A CERCA DEL AUTOR Manuel Area Moreira es Licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad de Santiago de Compostela (1982) y Doctor en Pedagogía (1987) por la Universidad de La Laguna. Entre 1990-04 fue Profesor Titular del área de Didáctica y Organización Escolar. Desde entonces, y hasta la actualidad, se desempeña como Catedrático del Dpto. de Didáctica e Investigación Educativa en la Facultad de Educación de la Universidad de La Laguna (España) en la que imparte la materia: “Tecnología Educativa”. A su vez, Dirije, en el mismo sitio, al grupo de investigación denominado Laboratorio de Educación y Nuevas Tecnologías y Colabora en la docencia en distintas universidades del ámbito iberoamericano. En estos últimos veinte años he centrado su trabajo en el desarrollo de investigaciones relacionadas con las TIC y la Educación publicando más de un centenar de libros, informes y artículos sobre esta temática. Otro hecho destacado en su curriculum profesional es el de haber sido Presidente de la asociación científica denominada Red Universitaria de Tecnología Educativa que aglutina a investigadores y docentes españoles y latinoamericanos de este campo. (2006-2012)1 SÍNTESIS DE CONTENIDO Moreira comienza su texto: “la alfabetización en la sociedad digital” planteando el pasaje de una época en donde se consideraba como persona alfabetizada a aquella que sabía leer un periódico, un libro, a otra época (segunda década del siglo XXI) en donde una persona alfabetizada es la que pueda interactuar con una serie de menús sin perderse, o buscar en la Red la información que necesita, saber darle significado y discriminar la inmensa cantidad de información que recibe diariamente por distintos dispositivos, etc. Hoy en día podemos hablar de alfabetización como el dominio de distintas competencias que permiten el uso de los símbolos que utiliza la cultura para representarse a sí misma. La alfabetización debería ser un derecho y una necesidad de los ciudadanos en esta sociedad informacional. La educación, según Moreira, no solo tendría que garantizar un acceso igualitario a la tecnología, sino que además debería formar a los ciudadanos para que sean cultos y críticos. Estas serían las dos caras de la alfabetización en el uso de las tecnologías digitales. Moreira plantea que la alfabetización es una práctica que varía de acuerdo al contexto cultural y tecnológico de cada periodo. Alfabetismo sería un concepto dinámico, que varía según los soportes físicos de la información y los procesos culturales. A continuación el autor, hace un breve recorrido histórico, en donde marca lo que anteriormente manifestamos. De la necesidad de expresión del pensamiento del ser humano, que se daba por medio de grabados en las paredes, a cargo de las primeras poblaciones de Homo Sapiens, se pasó a la invención de la escritura cuyos primeros indicios, lo dio la civilización mesopotámica a 2.000-3.000 años antes de cristo. En el recorrido siguió la utilización de la escritura al servicio de la cultura (los escritos de Homero, Platón, Aristóteles). Una época en que el conocimiento era vedado a algunos, 1 Fuente: http://www.manuelarea.net/ (Acá pueden acceder a más información del autor, lo mismo que a videos de conferencias, publicaciones, su blog, investigaciones, etc) y luego comienza a democratizarse con la aparición de la imprenta, a finales del siglo XV que permite la difusión a gran escala de distintas obras. El siguiente hito tiene lugar a fines del siglo XIX, y tiene que ver con la aparición del telégrafo, la radio, la fotografía, etc. Lo que permitió que la información se codifique mediante signos similares a los que percibimos por medio de nuestros sentidos. El autor destaca el impacto revolucionario del lenguaje audiovisual, ya que produjo una forma de expresión cultural y de comunicación absolutamente nueva. Pero lamente el escaso aporte de los medios audiovisuales a la educación, hasta el momento. El presente estaría enmarcado por la digitalización de la información. El siglo XX, sería el origen de la era digital, cuyo hecho paradigmático lo constituiría la aparición de internet en un marco de expansión de las redes telemáticas. Moreira define a las Tecnologías de la información y comunicación (TIC), como las “herramientas tecnológicas para la elaboración, almacenamiento, difusión digitalizada de información basadas en la utilización de redes de telecomunicación multimedia”2 Tecnologías que configuran lo que entendemos como “cultura digital”, lo cual implicaría una forma de procesar el conocimiento de forma más flexible. ¿Cuáles