnología posibilita la emergencia de 13~8~0s produCtos y procesos y el mejoramiento sustancial da bioprocesos ya tradicionales en Ia industria farmac&tica -se estima que un 20% de los productos farmacéuticos estarían potencialmente afectados por las nuevas biotknicas.” Esa aparici6n de nuevos procesos y de toda una nueva gama de productos farmacbuticos puede significar una reducción d8 costos de producción de compuestos ya utilizados, la apertura de nuevos mercados y la extensibn de otros ya existentes (a partir de una drástica disminuCi6n de precios). A fines de los años ochenta se evaluaba que el mercado mundial de los productos farmac&ticos de base biotecnológica oscilaba entre 5000 y ’ Entre las linfoquinas se destaca la IB, que juega un papel capital en ia contra los tumores. Ef TPA -Activador PIasminbgeno de Tejidos- interviene en la disoluci6n de cobgulos de sangre, ’ La t6cnica de hibridomas que abrib la posibilidad de la produocibn industrial de anticuerpos (monoclonales) muy especificos y puros- reside en hacer fusionar c&ulas con propiedades diferentes con el objetivo de reunir en una misma titula las propiedades ventajosas de las c&ulas parentales. Dichas propiedades consisten, por un lado, en la produccibn específica de un anticuerpo determinado y, por otro, en un crecimiento rápido y una alta productividad. VBass Pekolo, Jean-Claude, La biotdwologie, demain ?, Paris, IA Documentation Franqaise, 1981. lo Dibner, MB., “Biotechnology in Pharmaceuticals: The Japanese Challenge”, en Science, val. 229, setiembre de 1985. respuesta del organismo contra las infecciones y posiblemente lO.ooO milon= farmachk0 d8 dbtares,” o s8ã c8rca d8 un 10% det mercado total. Esta situación PU48 t8n8r un 8fetiO dasestructurante 8n 8t 68Cbr, p8f0, sobre Wdo, itirodw nU8Va6 8Xig8flChS de competttividad: ta rwcesidad de que tas firmas w dtien de una capacidad de innovación biotecnotbgica puede ser d8ciSiva para preservar y ganar postciones 8n et msrcado. las transformaciones tecnot6&as que afectan a esta industria forman parte det Conjunto de innOVaciOn8S biotecnol6gicas pr8s8nt8s 8n bU8na part8 de ta producci6n indrrstrial y agrícola -8n particular 8n tas industriaS química, petroquímica, farma&tica y agroatirrwntaria Y como ta dífusi6n 16gica de ta biotecnologia, por Su universalidad, 8s transectoriat, uno de sus impaCtOS mhs importantes podda #r ta int8rpenMración entre SBctorBs de atividad actUalnwH8 independientes. Esto stgntfica ta posibilidad, entre otras, de qus firmas ajsnas at swtor farrnackko proyacten entrar 8n ta actividad a trav6S de programas d8 1yD en biotecnotogfa. Compafiías químicas como MonSanto y Du Pont ya han emprendido ssfu8nos de te importantes no ~610 en sanidad veg8tat sino tambi6n 8n drogas y diagn&ticoS para salud humana, to que ilustra et tipo de “ataqua lateral qU8 deber8 afronfar el sector. De todos modos, Bsa sinergia puede favorecer a esas firmas 8610 en tas primeras etapas de ta 1yD (obtenc¡& de capas, ferm8ntaci6n...), pero no farmaculbgicos, farmacotknicqa y pruebas en tas 8tapas finales (-udios ClínicaS). Ademhs, ta industria farmac&tica ostenta un tradicional dinamismo tecnot6gico. Y 8s, precisam8nte, en ta medida en qua tos dwrottos biotecnol6gicos aparecen como una pfoiongacián de la inuestigacibn básica en biociencias -8n gene&, orientadas hacia aplicacianes 8n et campo de fa ~a!ud- que ta industria farmac&tica viene tiderando ta innovaci6n biotecnotlbgica ESta Situacibn Wfga d Sector Ventajas conSid8rabteS, dado que tas diferencias 8n ta capacidad de innovación deben jugar un rol determinante en ta evotuctán det proceso de int8rpenaracián d8 ramas. Esto parece corroborars 8n ta fuerte intervención d8 grupas químicos y fafmack&os (Sandez, Ciba-Geigy, Pfizef, Upjohn, Rhbne-~outsnc, etc.) en ta industria de semillas, s8ctor que hasta tos aiios setenta no estaba muy concentrado nt internacionatizado. Este fen6meno puede entenderse, por un lado, como ta exptataci6n d8 una sinwgia aplicada a h faimacia y la 8xiSt8nt8 9Mr8 ta ínV8StígaCión biotecnol6gtca aplicable a semillas, parttcutarmenta 8n campos como microbiología, virobgla gsn&ica, biología molecular, etc.; un daro ejemplo es ta t8onoiogía de cu&ivo c8tular, que sirve tanto para et mejoramkntu y ta micropropagacidn de plantas corno para ta produc&n de Sustancias de tnter& farmac&ico. Pero, por otro tado, las plantas oonstirmn una hrenta de materia prima asenciat en ta tndutiria farma&iti% Sa ha estimado que un 40?4 de ta pfoduoción del sector deriva de mát8rial vegetal (en rubros coma antibi&kos y laxantes esa proporci6n asciende at %%) y más d8t 25% d8 tos principios activos utilizados aaatment8 corno agentas terap8tiicos en satud humana derivan da organismos v8getat8$.‘2 103 Otra fuante de competan& para las firmas del s8ctor proviene de las nuevas firma especializadas 8n biot8cnolOgía, qua han sido la punta d8 lanza d8 IOS avances en 8St8 campo. Aunque 8n su mayoría no han contado con los recursos Suficientes como para llegar con nusvas drogas al mercado, Su pr8S8ncia 8n &e COmkrUa a v8fS8 8n el Campo de diagn&ticoS. Por otra parte, podrian t8SuRar socios privilegiados desde el punto de vista de las firmas ajenas al Sector que intentan entrar al mundo farmac&tico. En EE.UU. hay actualmente unas 400 de esas pequefias empr8sas biotscnd6gicas. Sin ambargo, la amenaza competitiva que representan estas pequefias empresas debe s8r r8lativizada. En un principio s8 sustentan 8n capital de riesgo, pero, a partir de mediados de los setenta s8 asiste -particularmente 8n EE.UU.- a su nacimiento en la periferia de k grandes universidades. OrientadaS 8n especial hacia la investigaci6n fundamental y aplicada, surgen generalmenta como iniciativa privada de inv8stigadores que abandonan los laboratorios universitarios y pljblicos Ii8vando consigo el resuttado de los trabajos en . los que habían participado y buscando completar 81 desarrollo de ciertos procesos haSta una escala semiindustrial, para luego venderlos. Muchos de estos pequeños laboratorios no sobrevivieron al periodo en que la investigaci6n no fructka en resultados com8rCialeS significativos. Btros pudieron contar con un financiamiento ininterrumpido y llegaron a desarrollar nuevos procedimientos y nu8vos microorganismos que pat8ntaron para fuego vender o lic8nciar. Entre estos últimos se destacan: Genentech, Cetus, Benex, Amgan, Biogen, Cskech, Hybritech, etc. Algunos s8 desarrollaron 8sp8ctacularmente y quizá /leguen a s8r grandes En 1988, tos ingresos d8 las di82 primeras empresas farmacU¡caS. wevas firmas biecnol6gicas con actuacibn en ei sector salud superaron los 800 miltunes de dblares, da tos cuales 3% Corr0Spondi8rOn a Genentech. j3 Esta firma -que inició sus actividades en 1976 y que hoy cuenta con 1.64X empleados- lan& WCi8nt8m8nt8 su TPA (‘Activase”) y 8n 1989 SB preparaba a incufionar con un nuevo producto contra el SIDA, mostrando que a su potencial de inveStigaci6n ha sumado capacidades de dssarrollo, producción y comerciaikaci6n d8 nuevas drogas. Pero por el momento el papel principal de estos newco~8~ fue generar nuevas t8cnicas y p&~Ctos que findm8nt8 Son llevados a 8Sc&a industrial por las grandes firmas del sMor. Es que, ant0 la falta de soporte sostenido por parte det capital de riesgo y frente a ta necesidad de hacer pasar el producto farmac&tioo a travds det largo proceso regulatorio, las pequeñas firmas especiafizadas buscan contratos de investigaci6n con las grandes CompaiIías y les venden las licencias de los producto& desarroItados por ellas Entonces, 8n muchos casos la independencia de estas p8queisas empresas -contrariam8nts a lo observado en 81 sector elecMniB 8s rn& bien formal. Detrás de etlas se ubican uno 0 m&s grandes grupos, ya sea como accionistas 0 como socios de ioif?f-vwture, que aseguran la producci6n industrial de tos nuevos productos o procedimientos. D8tr&S de Eenentech s8 encuentran Eli Lilly, Hoffrnan-La Roche, lubrizol, Monsanto; el primero se encarga de Ia producción y comer- ‘3 Financia/ Times, 10 de octubre ds 1989. 104 cializacibn de ta insulina humana patentada por Gsnentech; eI segundo hace lo propio wn interfwón; Monsanto tomó la hormona de crecimiento DetrAs de 6iogen est6 Monsanto, pero tamtiien tos bovino y porcino. grupos farmatiuticos Bristol Myers y Schering-Plough. Cetus depende de la Standard OU uf California, Standard Oi1 of Indiana y de la National DiStill8r& Genex de Emerson Etectric, Bristol Myers, Koppers y de (otra vez) Monsamo? como puede apreciarse, estos nuevos faboratorios funcionan sobre todo como ‘d8sarrolladores’ de tinologia que luego transfieren a grandes firmas muitinacionales det sector capaces de llevar a escala industrial la invención: de esta forma los grandes grupos se aseguran el control de la innovación. Aqui se ve, por un lado, la consistencia de la pequeha empresa desde el punto ds vista de su capacidad innovativa y como vehículo $42 transferencia de tecnología entre los centros acaddmicos y ta pero, al mismo tiempo, sus límites para trascender la fase de industria; IyD, as{ COMO las ventajas de Ia gran firma a la hora de pasar a la produccidn y mmerciaIixaci6n en gran escata. Adem6s de sus relaciones con las pequelias empresas especia&adas, ias grandes firmas farmac4utícas buscan hacerse fuertes en biotecnotogfa a trav6s de programas propios de fyD. Eli Lilly, Merck, Hoffmann-ta Rocha, Schsring, Hoechst, Bayer, RhbnaPou~enc, Ciba-Geigy, Sandoz, thbi Vitrum AB, Novo Industrie, Gist Brocades, etc., son algunos de tos grandes grupos farmac&uticos que han Cread0 sus propios programas de IyD en bioteo nología. El presupuesto anual de firmas como Schering, Eti Llly y Hoffmann-La Roche en esta área asciende a 60 millones de ddtares, y CibaGeigy construyó en Suiza un centro de investigaciones biotecnoi@cas por 20 milknes de dblares. Por otro lado, fas empresas tambi6n estAn entablando mtiltiples r8laCbnw COn 81 mundo acad8mico. Ya se m8nCiOn6 que 8l grueso d8 los investigadores que formaron las pequeñas empresas innovadoras provino de las universidades. Pero, ademAs, es en Ios institutos universitarios y púbI&s donde se Uevó y se Aeva a cabo gran parte de ia investigaci6n en &ncias biol@icas bbsicas de la cual se desprenden las aplicaciones bioindustriales. Las asociaciones con institutos públicos d8 investigac&, el financiamiento de programas de invetigti6n “orientados’ 8n los principales departamentos univ8rsitarios, la cuntratatitjn de consultare3 universitarios, etc., son distintas formas de cooperaci6n con el sector acadbmico que garantizan a tas firmas un flujo continuo de innovaciones y que, ademb, ejemptifican la tend8ncia creciente a Ia privatizaci6n del conocimiento. Asi, Monsanto financia investigaciones en ta Univetidad de Washington (anticuerpos msnoclonafes), Du Pont en el California Institute ‘* V&e, por ejemplo, ef informe de la OTA, op.cif.. ” Vbse ds Wothwelt, Roy y Zq~veld, William: “The role of Technalogy-&wtd SmaH Rrms ín the Emergence of New Technofogirs”, en Reindusff3aliz&0~ ti Techn&@~, Londres, Longman, t98& Sobre las retaciones wtablecidao entre b grandes grupos farmér&uti~os y tas I-IU~VBSfirmas biotecnol&#as, vbw Sharp, Margaret: CoíiWmatlu~ and tlw phanmceutka! industry, 1s it tlm my Ibnuard?, Science Policy I?esearch Unit (SPFIU), Univwidad de Sussex, t989. of Jechnology (interferon), Recomtex en la Universidad del Estado de Michigan (diagnostico prenatal), Sunstar en la Microbiological Biochemistry ReS8arCh Foundation (vacunas), ICI en la Universidad de Leicester, Hoechst en el Massachusetts General Hospital, etc&era.‘8 La ingeniería gen&ica se Considera como una de las innovacÍones que brinda mayor sustento a la potencialidad revolucionaria de la biotecnologia, en la medida 8n que aporta posibilidades completamente nuevas de control de fa materia viva. COmpf8nd8 un Conjunto de t&Iims (8n general relacionadas Con la bioquimica) que 58 utilizan para modificar la informacion gen&icã de un organismo. La posibilidad de actuar sobre el genoma -8s decir, sobre el programa gen&ico significa estar en Condiciones de dar a la tifula viva instrucciones qus no posee naturahent8: aumentar la productividad de una determinada sustancia, dotarla de la posibilidad de producir una sustancia que normalmente no produce, etc&era. Dado que este cap%ulo incur~ra un estudio detallado del desarrollo de una proteína recombinante por parte de un labwatorio argentino, en el Anexo 1 del apartado 5 se presentan algunas nociones introductorias sobre recombinacibn genkica y síntesis de proteinas. La intencion es ayudar a aquellos lectores interesados en una comprensibn gsn&ica de ta 16gica impti&a en las técnicas de ingenieria genética y de sus terminos especializados mPts importantes. Como se explica en el Anexo 1 del apartado 5, desde que apareció la ingeniería gen&ica a mediados de tos años setenta, las ttinicas se fueron perfeccionando y simplificando de manera notable. Particularmente et clanado de un gen ya no representa un problema serio, se hace @id& mente y la ‘tasa de fracaso’ tiende a ser muy pequeña, La expresion del gen en una c&ula hu&ped (lograr que un microorganismo sintetice efetiivamente la proteina} es un proceso todavia mas aleatorio, pero hacia fines de los Ochenta ya se informaban varios modelos eficaces. EI prwreso y Ia banalización de esta tecnologia se asocian ademk Con la gran difusibn que tuvieron loosnuevos conocimientos. ENo hizo posible, entre 0tfaS cosas, la proliferacibn de nuevas empresas de •SWV~~OS* que facilitan el trabajo de fos investigadores y que se constituyeron en una verdadera industria para la investigaci6n en biologfa molecular. Asi, la primera fase del clonado de un gen -la preparacibn de ADNc a partir dei ARN mensajerm se puede realizar hoy Con kits de reactivos ofrecidos por firmas especializadas. Estos kits contienen las enzimas, los ” Fuente: revbta Biofutw, vatios numeros. j7 En la preparacibn de esta sección 88 traba@ en colaboracibn Mauricio Seigelchifsr. 106 con el Dr. vectores de clonaci6n y los medios reactivos. Un investigador o una empresa pueden tambikn subcontratar la construcci8n de un banco de genes con el ARN mensajero de interk En 1988, por lo menos dos empresas norteamericanas -CIontech y Stratagene- ofrecían hacerlo por 2.400 dólares. Clontech también ofrecía expresar con suma eficiencia el gen que el cliente deseara por ~610 3.200 dólares (para un gen de secuencia conocida). Stratagene, por su parte, ofrecia crear -con el gen def clienteratones transg&ricos (nuevos organismos que portarían en todas sus células el gen de inte&) por 7.400 d6lares. ’ La Obtención del fragmento de ADN que contenga af gen de interhs -en particular, fa fabricación de bancos de ADN genbmico y de ADNc- ya no presenta entonces obstáculos, como tampoco el aislamiento de un gen y su expresi6n: ademAs de la posibilidad de encargar la tarea a una firma de ‘servicios’, el reciente desarrollo de equipos autom&kos de síntesis de oligonucletiidos simplifictr radicalmente este proceso al tiempo que abrid el camino a la fabricacion de genes sintetices (vhase el Anexo 1 del apartado 5). A estos datos se puede anadir la constituci6n de inmensos bancos de genes cfonados, genotecas, vectores de clonado, vectores de expresión, virus recombinantes, etc., que estAn en el mercado internacional a precios relativamente accesibles. Y no hay que olvidar que cuando un laboratorio compra un pl&smido, un virus, una cepa bacteriana, etc., este mismo laboratorio puede luego reproducir,sin limites el organismo adquirido: no tiene nacesidad de repetir la compra. Esto remite al tema de la reproductibilidad de la información como rasgo caracteristico de los procesos de producci6n biolbgicos, aspecto que ha sido desarrollado en el capítulo tt. Podemos mencionar tambien los progresos r8afizadOS en cuanto a la posibilidad de estudiar genes previamente aislados, para lo cual se habían desarrollado distintas tknicas “manuales” hacia fines de los setenta. Diez años más tarde ya se encantraba en vías de comerciatitaci6n un equipo capaz de determinar 8n un dia la sacuencia de un ADN que contiene unos fú0.000 nucIeót¡dòs, tarea que -sin concurso d8! citado equipo- demanda& varios años a un investigador experimentado.‘8 Ahora bien, mientras que los precios de ciertos insumos para ingenierfa gen&ica se han mantenido relativamente constantes (en particular las drogas tradiciOnal8S y aparatos, aun cuando su calidad ha mejorado), en otros casos la disminuci0n de los mismos ha sido realmente notable. Un ejemplo de esto último es el precio d8 los oligonucteótidos sintéticos *a pedido” (pequeños fragmentos de AON que las compañías sinteti;tan según requerimiento del cliente). Los oligonucledtidos (cadenas íir-reales formadas por nuclec5tidos) son muy utilizados sn los laboratorios en que se clonan genes. A principios de la dkada de los ochenta la síntesis s8 hacía artesanalmente 8 insumía mucho tiempo. Por owa parte, 8ran comunes los errores del método. En 1981 la empresa Collaborative Research Inc. (EE.UU.) ofrecía oligonucle&idos da 14 a 15 nucl86ttidos, a 4.ooO d&ares, es decir 266 dólares ei nude&ida S6la seis años despu&, en 1987, Stratagene ofrecía al servicio a 15 dólares el nuc!&tido. En: 1988, ‘* Davies, JUlian, “ti ingeniería gén&ica”, en Mundo Cientif,so, nQ 71, 107 varias empresas -entre ellas Synthetic Genetics (EE.UU.)