Historia Bellido Dolfos El Traidor Desde el principio es Sancho II (1065 - 1072), de entre todos los hijos de Fernando I, el que demuestra más poderío y saber hacer en las artes de la guerra. No en vano le tocó en el reparto el reino más poderoso de todos los que atesoró su padre, Castilla, que continúa forjando su leyenda de opresión y centralismo siniestro sobre todos aquellos que se le ponían a tiro, ahora y siempre. Bastaba que un castellano hablase con una persona de cualquier otro país, no necesariamente dentro de España, para que a este último se le informase de que vivía "en provincias". Sancho II es apodado por sus contemporáneos "el Fuerte", y les podemos asegurar que el apodo tenía hondas concomitancias con su comportamiento. Al poco de morir Fernando I Sancho comienza a repartir estopa a todos sus hermanos, con una fuerza y un talante expeditivo que sólo hemos podido reconocer en los centrales leñeros argentinos (o "centrales argentinos" a secas) de más calidad. De esta forma, Sancho II reparte a sus familiares lejanos Sancho IV de Navarra y el aragonés Sancho Ramírez, como sutil entrenamiento para derrotar a su principal enemigo, Alfonso de León, al que confina en un castillo burgalés pero posteriormente, en plan magnánimo, deja que se exilie en la taifa de Toledo. García el gallego se exilia a Sevilla mientras Sancho el Fuerte expulsa a su hermana Elvira de Toro. Ya sólo quedaba Zamora para reunificar lo que el testamento del gran rey Fernando I había desunido con tanta habilidad; el sueño eterno de la "Gran Castilla" estaba al alcance de la mano. Sin embargo, Zamora no era presa fácil. Aunque Sancho ya había manifestado en varias ocasiones su intención firme de exterminar de sus tierras a todos aquellos que no fueran castellanos de pura cepa, o precisamente por ello, los zamoranos, alentados quizás por las artes amatorias de su "reina" Urraca, oponen una fuerte resistencia durante el sitio. Hasta tal punto que un siniestro zamorano emprende una salida desesperada de los muros de la ciudad y le asesta un lanzazo a Sancho el Fuerte, matándolo de inmediato, y volviendo rápidamente sobre sus pasos entra en Zamora en loor de multitudes, como si hubiera marcado un gol de penalty injusto en el último minuto. El central leñero, Sancho II, yacía muerto sobre la áspera tierra castellana (perdonen, con estos adjetivos esto ya parece una novela de Corín Tellado), acabando nuevamente con el sueño de Castilla Una, Grande y Libre de pérfidos extranjeros. El asesino tenía nombre y apellidos: Bellido Dolfos, apodado rápidamente, aunque no fuera rey, "El Traidor". Apodado así por los castellanos, naturalmente, pues es de suponer que en Zamora cayera mucho mejor el hombre. Puestos a tomar una decisión sobre el talante traicionero de Bellido Dolfos, y aunque asestarle un lanzazo a un genocida en ciernes como Sancho II tampoco tenía por qué ser intrísecamente malo, hay que concluir que sí que era un Traidor, con todas las letras; ¿y saben Ustedes por qué? Porque con ese nombre tan siniestro, "Bellido Dolfos", uno no se lo imagina dedicado a una profesión honrada, y sí metido en todo tipo de trapicheos. "Bellido Dolfos" es un nombre que da miedo sólo de leerlo, a mi me suena a intermediario futbolístico o algo así. Al haber quedado Castilla sin rey, el sucesor es, curiosamente, su hermano y enemigo Alfonso VI, exiliado hasta ese momento en Toledo, reino que en breve, demostrando su capacidad política, conquistaría: "Alfonso VI conquista Toledo, cuna de la Cristiandad". http://www.loseskakeados.com