serías las características propias de las TIC ? A saber: -PERMITEN EL ACCESO A UNA GRAN CANTIDAD DE INFORMACIÓN. -LA INFORMACIÓN ES PRESENTADA DE FORMA MULTIMEDIADA. -PREMITEN LA PUBLICACIÓN FÁCIL Y DIFUSIÓN DE IDEAS Y TRABAJOS. -FACILITAN LA COMUNICACIÓN INTERPERSONAL. -POSEEN UN FORMATO DE MANIPULACIÓN HIPERTEXTUAL. Se puede marcar un desplazamiento, en el sentido de que de un modelo social donde los medios de masa eran hegemónicos y nos controlaban, fuimos cambiando a un modelo caracterizado por la variedad de procesos comunicativos, mediante herramientas como Internet, email, telefonía móvil, etc. Moreira resalta la importancia de las TIC, para la juventud actual, al punto en que se han convertido en señas de identidad generacional que los distingue del mundo de los adultos. La consecuencia de esto es que los chicos se alejan de actividades de interacción con el otro. Nace así una nueva forma de socialización, en donde juega su papel las experiencias derivadas del uso de múltiples medios y recursos tecnológicos. Se alejan así los chicos, por ejemplo, de las pautas culturales que tenían sus padres. Una idea clave lo constituye el pasaje del conocimiento sólido a la información líquida. Lo que plantea Moreira aquí es que si en los dos últimos siglos evidenciamos una cultura sólida, porque existían conocimientos estables, transmitidos de generación en generación, en donde la información era guardada en soportes físicos (libros, cuadernos, etc.), y donde se conservaba y difundía por medio de las bibliotecas y el sistema educativo; hoy en día prevalece la fluidez, la capacidad de adaptación a los escenarios cambiantes de la sociedad digital. En donde internet y la Web 2.0 han trastocado la forma de producción y consumo de la información y la cultura y modificado la forma en que nos relacionamos con nuestros pares. La característica central de los 2 Moreira, p. 11. La alfabetización en la sociedad digital. nuevos productos culturales es su digitalización lo que permite que fácilmente sean guardados o manipulados. Así las TIC, constituyen uno de los escenarios principales de socialización en donde los sujetos deben estar en constante formación ya que la cultura digital no se detiene en su transformación. De esta forma es menester nuevas alfabetizaciones a estos ciudadanos del siglo en el que vivimos, que les permita actuar como sujetos autónomos y críticos en el ciberespacio. Todo esto en el marco de una nueva cultura del siglo XXI, definida como “multimodal”, ya que se expresa y distribuye en múltiples soportes (papel, pantalla) a través de diversas tecnologías ( libros, televisión, etc) utilizando distintos formatos ( gráficos, lenguaje audiovisual). A diferencias de algunos autores que proponen nuevas alfabetizaciones: alfabetización audiovisual, digital, informacional, multialfabetización (donde cada uno se basa en un modo de representación, acceso, y uso de la información). El autor propone que la alfabetización debe constituirse en un aprendizaje múltiple e integrado de las distintas formas de representación y de comunicación-textuales, sonoras, etc.- mediante el uso de las diferentes tecnologías-impresas, digitales o audiovisuales. Una alfabetización que se constituya en un proceso de aprendizaje que debe ir construyendo cada alumno y en donde la tecnología sea considerada como un entorno sobre el cual el alumnado debe aprender a enfrentarse. Que sea algo más que la simple capacitación sobre el manejo del hardware o software. El mayor desafío estaría en las competencias intelectuales para usar las mismas, con fines inteligentes. Moreira apunta al desarrollo de procesos formativos, permitiendo que cualquier sujeto aprenda a aprender, sepa enfrentarse a la información, se cualifique laboralmente para el uso de las nuevas tecnologías y sea consciente de las implicaciones políticas, ideológicas, etc. de la tecnología en nuestra sociedad. De esta forma quien no sepa conectarse de manera inteligente con esta tecnología digital (saber navegar, buscar información útil, saber transmitírsela al otro, etc), se transformarán en un marginado cultural del nuevo siglo provocando dificultades en el acceso al trabajo e indefensión ante la manipulación informativa. Así, detrás del intento de alfabetizar en el uso de las nuevas tecnologías, se esconden distintos intereses políticos y económicos. Habla entonces de una Alfabetización como demanda del mercado y la economía globalizada y por otro lado de una alfabetización como necesidad de la ciudadanía democrática. En el primer aspecto se alfabetiza para que los trabajadores