- ya vendían cada nucleótido a 10 dólares, e incluso la empresa Genetic Designs Inc. (EE.UU.) ofertaba el mismo servicio a la mitad de ese valor. Esta drástica caída en los precios de los oligonucle6tidos -en el término de siete años los precios se redujeron en más de 50 veces- se debe a la aparicibn en el mercado de sintetizadores automáticos de nuclebtidos que permiten fabricar largos oligonucle6tidos a un costo relativamente bajo y con reducida probabilidad de error. Qtro insumo crucial en biología molecular y que ocupa un lugar preponderante en 81 presupuesto de los laboratorios de ingenieria genética son las enzimas de restriccián (enzimas que cortan el ADN y que se utilizan cotidianamente y en cantidad); su precio también ha ido bajando sistem&icamente en los últimos años. En el cuadro V. 1. se pueden observar algunos ejemplos. l-lay enzimas que vieron disminuir cinco veces sus precios entre 1983 y 1988; otras lo hicieron más discretamente, mientras que Eco RI, la menos costosa, se mantuvo sin variaciones. Lo que ocurre es que Eco RI se utiliz6 masivamente desde muy temprano en la ingeniería genética, por lo que su precio se redujo antes del período aqui considerado. Cuadro V.l. Evofucih de los precios de enzimas de restricci&P Empresa Enzima iBI ¿36/87 Eco Hjnd Sma Taq RI ll! J i 0,35 1 7,14 5,s NE Biolabs BRL l_l___l_r_______________L_______________83184 86 87 86/87 &8/89 0,20 1 17,50 9,09 0,20 0,35 8,77 t,75 0,20 0,35 8,77 1,?5 0,42 0,52 7,14 3133 0,31 0,40 5,08 2,32 * Todas las empresas son norteamericanas [nc., New England Biolabs Inc., 8ethesda y SUS nombres completos Research Laborsfories. son: Internattional Biolechnologies Fuet?te: Elakraci6n pro@e SObt8 la base de datos obtenidos de los cai&gos anuales de las empresas mencionad&% Los precios se expresan en d&tes/lOO unidades y san tos mks bajos ofrecidos por cadda empresa par& la enzima correspondiente. En este caso, la tendencia decreciente en los precios es, en parte, resultado del paso a una producción en gran escala gracias a una demanda fuertemente expansiva. Por otra parte, hay que considerar los cambios operados en los procesos de producción de enzimas, ya sea el mejoramiento en ta purificación (mayor rendimiento) como, en atgunos casos, el clonado d8l gen de alguna de estas enzimas y su producción en sistemas rnk econ6micos. Un cas0 muy marcad0 (que no aparece en el cuadro)es sI de la enzima 8an 1: en el transcwo de 1988 ta empresa NE Siolabs redujo el precio de las 100 unidades de 20 a 0,80 d6lares. A medida que los procesos de producck de enzimas inCorporan progresos técnicos, se estandarizan, aumentan las ~erks de producción y la competencia crece; entonces, los costos unitarios bajan y IoS precios a que son ofrecidas por las distintas emprssas -asi como la calidad del productu tienden a emparejarse. Por Supuesto, todas estas facilidades técnic~comerciales no eliminan la necesidad de contar con un conocimiento global del proceso, una estrategia adecuada y una elección racional de las t6cnicas a emplearse. Y la tendencia deCf8Ci8nt8 en los costos Op8rativOS de los laboratorios d8 ingenieria gen&ica no debe disimular el hecho de que estamos todavia en presencia de una tecnología cuyo empleo requiere importantes inversiones. No obstante, la creciente simpkacián y astandariracion de las tkkas, eI abaratami8ntO de los insumos, la com8rCializaCion de herramientas biotógicas que antes se desarrollaban necesariamente 8n los laboratorios, etc., indicarian cierta posibilidad de acceso a esta tecnología para países como el nuestro, Sobre ta base d8 una acumulacibn crítica de recursos humanos, infraestructura y financiamiento. En el tercer punto del presente capitulo se analiza uno de los pocos desarrollos que se han hecho en ese sentido en el psis. Descubierto en 1957 por Isaacs y Lindenmann, en el National Institute for Medical P8SearCh de Gran ketaña, el interferbn es una pmteína producida en cantidades ínfimas por la c&lula animal o humana cuando penetra un virus en el organismo. Se trata de una moli5cula de afta actividad esp8cífka: con poca unidad de masa se obtiene una alta actividad biofbgica; asi, para tos tratamientos con interfer6n en oncología se usan miligramos de sustancia y para tratamientos antivirales corrientes apenas microgramos. Como, en general, es una sustancia específica da especia, no se puede utilizar el interferbn de origen animal para tratar afecciones humanas; esto ha relativixado el inter& de las pfu8baS realizadas 8fl animales de laboratorio. En el hombre existen varios tipos de interferones: et producido por leucocitos (interfer6n alfa, que en realidad se trata de una familia Compuesta por distintos interferones estrechamente relacionadas); el producido por fibroblastos (interferdn beta); y el producido por linfocitos T (interfer6n gamma, tambikn denominado IFN inmune). La forma de medir el ìnterferon 8s por su actividad antivirat, que se expresa en unidadâs internacionales. La unidad de actividad ds interferbn se define como la Cantidad de sustancia capaz de proteger de la infecci6n Gral al 50% de las c&ulas en cultivo. Por ejemplo, hablar de una productividad de 2O.ooO unidadesjml, significa decir que a partir de 1 ml de cuftivo se obtienen 20.ooO de aquellas unidades. El grado de pureza del interferbn 109 se define por su actividad especifica (cantidad de unidades internacionales por miLgramo de proteína total). El grado máximo de pureza se obtiene cuando fa actividad especifica es algo mayor de 100 millonas de unidades por miligramo de proteina. Muchas investigaciones demostraron que el interferhn puede contribuir al tratamiento de distintas enfermedades ds origen vira1 o tumoral. Alrededor de esta última posibilidad se genararon grandes expectativas a fines de los años setenta, como parte del impulso que tom6 en esos años la utilizaci6n de sustancias biológicas para el tratamiento del cáncer. Sin embargo, la escasa cantidad de interferbn disponible, su alto costo y un insuficiente grado de purificación, limitaron durante bastante tiempo los ensayos clinicos (en 1980 se estimaba que el tratamiento experimentat de un proceso canceroso podía costar 4O.ooO dblares). En los años recientes esas rastricciones fueron en buena medida superadas gracias al advenimiento de la producción masiva por ADN recombinante y a los nuevos mhodos de purificaci6n (particularmente los anticuerpos monoclonales). Et financiamiento por ta Ameritan Cancer Society (EE.UU.) de ensayos clinicos con inteffer& a principios de la decada del ochenta fue de una magnitud sin precedentes en esa institucibn. Sin embargo, los espectaculares resultados terap&tiCos que se esperaban hace un decenio -particularmente en lo que respecta a los efectos antitumorales- no fueron totalmente confirmados. Por otro lado, no está clara aún si la actividad biológica de la proteina recombinante es equiparable a la de la natural: esta Ultima 8s una mezcla de m6s de 15 moikulas, en tanto que ta recombinante esta constituida por una sola de ellas. En todo caso, parece haber quedado demostrado que los interf8rones son agentes antitumorales activos y que, como tates, ocupan un lugar reconocido junto a la quimioterapia en ciertas afecciones malignas humanas.” Hasta mediados de tos años ochenta, la mayor parte de la produccibn mundial de interferón se dedicaba todavia a ensayos ctínicos. Recién en 1986 se autoriza en Gran Bretaña la comarcialixación del interferh alfa 2 recombinante: ‘tntron” de Schering y ‘Roferon” de Roche, y tambibn el “Wellferon” de Weflcome (interferón linfoblastoideo producido a partir de cultivos de células transformadas). Y en 1987 la FDA autoriza en EE.UU. En cuanto ai interferón leucocitario del Dr. los dos primeros productos. Cantell (Laboratorio Central de Sanidad Pública de Helsinki), sóto se wmercializa en Finlandia desde 1987 (‘Finferon’) y en Argentina desde 1983 (“IL” - Sidus); tambi6n es producido y utilizado por Cuba, la URSS y otros paises del este europeo. Por los m&odos chsicos se obtienen escasas cantidades de esta proteína. Hasta principios de los ochenta, casi todo el interferbn producido en el mundo provenia del laboratorio finlandth antes mencionado (la ” UBase de Jasmin, Claude: “El tratamiento biol6@co de los c&nceres”, en Mundo Cientifico, nQ72. 110 producci6n fue luego asegurada por la Cruz Roja Finlandesa); allí se ssguia un metodo puesto a punto por el Dr. Cantell que utilizaba los leucocitos de la sangre de donantes sanos. SS había comenzad0 a trabajar en la pmducci6n de interferbn en 1963 y en 1980 se ileg6 a obtener un m&ximo de 50 millones de unidades (250 pg de interferón} a partir de 1 litro de whivo. Se podian producir entonces unas 250.000 millones de unidades (aproximadamente i gramo) por ano, usando 45.oQo litros de sangre (0 sea unos 1OO.ooOdadores). Se consideraba que esa producción anual (1 gramo de ìnterferbn) alcanzaba para tratar 1OO.ooOcasos de infecciones virales bwrignas, pero ~610 2.ooO pacientes con enfermedades virales &nicas y apenas S# tr;utami8ntOS 8xpBrimWtakS de procesos cancerosus. En 19B0, 1 gramo de interfer6n producido y purificado por las ,thkxs clh&as costaba 5 millones de alares se@n la Ameritan Cm-ser Sociãty; otras estimaciones situaban ese precio entre 5 y 50 millones de d6Iares. En 1980 Francia se convirtk3 8n el segundo productor mundial de int8rferón leucocitario. El k”Mituto Pasteur Production, junto con el Centro Nacional d8 Transfusi6n de Sangre (su abastecedor d8 glóbulos blanccrs), dasarrollb una tecnologia que la permitid pasar a produtir unos lCMI.oa) millones de ui ariual8S. En EE.UU., algunos laboratorios públicos y privados comenzaron a producir intwferón leucocftario: Warner Lambert/Parke Davis, Interferon Scienc8s; y en Japón, Geen Cross y la Yamanouchi Pharmaceutical Company. Pero fa t6cnice de producci6n de dicha proteína presentaba ciertos in~~eni8r1t8~: por Un lado, como ioS ieucocitOs Mmates no p~ed8n mantenerse como linea de cultivo se Itegaba r&pidamenta a techos de producci&; por otro, la pureza máxima del producto final era insufitiente y SB obtanía 817 realidad una mezcla de inteiferones. Se intentaron entontxs otros caminos. EI Instituto M&ieux de Frantia ue6 una unidad de producci& de interferbn a partir de tuitivos de leucocitos provenientes d8 ià sangre da enfermos afecrtios de leucemia mieloide cr&tica; la puriftcaci6n s8 basaba 813 81 amp480 de anticuerpos monoclonales. En 1980, la Wellcome Foundation LimÍted de Gran 5retGta desarrolló una t%#ologh para pfoduccibn de intsrfer6n kucocitario a partir de linfocitos humanos transformados por el virus E8V. Esta tecnologfa -que permite la multiplicaci6n lencultivo de las c6lulas linfobl&ka& fue luego utilizada por la Sumitomo Chemical (Jap&) y por Hoechst (Ai8mania). El interferón fibrobl&stico (beta) se obtiene a partir da fibroMastoe (muhiptibles en cultivo) provenientes de tejidos fetales o de prepucios de individuos circuncisos. Esta tecnica fue desarrollada sobre todo por sl laboratorio ingik Searle, qU8 ruego S8 asoció con 81 k&fatoriO Mochida para producir y comercializar en Japón este tipo de inteíferón, que tambik elabwan las empr8sas Hayashibara 6iOCh8mica! Laborakxiw y Toray de ese psis y ios laboratorios Ftow Genera! (a partir de un.m&odo desarrollado por el Massachusetts k%titute of Technology), Collaborative Research y Key Intwferon de EE.UU. En Europa, adem&s de Ssarle, lo produwn Hoechst, Kabi Vitrum AB, el Instituto M&ieux y Sanofi (Francia), la Universidad de Lovaina (5#gica), Boferon (Alemania &cid8ntal) y Sereno (Italia). 111 Et intwfer6n gamma es elaborado por las cklulas T del sistema linfático. Entre las firmas productoras figuran: Wellcome Foundattion (Gran Bretaña), IML, 1nterferon Science tnc. y Meloy/Revlon Industries (EE.UU.). Las thcnicas desarrolladas para producir intetf8r6n natural fueron mejorando con el ti8mpo, pero sus rendimientus siguieron siendo reducidos, lo que limita la cantidad disponible de esta sustancia; de alli que tenga un alto precio: 30-40 dólares por 1 mill6n de unidades (equivalente a una dosis minima de tratamiento antitumoral). Esta situación, junto con fa insuficiante pureza lograda y con la dependencia de dadores humanos sanos (en el caso del leucocitario), condujo a distintos IaboratD rios a intentar la via de ADN recombinante. 1.5.2. ~sarroh y producción de interferón recombinante En enero de 1980 Charles Weissmann, de ia firma 8iogen, anunci6 la obtsncí6n -por primera vez a nivel mundial- de bacterias con su genorna modificado de manera tal que producian interferbn humano (alfa 2). Biogen se habia constituido en Europa a principios de 1978, con ei aporte de capital de distinto origen y con la incorporacion de científicos de primer nivel a su directorio cientifico; Chartes Weissmann (Universidad d8 Zurich), W. Gilbert (Universidad de Harvard), P. Sharp (MIT), B. Hartley (Imperial College) y otros prominentes biólogos moleculares. Las normas de contratach establecían que los resuttados obtenidos en el curso d8 las investigaciones podian publicarse sin consultar a la empresa, pero cuídando de no poner en riesgo patentes y de no dar ventajas a compañías rivafes. Los proyectos s8 desarrollarían en los respectivos laboratorios de univ8rsidades o institutos y el pago a los directores cientificos estaba previsto en acciones (comercializables en un futuro). De este modo, Biogen ce limitaba a financiar insuws, algunos salarios y Ios gastos fijos de los laboratorios. Weissmann se hizo cargo 8n 1978 del proyecto de clonado y expresión ds interfer6n humano, porque su laboratorio universitario ya venía trabajando en un proyecto similar y contaba con cierta experiencia; y ademAs, porque había trabajado con K. Cantell (el ya mencionado pionero en la pfoducci6n de interferbn leucocitario). En 81 Anexo 2 del apartado 5 se detallan los aspectos tknicos del proceso pot el cual Biq fn llego a obtener una bacteria recombinante productora de interferon. Cabe subrayar aquí que sllo demand6 dos años de trabajo de un grupo ds científicos de primer nivel de distintas universidades -en realidad tres años, si contabilizamos el tiempo transcurrido hasta lograr uh clon con rendimientos acordes con una producci6n industrial. Resutta bastante m6s difícil cuantificar los r8cursos insumidos en este desarrollo, debido a que s8 Ilev a cabo en distintos institutos públicos de investigacion (principalmente en el laboratorio de biologia molecular da la Universidad de Zurich, pero contando con una amplia red de apoyos universitarios). Es de destacar el hecho de que a mediados de 1979, en xI Se ha consultado un articulo escrito por el mismo Charles Weissmann: “Qoning of intetieron ancf other mistakes”, Suiza, tnstitut für Motskulatbiofogie i, Universidad de Zürich. un momento en que los recursos financieros de Biogen estaban exhaustos, Schering-Plough aport6 8 millones de dólares para continuar el proyecto interferbn, obt8niendo a cambio 40s derechos sobre la futura prcduccibn y comercialkaci6n de la proteína recombinante. Dicha suma permitid a Biogen montar un taboratorio en Ginebra. En octubre de 1980, el equipo de Genantech (que habia clonado en 1977 la insulina humana en bactérias, producida y comercializada luego por Eli Lilly) anuncid, a su vez, haber logrado -de un modo similar al de Biogènel donado y expresi6n del interfer6n leucoctiario humano en bacterias (cuya produtión y comercializaci6n s8rian tomadas por Roche, empresa que habia financiado el desarrollo y que se obligaba a pagar royalties por el uso de la patente de Genentech). Siguiendo tambien la misma estrategia, investigadores del Instituto Japones del Uncer habían logrado, en julio de 8se año, clonar ei interkr6n fibroblástico humano (bata). Resudados similares fueron anunciados por los institutos Weizmann (Israel) y Pasteur (Francia). Y 8n octubre de 1981 nuevamente Genentech anunciaba haber obtenido el donado del interfer6n fibrobl&ico (beta) humano. Estos ptimeros desarrollos permitieron conocer mejor la estructura de la proteica y, fundamentalmente, deducir la secuencia de nucl86tidos del gen corr8SpOndi8nM Gracias a ello -y a la evoluci6n en la tecnologia general de ADN recombinante- se pudieron simplificar enormemente las estrategias de clonado de interfër6n que abordarían otros grupos públicos y privados, abriendo el camino a la pr0ducci6n masiva de dicha sustancia. Luego se ver& cámo repercuti6 ello en el caso del laboratorio argentino Biosidus. Antes de pasar a otro punto, conviene señalar que por la vía bacteriana se llega a una productividad muchas vec superior a la obtenida por cultivos leuwctiarios (200.0NI unidad8s/ml en el primer caso, contra 20.ooO unidades/ml en el segundo caso). Cabe aclarar que, aunque se pondera la producci6n con una misma unidad ds volum8n de cultivo, 6ste 8st& en un caso, referido a medio de fermentacidn (bacterias) y, en otro, a c6lufas (leucocitos); ya que se trata de cukivos disímiles, al comparar productividades sblo se estAn dando referencias indicativas, no rigurosas. Para un cuadro comparativo m& complgto habría que incluir, ademas de los distintos valores d8 actividad específica (5 x 104 en la vía cl&sica contra 10” en la bacteriana), otros items -como costos de producci6n y purificacibn, actividad biológica- sobre tos cuales aún par8ce difícil reunir datos precisos. Sin embargo, distintas fuentes estiman que los costos por la vía bacteriana serían entre 5 y 10 veces menores que los involucrados en la via c&sica. 2. Argentina: produccibn de intmferbn leucocitario 2.7. Industria famachtica nacional y biotecnología Las recientes iniciativas en biotecnología dentro del sector farmac6utico reconocen dos antecedentss significativos, ambos desarrollados tempranade mente en el país (a partir de los afios cincuenta): la fermentacidn mãteria prima antibibtica y la produccián de vacunas. Con respecto a las vacunas, hay que destacar la experiencia pionera de1 fnstikrto de Microbiología “Dr. Carlos MalbrM durante ros años cincuenta ll3 y sesenta, que queda trunca a partir de la irrupcibn de tos regirnenes autoriiarios de la época. b fermentacibn de antibikos la realizaban subsidiarias de laboratorios extranjeros (Squibb, Lepetit, Pfirer y Lederte) y una firma local (Ba@). Esta actividad se discontinu6 totalmente a principios de tos ochenta y se pasó a importar tos intermediarios. La razón fue que la evotuci6n tecnol6gica internacional, que favoreci6 a las grandes plantas de fermentaci6n continua, se conjug6 con una política publica (1976-I 982) claramente orientada al subsidio de las importaciones. las pequeRas escalas dom&ticas y tas tecnotogias bafch aquí empleadas perdieron entonces dr6sticamente competitividad. La producción local de antibidicos pas6 de 33O.ooO kg en 1976 a f25.m kg en 1981. Y entre fQ57 y 1989, la capacidad de f8rmentaci6n instatada en et sector pas6 de 1.500 rn’ a ~610 500 m3 {prkticamento inactivos). Cabe señalar que las plantas de fermentacibn de antibi&ticos vigentes a nivel mundial utilizti t8cnologÍas complejas, con fuertes economias de escala; se organizan en reactores de gran tamaño, capaces de elaborar centenares de kilogramos de un producto estable, homogéneo, con muchos años de difusion internacionat y de precio relativamente bajo. Por lo tanto, ta escala de planta pasa a s8r un factor esenciat para ta supervivencia y ta capacidad competitiva del establecimiento; y se requiere una fuerte actuatiraci6n en materia de microbiologia, ingenieria de procesos, metodos de producción continua, automatixacih, etc8tera.21 Adem6s de las experiencias mencionadas, en los años recientes aparecen algunas iniciativas industriales en et campo de la producci6n biol6gica para la salud que merecen destacarse (sin contar aquí los ssfuenos de IyD 8n 81 sector ptiblico). En et tirea de ta salud humana, Biosidus es ta firma que par8c8 más avanzada: desarrollo y producción de interferbn leucocitario y recombinante, desarrollo de insulina recombinante y de varios tests de diagnóstico. Otra firma pequeña, Polychaco, nace como iniciativa empresaria de un profesionat universitario y comianra desarrottando y comercializando un test para diagn6stico de Chagas. Actualmente comercializa también tests para diagn6stico de gravidez, hepatitis B, toxoplasmosis y SIDA, que son #laborados por la firma sobre ta base de insumos importados (por 8jempto, anticuerpos monoclonales) y de algunos desarrollos propios. Otros dos emprendimientos de Polychaco, en conjunto con ta empresa brasileña Agroceres y que han sido financiados por el Centro Argentino 8rasileño de Biotecnologia, son la micropropagacion de papa semi Ha y la producci6n de hormonas gonadotrbficas (reguladoras del ciclo ovulatorio) y somatotr& cas bovinas (reguladoras de la producci6n de teche). Para el desarrollo de hormonas bovinas, ambas empresas tienen como pariners al INTA y a la UBA (Argentina), y a EMBRAPA y ta Universidad de Minas Gerats (Brasit). Se trata de una producci& extractiva (a partir de gthndutas de ganado bovino), to que establece limitantes en tos niveles de producci6n; et 21 Wase Katz, Jorge, La industth famwhtka y farmoquimica: desanrìlla histirico yposibilidades futuras. Argentina, Brasil y México, Estudias 8 Informes de la CEPAL, 1987. 114 * desarrollo est& centrado en la puesta a punto de la fase de purificacibn de ambas hormonas. De esta manera, el esfuerzo de investigaci6n resulta valioso aun en el caso probable de que la producci6n masiva de esas sustancias por ADN recombinante llegue a desplazar al proceso extractivo. Finalmente, cabe mencionar a Wiener, empresa especializada en el área de la quimica clinica (reactivos para dosaje de urea, colesterol, glucosa, etc.) y que se es?& diversificando hacia los kits inmunológicos (hepatitis, etc.). En salud animal, hay una tradicional producci6n local de vacunas CQMO la antiaftosa (tm de cobertura vacuna1 en IQBG), antibrus6lica, peste porcina, etc. ta fermentación parece ser aquC un metodo de producción muy difundido. El laboratorio San Jorge 8ag6 está desarrollando junto con el INTA inmun6genos cuntra neumonias, diarreas, etc. El Instituto Cientifico Paul posee una importante planta de vacunas @Mafiosa, antirrábica, etc.) y en lQ88 estaba trabajando sobre una nueva vacuna contra el virus de la fiebre aftosa. TambiBn hay algunos desarrollos en el campo del diagnbstic0 animal y vegetal. Algunas de estas empresas -como Poiychaco y Paul- $e diversificaron con desigual intensidad en hacia el sector agrícola, incursionando Estos son los únicos casos conocidos que micropropagaci6n vegetal. reflejan localmente la ya mencionada tendencia internacional de la industria farmac&tica hacia la penetrad& de- otros sectores como eI agrícola (semtilas) y el alimenticio, a partir de su dinamismo y know-how biotecnolbgico. 2.2. Sidus-Biosidus: las fases de m sendero madurativo El Instituto Sidus fue fundado en tQ38 por inmigrantes (famiGares del actual presidente de la firma); el primer producto elaborado fue el “Calcio Sidus”, de gran difusión 8n su momento y que permiti6 al laboratorio consolidar su presencia en el mercado. Al igual que la de una decena de laboratorios nacionales, Ia expansibn de Sidus en los ÚRimos años fue espectacular. En 1978 sus ventas eran de 8,3 millones de dólares y ocupaba el puesto 3s en el ranking; en 1987 ya ocupaba el puesto 12 y sus ventas ascendlan a 22 miitones de d6iares. Un rapido ritmo de lanzamiento de productos, con la consiguiente recomposici6n de sus precios promedio (el 50% de los productos elaborados en 1987 no figuraba en el mix de lQ83), un impotiante crecimiento de su fuerza de venta, acuerdos de representa&& (con 8iobas&, Merkle, Ana, Santes Pharmaceutica~, Robapharm) para fabricar IocaImente productos extranjeros, se ewuentran entre Ios principales elementos explicativos de la performance de Sidus. En realidad, esta es una senda de acumulacibn seguida por varios laboratorios nacionales, que logran asi disputar la primacía at grupo de subsidiarias de laboratorios extranjeros y que pasan actualmente a controlarmásdel 55%del mercado farmac&ttico local, contra 9510 un 45% 8n 1980. En 1988, @sa tendencia ascendente se ve confirmada con la adquisicibn por parte de Sidus de la planta fabril que Merck, Sharp & Dohme (MD) posee en Argentina El acuerdo con el impotiante IaIwatorio norteamericano -que debe comprenderse como parte de la reorganiracibn a escala 115 mundial de las activrdades de MSU- cwtempla la ceskn a Sidus de toda la Knea de productos que el primero venia comercializando en Argentina, así como el compromiso de Sidus de fabricar con materia prima provista por Merck, Sharp & Dohme. de los Sidus ha seguido un camino predominante de importación principios activos utilizados en la elaboracibn de sus fármacos. Pero recientemente se advierte una tendencia a la integracibn vertical hacia la producción de materias primas. Surge así tasifarma, en asociaci6n con ut ro laboratorio argentino, tabinca. La empresa farmoquímica común produce unas pocas drogas de alto valor agregado, que se destinan primordialmente para consumo de Sidus y Labinca. Además de esa iniciativa en el campo farmoquímico, desde 1980 Sidus comienza a interesarse notablemente en la producci6n de sustancias biológicas, en especial de interferón. Para la elaboraci6n, desde 1979, de un producto antivira! -Ínter Al f -, habia comenzado adquiriendo interferón leucocitario a un pequefio laboratorio local de existencia fugaz -Inmuncquemia. Es justamente el responsable científico de ese laboratorio quien interesa a Sidus en llevar a cabo un mayor desarrollo del proceso de producción de interferbn; se decide, entonces, integrar la actividad. Al comienzo, pues, se trata de asegurarse el abastecimiento de un principio activo que Sidus ya utilizaba para la fabricación de un f&rmaco. En ese momento, crecian en todo el mundo las expectativas en torno aI interferón, particularmente con respecto a su posible apticaciún en oncologia; pero no se elaboraba todavía como producto farmacéutico. Habia s61o algunos institutos y hospitales públicos que lo producían para trabajos de experimentacih; importarlo como materia prima era entonces muy problem&ico. Pero también hay que tener en cuenta el contexto en que se toma la decisiún de lanzarse en esta actividad biotecnol6gica: en esos años la promesa ‘bio’ es “fuerte” a nivel mundial y -como se señal6 el sector farmac&utico multiplica sus iniciativas para controlar ta nueva tecnología; las grandes firmas crean divisiones biutecnológicas propias o se asocian con pequeñas empresas innovadoras y se lanzan a penetrar sectores “ajenos’, como el de la producción vegetal. En ese marco, aunque Sidus no tenía una tradicibn importante en biológicos, el laboratorio fue tomando conciencia de la potencialidad de la biotecnologia para optimirar procesos, generar nuevos productos y abrir nuevos caminos de investigacibn farmacológica, y de su utilidad para consolidar una presencia en el sector farmacbuticu. Esto se relaciona seguramente con la asunción de una nueva generacibn empresaria en la conducción de la firma, decidida a abrir una nueva senda de acumulación en un terreno innovativo. La firma aprovecha entonces una ocasión que, de todas formas, estaba buscando, y decide dotarse de cierta capacidad de investigación, desarrollo y fabricación de sustancias biol6gicas. Se verá en seguida que, en el curso del proyecto de producción de interferón, se ptanteó la necesidad de producir interfer6n recombinante y que fue necesario desarrollar una serie de técnicas b&icamente utilizables en distintos procesos biotecnológicos: cultivo masivo de cWas, purificaci6n de proteinas, ingenieria gen&ica, anticuerpos monoclonales, fermentación. Dominando estas tkcnicas ya no s61o era posible producir interferón, sino también otras sustancias bioGgicas, reactivos de diagnóstico, etc. Se fue comprendiendo además que, para rentablkar globalmente la inversión hecha en investigación, equipos, etc., no s&o era posible sino que era pr8ciS0 diversificar el mix potencial de productos y, por 10 tanto, IOS desarrollos en curso. El proyecto de interferón leucocitario se ampli6 entonces al de interferón alfa recombinante, gamma r8cOmbinante, insulina recombinante, reactivos de diagn&tico, vacuna de polisackidos, sup&xido dismutasa, etcétera. Entonces, at comprender que esta tarea -muy intensiva en IyD- se diferenciaba crecientemente del tipo de actividad, dinámica, funcionamiento, administracián y organizaci6n de la firma farmac&tica, y que cobraba una proyección no compatible con la de una simple área biotecnol6gica det laboratorio, se plantea la necesidad de constituir a Biosidus como una empresa aut6noma. El desarrollo para la producci6n de interfercjn leucocitario había comenzado en Sidus efl 1930, con Ia incorporación del Dr. Alberto Diaz, quien venia de protagonizar una incipiente experiencia de producción de interferón en un pequeño laboratorio. Dicha iniciativa d8bi6 ser interrumpida ante la imposibilidad de continuar financiando el desarrollo de un producto que aún estaba en una fase de investigacián a nivel mundial y que, por lo tanto, necesitaba de un sostén financiero significativo en el mediano plazo. Sidus decide entonces la construcción de un laboratorìo ad hoc, en el mismo predio de SU planta industrial, lo que exige una inversión inicial que ronda los 300.#0 dotares. La idea era Ilegar rhpidamente a fa fabricación de un producto cuya venta pudiera financiar nuevos desarrollos tecnolúgicos. Es así que ya en 1982 se comienza a producir interfer6n leucocktario, que se pasa a comercializar bajo distintas presentaciones para diversos usos antivirales, previkndose adamr5rs la penetracibn en el mercado de oncologia para 1990. Mientras tanto, en 1981 se empieza a desarrollar la thcnica de interfer6n recombinante. Es en este punto que la actividad comienza a perfilarse claramente como Area biotecnol6gica de Sidus, ya que la decisi6n de abrirse a la ingeniería gen&ca le da a la iniciativa mayor actualizacibn tecno@ica y le confiere tambi6n perspectivas de div8rSifkaCi6n y continuidad. Se van encarando nuevas lineas de investigackh y desarrollo: intwferbn gamma natural y recombinante, producción de intetferh para linfoblastos, insulina recombinante, procedimientos para diagnóstico de distintas patologías, etc. De esta manera, el laboratorio, que al comienzo empleaba 12 personas, pasa a contar en 1988 con 40 empleados (mEts algunos becarios), el 70% de los cuales son profesionales (algunos de ellos doctorados). En 1987 se construye un nuevo laboratorio para 8iosidus, lo que marca la posibilidad de una creciente autonomia frente a Sidus: la nueva invarsián en infraestructura y equipas asciende a 1,6 miltones de dólares. En el siguiente apartado se reseñan las distintas etapas del proceso de producción de interferbn ieucocitario y luego ia atencih se cw&a en el desarrollo de la técnica de interfer6n recombinante, desde el cionado hasta la fermentach: aprendizaje, tiempos, costos, requisitos en recursos humanos caMicados, nocíbn de flexibilidad, etcétera. 117 2,3. Produccih de intetierbn leucocitario 2.3-l. El contexto mundial y nacional Conviene recordar que en la @oca en que se inicia el trabajo de Biosidus el interferón natural todavía estaba en plena fase de experimentación a nivel mundial y no se comercializaba. Para su obtencih se habian desarrollado fundamentalmente tres caminos: la produccih por medio de leucocitos humanos, de células El desarrollo de esas técnicas se linfoblastoideas y de fi broblastos. acompañ6 de una gran difusián del conocimiento acerca de las propiedades de la mol&zula, de sus posibles utilizaciones terapéuticas y de las condiciones de su producción. Por otro lado, hacia fines de los setenta, las nacientes empresas de biotecnología comienzan a trabajar en la obtenci6n de interferón recombinante. En 1980, 8iogen obtiene las primeras bacterias que producen esta proteina. En Argentina los trabajos en el tema interferón se inician poco después de su descubrimiento en 1957, primero en el Instituto Roffo -que por aquel entonces era tambi6n c&tedra de biología en la Facultad de Ciencias- y despu& en el Instituto Matbr6n; en ambos lugares se fue desarrollando un principio de cultura de investigación sobre el tema, aunque ello no llevó a emprendimientos mayores (del tipo de Helsinki), debido, entre otras cosas, a la discontinuidad en el proceso de maduraci6n del sector de ciencia y tecnología que impuso el advenimiento de regímenes autoritarios. A principios de los años setenta una investigadora del Roffo realiza una tesis sobre interferón y, pocos años después, se inician en dicho instituto algunas producciones de interferón leucocitario en pequeños lotes, que se dedican a investigacibn bhsica y a ensayos clinicos, sobre todo en oftalmologia y dermatologia. En 1970, el Dr. Diaz -luego director de Biosidus- asiste al primer curso de biología molecular dictado en la Fundación Campomar, y en 1972-1973 trabaja en Francia en el mismo tema. De vuelta en el pais, colabora con investigadores del Roffo en una investigación sobre el interferbn que fue premiada por la Academia de Medicina y se acerca al tema en su aspecto productivo. Luego protagoniza la iniciativa privada de Inmunoquemia, pequeño laboratorio que proveia de interfer6n a Sidus a trav& de una producci6n que se realizaba en condiciones muy artesanales. En 1979 lleva et proyecto de produccih de interferdn leucocitario a Sidus, 2.3.2. El desarrollo del proceso de producción en Sidus El proyecto inicial fue desarrollar el interferón de Cantell, es decir, la producción de interfer6n a partir de leucocitos humanos. El montaje del laboratorio llevó aproximadamente un año y exigid una inversión inicial de 300.000 d6tares. Todo el sistema de producción fue diseñado por el equipo de Biosidus y se construy6 localmente con excepcibn del material analítico de control y de unos pocos equipos. La tecnología que se emple6 es en general relativamente sencilla y artesanal, sin sistemas automatizados. En este aspecto no existen mayores 118 diferencias con respecto a los laboratorios de Finlandia o Cuba, salvo en lo que SB refiere a la escala, que aquí es bastante mas pequeña. En la fas8 de purificacibn y en las actividades de IyD es donde se requiaren equipos e insumos mas sofisticados (en general importados): una ultracentrÍfuga (que, aunque común en laboratorios públicos, es un equipo poco difundido en firmas privadas locales), enzimas, frasquitoc d8 pl&tico especiaies y estM8s para valorati& de interferbn, etc%tera. Los conocimientos tecnológicos exigidos fueron, fundamentatmente: cultivo d8 tejidos (para realizar ei cultivo de leucocks), viroiogía (ya que s8 utiliza un virus para inducir 81 interfertk) y purifkaci6n de proteínas. tas dos primeras técnicas se requieren tambíbn para valorar la acci6n antiviral del intetfer6n. Diaz habia utiiirado estas técnicas en su primera experiencia productiva, pero de un modo bastante artesanaI. En Sidus s8 trataba de trabajar con de los principios molkulas bien definidas, con un mayor conocimiento activos y de manera más rigurosa. Para empezar, se siguieron todos los pasos del m#to=do del Dr. Cantell. Esa técnica estaba bien descrita en pubkaciones cientificas, pero adermhs el mismo Cantell asumid hist6ricamente una actitud activa de difusi6n de sus conocimientos. Asi como ayudó decisivamente para que Cuba pudiera dotarse da una importante capacidad de investigaci6r-r y producci6n de interferón Isucocitario, también en el caso de Sidus brindo un asesoramienPor otro lado, Díaz habia visitado distintos to puntual y espontáneo, laboratorios extranjeros que producían interferbn utilizando dicha tecnica. De todas maneras, hubo que adaptar toda esa informacibn a fas condiciones concretas de produccibn en Sidus. Y, en el curso de esa adaptac&, se introdujeron mejoras y desarrollos propios que constituyen esfuerzos tecnológicos dignos de anAlisis. 2.3.3. Puesta a punto del proceso y esfuerzos aciaptativos Las fases del proceso d8 producci6n de inWf8r6n Biosidus implican cinco pasos fundamentales. Dichos mente, son: leuco&&o en pasos, sucinta- a) obtencion y posterior purificación (por centrífugacidn) de los gl6bulos blancos; b) colocacibn de los globuios blancos purificados en un medio d8 cultivo adecuado (cultivo celular en balones), agregando un virus inductor de interfer6n; agitación durante 24 horas, a una temperatura de 3? grados centígrados; c) oentrÍfugacic5n para eliminar las células, dado que los gk5bulos blancos expulsan el interferdn al medio y que el líquido sobrante contiene et interfer6n; d) inactívación del virus (no se puede introducir el virus en un producto farmaMtic0); 8) purificaci6n parcial dei interfer6n así obtenido hasta una actividad especifica d8 1oO.ooO (107 unidades internacionales por miligramo d8 proteina total. 119 a) En Argentina, la sangre se obtiene en los centros de hemoterapia, Para empezar, Sidus firmó un contrato con el públicos o privados.= Hospital de Ctinicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y en conjunto desarrollaron una tknica sencília para extraer los leucocitos, que deben pasar, además, un control de calidad estricto (fundamentalmente diagnóstico de SIDA y hepatitis B). Luego la firma hizu contratos con otros centros públicos y privados de hemoterapia, a tos cuales se transfiri6 dicha técnica. De este modo, Bìosidus recibe gl6bufos blancos de varios centros, con lo que logra una provisión mensual que puede variar entre 400 y 800 bolsitas (1 bolsita = 1/2 litro = 1 dador), de acuerdo con las necesidades de producci6n y el número de dadores de sangre. Se realiza un control Serologico estricto para detectar hepatitis, Chagas, sifilis, SIDA, etc.; y una ver hecho el control de calidad, los gl6bulos blancos se purifican para eliminar el plasma y los g16bulos rojos contaminantes. b) Los gl6butas blancos asi obtenidos se colocan en batones que contienen medios de cultivo con el virus Sendai -que es inductor de interf&n-; alli deben permanecer 24 horas en agitacion a 37 grados. En esta fase de producci6n tienen importancia cuestiones tales como el diseño del vaso de cultivo, la temperatura, la velocidad y el tipo de agitación, las ondas dadas por la paleta de agitación, etc., variables todas que se fueron ajustando y resolviendo con sucesivas experimentaciones. Un problema mayor que se enfrent6 en esta etapa fue la construcción de todo el sistema de cultivo ya que localmente no se fabricaban equipos como los requeridos, no existían empresas de desarrollo que pudieran construirlos y /a*importación resultaba excesivamente onerosa. Luego de algunas experimentaciones frustradas con materiales estandar, junto con artesanos vidrieros, se diseñaron y fabricaron nuevos batones de 5 litros, utilizando un vidrio adecuado al que se trató de un modo especial para que no quedaran pegados ni los glóbulos blancos ni el interferón producido. Por otro lado, trabajando en conjunto con otros torneros ajenos a la empresa, se desarrollaron equipos de agitación: se diseñó un nuevo sistema de agitadores así como la forma de las paletas (hasta encontrar la que producía menos turbulencia, mayor contacto, buena oxigenación del medio, etc.). También se logró fabricar localmente -y a un costo muy n LOS gibbulos blancos (leucocitos) sa extraen de dadores humanos. Recordemos que la sangre contiene glbbulas rojos y blancos, plaquetas y plasma. En las transfusiones sanguineas, lo fundamental son los glbbulos rojos; las plsquetas esth prescritas s610 en algunas patologias y et plasma se utiliza fundamentalmente para elaboración de albúmina y gamaglobulina. La transfusibn de glbbulos blancos astA casi descartada, ya que, al ttatarse de c&lulas que contienen la informacitrn de la inmunidad, su transmisibn de un individuo a otro puede causar serios trastornos. En Argentina no existe, mas alIB de las transfusiones, una utiliracibn global de Lasangre con fines industriales. la albúmina y la gamaglobulina se importan casi @nsu totalidad y, antes de ia aparicibn de la demanda para produccibn de interferbn, los glbbulos blancos se transfundian u tiraban. Hay que tener en cuenta que a partir de los gISbulos blancos pueden obtenerse -adern&s de los interferones- otras molkulas interesantes, como las interleuquinas 1 y 2, stc&era. 120 inferior- unas piezas de los agitadores magnéticos que se importaban a un precio unitario de 50 dólares. El nuevo sistema permitió estandarizar el proceso y, a partir de allí, optimizarlo (variando la velocidad de agitación, el pH, cantidad de virus, etc.). A diferencia del sistema anterior -que era estático y arrojaba resultados aleatorios-, las nuevas condiciones permitían “jugaf