puedan desempeñarse en las nueva tareas en esta economía globalizada, se enseña a usar el hardware, software, y se la concibe como necesaria para la competitividad. En el segundo tipo de alfabetización, no es relevante la tecnología en sí misma, sino el uso ético, social de la misma, poniéndose en foco en el desarrollo de sus aspectos cognitivos, emocionales, etc. Principalmente se la concibe como un derecho individual y una necesidad para el progreso democrático, fundamentalmente. Moreira no concibe que ambas posturas sean antagónicas, sino que se las conciba como complementarias. Es así que va a proponer un modelo de alfabetización integrado en donde la finalidad este en la construcción en el sujeto de una identidad digital como ciudadano que es capaz de actuar como una persona culta, crítica, autónoma y con valores democráticos. Para ello debe darse el cruce de distintas dimensiones competenciales que se dan en todo proceso alfabetizador (instrumental, cognitivo, sociocomunicacional, axiológica, emocional) con las dimensiones sobre la web 2.0 (esto es: pensarla como una gigantesca bibliotecas de datos y archivos, como una serie de contenidos entrelazados, como un entorno de experiencias interactivas, como escenario de expresión multimedia, etc.) Finalizando el artículo el autor desarrolla ciertos plantos sobre lo que él denomina como una escuela “desconcertada”. Si la alfabetización era lo que justificaba la existencia de la escuela, hoy en día atravesamos una época de desconcierto en donde los alumnos ven como poco atractivo lo que se les enseña en las mismas. Moreira remarca que la escuela no puede darle la espalda a las nuevas formas culturales, de acceso a la información, etc., que generan las tecnologías digitales y que la situación de trabajar exclusivamente con textos está desapareciendo, y por ende los libros coexistirán en las aulas con los ordenadores. Para ir finalizando el autor se plantea algunos interrogantes sobre la validez de cualquier actividad realizada con TIC, para esa alfabetización digital. En este sentido considera que la puesta en marcha por parte de los docentes de actividades con el uso de las tecnologías no es algo que pueda realizarse espontáneamente, sino que debe apoyarse en un modelo educativo, que le otorgue coherencia. Así postula un modelo de enseñanza-aprendizaje basado en ciertos principios, mencionemos algunos: - Entender la alfabetización no solo en lectoescritura, sino también en el desarrollo de competencias audiovisuales, digitales, etc. Para que el alumnado pueda darle significado a - aquella información que obtiene afuera del colegio. Estimular en el alumno la búsqueda de información a través de distintas fuentes y - tecnologías, no limitarse solo al libro de texto. Sumir que el docente debe ser más un organizador de las actividades en el aula, más que - un transmisor de información elaborada. Favorecer y llevar a cabo actividades que requieran que los estudiantes aprender a - expresarse por medio de los recursos tecnológicos. Incorporarla dentro de las aulas y no destinarlas solo a lugares ajenos como son las salas de audiovisuales o de informática. Para finalizar sostiene Moreira que atravesamos una época donde la cultura que nos atraviesa es “multimediática” porque se construye de diferentes formas y se difunde por tecnologías diversas. Debido a esto la formación de una persona debe ser constante, continua, no se puede circunscribir a un periodo vital, como sucedía décadas atrás que el éxito estaba determinado por el conocimiento o el título que uno obtenía a lo largo de su vida escolar o universitaria. La situación actual es la de “mutabilidad” del conocimiento e incertidumbre hacia lo que vendrá. Por ello la alfabetización debería concebirse como un proceso de aprendizaje continuo a lo largo de la vida, en donde es fundamental adquirir competencias para interactuar tanto con la cultura existente, como para recrearla críticamente. Interrogantes personales sobre la temática tratada que se haya formulado a la lectura ¿Qué le preguntaría al texto? partir de Le preguntaría si ese intento de formar personas cultas, críticas, por medio de ese modelo de alfabetización que propone, no podría verse obturado por las distintas capacidades cognitivas de los sujetos y habilidades en torno al manejo de los distintos medio comunicacionales que tenemos cada uno. En este sentido frente a desventajas en los ciudadanos, ¿Qué otras propuestas complementarias habría?. Por otro lado a mi entender los dos aspectos que no se encuentran lo bastente claro son: Al momento de hablar de