con varios parAmetros. El hecho es que inicialmente un lote rendia -en crudo, sin purificar- entre 10.000 y 15.000 Uf/ml y que el nuevo sistema permiti6 casi duplicar esa performance. ss necesitan -ademAs de! equipo Pafa realizar el cultivo de femocitos descrito- un medio de cultivo adecuado (al cuaf se añade un ntiriente proteico para que las cehulas sobrevivan) y un virus inductor. Biosidus se vio obligado a autoabastecerse de dichos insumos. En primer lugar, como no existia totalmente quien proveyera el nutriente proteico (suero humano sin gamaglobulina), hubo que montar una línea de fabricacibn a partir del plasma humano. En segundo lugar, para sustituir la importación del virus Sendai se dispuso su producción en al laboratorio. Se compró originariamente una semilla de virus y se constituy6 un stock. Ei virus se inyecta en huevos embrionados, donde se multiplica en 48 hs; y como la integración de esta actividad no está exenta de complicaciones (los huevos embrionados deben pasar un control de calidad porque pueden estar infectados, etc.) en un principio se intentó que fuera asumida por una empresa veterinaria. Pero finalmente, ante las dificultades planteadas a la hora de transferir al *tercero” la tecnologia necesaria, el riesgo de impuntualidad en las provisiones y la perspectiva de un mayor encarecimiento del proceso, Biosidus se hizo cargo de la producción del virus. En esta fase también tienen importancia la selecci6n y purificación del virus Sendai. No todas tas cepas son buenas inductoras, asi que se van variando hasta encontrar las mejores. Además se requiere cierto grado de pureza para que el cultivo no se contamine. Al principio se utilizaba ei virus *crudo” (tal como estaba descrita la técnica en las publicaciones), con el inconveniente de que venia acompañado de proteínas de! huevo que luego debían ser extraidas. Entonces se decid¡6 comenzar por purificar el vjrus, con lo cual se lograron mejoras en la productividad y en la calidad del producto. Hay que tener en cuenta que al final del proceso se necesita purificar el interferón y que, por 10 tanto, cuanto menos se “ensucie” el medio menos pasos de purificación serAn necesarios y mayor será el rendimiento global del proceso. Las etapas c) y d) no presentaron mayores dificuttades. e) Una vez obtenido el lote de produccihn, se realiza una purificación que puede ser parcial o total. En eI interferón crudo, de cada l#.OOO moléculas sdo una es de interfsr6n: esto representa una baja actividad especifica de 10.000 Ul/mg de proteína. Se recordará que cuanto mayor es ta actividad especifica, más puro es el interferón. Al comienzo se siguiú el metodo clásico de purificación utilizado por Cante& pero luego se introdujeron algunos cambios. En j983-1984,, un profesional del laboratorio fue enviado a Francia para trabajar sobre interfer6n gamma, cuyo m&odo de purificaci6n (absorción en gcido siiicico) no guarda similitud con el aplicable al alfa. Sin embargo, se plante6 la posibilidad de aplicar dicho m&odo para purificar a este 121 tiltimo interferbn; al hacerlo, se logr0 simplificar el sistema descrito por Cantell: al nuevo m&odo permite reducir en 10 veces el votumen a manipular (1 litro de interfer6n puro cada 10 litros de interferón crudo), obteniendo un interferón estabilizado y suficientemente puro para SU aplicaci6n local (l$). Si se parte de lO.#O Ul/mg, al pasar por un paso de purifiCaci6n con silicico se obtienen 100.000 Ul/mg; es decir que, al sacar proteínas contaminantes, aumenta 10 veces la actividad del interferón por unidad d8 masa. El paso al interfer6n inyectable requirió un mayor desarrollo de la fase de purificaci6n para lograr un más alto grado de pureza. Hay que tsner en cuenta que, 8n la ptoducci6n del interferón leucocitario de 1Q5, eI rendimiento del proceso -desde el volumen de interferón bruto que produce el leucocito hasta la obtenci6n del interfer6n purificado- 8s del 8U%, mientras que, 8n et caso del interferún purificado a la”, el rinde es apenas el 50%. Aqui también se experimentaron distintos metodos ya publicados hasta llegar al grado deseado de pureza. El interfer~n así obtenido fue enviado a algunos laboratorios internacionales -en particular al National Insfitute of Health de EE.UU.-, donde se valor6 y se corrobor0 su grado de pureza. Una vez purificado, el interferón se debe “titular” (o sea, se debe medir su actividad antiviral). Esto se realiza 8n el laboratorio de cultivo de tejidos, donde ademAs se hace cultivo de células y virus para los distintos proyectos en curso y donde, hasta 1989, se venian desarrollando los anticuerpos monoclonates para purificaci0n de la proteína recombinante. En un principio,cuando se llegaba a cierto grado de purificación del interferón -adecuado para su uso en aplicaciones externas- se liofilizaba y se lo enviaba a produccion farmacéutica; y, como Biosidus no tenía cAmara de liofilización, debía recurrir a un servicio exterior (que, por otra parte, sóto Pero más tarde se tenía experiancia en liõfilizaci6n de antibióticos). consigui6 cambiar et m&udo de purificación para evitar ese procedimiento, conservando la posibilidad de hacer stocks: la utilización de un alcohol (etilenglicol) en la purificaci6n permitió estabilizar el producto sin necesidad Este cambio significb un ahorro neto en el de pasar por la liofilización. costo del proceso. Ademås de las distintas adaptaciones y mejoras señaladas -que están en la base de los progresos observados en los rendimientos-, hay que mencionar aquí los esfuerzos tecnológicos inherentes al “escalamiento” de la producción. Al comienzo se hacían lotes de 1 litro y, al juntarse 5 lotes, se purificaban volúmenes de 5 litros: cada reaccion funcionaba con un pi-i y una fuerza iónica determinados, durante cierto tiempo, etc. Cuando se aumentó la escala de producci6n y se pas6 a purificar volljmenes de 25 litros, fue necesario cambiar los par6metros ya ajustados, comprar nuevos equipos.,. en suma, reajustar todo el proceso. Entre los obst&culos más importantes en el proceso de desarrollo se destacan las deseconomias externas provocadas por dificultades en el aprovisionamiento de insumos biológicos importados o en la provisión de Tai como en otras actividades productivas, aquí se requiere servicios. Esta importar ciertos insumos y equipus no fabricados localmente. necesidad choca con diversos problemas: desde retardos burocráticos que llegan a provocar e! descarte de material biológico (qu8 exige condiciones 122 especiafes de mantenimiento), hasta largos plazos en los tiempos de instalación y reparación del equipo importado. biológica Otro inconveniente que frecuentemente afecta a la produtión -que trabaja con organismos vivos- es el de fa deficiencia de los servicios eléctricas y de otros ínsumos básicos, como el agua y el gas. Par ejemplo, fas eventuales interrupciones en fa provisi6n de electricidad o simplemente el hecho de contar con una refrigeradora preparada para funcianar con 220 V constantes -condiciones que aqui son aleatoriasexponen af a accidentes que pueden provocar la pkdida de los microorlaboratorio ganismos de fas Mulas animafes o de fos virus, 5 por fo menos una perdida de sus propiedades bioldgicas. Esta vulnerabilidad extrema de fo biológico frente a la variabilidad de fos insumos normalmente ffeva a los focales a buscar prevenir dichos inconvenientes, fo que supone laboratorios inversiones suplementarias en infraestructura 5 equipos. Asi Biosidus, en su nueva pfanta, ha creido necesario disponer de tres congeladores, das de etfos conectadas a fíneas eléctricas distintas y un tercero conectado a un generador propio. 2.3.4. ~8rfoITI?~~C% del pfoceso f-fasta aqui se reseñó fa puesta a punto de fas principales etapas del Como se Señaló, se disponía de fa infarmación proceso productivo. tecnológica necesaria, sufrcientemante descrita en distintas publicaciones Científic% y en fos propios faboratorfos creadores d8 esa tecnofogía; sin embargo, fueron por demk signikativus fos esfuerzos locales necesarios para hacer funcionar afectivamente fa información original; asi, en ei proceso de cop&adaptací6n, se agregaron desarrollos propios que, segtin se vio, contribuyeron a optimizar fa productividad global del proceso y a disminuir los costos. Por lo tanto, para expficftar fo idiosincrático del esfuerzo tecnof6gíco fõcaf de “copia de una informach generada no basta con señalar su carkhr externamente”; es posible distinguir tamb%n , una seria de efementus presentes en este casw?studio: necesidad de un afto grado de integracibn vertical ‘fuera de programa” (que en los países industrializados no se observa porque los insumos generalmente son provistos por terceros), d&ficits en el funcionamiento institucionaf (problemas para abastecimiento de sangre y para importar insumos), relativa penuria de equipos, importante disponibilidad de mano de obra calificada y creativa (ya sea en tareas profesionales c5m5 artesanales), etcétera. 0 cea que se observan tres conjuntos de esfuerzos: aqu8ffos que tienden a repetir exitosamente un procaso ya conocido; otras que intentan compensar 5 salvar al menor costo posible obst6culos propios de nuestra estructura productiva, es decir, adaptar 81 proceso a las condiciones concretas; y, por rjftima, fos que tienen que ver con fa optimizacián def proceso en general y que incluso pueden aportar contribuciones de interh al estado def conocimiento en fa materia. La performance del proceso de copia-adaptach-optimízacih puede medirse, en este casa, por fa evofucih de los índices de rendimiento a lo largo del tiempo+ 123 Cuadro V.2. Evolución produccih Año Sangre trata+ (auffy-00ats) de los Índices de rendimiento del proceso de interferh leucocitario en Biosidus Producción (Unidades internacionales) 1982 6uox10” 1983 1.825 x 10’ 1984 1985 1986 1987 4.200 9.208 14.325 x 10” 8.951 8.649 15.217 x 10’ 12.185 x lOe La mechda se&nentación, corresponde de cada Fuente: Elaborado sobre Productividad (Unidades/B.C.) 0,3 x10” 0,5 x10” 0,7 x10* 1,56 x10” 1,70 x10” 1,40 xlos 2.940 x 10” l SI aproximadamente bufiyxoat se obtiene ia base de intoormacih medio litro de una concentración proporcionada de sangre final de dadores nor~~~ales. de leucocitos de 10 ctt:ml. Por por Biosidus. Los primeros resultados productivos se alcanzaron al cabo de un año de trabajo (sin contar el montaje del laboratorio, que ya había insumido otro año). Como se ve en et cuadro V-2., en 1982, por cada medio litro de sangre se obtenían 300.000 UI de interferón. Recien en 1985 se llega a obtener un promedio de 1,5 millones por medio litro, que es el nivel en el que se mantenía el rendimiento del proceso en 1988. Según la informacibn disponible, esos indices son similares a los de Cuba y Fintandia, donde en 1984 se producían 4 millones de Uf de interferón cada 2 litros tratados. Entre 19881987 se verifica una caida en la productividad: pasa de 1,?O a 1,40 millones/medio litro. Esto se explicarla por la disminucibn en el ritmo de produccibn (frente a las limitaciones de demanda) que habría aparejado un resentimiento en los niveles de rendimiento. Es que, mientras se mantiene (o aumenta) cierto ritmo, es posible ir ajustando detalles que etevan la praductividad, mientras que si se discontinúa (o diSminuy8) se En ta producci6n biolágica esto es manifiesta un fenómeno inverso. particularmente notable. La conservacián de las cepas (en este caso del virus inductor) guarda eStr8cha relación con el ciclo de producción porque en él se van seleccionando las mejores; ello determina que toda discontinuidad pueda acarrear un drástico rezago tecnolbgico difícil de revertir (particularmente en la productividad de las cepas empleadas). Este problema se ha puesto de manifiesto en las dificultades para rehabilitar en el país la fermentackn de antibWcos, luego de años de interrupcibn de esa actividad. la producci6n inicial (1982) fue de 600 millones de Ul y durante 1965 1986 se alcanA el mayor nivel: 14.300 y 15.200 miliones respectivamente, con un pico mensual de 5.000 millones de UI ern 1985. En 1988, sin embargo, la producción mensual no superaba los 1 SU0 millones (se destinaba tanto para ventas a Sidus como para investigación clínica y Esta disminución en los niveles de actividad ya venía farmacol6gica). insinuándose desde 1986, por la necesidad de ajustar la oferta a los niveles 124 reales de demanda. En 1988, ante ta inmínencia del lanzamiento al mercado del interfer6n en forma inyectable, se plantea la necesidad de elevar sustancialmente ia producei& (hay que tener en cuenta que tas Ul de un ge! antivira! se cuenian en decenas de miles, mientras que en ef caso del inyectable para oncología se cuentan en millones). 2.3.5. Algunas limitaciones en la produccih de intetferh leucocitario y la búsqueda de caminas alternativos de producción de interfer6n En principio, el abastecimiento de sangre -dei que depende inevitablemente la producción de interfer6n a partir de leucocitos puesto que estas c6lutas no se multiplican en cultivo- no constituía una restriccicin en la capacidad de producci&, porque el mercado toca1 de antivirales -al que se destinaba con exclusividad et interFer6n de Biosidus hasta 1989 es retativamenta pequeño. Para no sucede lo mismo con oncología, donde las ventas del producto de Schering-Plough llegan actualmente a rondar las 5.000 millones de unidades mensuales. En 1988 Eiiosidus comenzó a aumentar la provisión de sangre con Ia mira puesta en ese mercado; pero, de todos modos, SB podian anticipar dificultades ligadas a la recolección. Es que en Argentina -a diferencia de paises como Francia o Cuba-, no hay ningún tipo de plan nacional de sangre, la donacibn voluntaria es limitada y cualquier utiiizaci&I masiva de este recurso se torna problem&ttica. Otra dificultad inherente a la obtencibn de interfer6n a partir de leucocitos -apenas compensada por la alta actividad específica de ta mokula y su alto valor unitario- es el costo del proceso que debe tratar varias decenas de miles de litros de sangre para obtener un gramo de interfer6n puro. Finalmente, el origen sanguineo del interfer6n exige poner en práctica múltiples y caros controles y puede plantear cuestiones de confiabilidad dificiles de contrarrestar. Teniendo en cuenta todos esos elementos, Biosidus decidi buscar caminos alternativos (0 complementarios): por un fado, la producción de interferbn a partir de linfobtastos; por el otro, y fundamentalmente, una fuerte apuesta por el d8sarrOllo y dominio de una técnica muy potente como la ingenieria genética. Con respecto a ta primera alternativa -que sigue siendo una via natural como la del interfer6n kucocitariose trata de la mencionada técnica utilizada por la Burroughs Wellcome (Inglaterra) que posee la ventaja de emplear células humanas inmortales y capaces de multiplicarse en cultivo. Eliosidus compr6 en EE.UU. la línea celular correspondiente a un precio aproximado de 2.ooO dólares y desarrofl6 la producción por este método El paso a una escala mayor no está exento de a pequeña escala. problemas (requiere el dominio de la fermentacibn masiva de cSiMas, tecnoiogia que actualmente estA en plena difusi6n mundial), pero la firma par8ce retenerlo como alternativa potencial. Tomando como referencia las dos grandes etapas del proceso de obtencidn de interferón Isucocitario (producci6n y purificaci6n), las alternativas tecnol6gicas mencionadas significan una modkaci6n completa de la primera fase y sblo parcial de la segunda. La via del ADN recombinante implica disponer de una cepa bacteriana a la que se ha dotado de la capacidad de producir interferón en grandes cantidades, fermentar, extraer 125 la proteína y, recién después, pasar a la etapa de purificación. Por lo tanto, es en la fase de producci6n donde la ingeniería genética aporta ventajas decisivas, p8rmitiendO la produccibn masiva de proteinas. Con respecto a ia etapa de purificaci6n, en el interferón feucocitario lo que contamina es el medio de cultivo, formado fundamentalmente por suero humano, 0 sea, con proteínas humanas. En cambio, en el caso del recombinante, el interfer6n no es expulsado al medio sino que queda dentro de la bacteria y es preciso ‘romperla’ para liberarlo; por ello la contaminach proviene de proteinas bacterianas y la purificacion de este producto -para su empleo en forma inyectable- debe asegurar la total Así, mientras que se considera eliminación de esos componentes. suficiente que el interferón inyectable natural tenga una actividad específica de 10’ Ul/mg, en el caso del inyectable recombinante se debe obtener un interfer6n totalmente puro, o sea 2 x 10 8 Ul/mg. Esto significa que en la purificaci6n del interferón recombinante la recuperaci6n no excede el 30% (por cada 1OO molkulas que sintetiza la bacteria se pueden recuperar solo 30). Por otro lado, los métodos de purificaci6n usados en ei caso del recombinante son más sofisticados y caros, como es el caso de los anticuerpos monoclonal es necesarios. No obstante, las dificultades señaladas en la producción de interferón leucocitario no deben hacer pensar necesariamente en un desplazamiento total de esta alternativa tknica a favor de la via microbiana. De confirmarse ciertas diferencias observadas entre las actividades biológicas de ambas moléculas (natural y recombinante), el interfer6n natural podria mantener su vigencia para algunas indicaciones terap&uticas. Ademk, si bien muchas empresas en los paises industrializados han abandonado la via natural, una serie de países perifkicos interesados en la producckn de interferón podrían considerar la vía Ieucocitaria como Ia más conveniente Porque la producción de o directamente como la única accesible. interferón por ingeniería genkica supone la movikación de considerables recursos financieros y científico-tknicos y ~610 se r8ntabika a partir de cierto tamaño de mercado (o como parte de un mix m&s amplio de productos). Esta situación podria valorizar la experiencia adquirida por Biosidus en la producción de interferón leucocitario, al dotar a la firma de la capacidad de transferir una tecnología relativamente simple, incorporable por centros de hemoterapia no especialmente sofisticados y, por lo tanto, adaptada al nivel de desarrollo de países no industrializados. En resumen, en la actualidad Biosidus elabora rutinariamente interferón a partir de gl6bulos blancos, prkticamente domina la tecnologia de producci6n de interfer6n a partir de linfobtastos y est& poniendo a punto la vía fermentativa que p8rmitiría obtener grandes cantidades, bajar costos unitarios y no depender de la provisión de sangre. En el siguiente apartado se verá cómo ha sido posible este ultimo desarrollo que, entre otras cosas, signific6 adquirir la capacidad de ‘armaf una cepa bacteriana con un objetivo determinado (la producción de interferbn) y acceder al dominio de una tecnologia de recombinación gen&tica aplicable a la producck de otras proteínas titiles, a la elaboracidn de diagrhticus en el campo de la satud y a otras actividades ajenas a ese sector. 126 3. El Ítierferdn dr ingenierfá su economÍu genbtica: desarroh y pmduccibn. El proyecto de desarrollarel interferck rewmbinante surp en 1981, cuando aún se estaban construyendo los primerros laboratorios para pfoduccibn de interfer6n ieutiario de 10 que seria Biosidus. tiay que t8fW 8n Cuenta qU8 MI í980 6iogen ya había anuncjadu en oOnfW8ncia de prisa la O&t8V?Cih de bact8rias que producfan interfercsn. Por otra pnrt8, 8ra conocido el empei?o da G8n8WCh por conseguir 81 donado de esa proteifla, iu8gO de haber logrado el d8 la insulina en 1979; pf8CiSam8nt8 en 1981 se publican bS trabajus de ese iaboratorb nOti8am8fiGlM mo$tfando qu8 habla podido aislar 81 gen d8 interfefórr. i.a inmin8ti8 8mW$enCiéí de un nu8vo rdtOd0 pafa Ía ~fOduC&rI de int8ffW6f78fl gGUl8SCaÍa, CWl COStOS hCOmpafabl8m8nte lTlWOf8S que bS d8 la pfaducción de i17terf8& leuWCitar& colocó a la firma local ant8 el riesgo d8 afrontar una @ida obsolescencia de su tecndagía Al mismo tiempo, la disk5n del know-how involucrado en ese avance tecnol6gico abti la posibilidad d8 ensayar to&?I8nte 81 ctonado de la prot8ha Esto explica en buena medida la decisión de 8ncarar et proycbcto d8 interfer6n recòmbinant8, wti8lam8rrt8 al de inteffe& ~euoocitario, Con k qU8 68 plantea la neoi&! de dasarrollar localment8 Ia cepa mCDmbinarrt8, el pfoCe$O de kfmWt&&l y 81 d8 pWificaci&I. Se cr8a 8ntonc8s el Woraturio de biologfa mokular, dirigido actualmente por 81 Dr. Jorge Zwopulos, Este bioquimico se había recibido en 197Uy, luego de trabajarCOMOinv8Stigador a nivel acad&ko, emigr6 a EE.UU. en 1976. Allí trabajb en microbiologia básica y awedi6 a las t6crbS de ing8ní8ría g8niitiCa. En 888 momento Ssta t8CnOtogÍa r8Ci&I com8nzaba a maiwjatse en itIv8stigacÍ6n y 8Ml pocos 108 grUpOS -entre eHos Genente& qu8 intentaban utilizarta con una ofientaci6n pfoducGva En 1981 Zorropufos regresa a Argentina, se relaciona con Sidus y junto con otro bioquímico (Carlos Denoya, quien emigra a EE.UU. al cabo de dos afios) conforman el laboratorio d8 biologia molecutar, En si proyecto de intwf8r&1 recombinante participarAn adam&s dos tkniis y m&i tarde -en t987- se inoorporar~ un Wogo. La tarea emprendida presentaba por 8ntonces unA s@ri8 d8 obskos, dados los limitados recuws tknicos disponibl8s localmente y k novedoso de1 desarrollo teWO!&$Co qU6 68 intentaba r8pfodUCir (Pr 8j8mpb, no había reglas general8s estandarkãdas y acéptadas para lograr la 8xpresián). Pero, como la tknica empleada por los grupos de avanzada estaba descrita y publicada, se comentb tratando de r8producír 8n 8f laboratorio la información disponible. 3.1. Estudio de las etapas del desarrollo En el Anexo 1 del apartado 5 se describen 8n detalle las distintas etapas qu8 condwxtn a la expred6n de una proteína 8n bacterias y a su utilizati& 8n la pftiucci6n masiva da 8sa mol&xla En el Anexo 2 del mismo apartado se hac referencia al desanolio pionero de interk6n recombinante hWo por Biogen, d8SWibi8ndo sucintamente Io6 condioionantcss, ias etapas,l0s tiempos y los recursos insumidos. E1camino qus sigui6 el equipo de Biocidus se inici6 tres años después del comienzo de la investigacion en aquel laboratorio europeo. Al considerar aquí las condiciones que hicieron posible el 6xito y los tiempos y costos de la estrategia seguida, se verá que Bsta no fue una mera copia de los pasos pianeros (lo que hubiera demandado recursos inalcanzables y un tiempo mayor), sino que combinó originalmente copia y aprovechamiento de los “atajos” que van surgiendo a medida que se difunde y estandariza la tscnologia 8 innovaciones propias. Como señal6 uno de los investigadores, ‘. . . la realidad es que nosotros nos iniciamos como copiadores y terminamos haciendo cosas originales”. El trabajo comenx6 a mediados de 1981 y durante un ano se compraron equipos y se experimentaron técnicas. En noviembre de t9Bl se realizó el primer experimento y se empezaron a ensayar sistemas clásicos no dirigidos especificamente a la abtenci6n d8 interferón: extracci6n y purificacikt de un pl&smido, corte con una enzima de restricción, ligamento de dos pedazos de ADN, etc. Asi se logr6 montar y reproducir las tknicas básicas. Denoya en el Centro de Virologia Animal (Cevan-CONICET) y Zorzopulos en EE.UU., habían practicado previamente algunas de esas tknicas; o sea que, al principio, se trat6 de reproducir en Siosidus tknicas ya conocidas. Pero en el desarrollo posterior se fueron planteando problemas nov8dosos en cuya resoluci6n intervinieron distintos factores que hacen al tiempo y al costo involucrados en este proceso. A continuación SB presenta una descripción somera da las distintas etapas transitadas. 3.1.1. Aislamiento del gen Cuando se encara esta tarea el interferón ya había sido descrito por tos grupos de punta a nivei internacional; su secuencia se conocia y se habia publicado. Esto fue determinante porque permitió elaborar para el aislamiento una estrategia sencilla y muy distinta de la que habían tenido que seguir los grupos pioneros. Inicialmente, los grupos d8 avanzada solo sabian de la actividad antiviral det interf&n, pero ignoraban su secuencia: la única conexión conocida entre el gen y la proteina era una actividad biolbgica detectada, Por lo tanto, para aislar un gen tuvieron que cortar el ADN, clonarlo en un plksmido y realizar un trabajoso screening hasta obtener un plásmido con cierta actividad antivirat. Recién entonces supieron que tenia un fragmento que contenia muy posiblemente el gen de interferón; a partir de alli pudieron aislarlo y obtener su secuencia. Este penoso trabajo de seieccián -en las condiciones tkcnicas de fines de los setenta- insumi6 varios años y mucho dinero. El equipo de Biosidus en cambia, como ya conocía la secuencia, pudo seguir un Ftinerario más corto: sintetiz6 una pequeña parte de la secuencia para utilizarla como “sonda” (detector), consigui6 una biblioteca de genes humanos (pedazos de ADN clonados en plásmìdos, donde hay una gran diversidad de clones que representa el total de genoma) yr utilizando aquella sonda, pudo reconocer directamente la existencia del gen (que quedó entonces aislado). Hay que aclarar que este prOc8dimientO se emplea corrientemente cuando se trata de aislar un gen cuya secuencia se conoce de antemano, 128 ya que pwmite realizar un by pass en et largo proceso de aislamiento por actividad biol@ica. En tos tiltimas años han aparecido otroS m4todos de S8t8&6n, mas simples y r&pidos: asi, t0 que en ioS años setenta implicaba un arduo trabaja de años, a fines de los ochenta se realizaba en un mes.. En esta 8tapa surgieron dos diftcuitad8S que se superaron con ayuda externa. ta primera tuvo que ver con la fabricacibn de la sonda. En ese momento esta tarea era muy artesanal y s8lo se pdían sintstizar oligonucMtidos de hasta 20 nucleátidos. Las opciones entonces eran: montar esa t&r~ica en eI laboratorio -lo que, desde el punto de vista d8i equipo local, significaba una gran inverSi6n de esfuerzos en un desarrollo de utilidad puntual- o comprar la sonda a un precio elevado, Se opt6 por una variante de esta segunda alternativa: conseguirla a travk d8 un acuerdo con un investigador conocido que trabajaba en el exterior precisamente en sintesis de oliQOnud8ótidos. Actualmente esta tarea se puede realizar en pocas horas con un equipo computarizado que SinMiZa autOmátic3m8nte oligonucle&idos de 300 a 400 nude&idos. El segundo aporte externo provino de otro investigador que proporcionó la biblioteca de genes, con Io cual se pudo ahorrar ei trabajo de constiuiria. 3.1.2. Expresic5n Una vez aislado el gen, el paso siguiente consistid en introducirlo en una bacteria a fin de que 6sta sintetizara la proteina. Y hay que recordar aquí que para ello no basta con introducir el gen en un vector encargado de incorporarlo a la bacteria; 8s preciso que Bsta pueda copiar la s8cuencia del gen, reconocerlo como propio, cosa que s6k es posible si la bacteria encuentra en el vector de expresión cierta secuencia regulatoria que es preciso construir (porque 8s una combinaci6n d8 la secuencia del vector y de la de la propia bacteria). Cuando en 1982 se pubiiû6 81 trabajo de Genentech anunciando qU8 ya tenían expresibn d8 la proteina, en Biosidus reci6n se habia comenzado a trabajar en el aislamiento del gen, de modo que cuando esto se logra, ya habia varias pubkaciOn8s y cierto conocimiento Sobre timo llegar a expresarlo. Ademas, distintos laboratorios de investigacibn en el mundo disponían da varias sacuencias regulatorias Titiles. Por otro acuerdo externo, Biosidus pudo conseguir un vector de expresi6n que tenis -accidentalmente señales de regulación distintas a las que habian utilizado Genent8Ch y &Ogen. Por otra parte, era necesario modificar el gen para que encajara en esa secuencia reguktoria, lo que obfigaba a sintetizar una frac&n del gen. Como Biosidus no estaba en condiciones de hac8r sbtesis d8 oligonucleb tidos, se utiliz6 un mbtodo enzimática, de aproximaciones sucesivas. El resultado -en cierta medida azaroso- fue una construccibn con rasgos distintivos y no particularmente desventajosos con respecto a Ios obtenidos por las empresas extranjeras que si tenían acceso a la sinteSis. Lo interesante del caso 8s que, por una limitacibn de madios, 8s utiliza un metodo más artesanal y lento, a pesar de lo cual se Ilega a resultados satisfactorios; esto ilustra el tipo de “espacios de libertad” que subsisten 8n campos de la investigacibn biotecnolc5gica en bs cuales 81 conocimiento cientÍfimtecnol6gico es aún incipiente, lo que da cierta oportunidad de 129 entrada a grupos de lyD que trabajan 8n condiciones subóptimas en comparacián con los grupos de punta. Finalmente, en 1983, se llega a disponer de un clon con el gen di intetfer6n alfa 2. Desde el montaje del laboratorio (etapa que, como se seña@ insumi6 un año) hasta el logro de la expresi6n habían pasado unos tres años de trabajo. 3.1.3. @iimiz&ción de la exprwsi6n Una vez que se Mg6 a una.construti& que sintetizaba la proteína se trat&de optimizar esa expresi6n, es decir, de aument’ar la producción de protwina por la bacteria. se dio una serie de pasos, algunos en el tsrreno de la ingeniería genka, otros 8n 81 de la gen&ica cksica y otros en 81.de ta fermentación, En IU genetico se tratb de ir cambiando las características da fa bacteria, de manera que degradara menos el producto, que reconociera mejor la secuencia y que copiara m&s rApidam8nt8, etc. Se obtuvo una bacteria con expresi6n mucho mayor que la inicial. El primer clon de Biosidus expresaba 170 UJIde inteiferón/ml de cuI-i¡vo; af cabo de dos años se Ilegb a un clon de 2OO.ooO UI, que es un índice de exprwsi6n cercano a los informados por los laboratorios de punta. En un desarrollo posterior (1989), tendiente a mejorar los resultados previamente alcanzados, se llegará a Obttener un nuevo Clon capaz de producir hasta un millbn de Ut/ml. 3.1.4. Puesta 8 punto de la f%rm%nt&h El país cuenta con cierta experiencia en materia de fermenta&& clåsica, pero la f8rmentaci6n de una bacteria recombinante plantea problemas completamente distintas (en tiempo, volumen, calidad, crecimiento de masa celular, scaling-up, etc.). En este caso, la fermentaci6n dura pocas horas, se realiza en vasos de pocos litros y no hay grandes riesgos de contaminación; las fermentaciones cl&icas, en cambio, pueden durar varios dias, se efectúan normalmente en grandes tanques y la prevención de contaminaciones 8s un aspecto crucial. Una vez resueltos esos prObl8mas específicos se pasb a estudiar en forma sis?em&ttica los partimetros basta llegar a las condiciones óptimas de fermentacibn. El scaL&-up se resolvi con bastante facilidad, porque la diferencia entre el f8rmentador de prueba y el de produccidn no 8s significativa (uno y cinco litros, respectivamente). Por otra parte, debido a los desarrollos originales hechos en las fases previamente descritas, una de las construcciones bacterianas obtenidas presentaba atgunas particularidades con respecto a las conocidas a travk de pubkacion8s: la expresih 8s constitutiva (no precisa inductores), tas c8pas producen continuamente sin que s8 llegue a niveles Wcos (las bacterias no mueren) y se Obtienen concentraciones comparables a los sistemas clãsicos. Por lo tanto, con estas cepas se puede hacer fermentación semicontinua 0 continua. La fwmentaci6n continua permite usar fermentadores p8queños, producir grandes cantidades (ya que el producto se va reciclando continuamente) y disminuir los tiempos “muertos” y de preparac¡&, con lo que los cwtos en esta fas8 de producción 88 reducen sensiblemente. El grscficõV. 1. ilustra &mo evoluciwrarun los nivele8 de productividad de inWrfer6n recombinante 8n Ia distintas 8tapas de! desanollo, cuantificando las contribuciones r8spectivas de ias tecnicas de ingenieria genetica, geMica cEska y fermentacibn. yable, Llegados a ese punto, la aplicación de técnicas de genkica clásica y el mejoramiento de las condiciones de fermentacibn (cambios en la composici6n del medio, aireacidn, etc.) hacen posible dar saltos menores (en el primer caso la productividad se multiplica por 10, y en el segundo caso por 2,5); sin embargo, esos saltos resultan muy significativos en volumen porque se parte de un nivel de productividad elevado. En ese momento puede Ilegaa a ser más rentable poner el acento en este tipo de mejoras, en lugar de continuar exclusivamente en el terreno de la ingenieria genética, si se estA ante ta necesidad de jerarquizar esfuerzos de investigación (como sucede corrientemente en condiciones de relativa escasez de recursos). 3-Z. Reflexiones sobre ei desarrollo A partir de ta descripci6n de las distintas etapas del desarrotlo de interfekn recombinante en Biosidus, se observa que para llegar al clon adecuado para la fermentación a escala industrial hubo que resolver una serie de problemas dosconocidos. Es cierto que en principio se partid de un conocimiento de ias tknicas de base adquirido en experiencias anteriores en institutos púbticos de investigación y en el exterior. Pero luego hubo que enfrentar y resolver cuestiones sobre las que no había una experiencia previa (ni propia ni en general en el psis); esto se logr6 a trav& de la copia Q utilización de iilformaci6n y modelos conocidos {ya desarrollados en el exterior), del recurso a “servicios externos” (generalmente informales) y, en buena medida, de la experimentación y creatividad propias. Con respecto a la utilización de informacián conocida, la técnica empleada por los grupos de punta estaba bien descrita y el acceso a ella no result6 problem&.tico. La información se obtuvo de revistas a las cuales la firma estaba suscrita o que se hallaban disponibles en bibliotecas de libre acceso (Universidad, Fundación Campomar, etc.). t-lay que destacar que en el escenario internacional lo decisivo para cualquier firma es “Ilegal primero al producto, patentar su uso y asi excluir a 10s competidores; en esa carrera, la difusibn de información “en el camino” no las hace mAs vulnerables yt de todas maneras, es dificil de impedir. En el presente caso, aunque la difusi6n de la secuencia del intwferán -que habia sido identificada por Biogen y Genentech- permifib a varios grupos (entre eNos Biosidus) lanzarse con faciiidades tras eI mismo objetivo, ei hecho es que el avance decisivo con que contaban los dos grupos pioneros les permitió Ilegar primero y consolidarse monopólicamente en los correspondientes mercados. En lo que respecta a los ‘servicios externos”, vale aclarar que Biosidus no contrat6 asesores externos. Sin embargo, se ha señalado la importancia de determinadas contribuciones externas puntuales a través de acuerdos (no *institucionales” sino informales) con inveStigador8S del exterior. Es muy importante subrayar que la información -no solamente en forma de publicaciones sino tambidn incorporada al material biol6gicocircula muy fkilmente y se convierte, por lo tanto, en un insumo de primer orden obtenido en forma poco onerosa. 032 Finalmente, 8s tambibn evidente la importancia que tuvo la capacidad innovadaa propia en ta performance tecnoldgica de Biosidus. Esa capacidad se asienta en dos pifares: por un lado, 8n al propio equipo cientko y en el financiamiento de sus necesidades desde el punto de vista del equipamiento, ia informacih, el acceso a congresos, etc.; por el otro fado, en eI vínculo Ofg&niCo existente -en et pasado y en el presente- entre este equipo científico y el sistema cíentiWacad6mico nacional. Es8 conjunto de condiciones condujo a un sendero innovativo original, que come& utilizando y r8producíendO localmente informaci6n dis punible, lo que permitió articular una estrategia de incOrpuraci6n d8 ‘paquettes” externas fácilmente accesibles que, de ser asumidos localmente, hubieran exigido largas experimentaciones sin rbditos tecnológicos significativos. Por eso, el camino por el que este equipo lleg6 a la expresidn del gen de interfer& en bacterias fu8 distinto a fos ensayados por Genent8ch o Biogen y la construcci6n bacteriana final tambi4n parece diferir de los sistemas conocidos. 