las características de la web 2.0, postula que la web sería un ecosistema artificial para la experiencia humana. Un concepto que a mi entender no profundiza y no queda muy claro, tampoco propone ejemplos para interiorizarlo mejor. En segundo lugar, creo que se podría profundizar sobre el papel del docente en la incorporación de las TIC, al ámbito educativo. En qué medida juega un papel central, las competencias del docente para asegurar el éxito en la enseñanza y que sus habilidades tecnológicas no lleven a empobrecer la calidad educativa. ¿Cómo se asegura que el docente sea un organizador y no un simple trasmisor de información?. ¿Qué capacitación se le daría al docente para que no fracasen en este nuevo modelo educativo? Dos ideas que comparta con el autor y dos que no comparta: Concuerdo con los planteos sobre que vivimos una época en donde no importan ya tanto los conocimientos adquiridos o el título universitario que uno tiene. Esa idea de que con un título no hacemos nada y que debemos adquirir conocimientos permanentemente sino queremos quedarnos fuera de la cultura. Una cultura cambiante, de consumo inmediato. Se observa comúnmente en la actualidad, que para acceder a determinado empleo, por ejemplo, no es tan determinante los conocimientos exclusivamente que uno tenga, sino también saber manejar con destreza determinados medios tecnológicos, tener conocimientos de edición, de blogs, de cómo subir una información al instante a la web, etc. Coincido también cuando habla sobre la naturalidad con la que los jóvenes, hoy en día, manejan las nuevas tecnologías y la extrañez de encontrar algún adolescente que este ajeno a esto. Yo diría que pasamos de una época en donde, los jóvenes volvían del colegio y hacían, en su mayoría la tarea y luego se iban a jugar con sus amigos, a una actualidad, donde los chicos le otorgan más importancia, en cuanto al tiempo dedicado, a los juegos de computadora, al Facebook, a la Play Station, que a hacer la tarea o dedicarse a estudiar o investigar algún tema que se trata en el colegio. Un momento como bien dice Moreira, en donde esa interacción social tiende a desaparecer y se vive una infancia mediática. Basta advertir como cada vez desde más temprana edad los chicos piden como regalo de cumpleaños o navidad, una notebook o una consola de videojuegos, que un juguete o una pelota para jugar con amigos. Estoy en desacuerdo con sus ideas de que los medios audiovisuales no han impactado fehacientemente en la educación. En lo personal, muchas veces me quedaba más claro un concepto cuando en la escuela, el docente nos traía una televisión y nos mostraba algún video o película. Creo que cierta importancia tuvo y continúan teniendo estos medios audiovisuales en la educación. Aunque es cierto que no se han implementado programas para una producción audiovisual propia de docente o alumnos. También si idea de que pasamos en estas últimas décadas de un modelo de comunicación de masas, a otro de producción y difusión de procesos comunicativos personalizados. En el primer modelo estos medios, sea la radio, la televisión, la prensa controlaban los discursos hegemónicos que llegaban al pueblo. En la actualidad, cabría decir que estos modelos funcionan a la par, porque tenemos en el caso argentino, ciertos medios que controlan la información que por sus soportes circulan y consume la población. Hablemos mejor de una continuidad, no de una ruptura. Algunas cuestiones para fomentar el debate podrían ser, las posibilidades ciertas o no de que las tecnologías no produzcan ningún aporte significativo a la educación, generando desinterés si los contenidos y las herramientas a utilizar no son lo suficientemente “entradoras” en los chicos. Pensemos si la tecnología digital producirá lo mismo en todos los contextos en los que se aplique y los sujetos que la utilicen. Esto de lo que habla Buckingham. ¿Cómo desarrollar en el ámbito escolar una relación con la tecnología, que sea, por así decirlo, divertida?. Una relación similar a la que desarrollan los chicos en sus casas cuando navegan en la web. Finalmente podríamos preguntarnos y ahondar más en los planteos de Moreira y Buckingham sobre la necesidad de un uso no solo instrumental sino también crítico por parte de los jóvenes hacia los nuevos medios. ¿Cómo puede ponerse en marcha esto?, si muchas veces tratamos con jóvenes que no tienen desarrollado un espíritu crítico hacia ellos mismos y, a su vez, poseen un conocimiento pobre sobre los intereses que se esconden tras estos medios digitales y escasa atracción para con la herramientas tecnológicas.