3.3. Tiempos, cosfos y estrategia involucrados m el d8sarruh Es intereSante ahora intentar cuantificar los tiempos y recursos empleados en las distintas fases del desarrollo, ya que puede servir para estimar aproximadamente el orden de tiempo, de recursos humanos y de inversi6n necesarios para llevar adelante localmente un proyecto de producción de proteinas por ADN recombinante. El tiempo se puede calcular dascomponi6ndolo por etapas sucesivas: a) montaje del tabwatorio y de tknicas básicas: un año; b) aislamiento dei gen: un ano; c) expresi6n: dos años; d) optimiraci6n de la expresi6n: dos años. Hasta aquí contabilizamos seis años de trabajo en total. Ese tiempo puede dividirse, por un lado, en cuatro a?ios de trabajo de un equipo por el que circularon cuatro personas dir8ctam8nt8 afectadas al desarrollo del interferdn alfa recombinante: dos bioquímicos dodorados, con cierta experiencia previa (uno de ellos emigra al cabo de dos ahos de comenzar la experiencia) y dos tknicùs (uno de ellos también deja el proyecto af cabo de dos años). Por otro lado, se estima que ei desarrollo de las faS= de fermentación y purificación habrá insumido dos aîios de trabajo de una bi&oga, dos bioquímicos y tres t8cnicOS. Aquí no s8 toma en cuenta la experiencia en purificacM del interferón natural acumulada anteriorman% y que ohiamente acortb mucho el tiempo de desarrollo de la purificación del recombinante. Más altá de esta estimaci6n de tiempos y personal involucrados (que, de Mas maneras, es ~610 aproximada, ya que la dedicación al proyecto del personal mencionado no fue exclusiva), resulta muy probl8mátim una contabiliracibn de detalle de fox gastos en infraestructura, equipos, insumos, etc., qu8 correspondieron específicamente af d8SarrO1lO del proyecto de interferbn alfa 2 recombinante. Parece m&i sensato hacer una estimación partiendo del gasto global de la firma: sí se considera qua al laboratorio de biología molecular absorbe un tercio de los gastos corrientes (salarios e insumos varios) y un quinto de la infraestructura y equipos dis- 133 ponibles, elfo equivale a atribuirle un requerimiento en Infraestructura y equipos de aproximadamente 4oo.ooO dblares, más gastos corrientes acumulados en seis años del orden de los dos millones de dólares. Si dentro del costo del proyecto de interfer6n recombinante se toman en cuenta las actividades de los taboratorios de cultivo ‘de tejidos y de purificaci6n relacionadas con 81, se llegaría a un costo estimado global cercano a los tres millones de d6tares. Confrontando estos tiempos y costos con los correspondientes al desarrollo pionero de bgen, se constata que el tiempo utilizado por Biosidus para llegar a resultados comparables con los de aquel laboratorio de primer nivel fue aproximadamente et mismo, pero con una enorme diferencia de costos. Obviamente, esa diferencia marca ta distancia que va entre una innovaci6n que desarrollb un nuevo proceso para producir una proteína y una innovacibn (desde el punto de vista de nuestro país) que se limit6, en buena medida. a reproducir localmente aquel proceso ya conocido a nivel mundial. Claro que el mayor costo de la innovacian original se compensa con la conquista de una posici6n monopólica que hace posible la aptaci6n de rentas extraordinarias en los mercados m&s importantes., Pero hay que señalar también otro factor que est& induciendo una notable dismirki6n de los tiempos y costos en 10s desarrollos basados en la ingenieria gen&ica: la acelerada evoluci6n de esta tecnologia, que entra ahora en su fase de madurez. En efecto, el progreso vertiginoso de la biologia molecular ha ido poniendo continuamente a disposicihn de los laboratorios nuevas técnicas que permiten reducir crecientemente los tiempos y costos de tyD. Actualmente, el aislamiento de cualquier gen se puede realizar 8n un lapso de 3 a 6 meses, cuando hace tan ~610 una dkada se trataba de toda una proeza que podía insumir varios años de penoso trabkjo. Como se vio en la primera parte, la estandarización de tknicas Mes en ingeniería genética, su rápida difusi6n y comercializaci8n a precios cada vez m2ts bajos, la aparici& de laboratorios de servicios que elaboran “a medida” y venden vectores de donado y sondas y que comercializan kits de reactivos, etc., son todas condiciones que simplifican y toman cada vez más accesible la producci6n por ADN recombinante. Es interesante subrayar, entonces -desde el punto de vista de una produccibn local y de ta eventual capta&% de mercados exteriores no protegidos por sistemas de patentes-, que et donado de una proteína recombinante puede encararse en el psis no mucho después del desarrollo original, a un costo sensiblemente inferior y al alcance de una firma mediana local {dejando de lado toda consideracidn sobre mercados, rentabilidad, etc.). Esto es posible bajo ciertas condiciones que hacen a la estrategia tecnofógica-comercia+ de la firma local. Al buscar reproducir un proceso ya desarrullado previamente para fabricar una protaina con un mercado asegurado, el riesgo (y con ello el costo) de la innovaci6n se reduce enormemente: por un lado, ya se ha demostrado internacionalmente la utilidad terapktica de la molkula en cuestián, por lo que se trata de penetrar un mercado virtualmente abierto sin necesidad de financiar las costosas fases experimentales (ia desventaja aquí es que en los mercados centrales se está en presencia de firmas monopc%as, por lo que se apunta a un limitado ntimero de mercados secundarios); por otro lado, no sdIo ya se ha demostrado la viabilidad de 134 producir la proteína por ADN recombinante, sino que tambidn se difunden parcialmente tos caminos óptimos a seguir. Aun asi -tratando de r8prOduCir un proc8so ya puesto a punto en el exterior* el equipo local siguib una estrategia de subcontratacibn de partes del desarrollo (sobre la base de una ‘red’ informal de consubes wxtemos), lo que parece haber disminuido los costos globales dei wmprwndimiento. Pero wsa estrategia pudo formularse y se pudo captar rApida y, en gran medida, gratukamwntw parte del largo y Costoso aprendixajw de los grupos pioneros porque estaban presentes al menos tres condiciones: cierta consistencia científico-t&cnica del grupo local, un vínculo fluido con ei sistema científico local e internacional y ta seguridad de un financiamiento sostenido. Lo primero refiere a la necesidad de Contar Con infraestructura y wquipos adecuados, pero sobre todo Con un equipo de profesionales de buen nivel, con cierta expariancia, con fkil acceso a bibliografia 8SpaCidizada, con posibilidad de cierta participación en seminarios y conferencias nacionales e internacionales, ate., y que poseen la ‘inteligencia globai” del proceso a desarrollar. Esto ultimo BS lo importante: el equipo cientifico domina el conocimiento tecnol6gico global y, gracias a 8sa capacidad, puede diseñar una estrategia selwctiva que, entre otras cosas, contempta ta subcontrataci6n de algunas etapas del proceso. En segundo tkmino, el vínculo con WIsistema científiCo no s6to tiene que ver con la provwniencia de tos investigadores, sino Con una política deliberada de preservar y ampliar ta intervenci6n del equipo tecnológico en aquel medio: actividad acadbmica, dictado y participac& en SeminariOs, pubkaciones, admisibn de becarios, etc. Estos dos primeros puntos, que implican gastos considerables sin una finalidad productiva directa, pueden necesaria para recoger los bwnefkios mencionados. ser la condici6n En tercer lugar, 8s evidente que lo que posibilit6 wstw dwsarrol!o fue el financiamiento de Sidus, ya sea en forma directa o absorbiendo la producCi6n de 8iosidus a un precio superior al del mercado. Esto pone de relieve !a importancia de una dwcisi6n empresaria capaz de tomar riesgos en funci6n de una apuesta ‘eStratégiCaa cuyos r8sutiadoS S610 p&r&n medirse wn al mediano plazo, Finalmentw, seria conveniente señalar tos dos aspwtios mayores que se han mencionado como limitantes o, m&s bien, “rwtardatarios’ para el En primer lugar, ta disponibilidad de wquicumplimiento del proywcto. pamiBnt0 no fu8 @tima; Si bien 8s Cierto que lOS Caminos no cl&sicos a IOS cuales condujo wsa carencia permitieron, en este caso, alcanzar resultados interesantes, el hecho de Contar tempranamente con un sintetizador de oligonucleirtidos o Cun un fermentador wxperimental (que Sb10 sw compr6 en 1987) hubiera permitido avanzar m&s rApido y con mayor seguridad y obtener mejores resultados. De todas maneras, la invwrsi6n n8cesaria wn equipamiento no es muy elevada en esta área de IyD y, 8n al caso wn estudio, no parece haber grandes distancias con respecto al nivel de equipamiento de un laboratorio internacional de buen ni& La otra gran dificultad se refiere a la falta de personal experimentado. Ya s8 señal6 que WI proyecto de interfwr6n rwcombinantw sw inició con dos bioquímicos Con cierta experiencia previa y un tknico. Cuando se necesitb expandir el laboratorio, sur@6 el problema de la faIta de profesionales y t6cnicus farmados para el trabajo especifico; la mayoria del personal incorporado no tenis experiencia previa y debis formarse en el laboratorio. 3.4. Balance final del proyecto de interferón recombinante A fines de 1989 fa puesta a punto de la fase de producci6r-1 (desarrollo de los clones productores de intarferbn y ajuste de las condiciones de fermentación) estaba prácticamente resueka y s8 había comenzado a producir lotes de interfer6n para su purificac& Puede decirse que ya se había logrado el desarrollo del interfer6n recombinante para uso local (cremas y geles, donde se emplea en un estado de relativa impureza) y que ya estaba en curso una prueba clinica. En cambio, su empleo como inyectable (sobr8 todo en oncologia) no estaba resuelto; todavía se trabajaba sobre el proceso d8 purificación de la proteína. El interferón inyectable -como ya se señal6 tiene requerimientos de alta pureza y exige controles más sofisticados. Ahora bïien, el atto precio a pagar por el anticuerpo monoclonal necesario para llegar al mAximo grado de pureza encarece enormemente la produccion de interfer6n (se estima que absorbe más del 50% del costo total); por esta raz6n, se había encarado su desarrollo en el laboratorio de cMas de 5iosidus. Al analisar la compekividad de la firma local, m6s que las diferencias de costos con los grandes laboratorios multinacionales hay que considerar el hecho de que el mercado del interfer6n recombinante está todavia fuertemente otigopolkado, permitiendo considerables rentas innovativas. Con esta morfologia de mercado, donde los precios no expresan directamente los castos de pruducción y donde tas tasas de ganancia son muy elevadas, las dif8tencías marginales en los costos no afectan sustancialmente la afta rentabilidad de los pocos productores. Tomando como r8erencia los precios actuales del interferón (cerca de los 30 dólares/mill0n de Uf), los costos de producci6n del interferón recombinante en Biosidus parecen ser comp8ttitivos. De todos modos, dada la existencia de un considerable margen de ganancia, la posibilidad de una progresiva caída en los precios internacionales no representa un riesgo importante para la firma local 8n el mediano plazo, sobre todo teniendo en cuenta que la presión competitiva en este mercado es 8scasa. No se dispone de información sobre costos de producci6n de los grandes grupos para poder confrontarlos con los de Biosidus. Pero, m& allA del problema que afronta transitoriamente la firma local, relacionado con la importacibn de monoclonales para purificaci6n -lo que ‘infla* mucho sus costos actuales- 8~sin contar con las posibles diferencias en las construcciones bacterianas -que en principio no serían muy importantes-, puede suponerse que no d8bería haber un diferencial de costos notable. Esto tiene que ver con la inexistencia de economías de escala significativas 8n plantas de producci6n de proteÍnas recombinantes -que son en cualquier caso pequeñas- debido a los reducidos volúmenes de una producción mundial que se mide en gramos. La planta irlandesa de Schering-P1ough tiene una escala d8 produccibn mucho mayor que la del laboratorio local. Peio, si se considera que con un fermentador da cinm litros Biosidus está en condiciones potenciates de abastecer de interferhn recombinante al mercado argentino en su totalidad, entonces ce comprende yue la distancia con r8specto a la escala óptima no puede ser abismal y, por fo tanto, ei impacto que pueden tener aquellas diferencias sobre los costos unitarios es seguramente marginal. Por otro lado, se trata de un modelo investigativo y productivo caracterizada por su flexibilidad (muftípropósito) y por la inexisfftncia de indivisibilidades importantes.23 salvo en lo que hace a la actividad de lyD. Tal ves aqui reside la deseconomh de escala más significativa para Biosidus, que se ha visto obligado a financiar durante varios años este desarrollo. En el caso de Biogen o Genentech, la escala de sus operaciones les permite amortizar m&s fácilmente sus gastos de IyD no ~610 por el mayor volumen de ventas de interfer6n recombinante y por ia captación “plena” de la renta innovativa gracias a su posición de liderazgo, sino también porque los gastos en IyD pueden amortizarse en un mix más amplio de productos y porque existe una sinergia entre actividades de lyD interrelacionadas. Esta situaci6n “obliga” en cierta forma a Biosidus a diversificar su horizonte de acci6n para asegurar un retorno a lo invertido en IyD (que difícilmente podria lograrse satisfactoriamente con un solo producto). MAS adelante se ver6 cuAles son esos otros proyectos y se analizar6 en qué medida ta flexibilidad de ciertas producciones biológicas y la diversidad de aplicaciones de los conocimientos de base que están en juego permiten justamente generar economias que relativizan el imperativo tradicional de la gran escala. 4. Situación global del proceso 4.1. Et mercado Iocal de intetferh del laboratorio innovativo en Biasidus y el posrergado autofinanciamiento El interkr6n materia prima producido por Biosidus es utilizado por Sidus para elaborar su producto ‘II”. Hasta i989 Bste se destinaba exdusivamente al mercado de antivirales, representando apenas el 2% de las ventas totales def laboratorio y el 1% del total de unidades vendidas (el precio de ‘IL” duplicaba el precio promedio de los productos comercializados por Sidus). En 1987, et mercado loca! de antivirales (contabilizando “Idulea’ de Elea, ‘IL” de Sidus, *Poviral’ de Roemmers, “Zovirax’ de Wellcome) represent0 en total cerca de 470.000 unidades, o sea, solamente el U,t% de! mercado farmaceutico total. Ese afro, las ventas de “It’ ascendieron a 83.500 unidades, es decir, cerca del 18% del mercado específico medido en unidades; pero, si se considera este mercado en valor, las ventas de “IL para 1967 -650.000 ddlares- representan el 24,5% del total (2652.000 ddlares), lo que muestra el alto precio unitario relativo del “IL”. La irrupción del interfskn de Sidus no signifiti por lo tanto un desplazamiento de otros productos antivirales sino m&s bien una ampliación del mercado específico. 23 La inversibn necesaria en infraestructura y equipos no tlega al millón de dblares; entre los equipos m&s caros podemos citar al sintetizador de oligonucle&tidos (4O.ooO dblares) y al fermentadar experimerrtal (35.000 d6lares). 137 Dada la estrechez de este mercado, se tornaba imperativo para el laboratorio el objjetivo de entrar en el mercado de oncología a traves del int8tf8rbn inyectable. Ahora bian, aunque Biosidus estaba tal ~82 en condiciones de proveer suficiente interferán laucocitario para abastecer el mercado interno -a pesar de las dificultades de abastecimiento de glóbulos blancos 8n las cantidades requeridas para el inyectable, obst&culo pfobabiemente insalvable en una persp8ctiva de expotiaci&, los costos de producci6n eran excesivamente altos. Esta es una de tas principales razones que dieron impulso a la alternativa de producción por ADN recombinante. Hay qu8 tener en cuenta que, desde setiembre de 1987, SCheringPlough viene comercializando en Argentina su intetfer6n inyectable r8combinante (“intrdn*), a un precio en farmacia equivalente a 18 d6lares la m8gaunidad,24 mientras que el precio en eI mercado internacional del interfer6n de leucocitos oscila entre 30 y 40 dolares la megaunidad. Se considera que el costo de produccibn de un millon de Ul de interfer6n r8combinante no superarla los cuatro dálares. En la comercialiracion del nuevo producto aparecen dos aspectos a destacar. Por un lado, los requerimientos de marketing del interferón -en tanto producto biotecnol6gico novedoso que, en algunas aplicaciones, debe mnvivir Q competir con otros productos o tratamientos tradicionales y que, en otras, implica abrir un mercado nu8v025-, han llevado a poner a un bi6logo al frente de las actividades de comercialización en Biosidus. Y las potencialidades del nuevo producto estAn dando impulso a una politica activa de búsqueda de mercados externos. Finalmente, hay que destacar que la actividad innovativa en 8iosidus no se ha limitado a la producci6n de interfer6n y a su suministro como materia prima a Sidus donde se produce la forma farmac6utica. At tratarse de una nueva mol&ula, se debió también trabajar con el departamento farmac&tico de Sidus en investigaci6n clinica de los interferones y en el desarro!jo de las formas farmac6uticas. La conversión da la proteína en un fármaco (terreno en el cual no existia ninguna experiencia) implic6 rssolver una serie de problemas (estabilidad, ausencia de toxicidad y pir6genos, formas de administración, aplicaciones...).28 De ahi que en 1988 ~610 un 40% del interfer6n producido por Biosidus se vendiera efectivamente como materia prima a Sidrrs y que el resto se destinara a experiencias ClÍnicas, aprendizaje 8n clínica, farmacoiogia, etc&era. En 1988 se catcufaba que los gastos operativos mensuales de Biosidus -incluyendo no ~610 los costos de produccibn de interfer6n sino tambibn los 24 Las ventas de “htrW llegaron en febrero de 1988 a 5.ooO millones de Ut, es decir unos 1oO.ooOd6lares. Se considera que Argentina representa hoy uno de tos principales mercados del producto de Schering-Plough. 25 Es el caso dsl herpes genital, para el cual no habia tratamientos indicados. 28 Es cierto por lo élem&s que en el país no SB realizan verdaderas pruebas clinicas que establezcan la eficiencia y no toxicidad de las nuevas drogas -y .el interfer6n no es una excep&n-,tomAndose como referencias habititantes las pruebas clinicas realizadas en los paises industrializados. Sin embargo, para el tratamiento de patologlas inexistentes hoy en aquellos paises -como el Chagas o la lepra-, una utilizaci8n eventual de interfarbn (gamma) deb8r8 pasar por una corroboracibn experimental previa realizada in situ. 138 de todas las actividades de IyD desarrolladas en el laboratorio, que absorben algo m&s del 60% del gasto total- ascendían a l#.ooO dhlares, lo que por lo manos duplicaba et valor de ventas. Dentro de ios costos variables de producci6n, los rubros que sobresalen son: en el caso de! interferdn leuc~~itario, ta provisi6n de sangre (alrededor del 3% del valor de produccián, incluyendo las bolsas que provee Biosidus, los gl6bulos blancos y los diagn6sticos) y tos reactivos para detecci6n de SIDA, hepatitis B y pir6genos; en el caso del interferón recombinante, los anticuerpos monoclonales para purificaci6n (que por el momento se importan); cabe mencionar tambi4n los distintos insumos utilizados en el proceso de purificación y et material de pllistico (importado) necesario para control o valoraci6n de interFer6n. Por Ultimo, los salarios totales de Biosidus representan un 50% del total de gastos. Sidus financió desde el principio toda la inversibn fija y los gastos corrientes y financia, hasta hoy, los gastos de Biosidus no cubiertos por sus ingresos. Pero, ademas, absorbe toda la producci6n de Biosidus a un precio superior al del mercado, lo que puede considerarse como una forma indirecta de financiamiento que ayud6 desde el principio a disminuir incertidumbres concernientes a la demanda.27 El financiamiento ptiblico directo fue limitado: la empresa se vio beneficiada por un crddifo de 6OO.ooO dólares (efectivizado parcialmente) otorgado por el Banco de la Provincia de Buenos Aires/BANADE en 1987 para equipamiento de su nueva planta; y en 1988 recibió un subsidio para investigacitjn del Centro Argentino-Brasileño de Biotecnología (CABBIO). 4.2. La itnperiasa diversificación: fertilidad cruzada, fkxibiídad y economías de escala y de kope” Se ha mostrado cómo el producto original de produación de interfer6n Ieucocitario se prolongó luego al interferbn linfobl&ico, al interferbn gamma natural, al de otras interleuquinas y al proyecto de gamaglobulina, aportando economías en todos ellos como tambidn en eí proyecto de int8rFer6n recombinante. Lo que sucede es que se va conformando un pool de conocimientos y experiencias relacionados con cierta linea de trabajo biol6gica (producción de proteinas a partir de sangre, su purihcación), que facilita los nuevos ampr8ndimientos, los cuales son, a su vez, imprescindibles para rentabilizar convenientemente la inversi& hecha en el proyecto original. Esa fertilización es cruzada, es decir, se da en realidad en todos los sentidos, lo que multiplica las economías resuttantes de la divers#k-acidn. Asi, por ejemplo, el aprendizaje realizado en el desarrollo del interfer6n leucocitario permitió luego lanzarse r&pidamenta a desarrollar el interfer6n gamma a partir de linfocitos T; y, reciprocamente, ta aplicac¡& 2T Es preciso subrayar que, a su vez, toda la actividad innovativa desplegada por 8iosidus probablemante ha tenido una oxternalidad considerable sobre el mejoramiento de la imagen de mercado del propio Sidus. No es aventurado suponer que la identificacÍ6n del laboratorio farmac6utico con este desarrollo cientifioo-tknioo ha contribuido CVI alguna medida a su exitosa performance comercial en los últimos aiios. del método de purificaci6n de este último al primero dio buenos y sorprendentes resultados. Asimismo, luego se pudo volcar toda la experiencia acumulada en purificación en el proyecto del recombinante. Algo similar s8 puede obsarvar en ingeniería genatica, donde el proyecto troncal de interferón alfa recombinante fructifica en desarrollos posteriores, como los de interferon gamma recombinanta y diagnósticos, y los proyectos de IL 2 recombinante e insulina recombinante. El proyecto de insulina es en principio un emprendimiento conjunto con Biobras (Brasil), con quien Sidus formó un joinf-ventire. En Biosidus se esth llevando adelante el desarrollo de! clon; la puesta a punto de la fase fermentattiva ta asumiria la firma brasileña, que dispone de una importante planta de fermentaci6n. El acuerdo tambihn contempla la transferencia a Biobras de la cepa desarrollada por Biosidus para producir interferbn. Entonces, en proteínas se han planteado modelos que tienen garantizada su llegada al mercado: la molkula ya fue descubierta, se conocen sus aplicaciones terap&ticas, ya está en 81 mercado y hay una difusión de la informaci6n tecnológica necesaria para su producci6n. Como ya se indicó, ello ti8ne que ver con la necesaria minimizaci6n de los riesgos (costos) de desarrollo. Las posibilidades de fracaso y los costos son bastante m$s grandes cuando se intenta clonar por primera vez una proteina ya conocida; y esas posibilidades serian aun mayores si de lo que s8 tratara fuera de ctonar una proteína cuyas aplicaciones terap8uticas no estuvieran claramente definidas. En el kea de diagnósticos -donde los mercados son más pequeños- los costos de desarrotlo son relativamente menores. Ademas, al no ser drogas de administración clinica, no están suj8tas a las exigencias y controles del aparato regulatorio público y su colocación en el mercado 8s más sencilla y rápida (el riesgo, por lo tanto, disminuye). Aqui Biosidus ha encarado proyectos de punta más originales y que, por ende, implican un grado de incertidumbre con respecto a su llegada al mercado. Los desarrollos en este campo estkn dirigidos a dos tipos de diagnósticos: unos detectan el pat6geno @robes) y otros el anticuerpo. El objetivo es producir a bajo costo diagn6sticos extremadamente rApidas. En la primera direcci6n, SB estaba trabajando sobre el modelo de papiloma (virus genital considerado responsable de la mayor parte de la patología cervical, incluidos los carcinomas), hepatitis 8, enfermedades respiratorias (Iocalizacibn 8 identificación rApida de virus que, como el adenovirus, causan ese tipo de enfermedades), diarreas infantiles, lepra, tuberculosis, control sanitario de alimantos (salmonella y clostriditrm), etc, En el segundo enfoque, ya habia algunos modelos desarrollados (hepatitis B, Chagas, adenovirus, papiloma). AdemAs de proteínas recombinantes y diagnósticos, el laboratorio de ingeniería genética tiene una actividad secundaria de control de las pruebas ctinicas -en particular de interferún- a través de procesos moleculares. Por ejemplo, logr6 desarrollarse un test que permite la detecci6n del virus del papiloma y el control in vivo del grado de ataque del interferón a dicho virus. Queda claro, entonces, que 8n eI campo de la ingeniería genkica la fertilizaci6n va m& allA de una línea especifica de trabajo. En el sector salud, s8 aplica a la produccibn y purificacibn de distintas pruteinas de 140 utilidad terap&tica, a procedimientos de diagn&ico, a vacunas, etc.; pero incluso trascienda a este Sector: su campo de aplicación potencial es en realidad Vansectorial parque se utiliza en agricultura (aditivos, enzimas, fermantos), energía (recuperaci6n de metales por microorganismos), etckera. El caso del interfer6n ilustra con bastante claridad tanto la generalidad de los nuevos procedimientos biotecnol&icos como asi tambien ia posibilidad de valorirar en una nueva actividad el conocimiento tecnológico adquirido en un desarrollo previo. Esta apreciación también vale para el caso de la insuiína. La insulina natural se obtiene de páncreas bovino y porcino por un proceso extractivo. La tecnología aplicada en este proceso no tiene nada que VW con Ia utilizada en la producci6n de interfer6n natural -salvo en la fase de purificaci&r- y, por io tanto, las unidades productivas respectivas, así como la formac¡& del personal intetviniente difieren completamente. En cambio, la producción por ADN recombinante parte de un desarrollo tecnoI6gico esencialmente similar, se realiza con los mismos procedimientos técnicos båsicos y se puede llevar a cabo utilizando la mkma infraestructura productiva (agregando eventualmente pequeños fermentadores) y el mismo personal. Esto significa, por un lado, que el desarrollo del clon de insulina y la puesta a punto del proceso de producción y purificación insumirian bastante menos tiempo que el que demand6 el interfer6n recombinante. Hoy ya es rutina cortar ADN, aislar un gen, etc., y ya se sabe qu8 hacer con una bacteria recombinante una vez que se coloca en et fermentadoí. Es decir que todos los tiempos reseñados en el modelo original ahora se pueden predecir mejor y comprimir, no solamente porque ha avanzado al ‘estado del arte” en la materia, sino tambien por el aprendizaje que acumulb la firma.28 Por otro lado, la similitud de modelos de produccibn de proteihas recombinantes permite que, en sus reSp8ctivOS d8sarrollOs, se usen los mismos equipos. Por ejemplo, la parte experimental en insulina se podría hacer en eI mismo fermentadar de prueba utilizado para interferdn; y, si eventualmente se decidiera tener los dos modelos fermentando, se podría agregar otro fermentador de producción o usar et mismo alternativamente. Finalmente, es evidente que et personal involucrado en el desarrollo, producción y purificacion de interferón recombinante pudria desempeñarse en este proyecto de insulina sin necesidad de seguir un largo entrenamiento previo. Vemos entonces cbmo la línea de trabajo en ADN recombinante permite encarar una variedad de desarrollos, en los cuales se va volcando el aprendizaje acumulado (minimiraci6n de los tiempos de investigaci6n y desarrollo) y reutilizando los recursos disponibles (disminuci6n de los costos fijos involucrados en cada proyecto). Las ecunomias de ‘flexibilidad y generalidad” adquieren entonces gran importancia en estos modelos productivos. p8 Esto ha quedado de manifiesto MI el desarrolto reciente da un nuevo clon de interferbn en el lapso de seis meses. 4.3. Formación empresaria de recursos humanos: y papel del Estadc situacih universitaria, politica Es importante destacar que para superar dos aspectos seCalados coma obstkutos limitantes del desarrollo -disponibilidad de equipos y formaci6n de personal especializad@ et Estado puede contribuir con politicas ad hoc, ya sea directamente, a traves de cr6ditos promocionates, facilidades de importac¡&, beneficios impositivos, etc., o, indirectamente, reforzando la formacibn universitaria (por ejemplo, en biología motecular), organizando postgrados o financiando becarios en el sector privado, Biosidus recibió (aunque parcialmente) el ya mencionado cr8dito del BANADE y el subsidio otorgado por et CAB8tO; por otro lado, el laboraturio se benefició con ta incorporaci6n de cierto ntimero de bwarios del CONJCET, asi como con la participación de varios de sus investigadores en cursos y seminarios 8Sp8Cializados subv8nciOnados por et sistema estatal. La firma, cuyo personal inicial estaba integrado por doce personas, contaba en 1988 con 40 empleados (m& algunos becarios); el 50% son profesionales -en su mayoria biólogos y bioquÍmicOs-, atgunos de ellos doctorados y con estudios en et exterior. Casi todos tos investigadores se han formado en el sistema científico-t8cnioo y algunos de ellos mantienen una relaci6n institucional con dicho espacio, lo que evidentemente facilita ta circulación de informacibn cientÍfico-tecnol6gica así como su actualiraci6n. Debido a ta falta de profesionales especializados en el &mbito local, ta firma incorpor6 graduados con alguna experiencia previa en investigacibn a los que luego se brindó una fOmaci6n 8Sp8Cífi= -pr&ica y a trav& d8 seminarios internos- en el laboratorio y en atgtin caso en el exterior. Cabe destacar que esta opci6n pOf ta fofmaci6n interna 8s muy marcada en biología molecular. la dificultad de encontrar en el país profesionales aptos para et trabajo en biologia molecular explica que en 81 laboratorio de ingeniería genética se encontraran trabajando en 1988 -adem& da cuatro personas del staffocho becarios de distinto origen (cinco del CONICET) que se habían incorporado sin ninguna experiencia previa. Esto permite que los becarios hagan entonces su postgrado en ta empresa y al mismo tiempo que contribuyan at trabajo del laboratorio. En 1988 ninguno de tos bacarios estaba directamente afectado al proyecto de interfer6n, pero otros varios proyectos funcionaban en buena medida gracias al trabajo de cada uno de ellos. Por otro lado, se consideraba muy significativo et aporte de los becarios, ya que et gfupo habia podido recibir un bd-back importante de todos los trabajos matizados. Entonces, el hecho de no poder encuadrar a esos becarios en una potitica empresarial estricta puede, por un lado, generar deseconomías para ta firma; pero, por otro lado, et contar con investigadores propios *mezclados’ con investigadores con un interés te6rico menos aplicado, que generan nuevos cone cimientos y hacen cosas con más libertad, representa innegables beneficios. Cabe aquí tambibn mencionar un proyecto de investigacidn encarado junto con tiros dos becarios det CONtCET en et Instituto de tnves- 142 tigacíones MBdicas “Alfredo Lanari’ &sobre regulacick y producci6n de interferón gamma y otras molkutas, Como se ve, la tarea de apoyo del CONICET es importante 8n la medida en que posibilita la especiakacibn de un conjunto de profesknales y, al mismo tiempo, subsidia recursos humanos calificados que contribuyen, de alguna manera, a los proyectos de Biosidus. El sistema de becas, que ha permitido a la empresa incorporar una dotación considerable de profesionales subsídíados por el Estado, est8 acompañado de condicionamientos: el compromiso fundamental con 81 CQNICET 8s brindar a los becarios la posibilidad de hacer sus tesis, !o que supone no apartarlos de sus temas principales ni estipular plazos estrictos; de asta manera, la Ióg.ka industrial queda subordinada a la lógica acadbmíca y se subraya el componsnte de beneficio social de este tipo de contratos. Hay tambih un costo de espacio, material y tiempo de atenci6n a los becarios que la empresa debe pagar. Sin embargo, los beneficios de multiplicaci6n de relaciones con el sistema acad&m!co de formaci6n de profesionales eventualmente incorporables a la firma y, sobre todo, de contribucí6n de los becarios a la dinAmica del laboratorio en general y a los proyectos industriales en particular autorizan a hablar de subsidios pUblicos y de externatidades considerables en este terrsno. Finalmente, cabe destacar que, en su estado actual, el plantel de Biosidus presenta una configuraci6n tecnoldgica flexible, en et sentido de que domina una serie de tknicas que pueden utilizarse en distintos modelos, lo que ha promovido cierta díversifkaci6n: 88 encaran problemas que hacen a la produccián de fármacos, al análisis dinico y al diagn&tico. El know-how acumulado en diagn6sticos para salud humana puede aplicarse tambibn al control de higiene de alimentos y de agua, al diagnktico vegetal, 8tc. Es posible que en todos los casos surjan dificultades en las particularidades, pero, en general, se ha adquirido la capacidad de abordar un ancho abanico de temas en biotecriologia, debído pracisamente a la “universalidad” de las tknicas y de los conocimientos básicos requeridos. Esto plantea nuevamente la posibilidad de explotar economks de flexibilidad, de generalidad, particularmente importantes en firmas pequeñas y medianas. 4.4. La #ueva planta Como ya se señal& ante la envergadura que fueron tomando los nuevos desarroltos 8n 8íosidus, en 19% Sidus d8cidi6 construir otro laboratorio. En el psis habia escasa expariancía en el tema, por lo que hubo que resolver una serie de problemas desconocidos, Asi, aunque Ia ingenieria del proyecto fue confiada a un estudio de arquitectura &al, el trabajo se hizo sobre la base de una interacción constante con el equipo de profesionales de Bi.osidus, quienes fueron planteando las distintas necesidades a satisfacer. Se realizaron visitas a laboratorios, consukas a 2~ Este es un caso en el cual se ponen en valor tas rekciones de los invastigadores de Biosídus con el medio acadbmiro. revistasespecializadas,consultas con profesionales de distintas especialidase busc el asesorades, etc. Por ejemplo, para hacer las hreas est&iles miento de fabricantes locales de equipos de flujo laminar. Como resultado de ese trabajo, se debiú generar un krrow-how ingenieril considerable que, eventualmente, podrA valorizarse en nuevos emprendimientos en el campo de la producci6n biológica, hecho que constituya una exterrPalidad potencial no desdefiable en este desarrollo. En el nuevo edificio, la superficie disponible para labkatorios se amplió enormemente con respecto a la situaci6n anterior, al tiempo que se mutiplicaron las necesidades de equipamiento al aumentar Ia autonomía de cada laboratorio. Se considera que la capacidad de producci6n de interfer6n leucocitario aumentb cuatro veces. El costo de construccion del inmueble fue de 1.7OO.ooO dólares, mientras que la nueva inversión en equipOS ascendi6 a 600.000 dblarss; y contabilizando los equipos previamente disponibles, la inversián total en ese rubro rondaba el mill& de dolares.% 4.5. Puntualizaciones finales En el presente capitulo se han caracterizado las condiciones concretas y los rasgos salientes del proceso por el cual una firma privada local fue generando o incorporando distintos conocimientos biotecnolhgicos avanzados, en funci6n del desarrollo y la producci6n de interfer6n leucocitario 3QA continuacibn, se da un detalle de los principales aproximados: equipos y sus precios - 1 ultracentrifuga (4U5U.000 U$S): se usa un poco en produccibn, pero sobre todo sn desarrollo - 1 fermsntador experimental de alta complejidad (35.ooO U$S) - 1 fermentador de produccih (lO.ooO USS) - 8 flujos laminares (6.500 U$S -importacihy 3.ooO U$S -fabricacibn local) - 1 estufa gaseada para cultivo de c&ulas (4.ooO U$S) - varios equipos de etsctroforesis para distintos usos (en total: 2U.OOOU$S) - 1 cromat6grafo {3.000 U$S) - 1 centrifuga “Sorval” t rotores (25cxnï USS) _ 1 congeladora (4.m U$S) - equipos de agua (4.W U$S) - 1 HPLC (70.000 U$S, utilizada parciatmente por Biosidus pero en realidad comprada por Sidus) - material de plhstico (micropipetas, 8 flujos laminares, etc.) Entre los equipos que se esthn adquiriendo actualmente se encuentran: 1 sintetizador de oligonucle&tidos (#50.000 UâS) 1 FPLC (4U.ooO U$S. Se trata de un cromatbgrafo liquido de alta precisih, con gran sensibilidad para separar sustancias; similar al HPtC pero mhs apto para sustancias biológicas, se usa mucho para contiol de calidad en la industria farmachtica) 1 sistema para romper bacterias (para ingenieria gen&ica), a fin de liberar los productos htiles contenidos en ellas varios autoclaves con controles slectrhicos (de fabricacibn local). 144 el cony recom binante. Se tratar& ahora de agrupar esquem&ticamente junto de conclusiones que se plantearon a lo largo de este anA.lisis. a> En lo que respecta a las condiciones en que se desenwelve el proceso innovatiuu se destacan tres puntos. En primer lugar, la innovacion se genera en el marco de una firma farmacéutica nacional que, aunque de mediana dimensián, protagoníra en los últimos años -junto con una decena de laboratorios nacionales- un ascenso verbiginoso en el ranking de ventas del sector. Dicha expansib, que la coloca actualmente entre los primeros laboratorios nacionales, se logra contempor$neamente con el desarrollo biotecnol6gico en cuestión< El crecimiento del laboratorio en et mercado farmacéutico tradicional tiene un componente innovativo menor (acelerada diferenciación de productos), fo que no autoriza a hablar de una dinámica innovativa global de la firma. Sin embargo, es evidente que su expansión le permitid encarar un financiamiento a largo plazo de esfuerzos de lyD en el campo biotecnol6gico que hoy representan aproximadamente el 4% de su valor en ventas; y, a su vez, ese emprendimiento innovativo no resuda ajetio al crecimiento de la empresa farmac&utica, no tanto por los resultados directos de esos esfuerzos (las ventas de interferón en 1989 eran todavía marginales en la fatiuraciófl total de la empresa), sino por su contribución ai aggiornamento del per%! “publicitario” de la misma. Como se señaló, Sidus habia encarado en el campo farmoquímíco la producci6n loca! de algunas materias primas, lo que constituye un cumportamiento no generalizado dentro del sector y que puede verse como un antecedente de la decisibn de integrar Ia producci6n de interfer6n. Es muy posible que la decisión de abrirse con fuerza hacia la innovaci6n biotecnoiógica haya tenido también relación con el cambio generacional operado en la dirección de Ia firma, que habria reforzado la búsqueda de una nueva Senda de acumulaci6rl. Finalmente, la opción inicial por interfer~n en el proyecto de desarrollo biotecnológico de la firma se explica porque confluyen dos elementos: cierto interés manifestado por el laboratorio a partir del boom de dicha proteina a nivel mundial y el protagonismo inaugural de un investigador universitario que se integra a Sidus, con ciertus antecedentes científicos y productivos en este tema (que -por otro lado- habían tenido un tratamiento relativamente temprano en los medios acad6micos !ocales). Es interesante señalar que el proyecto de desarrollo biotecnológico en su dimensión actual no se concibe “de una vez’, sino que es resultado de una maduracicin de condiciones que van amptificando el impulso inicial (limitado durante un tiempo al desarrollu y producci6n de in?erf&n leucocitario). Entre estas condiciones figuran la posibilidad de provechar externalidades tecnológicas generadas en el proyecto inicial y la necesidad de rentabilizar adecuadamente la inversión que éste habia exigido. Un segundo elemento significativo es la constituci6n de Biosidus como unidad independiente dal laboratorio farmacéutico. La circunstancia de que el impulso innovador haya tenido lugar en el marco de una empresa de la dimensi6n de Sidus le dio al proyecto la doble ventaja de un flujo sostenido de financiamiento y un acceso facilitado al mercado. Pero, desde el punto la consolidación del proyecto de desarrollo de vista organizacional, biotecnol0gico parece haber resultado de ventajas propias de la pequeña 145 unidad: la dinAmica general del laboratorio (muy intensivo en IyD), la flexibilidad en la organiza&% del trabajo y en gerencia, las relaciones con el mundo acadbmico, son algunos de los elementos que se contraponen con los condicionantes de funcionamiento de una planta de producción tradicional. En tercer lugar, la capacidad de adaptar y optimizar los modelos iniciales 617 que se inspiraron los desarrollos de Biosidus en interfer6n leucocitario y recombinante dependi6 de la cantidad de informaci6n disponible sobre aquellos modelos, de los recursos financieros y materiales, de la cantidad el desarrollo, de los insumos y capacidad del personal que Ilev a & xcesibies y, en general, de las economías externas presentes en el medio local, del mercado y de los mecanismos de regulación pliblica (polkicas de impottación, control de medicamentos, interaccidn con el sistema científim tknico), etc. Estas situaciones especificas condicionaron un tipo de organiracibn del trabajo, de normas y volúmenes de producci6n, etc., es que no guarda necesariamente relaci6n decir, una funcibn de producckk con la inherente al modelo origind. b) En lo que hace a los rasgos 8specificos de la innovación biotecWdgica estudiada, para empezar habria que distinguir entre el proyecto de interferón leucocitario y el proyecto de interFer6n recombinante. La producci6n de inMer6n a partir de leucocitos aparece a nivel internacional como una tecnología madura, Yradicional” y crecientemente relegada por el interferbn de ingenieria gen&ica, que supone ventajas decisivas en facilidad de produccihn y costos (m&s allá del mayor o menor ‘espacio’ terap4utico que finalmente pueda reconocerse a la proteína naturaI). Sin embargo, su desarrollo en nuestro Ambito presenta una relevancia no desdeñable. Es que lo avanzado en una tecnologia no puede analizarse ~610 desde el punto de vista universal, puesto que los nivelas y los modos de desarrollo difieren claramente de país en país. En ese sentido, este desarrollo biotecnolbgico significó esfuerzos innovativos de gran impacto en nuestro medio, en la industria farmacáutica (producción biológica local de una molkula relativamente nueva), en el mercado (comercializacián de interferón como antiviral) y en la relación universidad-industria (convenio con el centro de hemoterapia del Huspital de Cfinicas), con algunas externalidades aprovechables por el sector público. Por otra parte, la producción de interferbn a partir de leucocitos -a diferencia de la tecnología de ingeniería gen&& se halla claramente al alcance de países de limitado desarrollo científiwtknico, lo que le abre a la firma local la posibilidadde concretar transferencias internacionales de la tecnología que ha adaptado y desarrollado. Finalmente, es indudable que esto Itevó a Biocidus a transitar un camino madurativo que le permitid lanzarse al desarrollo de interferbn remmbinante, al generar, por un lado, un conjunto de conocimientos sobre la proteína, su purificacibn, sus aspectos clínicos y de marcado, etc., y al asegurar, por otro lado, un financiamiento parcial del laboratorio. El idBd8fdn d8 ingeniería Qent&8 9xigi6 un fuerte inpUt Cián?Ífie tknico por tratarse de un desarrollo con reducido rezago res-o de la frontera, en un terreno con escasa experiencia en ef país, y porque Bioeidus apunt6 a controlar la totalidad del proceso: desanollo de la bacteria recombinante, fermentacM de la misma y purifrcaci6n de la protein a. Ahora bien, aunque se trate de un desarrollo ‘imitativo” -en 81sentido de que se intentó repetir caminos ya transitados por los grupos de punta a nivel mundial-, no debe perderse de vista el hecho de que constituye la primera apticacion en el país a escala industria! de la tecnología de ADN recombinante. El acceso a esta tecnologia estrat6gica fue posible bajo chtas condiciones que parmiten entender que e! clonado y producr=i6n de una proteina recombinante se baya podido encarar en el psis no mucho despu& del desarrollo original y a un costo abordable por una firma mediana local: l Se contb con modelos desarrollados previamente en e! exterior. La informaci6n general sobre estos desarroltos de punta -que permiri6 avanzar rclpidamente, a menor costo y minimizando riesgos- circula con relativa facilidad y sín demasiado retardo; esta circunstancia responde, entre otras cosas, al hecho de que buena parte de los grupos que los protagonizan pertenecen a la esfera pública o tienen relacibn estrecha con ella. No se trato, por 10 tanto, de avanz%f en la frontera, sino de aprovechar tempranamente informaci6n de grupos que estSn trabajando en ella, para lo que fue necesario abrir distintos canales de acceso a 8sa informacitrn: suscripcidn a publicacionas cientificas, asistencia a congresos, 8tcht8fa. l Biosidus pudo beneficiarse de algunos servicios externos importantes, prestados de manera informal por investigadores que trabajan en eI exterior, gracias al funcionamiento mismo del sistema cisntifico a escala mundial (que favorece et intercambio entre los distintos grupos de investigacion) y a que los investigadores de Biosidus provienen del sistema científico-thcnico, Esta información, incorporada en material biol6gico y transferida a bajo costo, permiti6 resolver problemas que hubieran demandado mayor tiempo y equipos de los que el laboratorio local no disponia. l La at%cu!acidn de una estrategia eficaz y selectiva, capaz de complementar los desarrollos llevados a cabo localmente con aportes ex6genos sin por ello resignar et control de la ‘inteligencia global* del proceso, depende de la propia consistencia cíentifica-t&nica del grupo de inves tigadores que protagoniza el emprendimiento. Y s8 ha visto que algunos de ellos tienen nivel doctoral, siguieron formaciones efl ef exterior y realizaron experiencias previas en et sistema cientificot6cnico local. El desempeño del grupo requiere tambien, obviamente, de cierta disponibilidad de equipos, insumos, literatura, acceso a congresos, etc., todo lo cuat supone un financiamiento sostenido “a pkdida” que no debe ser minimizado. l A pesar de ta accesibilidad de los costos, la inversión es significativa por lo cual resulta imprescindibk plantearse 81tema de la -Ia requerida para amortizar dicha inversión de un modo adecuado. En es8 sentido, la diversificación de proyectos en Biosidus puede intefpretarse como una necesidad de valorizar la inversi6n realizada y de disminuir costos unitarios, aprovechando Ias múltiples externalidades generadas en los desarrollos iniciales. * 5. Anexos 3’ 5>1. Anexo 1. La tecnohgía de ADN recombinante 5.7.7. El ADiV, el ARN y la síntesis de prothas Las proteinas son moléculas que Ilevan a cabo la mayor parte de los de la célula (proteinas entim&ticas o enzimas) o bien forman parte de las estructuras celulares (proteinas estructurales). La &ula viva es una fábrica de proteínas, las que se producen por la combinach en un cierto orden de sus elementos constitutivos: los aminohcidos. El modela de combinacih está contenido en el genoma o ‘material genktico’, que es el portador de toda la información gen&ica. Dicho material estA formado por una sustancia muy especial llamada ADN (ácido desoxirribonucleico). Las mokulas de ADN son larguisimas cadenas formadas por cuatro unidades diferentes (nuclebidos: A-C-G-T) que se pueden suceder en cualquier orden a lo largo de la cadena. Estas cadenas siempre se hallan de a dos, formando una doble hebra que es posible debido a una caracteristica fundamental que tienen las unidades antes mencionadas: A se aparea can T y C con G, siendo, en general, imposible otro tipo de apareo; es decir que las dos cadenas no son id6nticas sino complementarias. Esta carecteristica es la que sustenta al m&odo de hibridaci0n molecular al que aludiremos más adelante. El llamado codigo genkico hace corresponder un aminoácido determinado a cada secuencia de tres nucle0tidos sucesivos en la cadena ADN. A su ver, existen 20 aminoácidos distintos que se pueden suceder en cualquier orden para formar una proteina. La parte de una cadena de ADN que codifica (que tiene la información necesaria) para ia produccion de una proteína determinada se llama gen. Pero el ADN (a mejor, una fraccih de éste: el gen) no ce traduce directamente en proteína, sino que primero es copiado en ARN mensajero (ARNm) -que es específico y complementario del gen-; luego ese ARN se traduce en proteÍna. De esta manera el mensaje de una porci6n del ADN se expresa en la síntesis de una determinada proteina; otra parte del mismo será “leida’ y dará origen a otra proteha distinta, y así sucesivamente. procesos catalÍticos 5.7.2. El clonado de un gen Clonar un gen significa aislarlo de su wntexto celular natural e introducirlo en el ADN de otro organismo vivo. Este nuevo gen, como parte integrante de la información gen&ica de la chla receptora, se multiplicará con ella. Y en ciertas condiciones -generalmente esto no ocurre automátiticamente- ese nuevo gen será tambih expresado por la c&ula receptora, es decir, traducido en la proteína para la cual codifica. De esta manera, la &ula receptora adquirirá una propiedad que antes no poseía. 3’ tos anexos 1 y 2 de este capitula fueron redactados por el Dr. Mauricio Seigelchifer. 148 Haca ~610 unus 15 años ,el donado de un gen parecía ut6pico. Es que cada célula humana contiene un genoma de un metro de largo, compuesto de, por lo menos, 1 .ooO.o1K) de genes diferentes que tienen un tamaño menor que un micrón. Los genes abarcan entonces tan ~610 un 10% del genoma; el 90% restante esti constituido por tramos que no codifican para ninguna proteina. Desde hace algunos decenios se sabe tima aislar el ADN, rompiendo las membranas celulares mediante aplicación de tratamientos físicoquímicos. Pero lo que hizo efectivamente posible el donado de genes fueron dos descubrimientos esenciales. A mediados de la dkada pasada se descubrieron unas enzimas capaces de rewnocer secuencias específicas en al ADN y cortarlo en ese punto; son las llamadas enzimas de reWicci6n que, en tanto *tijeras biológicas”, se transformaron en poco tiempo en una de las armas principales de la ingeniería gen6ttica. Utitizando las enzimas de restricción es posible -por ejemplo- cortar un ADN en dos sitios especificos, aislar el fragmenta y luego unirlo a otro ADN distinto, previamente cortado en un punto, con la ayuda de otra enzima, la ligasa, que es capaz de unir dos pedazos de ADN. El segundo descubrimiento importante es que eI fenómeno de la resistencia de ciertas bacterias a los antibióticos se debe a la presencia -en determinadas cepas bacterianas- de pequeñas molkutas de ADN circular cerrado Itamadas pl&midc~, que se autorreplican en las bacterias. Asi se llegó a disponer de plkmidos naturales adaptados para usarlos como “vectores de clonaje”, 8s decir, como vehiculos transmkores de Ia informacion (codificada por un gen) desde un organismo dado a una bacteria. Para ello se forma un nuevo pl&mido que contiene, además de su ADN origina{, un ADN de otro origen. Por lo tanto, se dice que este nuevo pkmido est& formado por ADN recombinan&. Este pltrsmido puede ser introducido en una bacteria apropiada y, cuando dicha bacteria se reproduzca, todas las bacterias originadas llevaran el pltismido recombinante formando un don,, Se díce por esto que el gen (o ADN) que ROS interesaba está clonado. 51.3. Herramientas y metodologías: su evolución El objetivo que persigue la ingenieria genstica es, en general, la síntesis de una proteína por un microorganismo o una c6lula animal, Se trata de sintetizar proteinas de estructura y actividad bioldgicas id6nticas a las proteinas naturales y, a veces, de sintetizar nuevas proteinas de inter& industrial. Supongamos que lo que se desea es expresar una proteína de origen humano en bacterias. Los pasos a seguir son, en esencia, los siguientes: 1) obtención del fragmento de ADN que contenga el gen de interk; 2) inserción del ADN en un vector de clonaje adecuado; 3) introducción del vector (con el ADN ya insertado) en la célula receptora; 4) selección de aquellas c8lulas que han incorporado el vector y que contienen et nuevo gen buscado; 149 5) introduccibn d8l gen ya caracterizado permita la síntesis de la proteína. en un vedar de expresibn que El donado del gen ,-que comprende los cuatro primeros pasos mencionados- fue tradicionalmente la fas8 más ardua. Los genes a ctonar pueden provenir de un banco de ADN genómico va a (donde cada fragmento del ADN total -incorporado a un pkmidoparar a una bacteria distinta), pero genera!menta se utiliza ADN copia (ADNc). Este se obtiene utilizando como molde ARNm -obtenido de un tipo de c4iula que est& sintetizando activamente la pro&tína buscada. Una vez logrado eso, es posible (como en el primer caso) introducir este ADNc en un pthmido y hacer crecer bacterias con el pkmido recombinante. Et problema es encontrar -en uno u otro banco- al menos un clon que contenga e! gen buscado, es decir, que contenga la informac¡& capaz de dirigir Ia síntesis de la proteína. T6ngase en cuenta que el número total de genes es del orden de 1 .ooQ.ooQ y que lo que se desea es identificar uno solo. Se ha evaluado que para tener una seguridad (99%) de encontrar un gen humano determinado en un banco genbmico es necesario examinar 13W.ooO colonias! Un banco de ADNc contiene unas 1 .ooO veces menos clones que el banco genbmico, pero la detección del buen clon tambik representa un trabajo muy arduo para los investigadores. Se Comprende que sea necesario disponer d8 un medio eficaz y fiable para detectar sin ambigüedades entre todo ese conjunto eI clon buscado. Tradicionalmente se han utilizado varios m&odos, cuyo empleo depende fundamentalm8nt8 de la informacibn disponible sobre el gen: una sonda capaz de reconocer e hibridarse con el gen COrreSpondi8nt8, anticuerpos contra la proteina buscada, detección por la actividad de la proteína, etaera. t-iay que entender que esas pruebas pueden repetirse cientos d8 veces antas de dar con el buen clon. Es así que el gen del interfer6n pudo ser clonado por inv8stigadores de la sociedad Biogen 8n forma de ADN complementario luego de un trabajo de dos años. Para ello fue neoesario examinar m&s de lO.ooO Clones bacterianos por mhdos que detectaban la actividad antiviral del interferbn. Hasta principios de los años ochenta, la identificaci6n d8 los genes clonados se hacía únicamente por los m&odos anteriormente mencionados. Pero ahora se Cuenta con una nueva via d8 d8Wci6n -la sintesis de. oiigonucle&idos y el empleo de este material como sonda (pro&+, que permite dr&sticas economias en los tiempos nscgsarios para el chado de un gen. Esta estrategia simplificadora ~610 fue posible cuando se pudo disponer de medios wcndógicos que permitieron: 1) tener la capacidad de secuenciar al menos una parte d8 una proteina; y 2) sintetizar el ADN correspondiente (que codifica para esa proteina). La posibilidad de sewenciar no 8s un h8cho reciente. Pero esas dos etapas se hacen hoy con ayuda de m&quinas totalmente automáticas. Por un lado, los químicos da proteínas permitieron la puesta a punto de un “microsecuenciadof capaz de detsrminar la secuencia d8 los aminokidos de una cantidad infima de proteína Por otro lado, desde hace pocos años se dispone de un sintetizador de ADN, es decir, un equipo que hace la sintesis química de cualquier 150 secuencia oligom&ica de ADN que el investigador programe. Entonces; utilizando este nuevo enfoque el investigador que hoy se propone identificar el clon que contiene el gen buscado entre las centenas de miles de clones de su banco puede seguir los sigui8ntes pasos: * se supone que la proteina cuy0 gen se quiere ctonar ya fue purificada y analizada; - se establece la secuencia de aminoácidos de una parte de ella y se predice, con ayuda del código genético, la secuenciade ADN que cõdifica para es8 fragmento; - SB sintetiza una pequeha cadena identica a una porci6n del ADN conocido; - et material se marca con radiactividad y se lo utiliza como sonda para detectar et clon que nos interesa; esta sonda, puesta en contacto con el ADN de los dones del banco, va a aparearse con las SecuenciaS que le son complementarias (se forma entonces un “híbrido” entre Ia sonda y su secuencia complementaria), revelando aSi el 0 los clones que contienen probablemente el gen. Entre otros logros, las oiigonucle&idos permitieron, por ejemplo, a Genentech clonar y expresar el gen del TPA, a dos equipos norteamericanos clonar un gen de la IL 2 humana, y al equipo de Biosidus lograr el clonadá del gen de interfer6n alfa. D8 todas maneras, fa exitosa tknica d8 d8t8CCihI de genes con ayuda de una sonda d8 ADN sint&icO no d8b8 hacer olvidar que, una vez logrado ese objetivo, todavía se debe llegar a Ia expresión d8t gen fuera de su medio normal, lo que requiere un arduo trabajo de investígací6n. Efectivamente, una vez que se tiene donado y caracterizado el gen, comienza Otro proceso: lograr la expresión de la proteína que Bste codifica. Para esto hay que eliminar todas las zonas regulatorias que pr8ceden a la zona codificante y pasar 81 gen asi tratado a un vector de sxpresibn, es decir, a un pkmido que tiene zonas regulatorias que serån reconocidas por la maquinaria bacteriana y harán que la misma produzca la proteína extraña. Realizado este paso, queda caracterizar la proteina obtenida (propiedades biokjcas y físico-químicas, reconocimiento por anticuerpos y S8Cu8nCia d8 aminokidos, 8tC.). Cuando se est& seguro de que la proteína r8COmbinante concuerda en todas sus caracteristicas con la natural, se dirige el esfuerzo a aumentar Fsu producción por parte de la bacteria, ya sea a travbs de metodos de ingeniería genkica, de gerkttica cl&sica o mejorando las condiciones de fermentaci6n. 5.2. Anexo 2. El desarroho de ínfetfertjn recombínante en Bíogen A continuaci6n se detallan !os distintos pasos del desarrollo hecho por el equipo de Biogen, primer equipo en el mundo que anunció (en 1980) et clonado d8 interfer6n humano: 1) s8 bus& Obtener ARN mensajero d8 kWOcitOS humanas -8s decir, donde 88 podh encontrar una mayor expreSión dei gen que Se deS8aba 151 Se calcui6 entonces que el ARNm de interferbn era muy escaso: solamente una fracción ínfima del ARNm leucocitario total. ARNm impuro se transformó en ADN copia que pudo asi ser en un plkmido; a su vez, este plásmido recombinante se en bacterias. 3) Se obtuvieron asi miles de clones, entre los que fue preciso buscar alguno que expresara efectivamente el gen responsable de la sht8sis de int8rfefh Aqui hay que tener en Cuenta que no se conocía la Secuencia de aminoácidos de la proteina, por lo que la tarea era muy complicada. Fue necesario examinar más de 10.000 colonias con un complicado metodo que, indirectamente, denotaba la presencia de ADN de interferón, Luego de ensayar distintos procedimientos y al cabo de casi dos años de trabajo, se obtuvo un clon que pruducía una sustancia cuyos parámetros fisico-químicos y propiedades biológicas 8fan iguales a los del inteffefón y que era reconocida por anticuerpos anti-inteffefón: se había llegado at clon correcto. A Comienzos de 1980 58 comenzb a redactar la patente y se anunci6 el hallazgo, previendo que en el tkmino de uno a dos anos se estaría 8n Condiciones de producir interfer6n recombinante para ensayos clin icos 4) Ese primer clon tenía una actividad interferon baja: producia apenas 20.ooO unidades/litro d8 cuhivo. Mejorando luego el pkmido utilizado, la productividad se incrementá 1O.ooO veces, llegándose hacia 1981 a obtener cepas productoras de 200 millones de unidades/titfo (cerca de 1 mg/l). En 1983 ya se informaban rendimientos cerCanos a los 10 mg/\ (nivel T alcanzado por Biosidus en 1989). aislar.= constituía 2) Ese insertado introdujo 32 Recordemos que el gen no se traduce directamente 8n proteina, sino que pfh?WrO 8s cxïpiado en ARN mensajero que 8s eSpeCif¡cO y CMIpkmE?ntafio d8l gen- y que, recih entoncw, ese ARN se traduce en protelna. 152